el Periódico

a nube de humo y ceniza que ese no así, a corto plazo, los fuegos de la rece- Zapatero , en lo que queda de España,

L volcán islandés de impronuncia-

ble nombre –Eyjafjallajokull– ha
arrojado sobre Europa no puede
ser más metafórica.
El espacio aéreo del viejo continente, co-
lapsado por una incandescente lluvia de
partículas magmáticas, se ha suspendido
como un áereo borrón sobre los oscuros
territorios azotados por la crisis económi-
ca. Ni los aviones europeos ni la propia
unión levantan cabeza. ¡Para lo que hay
que ver!
Cruzados de brazos, como los propios
pilotos, los líderes europeos no avistan
otra solución que una tensa espera a que
las condiciones climáticas y crediticias les
permitan operar de nuevo. En lenguaje
taurino o román paladino: a que escampe.
Las cenizas volcánicas de Islandia irán
poco a poco diluyéndose en el éter, pero
Sala de máquinas
JUAN
sión, que comenzaron, por cierto, asolan-
do a la banca islandesa, para extenderse
inmediatamente después, como la pólvo-
ra, por los alegres prados del capitalismo,
en forma de bolas de fuego.
sitúan sus pobres esperanzas de repetir vic-
toria electoral en los errores o excesos de la
oposición y en que el estirado Obama se
digne a estirarse un poco.
Esta Europa asediada por la miseria y el
Bolea* Un incendio que no a todos castiga por paro, y por inundaciones, huracanes y
igual. Los países que mejor están resistien-
do este embate de los elementos financie-
ros lo han hecho por medios y méritos
propios, ingeniándoselas sus empresas y
Esta Europa asediada por la
particulares para aplicar soluciones allá miseria y el paro, y por
donde no ha llegado la subvención colecti- inundaciones y volcanes
va. necesitaría otra gavilla de líderes
Angela Merkel ha sido, sin duda, la me-
Solos bajo nos chamuscada de los líderes. Sarkozy ha
pasado de la gloria al fracaso. De Berlusco-
ni es casi mejor no hablar, para no equipa-
erupciones volcánicas necesitaría otra ga-
villa de líderes o pilotos capaces de aterri-
zar, sanos y salvos, al otro lado de la tor-
el volcán rarlo moralmente a los compatriotas que
le votan una y otra vez, y Gordon Brown,
menta. Pero no hay. Estamos solos bajo el
volcán.H
en Gran Bretaña, y José Luis Rodríguez *Escritor y periodista

Prensa Diaria Aragonesa, SA. Hernán Cortés,

37. 50005 Zaragoza. Teléfono: 976700400. Fax: 976700458.
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Doce canciones ‘de toda la vida’

Una docena de personajes analizan los temas del disco recopilatorio de José Antonio Labordeta titulado
‘Otra vuelta de tuerca’ que EL PERIÓDICO DE ARAGÓN edita hoy, día de la Comunidad

EL PERIÓDICO
ZARAGOZA
LAS FRASES
oce canciones de José Antonio

D Labordeta elegidas por él, confi-

guran el CD recopilatorio titula-
do Otra vuelta de tuerca que se
ofrece hoy con este diario por 5,95 euros.
Doce personajes aragoneses comentan es-
tas canciones: Eloy Fernández Clemente
explica que la canción Aragón se la dedicó
Labordeta «a causa de mi tremenda insis-
tencia en lo aragonés. Él cuenta con ca-
riño que yo daba una lata tremenda con Eloy F. Clemente Gabriel Sopeña Carmen Gallego Pepín Banzo Joaquín Carbonell Ambar Martiatu
que había que hacer algo por transformar Aragón La Vieja Banderas Rotas Severino el Sordo Regresaré a la casa Somos
y mejorar esta tierra». A propósito de La «Labordeta dice «Esta canción, «Una canción «Me habría «Tiene un aire «Me estremezco
Vieja, Gabriel Sopeña señala: «Cámbiese lo que la hizo y me en el año 2010, redonda. Pero encantado tocar swing muy al cantarla al
que proceda en el paisaje, tradúzcase a la la dedicó ante permite me conecta con el guitarrico con francés con deje sentir cómo la
lengua que interese. Tanto da: esa Vieja se-
guirá emergiendo, aquí y allá, como testi- mi tremenda reivindicar la un pasado ella, pero en aragonés. La gente se
monio universal del pasar, del arraigo casi insistencia en lo universalidad de colectivo 1975 apenas letra es tristona emociona
fósil, de la impotencia del ser humano li- aragonés» su obra» desgraciado» tenía dos años» y melancólica» cuando la oye»
brado al sufrimiento». Eduardo Paz señala
que Me dicen que no quieres, «representa uno
de los ejemplos
más gloriosos de
maridaje entre un
texto (Labordeta)
y una música (Ja-
vier Maestre): «tie-
ne el corte de un
himno, y es una Pepa Fernández Eduardo Paz Amaral Ant. Domínguez Carmen Magallón Marcelino Iglesias
pieza muy ade- Zarajota Blues Me dicen que no quieres La Albada Ya ves Quien te cerrará los ojos Canto a la libertad
33 El disco. cuada al momen- «No he perdido «Es la canción «Esta canción «La verdad del «Está «Es un canto de
to en que se hizo: la esperanza: con la que más es universal, niño caminante, impregnada de los que hoy
Habla de agua y desiertos». Entre todos he sufrido trasciende a de los que esa melancolía gozan de los
Para Carmen Gallego (CHA), «hay can-
ciones para un momento, para una etapa, encontraremos cantando. Aragón y a la supieron ir en ligada a la tierra, derechos y
pero hay canciones para toda una vida». Y el swing a Ahora me he generación de pos de la que es su fondo libertades
esto último es lo que me evoca Banderas ro- Labordeta» hecho con ella» Labordeta» verdad» más querido» conquistadas»
tas. La cantante Ambar Martiatu confiesa
que sintió «un gran respeto de cantar So- ciñe su voz más tierna a la palabra para re- entona el Canto a la Libertad nos ayuda a
mos por el significado que tiene». Joaquín crear el abandono y la soledad de tantos comprender que el mapa de la libertad se
Carbonell eligió el 17 de abril cantar Regre- pueblos», en Quién te cerrará los ojos. Pepa dibuja sobre los territorios de la igualdad
saré a la casa de mi padre, porque «ofrece Fernández, directora del programa No es dialogada y pactada». Pepín Banzo relata
una visión clara y sugestiva sobre la aper- un día cualquiera, de RNE, asegura que Zara- que a la Balada de Severino el Sordo le hicie-
tura al futuro a partir de la tradición más jota Blues «es la vida misma hecha canción. ron un homenaje los de Comando Cuca-
entrañable. Una metáfora preciosa del Un sí pero no. Te amo pero te odio. Pura racha: «El final de la historia retrata a un
progreso». Carmen Magallón, alumna de contradicción». Juan y Eva Amaral afir- hombre tranquilo y contento con su ca-
Labordeta en Teruel, evoca al maestro: «Él, man al unísono que en La Albada «la letra bra, su gaita, su trompeta y su tambor».
tan socarrón, delicioso en las clases y los es enorme. Y si tocas la melodía con una Antonio Domínguez agradece a Labordeta
días, en el teatro, en los conciertos y giras, guitarra o un piano, nos parece preciosa». haber actuado en la vida «como un hom-
impregnados de su humor y humanidad, Para Marcelino Iglesias, «cada vez que se bre sin más», un ejemplo para todos. H