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Verónica Alvarado

Conejo.

El animal y el hombre.

“Los animales que tan a menudo intervienen en los sueños y las


artes, forman identificaciones parciales al hombre: aspectos,
imágenes de su naturaleza compleja; espejos de sus pulsiones
profundas, de sus instintos domesticados o salvajes. Cada uno de
ellos corresponde a una parte de nosotros mismos, integrada o por
integrar en la unidad armonizada de la persona. “La profusión de los
símbolos de los animales en las religiones y las artes de todos los
tiempos no subraya solamente la importancia del símbolo. Muestra
también hasta qué punto es importante para el hombre integrar en su
vida el contenido psíquico del símbolo, es decir, el instinto… El
animal, que es en el hombre su psique instintiva, puede llegar a ser
peligroso cuando no es reconocido e integrado en la vida del
individuo. La aceptación de la unificación del individuo y de la
plenitud de su bizarría” (Juns, 238-239)….” (Chevalier, J. Gheerbrandt,
A. 2007, p. 104-105).

Chevalier, J. Gheerbrandt, A. (2007) en su diccionario de los


símbolos al tratar las definiciones que se le pueden dar a todo lo que
conlleva la palabra “animal”, explica que el animal como arquetipo,
representa las capas profundas de lo inconsciente y del instinto, así
pues los animales, son símbolos de principios y fuerzas cósmicas ya
sean materiales o espirituales.

Las relaciones simbólicas entre los hombres y los animales son


ancestrales y de diversas manifestaciones, puede que dioses sean
representados con la figura simbólica de algún animal, o que estos
animales acompañen al dios, también se evidencian situaciones
antropomórficas o zoomórficas de los mismos, el caso de los tótems,
por citar un ejemplo entre muchos de la evidencia de la zoolatría.
Atenea, diosa de la sabiduría era siempre acompañada por un búho;
la paloma, en el cristianismo hace referencia directa al espíritu santo,
y de forma más universal, hace referencia a la paz, los egipcios
colocaban cabezas animales sobre cuerpos humanos para
representar sus dioses; diversas culturas idolatran a un animal,
mientras que otras en contraposición lo rechazan; pero de continuar
enumerando ejemplos me desviaría de la reflexión como tal sobre el
trabajo plástico que llevare a cabo, ya que no son los animales en
general lo que trabajaré, sino un animal especifico, el conejo.

El Conejo y La Luna.
El conejo está relacionado directamente en la mayoría de las
culturas o religiones, con la luna, todo lo que esté relacionado con la
luna, conlleva también aquellos simbolismos que la misma cargue, es
por eso que el conejo, como animal lunar, tiene mucha relación con el
renacer, el atravesar faces, y los ritmos, entre otras cosas, también
con la presencia nocturna, con la fertilidad y con la feminidad. Esto
aunque siempre se hable de un conejo, aunque también se podría
hablar sobre la liebre, términos que considero en ciertos aspectos
simbólicamente diferentes. “La liebre –él conejo- como la luna muere
para renacer…”(Chevalier, J. Gheerbrandt, A. 2007, p. 647), en la
cultura china por ejemplo predican la leyenda de que el conejo
siempre concibe viendo a la luna, por tal razón si una mujer
embarazada es tocada por la luz de la luna, su hijo poseerá boca de
conejo (labio leporino).

***

Cuando revisamos en el mismo diccionario de símbolos a “la


luna” se presenta el término de zona lunar de la personalidad. Esta
llamada “zona lunar” describe que es nocturna, inconsciente,
crepuscular de nuestros movimientos, de nuestras manifestaciones
impulsivas. Es muestra de lo primitivo que dormita en nosotros, viva
aún en el sueño, las ensoñaciones, los fantasmas, lo imaginario, y que
modela nuestra sensibilidad profunda. Es la sensibilidad del ser íntimo
librado al encantamiento silencioso de su jardín secreto, de la
impalpable canción del alma, refugiado en el paraíso de su infancia,
replegado en sí mismo, acurrucado en un sueño de la vida, sino
librado a la embriaguez del instinto, abandonado al trance de un
escalofrío vital que lleva su alma caprichosa. Así también, se
menciona que la luna es el símbolo del sueño y lo inconsciente como
valores relacionados con la noche, “…Según la interpretación de Paul
Diel (Introduction), la luna y la noche simbolizan la imaginación
malsana salida de lo subconsciente; añadamos que el autor entiende
por subconsciente «la imaginación exaltadora y represora». Esta
simbolización se aplica, en numerosas culturas, a toda una serie de
héroes o divinidades que son lunares, nocturnos, incumplidos y
maléficos” (Chevalier, J. Gheerbrandt, A. 2007) esta acotación sobre
algunos de los simbolismos de la luna, es importante para
comprender ciertos que le son adjudicados al conejo, Llevando a cabo
la investigación, aun no me he topado con alguna referencia escrita
que vincule la luna con la locura, yo lo asumo como existente, de
hecho la palabra “lunático” tiene una relación directa con la palabra
“luna”, existen referencias de cambios ambientales dependiendo de
las fases lunares y también de cosas que se deben o no hacer
dependiendo de las mismas fases, así pues también se encuentran
referencias coloquiales de influencias en comportamientos que la luna
adjudica dependiendo de su estado. No creo que exista una ausencia
de tendencias lunáticas en las representaciones de los conejos, una
muy clara me parece la liebre de Alicia en el País de las Maravillas
(Lewis Carroll), (la que acompaña al sombrerero loco); Los personajes
de Rabbits (2002) de David Lynch transmiten cierta aura psicótica, de
otra forma, pero creo que existen otros elementos externos que
ayudan a transmitir esta sensación de terror psicológico o locura.
Existe también otro ejemplo cinematográfico en la película de Richard
Kelly Donnie Darko (2001) en el cual el conejo es un elemento que
remite a la locura, es de hecho una “alucinación” del protagonista de
dicha película.

Detalle de
Fotograma. “Frank”.
Rabbits. Donnie
David
Darko. Richard
Lynch. 2002. Kelly. 2001
Fiesta de Té loca. Ilustración de Sir
Jhon Tenniel. 1865

Una de las características, que sin duda, estos dos elementos


tienen en común, (la luna y el conejo) es la cualidad ambivalente que
en ellos se conlleva, y es un elemento fundamental para el desarrollo
de mi trabajo con los conejos. Por dar un ejemplo el conejo es símbolo
de la fertilidad, pero tiene al mismo tiempo relación directa con la
lujuria; puede estar en los 2 extremos opuestos de sus características
simbólicas sin ninguna dificultad.

El Conejo y su Ambivalencia.
“…La ambivalencia simbólica de la liebre o el conejo aparece a
menudo en las imágenes o en las creencias, las cuales imbrican tanto
ambos aspectos –fasto y nefasto, izquierdo y derecho- del símbolo,
que resultaría difícil de separarlos…” (Chevalier, J. Gheerbrandt, A.
2007, p. 647).

Es así como podemos observar ejemplos contemporáneos de


figuras animadas de conejos que exponen comportamientos
extremistas avocados a actitudes que son opuestas a las del conejo
real, por ejemplo: en la viveza y maldad, en contraposición a la
imagen de indefenso e inocente animal, un ejemplo claro es sin duda
alguna el personaje de Warner Brother’s: Bug’s Bunny, un conejo con
una actitud grandilocuente y muy seguro de sí mismo, (los conejos
tienden a ser mamíferos muy nerviosos) hechor de cualquier
travesura y burla, que siempre logra salir airado de todos los
problemas que generalmente el causa; Burlando al cazador en vez de
ser cazado y justo cuando están a punto de cazarlo, ante la sorpresa
de los presentes, el conejo le da un beso en la boca a su enemigo
para ridiculizarlo y aprovechar de huir.
Roger Rabbit es otro ejemplo, un conejo humanizado casado
con la mujer más bella del lugar y además estrella de cine que es
engañado por una corporación para culparlo de un crimen.

Sin necesidad de establecer un ejemplo norteamericano, en


Venezuela, existen las fabulas de tío tigre y tío conejo, las cuales
narran, como un conejo, es siempre el vivaz y astuto ser que por
medio de trucos y malicias engaña una y otra vez a un tigre, que es
presentado con una imagen de violencia en apariencia pero poca
inteligencia. (Volvemos a la imagen del cazador burlado por la presa).

El Conejo y lo Sexual.
Referencia
Bugs Bunny.a Tex
tío Averi. Roger Rabbit.
conejo.
1943 1988

El conejo como símbolo sexual está claramente representado en


la imagen del conejo de playboy, este conejo representa al magnate
Hugh Hefner fundador de dicha corporación dedicada al
entretenimiento erotico-pornografico, el famoso logo playboy de un
conejo con una corbata elegante, fue diseñado por Art Paul para la
segunda edición de la revista, y desde entonces aparece en cada
número. Hefner dice haber escogido al conejo por su simpática
connotación, y porque en la imagen se veía juguetón, coqueto y
elegante. Este conejo representado, cumple la función de simbolizar,
entre otras cosas, ser el dueño de todo eso, es por eso que además,
se presenta el fenómeno de las conejitas, que podrían ser
interpretadas como todas y cada una de las compañeras de este
conejo con corbata que está allí. Sin embargo en la cultura
contemporánea japoneses, más que todo en manifestaciones como
anime o manga, se observan especie de híbridos que tienden a tener
la combinación mujer-conejo, o mujer-gato, cosa que termina
observándose en personas que son seguidores de dicho movimiento y
tienden a disfrazarse de ciertos personajes.(Esto me lleva a pensar en
el antropomorfismo de alguna manera post-modernistas), estos
híbridos, tanto en lo animado como en lo real, tienden a tener
actitudes infantiloides y sumisas en el caso de los conejos, hablan con
voces muy agudas casi de niñas y poseen gestos de infantes.

Logo de la Revista
PlayBoy. Art Paul.
1953

Playmate Ilustración
El
s Conejo, intermediario entre 2 encontrada.
mundos

Otra relación simbólica que se le adjudica al conejo es la de


intermediarios entre un mundo y otras realidades. Un claro ejemplo,
el conejo blanco de Alicia en el país de las maravillas, el mismo porta
un reloj -no caeremos en descripciones profundas sobre los
simbolismos del reloj- metáfora del tiempo, y el tiempo a su vez
propone mundos paralelos, o
presencias del pasado y/o el futuro,
“otros tiempos”, etc. Este conejo, es el
que “guía” a Alicia al país de las
maravillas, lo hace sin saberlo, puesto
que Alicia lo persigue sin esperar
invitación del mismo. Recordemos que los
conejos viven en madrigueras, las
madrigueras son hoyos que conectan lo
subterráneo con lo exterior y todo lo
subterráneo es de hecho un mundo distinto a lo superficial. El conejo
blanco de Alicia, es muy distinto a la liebre que también observamos
en Alicia. Este conejo pasa toda la novela preocupado por el tiempo, y
además, es el mensajero real, el mensajero de la reina. Haciendo una
breve comparación con la mitología griega y sin caer en detalles del
tema, Hermes cumple los oficios de heraldo y mensajero, entre otros,
también actúa como psicopompo es decir, uno de los encargados en
conducir las almas al inframundo, Hermes era el único además de
Hades y Perséfone que podían entrar y salir del inframundo. Es un
dios además, con características infantiles.

Conejo blanco vestido como heraldo. Conejo blanco revisando el reloj.


Ilustración de Sir Jhon Tenniel. 1865
Ilustración de Sir Jhon Tenniel. 1865

En la película Donnie Darko (2001) el conejo además de ser un


ente que infunda terror psicológico, cumple un papel de conector
entre un tiempo y otro, por ende entre una realidad y otra, es el
capaz de viajar desde un futuro hasta un pasado o viceversa, con la
intención de darle un mensaje al protagonista sobre un evento
especial que cambiaria el mundo en una fecha específica.

Julio Cortázar en su recopilación de cuentos “bestiario” (1951)


escribe: “Carta a una Señorita en París”, cuento narrado en primera
persona que relata cómo un hombre que esta hospedad en la casa de
alguna compañera, posee un habito fuera de lo común, la capacidad
de vomitar conejos cada cierto tiempo, sin embargo, al estar en una
casa ajena, el habito se descontrola generando una producción
exagerada de conejos. El protagonista desarrolla entonces un
sentimiento de agobio y psicosis llevándolo al punto de lanzar a todos
los conejos por el balcón y luego lanzarse el.
“…Entre el primero y segundo piso, Andrée, como un anuncio
de lo que sería mi vida en su casa, supe que iba a vomitar un
conejito. En seguida tuve miedo (¿o era extrañeza? No, miedo de la
misma extrañeza, acaso) porque antes de dejar mi casa, sólo dos días
antes, había vomitado un conejito y estaba seguro por un mes, por
cinco semanas, tal vez seis con un poco de suerte…”

“…De día duermen. Hay diez. De día duermen. Con la puerta


cerrada, el armario es una noche diurna solamente para ellos, allí
duermen su noche con sosegada obediencia. Me llevo las llaves del
dormitorio al partir a mi empleo…”

“Andrée, querida Andrée, mi consuelo es que son diez y ya no


más. Hace quince días contuve en la palma de la mano un último
conejito, después nada, solamente los diez conmigo, su diurna noche
y creciendo, ya feos y naciéndoles el pelo largo, ya adolescentes y
llenos de urgencias y caprichos…”

“Entonces está el amanecer y una fría soledad en la que caben


la alegría, los recuerdos, usted y acaso tantos más. Está este balcón
sobre Suipacha lleno de alba, los primeros sonidos de la ciudad. No
creo que les sea difícil juntar once conejitos salpicados sobre los
adoquines, tal vez ni se fijen en ellos, atareados con el otro cuerpo
que conviene llevarse pronto, antes de que pasen los primeros
colegiales…”

¿Acaso no son estos conejos los que atraviesan una madriguera


(llámese garganta) de un lugar interno y nacen hacia un lugar
externo? -Independientemente del sentimiento de terror psicológico
que le adjudiquen a su procreador-.

Se repite el patrón entonces del conejo como peatón de


realidades, como el que atraviesa sin dificultades; Como el explorador
nocturno, el que vincula dos mundos, dos realidades, dos tiempos, o
quizás múltiples, no simplemente dos.

A todas estas también se observa como en repetidos casos, se


trata de generar en el conejo un aura de terror, (Rabbits, Carta a una
Señorita en parís, Donnie Darko) sea psicológico o no, sea sustentado
por una imagen exagerada del mismo, pero terror al fin, a mi punto
de vista sucede lo mismo que con los payasos, son imágenes
infantiles, cargadas de inocencia extrema y es muy fácil que 2
extremos se toquen, así como algo puede estar muy lleno de
inocencia, puede pervertirse de un momento a otro, incluso los niños,
los infantes, son considerados desde los 3 años hasta los 9 o 10 como
perversos polimórficos, es decir, que son perversos en distintas
maneras, maltratan animales y niños, manipulan y mienten por dar
algunos ejemplos. Así que todas estas tendencias a pervertir o
convertir elementos de los infantes en entes malévolos,
perturbadores o incluso integrarlos con situaciones adultas (como el
caso de playboy) es una necesidad que habría que indagar mas de
donde surge. Pero el hecho es que existe.

El Espejo.

“…El espejo es un sistema óptico constituido por una superficie


pulimentada, plana o curva, en la que se reflejan los rayos luminosos. Esta
superficie puede ser cualquiera (metal, piedra, plástico, cristal...) con la
condición de que el rayo luminoso sea reflejado casi en la misma cantidad
en que llegó. Cuanto más pulido o menos poro tenga dicha superficie, más
nítida es la imagen reflejada… (Ferrer.E. 1999)

Ferrer explica que el espejo se ha vinculado con la imaginación


o la conciencia, debido a su capacidad de reproducir aquello que está
en el mundo visible en su realidad formal; Scheler y otros filósofos lo
relacionan con el pensamiento, pues es vehiculo mental donde se
produce la autocontemplación y reflejo del Universo, en este sentido,
el espejo se relaciona con el agua, particularmente con el agua
reflejante, y por su puesto el mito de Narciso.

Es visto también como aparece con frecuencia en leyendas y


cuentos infantiles como algo mágico que es capaz de proyectar
imágenes que ocurrieron en el pasado o que ocurrirán en el futuro o
simplemente ver el mismo presente pero en otra realidad, también se
presenta como transportador, Alicia A Través del Espejo, (Lewis
Carroll) es un ejemplo claro. Pero por sobre todas las cosas el espejo
mágico dice la verdad, ya que cumple la función de reflejar lo que ve,
si mascaras ni disfraces que se colocan los humanos para protegerse,
el espejo mágico tienen a develar el alma de la persona como es, un
ejemplo puntual: La bruja de Blanca Nieves y su eterno dialogo con su
espejo de mano.

Además de relacionarse con el agua, también lo hacen


principalmente con la Luna, precisamente por su condición reflejante
y pasiva, pues reciben las imágenes como la Luna la luz solar. Los
mejores espejos son los que se realizan con plata y la plata es
considerada el metal consagrado a la Luna. En el templo de
Coricancha (Cuzco) había un santuario consagrado a la Luna,
recubierto totalmente de plata. Así, el espejo y la plata aparecen
relacionados con todas las diosas lunares, ya que forman parte de sus
atributos y emblemas.

Para Loeffler, los espejos son símbolos mágicos de la memoria


inconsciente. El espejo tiene que ver con el subconsciente, con el
consiente y con el inconsciente. Con lo que es, lo que fue y lo que
será.

Bibliografía.
Chevalier. J. & Gheerbrandt A. (2007). Diccionario de los
símbolos (Dictionnaire des symboles). (8va reimpresión). Editorial
Herder España.

Ferrer. J.E . (30. Nov. 1999) Simbolismo mágico de los espejos -


Los espejos y los espíritus elementales de la naturaleza. Recuperado
el 6 de octubre de 2009 de: http://www.editorial-
na.com/articulos/articulo.asp?art=3
Referencias plásticas.

Florentijn Hofman. www.florentijnhofman.nl

Rabbit Candybottle

2005,2006 y 2009

6x4x12 metros

Inflable.

Este conejo fue expuesto en el centro de Rotterdam y otras


locaciones
Colectivo Gelitin. www.gelitin.net

Hase (conejo)

Lugar: montaña Colletto Fava, 1600m- Artesina, Piemont, Italy

2005 - 2025

Instalación permanente
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Acero inoxidable

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1986
Flor y conejo inflables (Tall White, Pink Bunny)

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Inside forest in her 5.

Acrílico sobre lienzo, 530x655 cm.

2005.
The reason why I become
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2004.Collection
Lambert/Avignon France.

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Chair -Acts of 23people:

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