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Tribunal Supremo (Sala de lo Social, Sección 1ª).

Sentencia de 30
octubre 2007RJ\2008\797

Tribunal Supremo (Sala de lo Social, Sección 1ª).


Sentencia de 30 octubre 2007
RJ\2008\797

CONVENIOS COLECTIVOS: sujetos legitimados para negociar.


ASAMBLEA DE TRABAJADORES: exigencias numéricas y de condiciones de voto: sólo están
previstas para los acuerdos vinculantes legalmente previstos: fuera de tales acuerdos hay que estar a
las condiciones previstas por quienes deciden voluntariamente solicitar que la asamblea se pronuncie
sobre la ratificación de lo acordado.

Jurisdicción: Social
Recurso de casación para la unificación de doctrina núm. 3179/2005
Ponente: Excmo Sr. joaquín samper juan

El TS estima el recurso de casación para la unificación de doctrina (núm. 3179/2005)


interpuesto por la Sección Sindical de UGT contra la Sentencia de fecha 04-05-2005, del TSJ
del País Vasco, que casa y anula en el sentido que se indica en el último fundamento de
derecho, dictada en autos promovidos por el sindicato Trabajadores por Unidad de Clase
contra la recurrente y otros, sobre impugnación de convenio colectivo.

En la Villa de Madrid, a treinta de octubre de dos mil siete.

Vistos los autos pendientes ante la Sala en virtud de recurso de casación para la unificación de
doctrina interpuesto en nombre y representación de U.G.T. contra sentencia de 4 de mayo de 2005 (
PROV 2005, 163896) dictada por la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Valencia por la
que se resuelve el recurso de suplicación interpuesto por el sindicato Trabajadores por la Unidad de
Clase contra la sentencia de 20 (sic) de diciembre de 2004 dictada por el Juzgado de lo Social de
Valencia núm. 9 en autos seguidos por Trabajadores por la Unidad de Clase frente a la Empresa
Municipal de Transportes de Valencia, SA, el Comité de empresa de E.M.T., la Sección sindical de
CC.OO., la Sección sindical de UGT, y la sección sindicato de APTTUV sobre convenio colectivo.

Es Magistrado Ponente el Excmo. Sr. D. JOAQUÍN SAMPER JUAN

ANTECEDENTES DE HECHO

PRIMERO

Con fecha 30 de diciembre de 2004 el Juzgado de lo Social de Valencia núm. 9 dictó sentencia en la
que consta la siguiente parte dispositiva: "Que debo desestimar y desestimo la demanda formulada por el
Sindicato Trabajadores por la Unidad de Clase, frente a la Empresa Municipal de Transportes de
Valencia, SA, el Comité de empresa de E.M.T., la Sección sindical de CC.OO., la Sección sindical de
UGT, y la sección sindicato de APTTUV desestimando la excepción de inadecuiación de procedimiento".

SEGUNDO

En dicha sentencia se declararon probados los siguientes hechos: "PRIMERO.-Que la Comisión


Negociadora del Convenio Colectivo de la Empresa Municipal de Transportes de Valencia estaba
representada por la parte social por los siguientes miembros: 4 por UGT, 4 por APTTUV, 3 por CC.OO, 1
por TUC, alcanzándose un Acuerdo con la empresa de aprobación del Convenio Colectivo en fecha
13-3-2004. SEGUNDO.-Que fue convocada la asamblea de trabajadores para la ratificación del mismo
para el lunes día 15-3-2004 en horario de 10 a 13 horas y de 17 a 20 horas. TERCERO.-Que dicha
asamblea se celebró con la asistencia de 287 trabajadores, de los cuales votaron a favor del acuerdo 186
trabajadores, 87 en contra y 14 abstenciones. La plantilla de la empresa tiene alrededor de 1.500
trabajadores. CUARTO.-Que en la citada asamblea se realizó la votación a mano alzada. En la empresa
demandada, habitualmente, en las asambleas se realizan las votaciones a mano alzada. QUINTO.-Que
en la empresa se hallaba convocada una huelga para los días 16 y 17 de marzo que fue desconvocada".

TERCERO

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La citada sentencia fue recurrida en suplicación por el demandante ante la Sala de lo Social del
Tribunal Superior de Justicia de Valencia la cual dictó sentencia en fecha 4 de mayo de 2005 ( PROV
2005, 163896) en la que dejando inalterada la declaración de hechos probados de la sentencia de
instancia, consta la siguiente parte dispositiva: "Estimamos el recurso de suplicación formulado por el
sindicato «Trabajadores por la Unidad de Clase» contra la sentencia del Juzgado de lo Social núm. 9 de
los de Valencia de 30 de diciembre de 2004, recaída en proceso sobre impugnación de convenio
colectivo, y con revocación de la citada resolución, debemos declarar y declaramos la nulidad del
convenio colectivo de la empresa «E.M.T. de Valencia, SAU» de 13 de marzo de 2004, publicado el 11
de mayo de 2004, debiendo las partes estar y pasar por esta declaración, comunicándose la presente
resolución a la autoridad laboral, en virtud de lo señalado en el artículo 164.2 de la Ley de Procedimiento
Laboral ( RCL 1995, 1144, 1563) ".

CUARTO

Por la representación procesal de UGT se preparó recurso de casación para unificación de doctrina. En
su formalización se invocó como sentencias de contraste las dictadas por las Salas de lo Social del
Tribunal Superior de Justicia de Baleares de fecha 30 de junio de 1998 y de Navarra de 29 de julio de
1996.

QUINTO

Por providencia de fecha 31 de octubre de 2006 se procedió a admitir a trámite el citado recurso y, tras
ser impugnado el recurso, pasaron las actuaciones al Ministerio Fiscal, que presentó informe en el
sentido de considerarlo procedente, e instruido el Magistrado Ponente, se declararon conclusos los
autos, señalándose para votación y fallo el día 24 de octubre de 2007, en el que tuvo lugar.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

PRIMERO

El sindicato "Trabajadores por la Unidad de Clase" (TUC en adelante) interpuso el 8 de septiembre de


2004 y ante el Juzgado de lo Social núm. 9 de Valencia, demanda de impugnación de convenio colectivo
a tramitar por el procedimiento regulado en los artículos 161 y siguientes de la Ley de Procedimiento
Laboral ( RCL 1995, 1144, 1563) , frente a la Empresa Municipal de Transportes de Valencia, SAU
(E.M.T.), su Comité de empresa, que negoció el convenio, y las secciones sindicales en la empresa de
los sindicatos Comisiones Obreras (CC.OO), Unión General de Trabajadores (U.G.T) y Asociación
Profesional de Trabajadores del Transporte Urbano de Valencia (A.P.T.T.U.V.), que, al igual que el
demandante, tenían representantes en dicho Comité. En su demanda interesó el TUC que se "declare
nulo el Acuerdo de Convenio Colectivo de fecha 13 de marzo de 2004, publicado el 11 de mayo"
(B.O.P.V de esa fecha), alegando que en su número 17 se acuerda su ratificación por la asamblea de
trabajadores y que la celebrada el 15-2-04 "es nula por no cumplir los requisitos mínimos objetivos
(mayoría de trabajadores y voto secreto) para su correcta celebración y, consecuencia de ello, es que el
Convenio Colectivo no ha sido ratificado y procede su declaración de nulidad".

La sentencia del Juzgado, previo rechazo de la excepción de inadecuación de procedimiento opuesta


por la parte demandada, desestimó la demanda. Contra ella interpuso el sindicato TUC recurso de
suplicación. Y la sentencia de 4 de mayo de 2005 ( PROV 2005, 163896) de la Sala de lo Social del
Tribunal Superior de Justicia de Valencia estimó el recurso y la demanda, y "declaró la nulidad del
Convenio Colectivo de la empresa E.M.T. de Valencia, SAU", porque en la Asamblea celebrada de
acuerdo con las previsiones del art. 17 del Convenio, no se cumplieron las previsiones del art. 80 del
Estatuto de los Trabajadores ( RCL 1995, 997) , ya que se votó a mano alzada y no se alcanzó el
"quórum" necesario.

Frente a dicha sentencia prepararon recurso de casación para la unificación de doctrina las secciones
sindicales de UGT y CC.OO, aunque esta última, que había comparecido en plazo ante esta Sala IV, no
presentó luego el pertinente escrito de interposición, por lo que por auto de 20 de julio de 2005 se puso
fin al trámite a su recurso; consta, no obstante, que CC.OO había desistido en escrito que tuvo entrada
en el Registro General de este Tribunal el 18 anterior, pero llegó a la Sala en fecha posterior a la del
citado auto.

SEGUNDO

La sección de UGT, que sí lo ha interpuesto en tiempo y forma, plantea dos motivos de contradicción,
ambos en relación con el artículo 80 del Estatuto de los Trabajadores ( RCL 1995, 997) . Para el primero,
que guarda relación con la exigencia del voto mayoritario de los trabajadores de la empresa o centro de
trabajo para la adopción de acuerdos en asamblea, invoca como referencial la sentencia de 30 de junio
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de 1998 de la Sala de lo Social del TSJ de Baleares; y para el segundo, referido al mandato del mismo
artículo relativo al voto secreto, designa la de 29 de julio de 1996 de la Sala homónima del TSJ de
Navarra obrando una y otra en autos con expresión de su firmeza. La parte recurrida, que no cuestiona la
existencia de la contradicción, se opone en cuanto al fondo del recurso en su escrito de impugnación; por
su parte, el Ministerio Fiscal informa en el sentido de considerarlo procedente.

La contradicción exigida por el art. 217 LPL ( RCL 1995, 1144, 1563) es evidente en cuanto al primer
motivo. En la sentencia recurrida consta probado que la Comisión Negociadora de la E.M.T., integrada
por la Dirección de ésta y el Comité de Empresa, suscribió el 13 de marzo de 2004 un Acuerdo de
Convenio Colectivo para los años 2004 a 2007 inclusive; que "la asamblea se celebró con la asistencia
de 287 trabajadores, de los cuales votaron a favor del acuerdo 186 trabajadores, 87 en contra y 14
abstenciones; que la plantilla de la empresa tiene alrededor de 1.500 trabajadores; y que en las
asambleas de la empresa "las votaciones se realizan habitualmente a mano alzada". Por su parte el
punto 17 de dicho Acuerdo, que obra en autos, establece que "la validez del presente preacuerdo queda
sometida a su ratificación por la Asamblea de Trabajadores y el Consejo de Administración de la E.M.T.".
Esta cláusula aparece también en el Convenio Colectivo que se publicó en el Boletín Oficial de la
Provincia de Valencia de 11 de mayo de 2004 que también obra en autos y es una trascripción literal del
Acuerdo de 13 de marzo.

En el caso de la sentencia referencial el sindicato demandante, solicitaba al igual que en éste, la


nulidad del pacto colectivo sobre jornadas y turnos para el centro de trabajo del aeropuerto de Ibiza
alcanzado y suscrito entre la empresa "Initial, SA" y sus tres delegados de personal el día 21 de abril de
1997 por la vía del art. 41, que no es sino una expresión mas del derecho de negociación colectiva que
ampara el artículo 37.1 de la Constitución ( RCL 1978, 2836) . Consta probado en dicha sentencia que el
acuerdo incluía una cláusula final del siguiente tenor: "este acuerdo queda pendiente de su ratificación
ante la Asamblea que se realizará el próximo día 24 de abril de 1997"; y que en la citada asamblea,
celebrada en esa fecha, "el acuerdo fue aprobado por 17 votos a favor y 8 en contra, de los 26
trabajadores asistentes, de una plantilla total de 36 trabajadores". Sostenía el sindicato demandante su
pretensión de nulidad del pacto en que no se había alcanzado en la asamblea el voto favorable de la
mitad mas uno, es decir, 19, de todos los trabajadores del centro.

Situaciones, pues, sustancialmente idénticas, en cuanto a hechos, fundamentos y pretensiones, que


sin embargo fueron resueltas de modo distinto, puesto que mientras que la recurrida, como hemos visto,
declaró la nulidad del Acuerdo por defectos de la asamblea, la referencial desestimó la pretensión de
nulidad por considerar que la asamblea era meramente consultiva, y por tanto la consulta no podía
condicionar la validez del acuerdo; y, en consecuencia, rechazó que se precisara la mayoría cualificada
del art. 80 ET ( RCL 1995, 997) , que solo se requiere para los acuerdos que adopte la propia asamblea,
pero no para ratificar el ya aprobado y suscrito por los delegados de personal.

TERCERO

Por el contrario, no es posible apreciar la existencia del requisito exigido por el art. 217 ( RCL 1995,
1144, 1563) respecto del segundo motivo, ya que no se dan entre la sentencia recurrida ( PROV 2005,
163896) y la dictada por la Sala de lo Social del TSJ de Navarra, las identidades exigidas por aquel. Así,
son distintas las pretensiones ejercitadas: de impugnación por ilegalidad de un convenio colectivo en la
recurrida y de reclamación de cantidad en la de contraste. Y son también diferentes los hechos de que
parten una y otra; pues mientras que en el caso de la recurrida, existe un convenio colectivo aprobado y
firmado entre la dirección de la EMT y su Comité de empresa, que se somete a la asamblea de
trabajadores, en el caso de la referencial la asamblea es convocada, por el Consejo de Administración de
la Sociedad Anónima Laboral en el que se integra el Comité de Empresa, para decidir mediante votación
a mano alzada la forma en que debía producirse la transición de la sociedad anónima laboral en una
sociedad anónima ordinaria y la forma de indemnizar a los socios trabajadores que no iban a
incorporarse a esta última mediante la entrega a éstos, por parte de los trabajadores que quedaran
incorporados a la, SA, del 35% de la indemnización que iban a percibir del FOGASA por el cierre de la
SAL.

Diferencias sustanciales que impiden apreciar la existencia de contradicción entre las sentencias
sometidas al juicio de comparación para este segundo motivo. En cualquier caso se trata de un motivo
que, en realidad, tiene carácter subsidiario, pues si se estima el primero y se declara la inaplicabilidad al
caso del art. 80 ET ( RCL 1995, 997) , sería ya innecesario entrar a examinar las supuestas
irregularidades en la votación que solo podrían existir si dicho precepto resultara aplicable.

CUARTO

El motivo dedicado a fundamentar la infracción legal, denuncia que la sentencia recurrida infringe el

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artículo 80 ET ( RCL 1995, 997) , en relación con el 17 del Convenio Colectivo ya citado y el 161 de la
Ley de Procedimiento Laboral ( RCL 1995, 1144, 1563) Y sostiene que cuando los negociadores del
Convenio condicionaron su validez a la ratificación por la asamblea de trabajadores, no se remitieron a la
regulada por el art. 80 ET, a cuyo tenor: "cuando se someta a la asamblea por parte de los convocantes
la adopción de acuerdos que afecten al conjunto de los trabajadores, se requerirá para la validez de
aquellos el voto favorable personal, 5 libre, directo y secreto, incluido el voto por correo, de la mitad mas
uno de los trabajadores de la empresa o centro de trabajo". La censura debe ser acogida por las razones
que pasamos a exponer.

La primera es que el legislador, al ordenar nuestro actual sistema de relaciones laborales, optó por un
doble y exclusivo canal de representación, unitaria y sindical, que en el seno de la empresa se identifican
con los delegados de personal o el comité de empresa, en su caso, (arts. 62 y 63 ET) y con las secciones
sindicales (art. 10 de la Ley Orgánica de Libertad Sindical [ RCL 1985, 1980] ). Y no ha incluido a la
asamblea de trabajadores como un tercer canal de representación. Así se infiere ya, de su propia
ubicación legal; pues mientras los primeros, -los representantes unitarios- aparecen regulados en el
Capítulo Primero del Titulo II ET, bajo la rúbrica "Del derecho de representación colectiva", la asamblea
se disciplina en el Capítulo Segundo del mismo Título como una mera manifestación "Del derecho de
reunión". Y lo confirman las innumerables alusiones a "los representantes legales de los trabajadores"
que contienen las normas laborales, en expresión referida siempre y exclusivamente a los representantes
unitarios y sindicales.

Es evidente pues que solo el Comité de empresa, -o en su caso las secciones sindicales constituidas
en la empresa, si es que esta última hubiera optado por pactar con ellas- estaba legitimado para negociar
y concluir el Convenio Colectivo de la EMT; y que a la asamblea de trabajadores no le correspondía,
conforme a ley, ninguna intervención en dicha negociación colectiva, ni mucho en la aprobación final del
Convenio. De modo que si la tuvo, fue solo por que quienes estaban legitimados para negociarlo
decidieron libremente condicionar la validez de lo pactado a dicha ratificación.

QUINTO

La segunda razón es que artículo 80 ET ( RCL 1995, 997) contiene, en efecto, una norma imperativa
en cuanto a los requisitos de participación, mayoría y voto secreto para aprobar los acuerdos que son
competencia de la Asamblea. Pero cabe sostener, con la doctrina científica, que los únicos acuerdos de
carácter vinculante que le corresponde adoptar a la asamblea con las exigencias del art. 80, son los
previstos en los arts. 66.2 (convocatoria de una reunión del comité de empresa) 67.3 (revocación del
mandato de los delegados de personal y de los miembros del comité de empresa), 87.1 (designación de
la representación sindical para negociar un convenio de franja) del Estatuto de los Trabajadores, y en el
art. 2.2 (promoción de elecciones) del Real Decreto 1844/94 ( RCL 1994, 2585) de elecciones o órganos
de representación de los trabajadores en la empresa; y, en último extremo, aunque es mas dudoso, para
acordar, con igual carácter, medidas de conflicto colectivo o la conclusión de convenios colectivos
extraestatutarios.

De ello se desprende que las rígidas exigencias numéricas y de condiciones de voto que establece el
artículo 80 del Estatuto solo están previstas para esos específicos acuerdos vinculantes. Y que fuera de
ellos, tales requisitos ya no son exigibles y hay que estar a las condiciones previstas por quienes deciden
voluntariamente solicitar que la asamblea se pronuncie sobre la ratificación de lo acordado. Condiciones
que habrán de interpretarse en el sentido mas favorable al mantenimiento de lo negociado, habida cuenta
de que los negociadores del Convenio en cuestión no tenían ninguna limitación impuesta por Ley para
fijar los términos de la ratificación, ni para poder concluir el Convenio; hasta el punto de que, con la
misma libertad que decidieron pactar tal condición suspensiva, pudieron no hacerlo, al igual que podían
también volver a reunirse en cualquier momento posterior a la celebración de la asamblea, y concluir ese
mismo Convenio u otro modificado, eliminando del mismo el art. 17 sin impedimento alguno derivado de
lo acordado en ella. Siendo ello así, carecería de sentido exigir unos requisitos no previstos en el pacto y
viciar de nulidad un producto de la negociación colectiva que puede ser reactivado en cualquier momento
sin limitación alguna.

SEXTO

Las razones expuestas nos llevan a concluir que ha sido la sentencia referencial y no la recurrida la
que ha aplicado la buena doctrina. De un lado, porque no estamos en presencia de ninguno de los
supuestos mencionados en el fundamento anterior, únicos a los que, como ya hemos visto, son exigibles
por Ley los requisitos del art. 80 ET ( RCL 1995, 997) . De otro, porque el art. 17 del Convenio, no se
remite expresamente al precepto estatutario, como hubiese sido obligado si quienes lo negociaron
hubieran querido someterse a las estrictas condiciones que el mismo establece. Y finalmente, porque no
hay razón alguna para suponer que los negociadores del Convenio al mencionar la "asamblea de
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trabajadores" estaban pensando en una celebrada con las exigencias que impone el art. 80, cuando
consta probado que "en las asambleas de la empresa las votaciones se realizan habitualmente a mano
alzada". Por lo que lo lógico es entender que quisieron remitirse a un tipo de asamblea mas informal, en
cuanto a nivel de participación y forma de votación, como fue la celebrada; y que el Convenio resultó
ratificado al votar a favor el 64% de los asistentes.

Con lo razonado es claro que la impugnación del Convenio por el sindicato TUC pierde todo
fundamento legal. Y también que, según ya hemos anticipado, deviene innecesario el examen del
segundo motivo del recurso de casación unificadora interpuesto por UGT, puesto que el acogimiento del
primero con la consiguiente inaplicación al caso del art. 80 ET, comporta ya, por si solo y de conformidad
con el precedente informe del Ministerio Fiscal, la estimación del recurso con la consiguiente revocación
de la sentencia recurrida, para desestimar el recurso de suplicación interpuesto en su día por el sindicato
TUC y confirmar en todos sus términos la sentencia de instancia que rechazó su demanda. Sin costas
(art. 233.1 LPL [ RCL 1995, 1144, 1563] ).

Por lo expuesto, en nombre de SM El Rey y por la autoridad conferida por el pueblo español.

FALLAMOS

Estimamos el recurso de casación para la unificación de doctrina interpuesto en nombre y


representación de U.G.T. contra sentencia de 4 de mayo de 2005 ( PROV 2005, 163896) dictada por la
Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Valencia, que casamos y anulamos, y resolvemos el
debate planteado en suplicacion desestimando el recurso de tal clase interpuesto por el Sindicato
Trabajadores por la Unidad de Clase contra la sentencia de 20 de diciembre de 2004 dictada por el
Juzgado de lo Social de Valencia núm. 9 que confirmamos en todos sus términos. Sin costas.

Devuélvanse las actuaciones al órgano jurisdiccional que corresponda, con la certificación y


comunicación de esta resolución.

Así por esta nuestra sentencia, que se insertará en la COLECCIÓN LEGISLATIVA, lo pronunciamos,
mandamos y firmamos.

PUBLICACIÓN.- En el mismo día de la fecha fue leída y publicada la anterior sentencia por el Excmo.
Sr. Magistrado D. Joaquín Samper Juan hallándose celebrando Audiencia Pública la Sala de lo Social del
Tribunal Supremo, de lo que como Secretario de la misma, certifico.

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