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Margaritas gourmet

Comprar flores por Internet no sólo está de moda sino que es un buen negocio.
Crece la oferta de las florerías virtuales. Sus encargos llegan también de Estados
Unidos, Italia y España. Las estrategias de las marcas más exclusivas.

Hoy, una florería premium en la Argentina tiene una facturación cercana a los $ 3 millones anuales.
El promedio de pedidos mensuales ronda los 500 entre enero y julio, mientras que desde agosto
hasta diciembre llega a los 900, pero los big players advierten que sus estrategias de
desestacionalización son rentables y registran una tasa de crecimiento anual promedio del 30 por
ciento.

Juan Ducote, gerente de 33 Flores, explica que hay un aumento constante de la cantidad de clientes
y del precio promedio que estos gastan: “Hicimos la prueba de agarrar un mercado por debajo del
estándar ofreciendo productos de $50 a $80 y no se vendieron. La gente tiene un claro interés por
gastar todo lo que pueda”, afirma. 33 Flores recibe 8000 visitas a su sitio de Internet cada mes. Su
estrategia consiste en aumentar la frecuencia por ocasión: que los mismos clientes descubran nuevas
razones para regalar – inauguraciones, nacimientos y condolencias, entre otras. “El trasfondo es una
herramienta de CRM (Customer Relationship Management) que nos ayuda a identificar las
ocasiones especiales de cada uno”, revela Ducote, y calcula que la empresa tiene 2800 clientes
estables que compran tres veces por año, a un precio promedio por arreglo de $ 135.

La florería Hanataba, de María Rosa di Risio, está más enfocada al mercado corporativo, con un
abanico muy amplio para ofrecer, desde ambientación de oficinas hasta arreglos especiales para las
secretarias en su día. Como una de sus últimas iniciativas, Hanataba incorporó la comercialización
de flores exóticas. “La flor premium tiene hoy un lugar protagónico en la ambientación gracias a
una sofisticación en el estilo de vida, y queremos ampliar el campo del negocio sin desviarnos de
nuestro core”, explica di Risio, quien también anticipa la inauguración de un nuevo showroom en
2008.

¿Qué tan necesario es un local a la calle, cuando todas las marcas cuentan con catálogos en
Internet? Cuando en 2000 nació 33 Flores, la idea era posicionarse como “la florería de Puerto
Madero”. Sin embargo, Ducote cuenta que el local cerró sus puertas hace dos años: “Había una
fuerte tendencia a realizar la compra on line y las visitas personales era cada vez menos frecuentes.
Hoy, el 25 por ciento de las ventas se realiza por Internet y el 75 por ciento restante, por teléfono,
aunque el cliente elige el producto desde la pantalla de su computadora”.

En cambio, Beatriz Volosin, gerente General de La Mejor Flor, considera imprescindibles sus dos
locales, uno en Recoleta y otro en Palermo Viejo: “Es el mejor canal de venta para percibir con
exactitud la intención de regalo del cliente y lograr un servicio más personalizado”.

Pero el sitio web es una carta de presentación para potenciales clientes en el exterior. Estos pedidos
–que vienen en su mayoría de los Estados Unidos, España, Italia e Inglaterra– pueden representar
desde un 3 hasta un 25 por ciento de las ventas totales.
Florerías virtuales: un negocio que no se marchita, sino que presenta nuevos brotes cada vez más
rentables.

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