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Entrevista

PARA QUE LA DEGRADACIÓN DEL MEDIO AMBIENTE


NO SE CONVIERTA EN IRREVERSIBLE
Nota 2

Docente e investigador de la Universidad del Comahue Andrés Dimitrius es incansable


estudioso involucrado y comprometido con objetivos sociales concretos. Su experiencia
y pensamiento capacita para reflexionar sobre problemáticas como las que ahora plantea
en el XII encuentro de UNIÓN de ASAMBLEAS CIUDADANAS.

A.C. La consideración hacia la Naturaleza ha sido variable. ¿Es posible un breve


recorrido histórico?
A.D. --En realidad la conciencia de la destrucción ambiental es una conciencia
temprana, todos los pueblos del mundo fuimos alguna vez pueblos originarios. Todos
fuimos alguna vez pueblos agricultores, más mansos, más tranquilos en la producción
más apropiada, sin esta carrera loca tecnológica, sin esto último de acumulación de
dinero y poder.
En los últimos siglos eso se fue transformando en una maquinaria destructiva en la que
la voz cantante la elevó el sistema capitalista y sus imitadores soviéticos, chinos, ahora
India, Brasil y otros más. Y muchas veces los nacionalismos que decían: “ bueno…
tenemos que perseguir los destinos de grandeza…”, y los destinos de grandeza eran
confundidos con tamaño y no con profundidad, no con la forma de vida autosustentada.
Por eso ahora se habla de soberanía alimentaria a diferencia de producir alimentos para
engordar cerdos en Europa o en China.
Entonces hay una antigüa lucha anticolonial y anticolonial entendido en ese caso como
la industria de la acumulación y muchísimas tradiciones hicieron referencia a eso, todas
las luchas coloniales fueron claras al respecto.
Por supuesto Argentina no escapó y los europeos descubrieron el Movimiento Verde
como los americanos a mediado de los años `60, y ellos también pensaron que habían
descubierto la rueda, entonces hablaron del Ambiente.
Acomodar el Ambiente una vez que la industria lo destruyó, ya es tarde.
Ello significa una división de tareas: usted ambientalista, nosotros somos cosa seria,
industriales. Ustedes nos corrigen y si se puede y la tecnología nos lo permite y los
fondos, entonces corregimos un poquitito.
En si hay una infantilización de la cuestión ambiental cuando es al revés. El ser humano
puede vivir en condiciones que la naturaleza ofrece sin depredarla. Sin contaminar el
agua, sin contaminar las napas, el aire, desforestar y generar desiertos.

A.C. ¿La mujer siempre tuvo que ver con el mantenimiento de la Naturaleza?.
A.D.--El Instituto como el INTA es tan común que diga una frase, un mensaje: “Señor
productor, haga esto o lo otro…” y desde la escuela la división de tareas, en la sociedad
está impuesta la tarea de que el hombre tiene que aumentar y aumentar la productividad
no importa cuál es la cadena, y la mujer de alguna manera reproduce eso y hace tareas
para el hogar y en esas tareas para el hogar tiene asignado un rol de segundona de ese
esquema. Pero el que es convocado a cumplir y `es el mejor alumno, es el señor
productor` y el que no es productor no es considerado ni siquiera ciudadano.
Cuando la mujer despierta, solamente en esa condición, o sea, cuando se descoloniza de
ese reparto de roles, entonces tiene una doble fuerza porque viene de haber sido
sometida en la escuela, en el hogar y en el trabajo, o como desocupada o como madre o
lo que fuera.
De allí que, cuando en las asambleas uno ve mujeres que toman iniciativas y
protagonismo en los procesos, es fácil darse cuenta que hay una fuerza multiplicada
porque viene legitimada de una fuerza interior, de una convicción de que defender el
agua, defender la vida, defender el suelo no hay manera de sustentarla con un sistema
que es totalmente criminal, genocida y además un fraude que necesita enorme cantidad
de publicidad para mantenerse. Si no fuera por la inmensa cantidad respecto a los
productos y a las ofertas que tiene, cualquiera se da cuenta que detrás de esa vitrina
están los grandes desastres ambientales que estamos viendo en todo el mundo. Por lo
tanto, en algún momento hay que hacer un cortejo fúnebre respecto a ese tipo de
sistema. No va más.
Entonces es donde uno recupera la memoria, y las mujeres tienen fundamental
importancia en la recuperación de la memoria. Incluso de las semillas, de la manera de
arreglarse, de pasar el invierno, de calentar los hogares. Es decir, sostienen una cultura
de la vida que el hombre en los últimos siglos ha perdido. Y ello es un rol
absolutamente central en la lucha. Por eso las críticas más fuertes y vienen algunas
veces en forma espontánea pero organizada –sólo a partir del momento en que toman
conciencia de que pueden luchar-; mujeres luchadoras tienen tres veces más fuerza que
los hombres.

A.C. ¿Hoy nuestro país está dividido por quienes quieren ignorar que su gran
productividad desprecia la vida de un pueblo que aún excluído mantiene su propia
cultura?
A.D.--La Argentina ha tenido desde su inicio con el nombre Argentun que la lleva a ser
proveedora de materiales y metales, que no es el brillo. La Argentina con su nombre
tiene una parte que nos conmueve pero también tiene un claro sesgo minero.
Aparte de eso como Nación, como suma de culturas ha sido designado por cierta
apariencia de riqueza inagotable de los suelos como un lugar que debía proveer de
recursos básicos a otras economías. En esa división de tareas internacional, el suelo
terminó siendo el objeto de la explotación al punto tal que está en duda la sostenibilidad
del suelo, la fertilidad del suelo en los próximos 20, 25 años. Se están volando. Hay una
desertización muy fuerte.
Frente a todo esto la lucha ni siquiera es entre campo y ciudad. Es entre aquellos que
luchamos por soberanía alimentaria y autonomía alimentaria sin permitir que viajen
miles de kilómetros algunos productos traídos casualmente del lugar donde se está
produciendo el mayor envenenamiento de la historia de la agricultura argentina que son,
prácticamente, esos 200 millones de tóxicos que se tiran desde aviones para las
fumigaciones y hacer posible los milagros de la soja transgénica, del maíz transgénico,
del girasol y otros más que salen por puertos privatizados en el Paraná hacia otras
latitudes, dejando una mínima equivalencia expresada en papel pintado. Ese dinero por
que cual después se pelean los municipios como es el resto de la carroña por el cual hay
que pelearse, llamándolo el fondo sojero equivalente a las regalías mineras.
En realidad, hablar de socialismo para repartir eso, es lo que no vale. Porque si yo
reparto esa miserable cuota me estoy haciendo cómplice de lo que se produce, y esto es
lo que estamos cuestionando.
De manera que, no importa lo que se diga contra los pooles de siembra. Concretamente,
o se le quita de un día para otro el poder a Cargill, Singenta, Monsanto, etc. o no se le
quita. Con palabras no se arregla.
Eso hay que nacionalizar como en algún momento tuvimos la Junta Nacional de Granos
y hacerse cargo de una producción totalmente pensada para el futuro de los argentinos y
no del bienestar de los chinos, hindúes, europeos o EE.UU..
Fijemos nuestra propia agenda nacional con un modelo que no sea destructivo del
medio ambiente y genere capacidad de sostén donde uno vive.
Los campos están agarrados de un modelo similar de producción y que es heredado. Yo
se, por evidencias, que hay funcionarios que fueron despertándose de esa especie de
pesadilla y se dieron cuenta que había que frenarlo.
Esto no se cambia de un día para otro. Tiene que haber una gran conciencia nacional.
Pasa como con la deuda externa. Tuvieron que haber quienes nos hicieron recordar el
origen ilegítimo, perverso, absolutamente criminal de la deuda externa, para la cual
justamente fueron usadas las armas.
Como estamos en un sistema que vive de extorsión en extorsión sea por vía de las
armas, de las leyes o lo que fuera, especialmente del dinero estamos viendo que es un
sistema basado en este tipo de actos de violencia cotidiana acotada. Ya no hacen golpes
de Estado como antes. Ahora hacen golpes en pequeña escala pero en lugares
estratégicos, como Honduras. A veces con palabras, con titulares en diarios grandes
como El Clarín, La Nación y otros más. Son pequeños actos de coersión, de extorsión
contra las fuerzas populares.
Todas las fuerzas políticas han tenido, en algún momento, un papel digno dentro de la
constitución de una vida política nacional. Lo han perdido o lo retoman, o vamos muy
mal. Pero tienen que retomar ese camino de defender la base que les dio origen. Todas
las fuerzas, la más grande sobre todo, con mayor responsabilidad.
Tienen que hacerse cargo de una manera más eficaz y no se puede ya tomar decisiones
en pequeños núcleos excluyentes.

A.C. ¿Podría sintetizar un pronóstico con el accionar de la U.A.C.?


A.D.--Como centro que va definiendo las agendas e identificando los problemas
nacionales de la producción y las consecuencias que trae la explotación y las industrias
extractivas, probablemente esté en condiciones, porque se van sumando cada día más
fuerzas sociales, de generar diagnósticos y también incidir en las agendas públicas, cada
vez más, de manera que la potencialidad está dada para que eso ocurra.
Lo que hay que hacer es estudiar mucho, trabajar, exigir condiciones para dialogar con
otros, pero ser muy cautelosos y sólidos para así poder avanzar.-

Abla Carballo – DNI 4159560

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