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Al ver una pelcula de Frank Capra record una escena que con el
paso de los aos no he terminado de comprender, que parece
concentrar un misterio cuando menos doble: viajaba en un tren con
un libro que no lea y miraba por la ventana, subi a mi
compartimento un hombre cargado en aos y se sent a comer su
lonche con indiferencia forzada. Subi despus un hombre joven y
salud, su saludo no encontr respuesta y el silencio y un tanto el
mal humor permanecieron entre nosotros durante algn tiempo.
Uno empez a hablar de lo inevitable (era la vspera de la guerra
en Irak, haba protestas en las calles y an se tema la posibilidad
de la bomba). Para el viejo no caba duda, todo iba a terminar mal,
y no importaba cunto se protestara, no haba nada que hacer
contra los grandes poderes que toman las grandes decisiones, ante
la maquinaria que gobierna nuestras vidas. El joven no estaba de
acuerdo. Con coraje hablaba de una generacin que ya no era la
misma, y que no se poda uno quedar callado simplemente. Todas
las palabras del joven se estrellaban contra el fatalismo del viejo
como contra un costal de arena. Al final dijo que el cambio
empezaba por uno mismo y con eso el viejo le di la razn, un tanto
agotado, quizs avergonzado, as volvieron al silencio hasta que
llegaron la noche y el sueo.
En la pelcula de Capra llega un hombre al senado de los Estados
Unidos de Norteamrica. l no lo sabe an, pero ha llegado ah por
las maquinaciones de un empresario que ha comprado y
extorsionado una fraccin del cuerpo poltico con fines a la
aprobacin de un proyecto personal, y, en su error, ha confundido
la ingenuidad del Sr. Smith con estupidez. Smith resulta ser un
idealista consumado, enamorado de las historias de los padres
fundadores. Descubre el juego y va a confrontar al senador Paine,
antiguo amigo de su padre y a quien crea un modelo de principios
inflexibles, para pedirle la verdad, para exigirle que le diga que las
cosas no son como son. El senador Paine trata de explicarle la
inutilidad de resistirse, que no tiene sentido luchar, que es aceptar
el dinero e irse a casa o terminar destruido. Paine le dice las
palabras terribles: yo era t a tu edad.