Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El niño tendrá, muy posiblemente, una dificultad para algún tema escolar. Por
ejemplo: le costará fijar la atención, o le resultará especialmente difícil el
aprendizaje del cálculo.
No es lo mismo queun niño se crie en una localidad urbana, pasando por unas
condiciones de vida infrahumanas y cuyos padres en lo último que piensan es en
escolarizar al niño; que un niño bien, de papá, criado con todo tipo de comodidades
en la ciudad y con un fuerte respaldo económico.
Aunque el fracaso escolar se diera en ambos, está muy claro quién podría seguir
adelante sin necesidad de esforzarse demasiado. Es realmente penoso ver como en
muchas familias el absentismo de los padres frente a la educación de sus hijos es
grandísimo.
Por eso es muy común que ante acontecimientos familiares tan desagradables
como un divorcio o la desaparición de alguno de los cabeza de familia, el niño vea
desintegrado su ambiente y empiece a sentirse desprotegido, abandonándose. Pero
en ocasiones las causas de este abandono que desencadena el fracaso no son sólo
por problemas familiares, sino por una mala o inadecuada calidad de la enseñanza,
falta de medios, etc.
Lo que resulta pecado mortal es cargar el mochuelo a los niños. Los niños con
dificultades son la primera pieza más débil del sistema. En su infancia tienen que
padecer por sus dificultades, en tanto que, cuando sean adultos, tendrán que
apechugar con las consecuencias de sus malos aprendizajes.
Los niños con dificultades lo pasan mal. Especialmente si, a causa de sus
dificultades, son zaheridos, humillados, castigados, reconvenidos, censurados y
reñidos. Pero los niños con dificultades existen y, además no son el problema. El
problema es que si no resolvemos sus dificultades les condenamos al fracaso.