Está en la página 1de 2
: 1 {~ de expertos / José Manuel Casa, pres ce 2. Consulting Una reflexion imprescindible gir a la empresa, y principalmente a sus hombres, que solaboren con las grances agencias internacionales para asegurar la solidaridad en el orden nacional y global Debemos convencernos de que el estilo de vida y el mode- la de crecimiento econémico tasados en un “capitalismo ce casino” sustentado sabre la cultura del “pelotazo", un ele- vado consumo y endeudamiento, en detrimento del ahorro ya creacién de capital productive, han puesto en peligro la sostenibilidad del propio madelo capitalista reciente. Aunque ‘este sistema seguird rigiendo la economia global, ya que se ha consagrado como el menos malo, es necesaria una trans formacién profunda del mismo; o que ser imposible sin una ‘lida arquitectura de valores. D ‘espués de la que ha caido desde 2007, debemos exi- La sociedad espanola se encuentra en una especie de “vacio ético” que no ha logrado ser rellenado por los valores de una ética civil, tal como ha acontecido en la civilizacién anglosajona o en la cultura centroeuropea 99 Para muchos analistas, la crisis financiera hunde sus raices no solo en un inadecuade sistema regulatorio sino, especialmente, en la falta de ética y conducta moral que ha caracterizado al sistema financiero de las Gitimes tiem pos. El desmedido aprovechamiento y la busqueda inescru- pulosa de ganancias hizo que las personas relegasen a un segundo plano la ética de los negocios. Al mismo tiempo, 5@ achaca a algunos gobiernas que ne fueran lo suticiente- mente estrictos al establecer las reglas econémicas en los, niveles mas altos, aa Erect Por ello, reflexionar sobre ls ética es una tarea que s@ nos antoja imprescindible en estos momentos de zozobra del sis- tema si queremos construir uns sociedad mejor que asiente su progreso sobre valores sélidos y duraderas. Extrapolar esta necesaria reflexién sobre cémo el airectivo empresarial debe ejercer responsablemente su tarea, ajustando su con- ducta a valores morales, es decir, adecuando sus decisiones ‘ao que significan palabras como justicia, responsabilidad, eficacia, etc, es, en estos momentos, un imperative social. Estos valores configuran (a personalidad y talaate ético de tuna persona, que, de poseer tales cualidades, se hace acree- dora por una parte de respeto, y por otra, del apracio por la empresa misma, ya que esti descubriendo -por fin- en el directivo responsable, el instrumente mas eficaz ¢ incluso, en términas ecanémicos, mis rentable, para el lagro de las metas que se persiguen. No es tarea facil, hoy en dia, practicar la direccin de em- presa conforme a valores éticos, y la explicacin es obvia: la sociolagia ha constatado que entre los rasgos caracteristicos de nuestra circunstancia cultural se encuentra una progresi- vva degradacién ética de los comportamientos, tanto colecti~ vyos como individuales, que se corresponde con la pérdida de peso y autoridad de esos valores morales. El rasgo que acabamos de atribuir a la sociedad actual, la degracacién ética, es aplicable a la casi totalidad de los paises que forman la comunidad internacional. Basta con asomarse a las paginas de la prensa para encontrarnos por doquier fendmenos de corrupcién, decisiones irresponsabies yalentados contra la dignidad humana. E, fendmeno, sin er- argo, on Espafa, reviste un cardcter especial, por cuanto que nuestra sociedad se encuentra en una especie de “vacio 1 gue no ha logrado ser rellenado per los valores de una tal como ha acontec'do en la ciilizacién anglossjo- na en a cultura centroeurapea. Niel uso responsable de la libertad, tipico cel talante sajén, nil rigor en el cumplimien- ta del deber, caracteristico del mundo germano, han dado origen aun entre nosotros a un sistema de “valores morales”, que permita buscar nuevas calidas a una sociedad, como |a nuestra, agitada par tensiones de todo tipo y descalabrada por sonados escandalos que fracturan los valores éticos de igualdad, libertad, didlogo, respeto y solidaridad; pilares de Un ética mas que deseable, 99 Sin embargo, es dificil que cualquier empresa humana ‘un- cione y aleance las metas que se propane sin élica, A este pro- pésito venimos funcionando, desde algunos siglos atras, con Un cruel espelismo, Maquiavelo dejé una consigns al Principe: Si quieres triunfar en politica, utiliza medios para conseguir y ‘mantener el poder sin tomar en cuenta la ética, Esta consig- nna ~que una parte de nuestros poltticos y directivos parecen haberse aprendido de carrerilla y practicar a las “mil mara- villas"- se expandié solapadamente con posteriaridad en el mundo de la empresa, Limese banca, industria o servicio. Lo importante, en cualquier iniciativa, eran los resultados a corto plazo, prescindiendo de la calidad maral de las acciones o de les valores en juego. Trunfe inmediato, éxito asegurado, cultu- ra de casino y eficacia a cualquier precio fueron las pautas de nas conduclas que proporcianaren "sorpresas inesperadas’ fen el mundo empresarialy, can bastante frecuencia, seguidas de descalabros clamoroses, al tratarse de espejismas, contra- riosa ls misma naturaleza de las cosas, No les pondré muchos ejemplos, porque ne tendriamos espacio suficiente en esta re- vista, pero piense en casos como las hipotecas basuras, las tarjetas black, la venta de preferentes, sobornos, corrupciones politicas por doquier, cuentas en paraisos fiscales, jubilacio- nes millonarias tras arruinar compafias. ‘A partir dela precedente situacisn, la empresa ha comenza- 0 a descubrir la ética camo una gimensién de gran importan- cia en su funcionamiento. Es mas, podriames afirmar, que la degradacién moral de nuestra sociedad ha producido la con- trarreaccién de poner de moda la dtica. ¥ las ofertas se han rmultipicado: ética de la empresa para empresarios, ética del ‘medio ambiente pars bidlogos, agricultores o ingenieros., A decir verdad la deontologia profesional tiene fjados, desde mucho tiempo atras, miltiales principios normati- vos para el ejercicio correcto de cargos directivos. Pero, por lo que respecta a nuestro tema, “la ética en Ie direccién ce empresa’, recordemos la tesis del tan genial come discutico sociélogo y economista M. Weber, para quien la raiz y et ori- gen de (a moderna sociedad capitalista e industrial no es otro, que et haver aplicado unas pautas de conducta en las que la generalizacién de dererminadas valores, coma el rigor en el cumplimiento del deber o la austeridad en el uso del dine- ro, permitié grados de eficacia y racianalizacién inesperados para los mismos que practicaban tales conductas

También podría gustarte