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Para muchos analistas, la crisis financiera hunde sus raíces no sólo en un inadecuado sistema regulatorio sino, especialmente, en la falta de ética y conducta moral que ha caracterizado al sistema financiero de los últimos tiempos. El desmedido aprovechamiento y la búsqueda inescrupulosa de ganancias hizo que las personas relegasen a un segundo plano la ética de los negocios. Al mismo tiempo, se achaca a algunos gobiernos que no fueran lo suficientemente estrictos al establecer las reglas económicas en los niveles más altos
Título original
Una reflexión imprescindible - Executive Excellence - Feb 2015
Para muchos analistas, la crisis financiera hunde sus raíces no sólo en un inadecuado sistema regulatorio sino, especialmente, en la falta de ética y conducta moral que ha caracterizado al sistema financiero de los últimos tiempos. El desmedido aprovechamiento y la búsqueda inescrupulosa de ganancias hizo que las personas relegasen a un segundo plano la ética de los negocios. Al mismo tiempo, se achaca a algunos gobiernos que no fueran lo suficientemente estrictos al establecer las reglas económicas en los niveles más altos
Para muchos analistas, la crisis financiera hunde sus raíces no sólo en un inadecuado sistema regulatorio sino, especialmente, en la falta de ética y conducta moral que ha caracterizado al sistema financiero de los últimos tiempos. El desmedido aprovechamiento y la búsqueda inescrupulosa de ganancias hizo que las personas relegasen a un segundo plano la ética de los negocios. Al mismo tiempo, se achaca a algunos gobiernos que no fueran lo suficientemente estrictos al establecer las reglas económicas en los niveles más altos
: 1 {~ de expertos / José Manuel Casa, pres
ce 2. Consulting
Una reflexion
imprescindible
gir a la empresa, y principalmente a sus hombres, que
solaboren con las grances agencias internacionales
para asegurar la solidaridad en el orden nacional y global
Debemos convencernos de que el estilo de vida y el mode-
la de crecimiento econémico tasados en un “capitalismo ce
casino” sustentado sabre la cultura del “pelotazo", un ele-
vado consumo y endeudamiento, en detrimento del ahorro
ya creacién de capital productive, han puesto en peligro la
sostenibilidad del propio madelo capitalista reciente. Aunque
‘este sistema seguird rigiendo la economia global, ya que se
ha consagrado como el menos malo, es necesaria una trans
formacién profunda del mismo; o que ser imposible sin una
‘lida arquitectura de valores.
D ‘espués de la que ha caido desde 2007, debemos exi-
La sociedad espanola se
encuentra en una especie
de “vacio ético” que no
ha logrado ser rellenado por
los valores de una ética civil,
tal como ha acontecido en la
civilizacién anglosajona o en la
cultura centroeuropea 99
Para muchos analistas, la crisis financiera hunde sus
raices no solo en un inadecuade sistema regulatorio sino,
especialmente, en la falta de ética y conducta moral que
ha caracterizado al sistema financiero de las Gitimes tiem
pos. El desmedido aprovechamiento y la busqueda inescru-
pulosa de ganancias hizo que las personas relegasen a un
segundo plano la ética de los negocios. Al mismo tiempo,
5@ achaca a algunos gobiernas que ne fueran lo suticiente-
mente estrictos al establecer las reglas econémicas en los,
niveles mas altos,
aa Erect
Por ello, reflexionar sobre ls ética es una tarea que s@ nos
antoja imprescindible en estos momentos de zozobra del sis-
tema si queremos construir uns sociedad mejor que asiente
su progreso sobre valores sélidos y duraderas. Extrapolar
esta necesaria reflexién sobre cémo el airectivo empresarial
debe ejercer responsablemente su tarea, ajustando su con-
ducta a valores morales, es decir, adecuando sus decisiones
‘ao que significan palabras como justicia, responsabilidad,
eficacia, etc, es, en estos momentos, un imperative social.
Estos valores configuran (a personalidad y talaate ético de
tuna persona, que, de poseer tales cualidades, se hace acree-
dora por una parte de respeto, y por otra, del apracio por la
empresa misma, ya que esti descubriendo -por fin- en el
directivo responsable, el instrumente mas eficaz ¢ incluso,
en términas ecanémicos, mis rentable, para el lagro de las
metas que se persiguen.
No es tarea facil, hoy en dia, practicar la direccin de em-
presa conforme a valores éticos, y la explicacin es obvia: la
sociolagia ha constatado que entre los rasgos caracteristicos
de nuestra circunstancia cultural se encuentra una progresi-
vva degradacién ética de los comportamientos, tanto colecti~
vyos como individuales, que se corresponde con la pérdida de
peso y autoridad de esos valores morales.
El rasgo que acabamos de atribuir a la sociedad actual,
la degracacién ética, es aplicable a la casi totalidad de los
paises que forman la comunidad internacional. Basta con
asomarse a las paginas de la prensa para encontrarnos por
doquier fendmenos de corrupcién, decisiones irresponsabies
yalentados contra la dignidad humana. E, fendmeno, sin er-
argo, on Espafa, reviste un cardcter especial, por cuanto
que nuestra sociedad se encuentra en una especie de “vacio
1 gue no ha logrado ser rellenado per los valores de una
tal como ha acontec'do en la ciilizacién anglossjo-
na en a cultura centroeurapea. Niel uso responsable de la
libertad, tipico cel talante sajén, nil rigor en el cumplimien-
ta del deber, caracteristico del mundo germano, han dado
origen aun entre nosotros a un sistema de “valores morales”,
que permita buscar nuevas calidas a una sociedad, como |a
nuestra, agitada par tensiones de todo tipo y descalabrada
por sonados escandalos que fracturan los valores éticos de
igualdad, libertad, didlogo, respeto y solidaridad; pilares de
Un ética mas que deseable,99
Sin embargo, es dificil que cualquier empresa humana ‘un-
cione y aleance las metas que se propane sin élica, A este pro-
pésito venimos funcionando, desde algunos siglos atras, con
Un cruel espelismo, Maquiavelo dejé una consigns al Principe:
Si quieres triunfar en politica, utiliza medios para conseguir y
‘mantener el poder sin tomar en cuenta la ética, Esta consig-
nna ~que una parte de nuestros poltticos y directivos parecen
haberse aprendido de carrerilla y practicar a las “mil mara-
villas"- se expandié solapadamente con posteriaridad en el
mundo de la empresa, Limese banca, industria o servicio. Lo
importante, en cualquier iniciativa, eran los resultados a corto
plazo, prescindiendo de la calidad maral de las acciones o de
les valores en juego. Trunfe inmediato, éxito asegurado, cultu-
ra de casino y eficacia a cualquier precio fueron las pautas de
nas conduclas que proporcianaren "sorpresas inesperadas’
fen el mundo empresarialy, can bastante frecuencia, seguidas
de descalabros clamoroses, al tratarse de espejismas, contra-
riosa ls misma naturaleza de las cosas, No les pondré muchos
ejemplos, porque ne tendriamos espacio suficiente en esta re-
vista, pero piense en casos como las hipotecas basuras, las
tarjetas black, la venta de preferentes, sobornos, corrupciones
politicas por doquier, cuentas en paraisos fiscales, jubilacio-
nes millonarias tras arruinar compafias.
‘A partir dela precedente situacisn, la empresa ha comenza-
0 a descubrir la ética camo una gimensién de gran importan-
cia en su funcionamiento. Es mas, podriames afirmar, que la
degradacién moral de nuestra sociedad ha producido la con-
trarreaccién de poner de moda la dtica. ¥ las ofertas se han
rmultipicado: ética de la empresa para empresarios, ética del
‘medio ambiente pars bidlogos, agricultores o ingenieros.,
A decir verdad la deontologia profesional tiene fjados,
desde mucho tiempo atras, miltiales principios normati-
vos para el ejercicio correcto de cargos directivos. Pero, por
lo que respecta a nuestro tema, “la ética en Ie direccién ce
empresa’, recordemos la tesis del tan genial come discutico
sociélogo y economista M. Weber, para quien la raiz y et ori-
gen de (a moderna sociedad capitalista e industrial no es otro,
que et haver aplicado unas pautas de conducta en las que la
generalizacién de dererminadas valores, coma el rigor en el
cumplimiento del deber o la austeridad en el uso del dine-
ro, permitié grados de eficacia y racianalizacién inesperados
para los mismos que practicaban tales conductas