Cantalozella. un librito de enseñanza geográfico-heráldica elemental con el titulo de Blasones españoles. El libro no corresponde al crédito y laboriosidad de su autor que es un paleógrafo y anticuario distinguido; pero aun así, cir- cula mucho por España. Un paisano nuestro que le ha leido y tiene verdadera ansia de saber, particulamente todo aquello que se relaciona con el país vasco-navarro al que ama entrañablemente me escribe preguntándome cómo no se ha estudiado é ilustrado una inscripcion ibé- rica que el Sr. Paluzic incluyó en su librito con tal sobrie- dad de ilustraciones que ni siquiera dice á que lengua per- tenece, ni cuando se encontró, ni en poder de quien, limitándose á consignar que se descubrió en las murallas antiguas de Barcelona y á dar su traduccion literal. La pregunta de un amigo y paisano y lo verdadera- mente curioso de la inscripcion, me mueve á dedicar á esto algunos renglones. Empezaré por decir que la inscripcion no se ha publi- cado solamente en el tratadito del Sr. Paluzic sino tam- bien en el Museo español, periódico que daban á luz en Madrid los editores Gaspar y Roig por el mismo tiempo en que se publicó el citado librito, si bien en el Museo no se la acompañó de mayores ilustraciones que las que de- bió al paleógrafo barcelonés. Incompletos son los elementos que nos presta la im- —89— prenta para reproducirla con exactitud pero aun así vamos á intentarlo. Aproximadamente la inscripcion es esta:
La traduccion de Paluzic es:
NI INA (yo soy) LICER (De las estrellas) GUINA (El criador) Antes de todo debo advertir que Paluzic da el valor de vocal (A) á la jucla ó rayita que aparece sobre las enes finales de los renglones primero y último, en lo que sigue la fundada opinion de Erro y otros anticuarios, y tambien en la correspondencia de los caracteres de la inscripcion con el alfabeto moderno, principalmente se ha guiado por el mismo Erro que por más que los sistemáticos oposito- res al euscarismo se hayan obstinado en quitar autoridad á su Alfabeto primitivo de la lengua vascongada, esta obra la tiene muy grande y en muchos puntos verdaderamente incuestionable. La traduccion de Paluzic es, pues, sustancialmente exacta. Ni (yo) se pronuncia hoy sin alteracion alguna y en cuanto á ina (soy) varía, segun los diferentes dialectos del euscara, pronunciándose ina, na, naiz. Licer (estrella ó estrellas), es un arcaismo pues ahora se dice izar é izer, y en cuanto á guina. ó eguina, no cabe duda que corres- ponde á criador ó hacedor. La traducion de la inscripcion dada á conocer por Paluzic es en efecto: Yo soy el criador ó hacedor de ó de las estrellas. Es de advertir que la lápida, entre otros adornos al Revista Euskara. —II. 12 —90— parecer de menor importancia tiene grabada una estrella y acaso habrá tenido más que habrán desaparecido por rotura de la piedra. Puede ser la inscripcion una especie de fecit, es decir. «yo soy el que ha hecho estas estrellas» ó puede ser una especie de dedicacion de la lápida al Ser supremo ó autor de los astros. De todos modos la lápida es muy importante para fallar sobre la dominacion de la lengua euskara, ó ibérica de la que hay otros muchos é indubitables rastros en Ca- taluña como los hay en Andalucia y otras comarcas es- tremas de nuestra península. El docto catedrático de historia de la universidad de Granada D. Manuel de Góngora autor de la preciosa obra premiada por la Academia española de la historia, titula- da Antigüedades prehistóricas de Andalucia ha descubier- to, con posterioridad á la publicacion de esta obra, prue- bus irrecusables de que en la Bastitania estaba en uso la Iengua euscara. Entre estas pruebas se encuentran unos pendientes de mujer formados de un diente de javalí con la inscripcion, Anayac, en caracteres ibéricos cuya cor- respondencia con los romanos no puede ofrecer duda. Tampoco puede ofrecerla el que esta inscripcion fuera una dedicatoria de un hermano á su hermana. En cuanto á la inscripcion publicada por el Sr. Paluzic como hallada en la Laletania, puede caber alguna duda en cuanto á la correspondencia de alguno de sus caracte- res con los del alfabeto moderno y puede caberla tambien en cuanto á la traduccion de alguna de las palabras; pero esta duda no cabe en cuanto á la generalidad de unos y otras y por tanto es indudable que la inscripcion per- tenece á la lengua euscara ó ibérica. Convendria muchísimo que examinasen y estudiasen tan curioso monumento de la antigüedad personas más competentes que yo que solo soy humildísimo aficionado á estos estudios. Con este objeto y esta esperanza he es- crito estos indoctos renglones. ANTONIO DE TRUEBA.