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Señales Extraterrestres

Un artículo publicado por la prestigiosa revista científica New Scientist, alimentada por posteriores
menciones de diversos medios, ha extendido la imprudente sensación de que hemos detectado una
señal inteligente de origen alienígena. Sin embargo, ésta existe, pero todos los indicios parecen
descartar cualquier rasgo de inteligencia tal y como nosotros, los humanos, la entendemos. Por el
momento no ha podido ser confirmada como extraterrestre.
Toda esta historia comienza cuando el pasado 2 de septiembre New Scientist destacaba en su
portada un artículo aparentemente muy prometedor, al que titularon así: “Misteriosa señal captada
a 1.000 años luz de la Tierra”. El descubrimiento de la señal de radio alienígena se había producido
en el seno del conocido proyecto SETI@home, en el cual participan miles de internautas que
disponen de un software adecuado en sus ordenadores que examina de forma automática la
ingente cantidad de información que acumulan los diferentes radiotelescopios del mundo, que están
a la escucha de lo que sucede en el Universo.

Los internautas que identificaron la señal fueron Oliver Voelker, de Nuremberg (Alemania), y Nate
Collins, de Madison, Wisconsin (EEUU). El Dr. Dan Werthimer, astrónomo y principal responsable del
proyecto, la llegó a definir como “la más interesante recogida por SETI@home”. Desde que el citado
proyecto inició su andadura, han sido detectados aproximadamente 5.000 millones de señales
candidatas que, por su perfil matemático o por su falta de repetición en el tiempo, han sido
descartadas.
No obstante durante el mes de marzo de 2003 se llevaron a cabo una serie de reobservaciones de las
200 señales candidatas más importantes detectadas hasta el momento, para volver a comprobar su
origen, potencia y permanencia. De todas ellas, hubo una, la etiquetada como candidata
SHGb02+14a, que fue de las pocas en ser confirmada nuevamente y la única en mantener sus altos
valores estadísticos en cuanto a las probabilidades de ser inteligente y de origen extraterrestre.

La señal detectada, catalogada como “Gausiana Corregida


Baricéntricamente”, emite en una frecuencia cercana a los 1.420
MHz, que es en la que los astrónomos esperan recibir un mensaje de
este tipo. De igual forma que las ballenas se comunican a través de
ultrasonidos, utilizando el medio más abundante en los océanos, es
decir, el agua, una civilización lo suficientemente evolucionada y
desarrollada elegiría para enviar su mensaje la frecuencia del
elemento más común en el Cosmos, es decir, el hidrógeno, que
emite en los referidos 1.420 MHz.
La señal detectada se emite en
una frecuencia cercana a los
La señal de radio, que tanto revuelo ha provocado, ha sido hasta
1.420 Mhz la más fácil de
ahora detectada en tres ocasiones y por un tiempo no mayor a un
propagarse en el Hidrógeno
minuto. Se sabe que procede de algún punto entre Piscis y Aries, a
principal componente del
menos de 1.000 años luz de la Tierra. Las dos primeras veces fue
Universo.
detectada por Oliver Voelker y Nate Collins.
Por su alta probabilidad fue colocada entre las otras 200 posibles
señales alienígenas para ser reobservadas nuevamente por el
radiotelescopio de Arecibo, donde ésta también fue detectada. Como
era de esperar, la noticia saltó desde New Scientist a medios de
comunicación de todo el mundo. Lógicamente, la polémica estaba
servida. No faltaron quienes rápidamente se apresuraron en afirmar
que, indudablemente, SHGb02+14a era un esperanzador mensaje
alienígena proclamando que no estamos solos en el Universo.

Incluso en los EEUU se llegó a asegurar que se había establecido contacto con extraterrestres “super
avanzados”. Y todo esto sin ni siquiera esperar al veredicto definitivo que todavía tiene que ofrecer el
Instituto SETI cuando se proceda a un nuevo análisis de la referida señal. Apenas un día después de
estallar esta impresionante noticia, los científicos del SETI Insitute implicados restaron trascedencia a
la noticia, e incluso la desmintieron. El Dr. Dan Wertheimer afirmó: “No tenemos nada fuera de lo
común. Todo se ha sobrevalorado”.
Además, explicaba que una señal que cambia su frecuencia tan rápidamente, como es el caso de
SHGb02+14a, y que se escucha durante apenas un minuto, sólo podía ser detectada por una cuestión
de suerte, ya que este tipo de transmisión no sería utilizado nunca por una civilización que se preciara
de inteligente. Incluso llegó a decir que la culpa de todo el revuelo causado era de los periodistas, que
con citas extraídas fuera de contexto no buscaban más que el sensacionalismo, ya que al fin y al cabo
el proyecto SETI@home ha detectado desde su inicio unas 5.000 millones de señales sospechosas y
los periodistas no les han dado demasiada importancia.

Por otro lado, el eminente Dr. Paul Horowitz, de la


Universidad de Harvard y especialista en posibles
detecciones de mensajes alienígenas, declaró sin
tapujos: “No es gran cosa. Ya no lo seguimos
investigando”. Erik Korpela, que realizó el estudio de la
señal en abril de 2003, enredó un poco más la madeja
diciendo que “es una señal de tan evidente inteligencia
que parece que está gritando por ser escuchada”.
Aunque esto tampoco confirma demasiado, pues en
1967, Jocelyn Bell recibió una presunta señal de radio
alienígena que finalmente resultó ser un pulsar –estrella
de neutrones girando rápidamente–.
Korpela también contempla la teoría de que la señal
pueda ser originada por alguna interferencia situada en
los alrededores del suelo del radiotelescopio de Arecibo.
Cabe la posibilidad de que un aparato emisor de algún
tipo pueda estar interfiriendo cuando el receptor se
encuentra orientado hacia Piscis y Aries. Está teoría
quedará verificada cuando desde otro telescopio se
contraste la información.
Además, Korpela ha señalado un dato muy curioso; y es
que el objeto emisor parece estar en movimiento, pero
en cada una de las tres localizaciones siempre ha
parecido venir del mismo punto del espacio. Es como si
con cada observación, comenzara a desplazarse hacia
nosotros, tras lo cual volviese al mismo punto de origen
el supuesto planeta emisor de la señal y de nuevo comenzase otra vez.
SHGb02+14a estaría rotando 400 veces más
rápido que la Tierra.

Por último, cabe señalar que varios científicos tampoco


descartan las sospechas de que algún sujeto,
seguramente como “travesura”, hubiera manipulado los
ficheros gestionados por el proyecto SETI@home. Así
que, por un lado, los científicos desmienten que la
emisión tenga origen extraterrestre, pero reconocen
abiertamente que no saben a qué corresponde la señal
SHGb02+14a. Y además procuran quitar leña al fuego
echándole la culpa de todo este revuelo mediático a los
periodistas de New Scientist, quienes presuntamente
habrían sacado de contexto esta detección.

La revista, que cuenta con una credibilidad enorme, habría tratado el tema con algo de
sensacionalismo y subjetividad. Y como muestra de ello, quienes los acusan explican que en el
artículo original ni siquiera se ofrecía el punto exacto de dónde provenía la señal de radio, ya que lo
sitúan entre Piscis y Aries, e incluso yerran en determinados datos. Si esto fuera correcto, el supuesto
planeta emisor de la señal SHGb02+14a estaría rotando 400 veces más rápido que la Tierra…
Y eso, sinceramente, es muy difícil de imaginar. Por otra parte, valga señalar que los periodistas se
defienden explicando que ellos únicamente han difundido lo que el SETI Institute les ha contado. Así,
mientras dura toda esta polémica y unos y otros se ponen de acuerdo, siempre nos quedará la
esperanza de poder seguir mirando ávidamente hacia las estrellas con la duda de si la enigmática
SHGb02+14a es una prueba irrefutable de la comunicación de una civilización alienígena que intenta
entrar en contacto con nosotros, o si simplemente es un hermoso y enigmático fenómeno que aún no
conocemos.
Sin olvidar la parte menos romántica, que está representada en un posible mal funcionamiento del
radio telescopio. Y si buscamos opiniones, no faltarán los incondicionales de las teorías conspirativas,
que afirmarán que todo es un complot de los gobiernos. Por otra parte, si nos limitamos a preguntar a
los más prácticos, seguramente sólo nos dirán que los científicos están quitándose la enorme presión
mediática y que no les deja trabajar adecuadamente.
En cualquier caso, el misterio está servido, y a su debido tiempo encontraremos la explicación, que
sin duda alguna será sorprendente y maravillosa.

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