Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
…Teníamos ante nosotros un salón repleto de cristales. Eran, con mucho, los
cristales mas grandes que habíamos visto: salían por todas partes y en todas
direcciones, uniendo el piso con el techo.
Las primeras labores comenzaron hasta 1828, a muy baja escala. En 1896
Santiago Stoppelli denunció una mina en el cerro de Naica, por lo que el
asentamiento del mismo nombre recibía la categoría de pueblo. Pronto se formó
la Compañía Minera de Naica, y la explotación formal y en gran escala dio inicio
en 1900.
Dentro de la cueva, la naturaleza ha creado algunos de los cristales más grandes del mundo
Entre 1928 y 1961 la mina fue explotada por compañías estadounidenses, pero
desde entonces Grupo Peñoles opera la mina con todo éxito, y es una de las
más importantes y productivas del estado.
Este mineral es una de las más hermosas y cristalinas variedades del yeso.
Algunos de estos cristales tienen un parecido a cierto tipo de espadas, de ahí el
nombre de la cueva. Sobrepasan el metro de longitud y se presentan de una
manera poco usual en las cuevas. Esto último es lo que hace única en el mundo
a esta cavidad, y digna de figurar entre los patrimonios naturales más hermosos
de la humanidad.
Ante tal portento, los hermanos detuvieron el avance del tunel e inmediatamente
dieron aviso al sus jefes, quienes, conscientes de que estaban ante un tesoro de
la naturaleza celosamente resguardado, ordenaron desviar las obras del túnel
para evitar que los cristales se dañaran.
A los pocos días volvió a aparecer otra cavidad llena de cristales, un poco
mayor. Al ser inspeccionada, los sorprendidos mineros se encontraron con una
cámara de cristales de selenita de tamaño descomunal:
Sin lugar a dudas eran, con mucho, los cristales más grandes que habíamos
visto en nuestra vida. Salían por todas partes y en todas direcciones, uniendo el
piso con el techo. Después de haber visitado más de dos mil cuevas por todo
México, las sorpresas continuaban, y en que forma!
Intenté tomar una fotografía, pero mi cámara estaba mas que empañada, asi
que decidimos salir, descansar y volver a entrar.
En misma esta mina, muy abajo del cerro, entre 3 y 5 kilómetros de profundidad,
hay un cuerpo magmático, es decir, roca fundida a una temperatura muy alta, lo
que mantiene caliente todo el interior del cerro, y a medida que se profundiza, la
temperatura va en aumento.
Entre foto y foto -que no pudieron ser muchas- pude ver que la cueva no tiene
grandes dimensiones, quizá unos 30 metros de diámetro, gran parte de los
cuales están totalmente cubiertos por los megacristales de selenita.
La cavidad nunca tuvo acceso natural, era como una burbuja en medio del cerro.
Gracias a la temperatura originada por el magma, entre las grietas y fracturas
del interior del cerro corrieron líquidos y gases que traían sales de sulfuros
disueltas en exceso.
Algo fantástico que sólo la naturaleza pudo haber creado. Entre esas visitas
estuvimos investigando sobre otras cavidades a nivel mundial que destacaran
por sus cristales, y así pudimos verificar que, efectivamente, no hay nada que se
le parezca.
Podemos afirmar con toda seguridad que esta cueva posee los cristales más
grandes del mundo vistos hasta hoy. Una maravilla más de este increíble país
que es México, el cual nunca terminaremos de conocer.