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MANIFIESTO JOMI´09

En Los Molinos, Madrid, del 4 al 6 de diciembre de 2009, noventa personas


miembros de los grupos de Solidaridad y Misión de la Familia Claretiana,
concretamente de las ONGDs Korima, Proclade Bética, Proclade Canarias, Proclade
Yanapay, Fundación Proclade, Amic y Enllaç Solidari, provenientes de distintos
puntos de la geografía española y de diversas nacionalidades, nos hemos reunido para
realizar las XVI Jornadas Misioneras, JOMI'09, bajo el lema ÁFRICA EN BLANCO
Y NEGRO.
¿Por qué África? Porque queremos sumarnos a los esfuerzos por potenciar este gran
continente en un año en el que REDES ha aunado los esfuerzos de 52 entidades
dedicadas a la Cooperación al Desarrollo que trabajan actualmente en 36 países del
África Subsahariana, con el fin de llevar a cabo un proyecto, ”CUESTIÓN DE VIDA,
CUESTIÓN DEBIDA”, para más de 1000 millones de personas.
¿Y por qué ahora? Porque sentimos la necesidad de denunciar la situación trágica
de los que pasan hambre, de los que sufren la pobreza extrema, de los que padecen
enfermedades, de los que han de salir de sus países, de los que sufren guerras y
conflictos. Situaciones todas ellas que afectan de manera especial a África, que pese a
ser rica en recursos humanos y naturales, vive en medio de la pobreza y de la miseria,
debido sobre todo a la complicidad entre sus gobiernos y los intereses extranjeros.
Durante estos días África se nos ha venido mostrando como aquella mujer bella y
llena de vida cuyos hijos le han sido arrancados de sus entrañas, que ha sido violada,
saqueada, robada y esquilmada, que ha visto añadido a su desdicha el horror de ver
sus tierras abiertas de desechos y a sus gentes enfrentadas por intereses ajenos. De
este modo nos golpea y cuestiona: “¿Quiénes son realmente los salvajes?”
Hoy le sigue doliendo:
− La dependencia económica y financiera.
− La dependencia comercial.
− La dependencia tecnológica.
− La dependencia cultural.
− La falta de democracia real.
− La falta de derechos humanos.
− La dolosa e ilegítima deuda externa.
− La falta de acceso a la educación.
− La falta de recursos sanitarios.
Pero pese a todo el dolor del gran continente y toda la culpa que arrastramos por su
situación, África desea levantarse y bailar envuelta en esperanza, y nosotros
queremos ser sus compañeros de viaje en este reto que se nos plantea en Blanco y
Negro, lleno de dificultades y a la vez de oportunidades.
África sigue siendo para nosotros una gran desconocida. Por eso debemos
desenmascarar los tópicos y descubrir su realidad, escuchar su voz y desmontar todas
aquellas ideas preconcebidas que nos han llevado a desvirtuar su rostro.
Somos conscientes de que desconocemos en gran medida la historia y la riqueza
cultural, social y moral actual de la que tanto podemos aprender.
Pero para ello hay que ver África desde otro punto de vista que exige otras
soluciones alternativas:
− La necesidad de otro modelo de desarrollo económico.
− La reestructuración del propio estado africano.
− La democratización adaptada a la realidad africana.
− La promoción de los derechos humanos.
− La reforma y reorientación de la educación.
− La condonación de la deuda externa.
− El freno a la fuga de cerebros, capitales y brazos.
Nos sentimos compañeros de este viaje de esperanza porque es ella la que debe
marcar el ritmo y el rumbo de su propio destino, como bien han entendido tantos
misioneros y misioneras que desde tiempos del Padre Claret han unido su destino al
de estos pueblos en misión compartida, haciéndolos protagonistas de su propio
desarrollo.
Además, tenemos la oportunidad y el deber de escuchar el latido de África muy
cerca, en nuestras calles, escuelas, campos..., si nos atrevemos a acoger a nuestros
hermanos africanos.
La inmigración tiene un rostro, un nombre y una historia, que muchas veces
obviamos al negarles la oportunidad de una vida digna apoyando y consintiendo una
legislación injusta que les despoja de su identidad. Los testimonios que hemos
escuchado nos deben cuestionar nuestra mirada hacia ellos porque el trato que les
dispensamos pone de manifiesto nuestros egoísmos y falta de humanidad, y nos
plantea un cambio, nuevos retos, nuevas formas de actuar. En concreto:
Retos sociales:
− Sensibilizar a nuestra sociedad de su realidad.
− Facilitar el acceso a la educación básica a los niños y niñas africanos.
− Promover el papel activo de la mujer en la sociedad africana.
Retos políticos:
− Fomentar la incidencia política: reivindicación de leyes justas y políticas de
igualdad desde el Norte ante el Sur y ante los propios inmigrantes.
− Promover los derechos humanos.
Retos culturales:
− Conocer más profundamente su realidad.
Retos económicos:
− Fomentar la economía sostenible.
Retos religiosos:
− Acoger al otro como hermano.

Consideramos que el motor para el cambio necesario, que en mayor medida está en
nuestras manos, parte del acceso a la educación y a la salud en África y la
sensibilización en nuestro país.
Compartimos con África su deseo de levantarse ante una realidad en Blanco y
Negro y que nos enriquezca con todo su color.
Ha sido una acierto haber compartido con todos vosotros estos días en los que nos
hemos enriquecido con distintas experiencias, testimonios y ponencias. Sin duda ha
contribuido a sensibilizar aun más nuestra visión sobre África, emergiendo desde
nuestro interior un renovado sentimiento de empatía hacía nuestros hermanos
africanos.

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