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"Es Un Deber, No Mero Sentimiento de Justicia, Denunciar Inexorablemente A Los Enemigos Del País". Juan José Hernández Arregui
"Es Un Deber, No Mero Sentimiento de Justicia, Denunciar Inexorablemente A Los Enemigos Del País". Juan José Hernández Arregui
Sonia Aristimuño
Área de Comunicación C.E.H.A
Mayo de 2009
“Es un deber, no mero sentimiento de justicia, denunciar inexorablemente a los enemigos del
país”. Juan José Hernández Arregui1
Medios y dependencia
1
Hernández Arregui, J. J en Nacionalismo y Liberación (Metrópolis y colonias en la era del imperialismo), Editorial
Contrapunto, Buenos Aires, 1969
prioritaria apuntalar los negocios de las empresas trasnacionales y sus socios internos, las
oligarquías nativas. El capital extranjero monopoliza y controla las principales actividades
económicas de explotación ligadas a los recursos naturales, financieros y humanos de las
periferias. Hay una ley de hierro de la economía política mundial que establece que los Estados
que no alcanzaron la nacionalidad, están condenados a ser la mano de obra externa y el
granero del imperio y las metrópolis. El Tercer Mundo es víctima del vaciamiento permanente
de sus recursos humanos y naturales que engrandecen a las metrópolis y frente a ello, los
medios de comunicación cumplen la tarea primordial de ocultarlo o mostrarlo como un factor
natural. Sostenemos que:
a- La prensa concentrada, primordialmente, tiene como objetivo principal
hacer rentables los negocios de las empresas trasnacionales en la
periferias promocionando, distorsionando, construyendo modelos de
consumo, etc. cuya finalidad es destruir la empresa nacional y la industria
privada y pública;
b- La prensa concentrada, objetivamente, por su función cumplida frente a los
factores de poder, es enemiga estructural de los regímenes políticos
nacionalistas y populares que defienden el patrimonio del Tercer Mundo
frente al saqueo extranjero;
c- No existe la prensa “independiente o libre” en un país dependiente;
d- La prensa libre demanda, previamente, la consolidación del proyecto
nacional sin el cual está condenada a la frustración permanente o a
reproducir su condición neocolonial de satélite de las empresas extranjeras;
Concentración mediática
Sobre el particular, debemos tener en cuenta lo que ya bien señaló Arturo Jauretche
acerca de la naturaleza comercial de la prensa: “Los medios de difusión de ideas están
gobernados, como los precios en el mercado y son también mercaderías”4. Si agregamos a
esto, el hecho de la concentración mediática en pocas manos que hace que un grupo
económico sea propietario del diario que leemos a la mañana, de la radio que escuchamos en
el trabajo y del noticiero que miramos por la noche cuando regresamos a casa, el panorama se
torna mucho más fructífero para que las ideas de las coaliciones de la antipatria impidan el
florecimiento del otro patrón cultural presente en nuestro pueblo: la cultura nacional, que como
señala Arregui, es colectiva e implica que llevemos a cabo una lucha cultural para revitalizarla5.
El panorama se tornó mucho peor durante la década del ’90, cuando se permitió a
través de sucesivas modificaciones al marco legal de la radiodifusión, el ingreso de capitales
extranjeros profundizando un proceso inaugurado en el año 1955, los cuales pasan a tener
porcentajes accionarios importantes en las empresas de medios de comunicación. Los
capitales extranjeros diversifican sus áreas de negocios y ya no sólo son dueños de diversas
empresas en nuestro país que fugan el dinero de los argentinos a sus países de origen, sino
que además invierten en el rentable negocio de la cultura. De esta manera, cualquier medida
que tome un gobierno contra empresas extranjeras hará eco en la prensa argentina y tendrá en
4
Jauretche, Arturo, Los profetas del odio y la yapa, Corregidor, Buenos Aires, 2004
5
Galasso Norberto, en J.J. Hernández Arregui: del peronismo al socialismo, Ediciones del Pensamiento Nacional,
Buenos Aires, 1986
ella una defensora acérrima de sus intereses económicos6, teniendo en cuenta además, que
también condicionan a través de la pauta publicitaria que le tributan a los medios y que es la
principal fuente de financiamiento que éstos tienen. Así, tomar una medida que perjudique a las
exportadoras trasnacionales significa enemistarse con el Grupo Clarín, o con el diario La
Nación, ya denunciado por Arregui: “como portavoz de los intereses y la mentalidad política de
la clase ganadera argentina y sus mandantes foráneos”7. Para estas empresas, los intereses
particulares están delante de los intereses del país al punto de que no les tiembla el pulso a la
hora de apoyar dictaduras militares o promover la subasta del patrimonio nacional para apagar
su sed de negocios. 8
Consideraciones finales
“La historia se hace a pesar de esto. A pesar de todo esto, y aunque desmedrados, somos un
gran país; a pesar de todo esto tenemos una conciencia nacional cada día más clara”. Arturo
Jauretche9
9
Jauretche, Arturo, Los profetas del odio y la yapa, Corregidor, Buenos Aires, 2004