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Ejercicio fisico

Definimos el ejercicio físico como una actividad física planificada, estructurada y


repetitiva que tiene como objetivo mejorar o mantener los componentes de la forma
física.

Entendemos por actividad física cualquier movimiento corporal producido por los
músculos esqueléticos. De este movimiento resulta un gasto energético que se suma al
del gasto del metabolismo basal. Hablamos de deporte cuando la actividad es reglada y
competitiva.

Una persona en buena forma física es la que se desenvuelve diariamente con vigor y
diligencia, sin fatiga excesiva y con energía para hacer actividades.

La práctica de ejercicio físico es altamente recomendable, pues no sólo se produce una


reducción de las presiones arteriales, sino que también tiene un efecto beneficioso sobre
otros factores de riesgo cardiovascular tales como la obesidad, diabetes, colesterol alto,
etc.

El ejercicio físico produce importantes modificaciones en la personalidad, tales como


estabilidad emocional, autoestima, extroversión, se modera la indefensión y la
impotencia, mejorando igualmente la "percepción de sí mismo."

Los trastornos de ansiedad (trastornos de ansiedad generalizada, trastorno fóbico,


trastorno obsesivo compulsivo) mejoran ostensiblemente con la práctica del ejercicio
físico.

En general los diversos síntomas de tensión, inquietud, excitación del sistema nervioso
autónomo, hormigueos, hipercinesia, etc, disminuyen significativamente con la práctica
persistente del ejercicio físico.

En lo que respecta a la depresión, en diferentes trabajos de investigación se ha podido


constatar un efecto antidepresivo del ejercicio. El ejercicio físico, por tanto, es un
elemento terapéutico importante en las depresiones leves o moderadas.

3.1. EL EJERCICIO FISICO DEPENDIENDO DE: EDAD, GENERO Y


ESTADO FISICO:

Toda rutina de ejercicio físico va a depender de ciertos factores como lo son la edad, el
género y el estado físico de la persona, por ello a continuación se analizan por separado.

3.1.1. El Ejercicio en la Niñez:

El ejercicio en los niños es necesario, ya que poseen grados de desarrollos distintos en


el tiempo y de esta manera los músculos aumentan sus contenidos de proteínas
estructuradas y funcionales en el tejido óseo, donde comienza a aumentar su masa y
densidad de manera considerable haciendo que el niño o niña debidamente entrenado o
entrenada, posea una mayor funcionalidad neuro-muscular y una conformidad y calidad
ósea que lo alejará del peligro de fractura en la edad adulta. Los ejercicios deben
enriquecer todo aquello que permita una coordinación psico-motriz variada junto a
patrones de equilibio y destrezas que conformen un cuadre rico en habilidades motoras,
es decir, que es el fenómeno del desarrollo de la composición corporal, en una
educación integral que permita crecer con adecuados porcentajes de tejidos óseos,
musculares y adiposos.

3.1.2. El Ejercicio en la Tercera Edad:

El grupo de la tercera edad está conformado por personas mayores de 65 años. Los
pacientes mayores de 65 años presentan diferentes cambios biológicos, psicológicos y
sociales, fundamentales para el entendimiento de la declinación de su capacidad
funcional y la disminución de la resistencia al estrés y a las enfermedades.

El objetivo es lograr que la persona mayor logre mantener más independencia por más
tiempo, con mejor capacidad funcional. Es decir, mantener la destreza en la movilidad,
lo que involucra varios sistemas, como el corazón, pulmones, músculos, articulaciones
(como rodillas y hombros). Dentro de los diferentes sistemas comprometidos en la
declinación orgánica generada por la vejez se encuentra el corazón y los vasos
sanguíneos, el sistema respiratorio, sistema nervioso, el sistema musculoesquelético y el
sistema endocrinológico.

El ejercicio aporta además, entre otros beneficios, la disminución de la percepción del


dolor, de la ansiedad y mejora la capacidad de concentración y atención. El
acondicionamiento físico, disminuye la grasa corporal y aumenta la masa muscular.
También mejora el metabolismo de los azúcares y grasas. Algunos estudios han
demostrado que las actividades como el caminar, trotar, montar bicicleta, favorecen el
aumento de la masa ósea en los ancianos y en casos de osteoporosis senil . Además el
anciano que participa en actividades físicas con cierta regularidad, mejora su sensación
de bienestar y la percepción de mayor movilidad. La actividad física que más beneficios
trae a la población anciana y le genera menos lesión e incapacidad, son los ejercicios
como el caminar, montar bicicleta, las danzas y la natación. Se debe considerar que el
montar bicicleta produce una mayor subida de tensión arterial que el caminar.

3.1.2.1. Influencias del Ejercicio en la 3ra. Edad:

o Aumento de la actividad física


o Aumento de la flexibilidad y el rango de movimiento articular
o Disminución de la masa grasa
o Aumento de la masa muscular (Aumento de la masa magra)
o Aumento de la masa ósea
o Aumento de la fuerza muscular
o Aumento de la fuerza del hueso
o Disminución de la pérdida ósea
o Aumento de la resistencia cardiovascular y respiratoria

3.1.3. El Ejercicio en la Mujer y en el Hombre:

La respuesta al ejercicio físico en la mujer tiene características diferenciales respecto al


hombre, si bien son pocos los estudios científicos que han investigado este aspecto,
motivado quizás por la tardía incorporación de la mujer a la práctica deportiva y por su
todavía escasa participación si tomamos como referencia la actividad física masculina
(tanto a nivel recreacional como en el deporte de elite).

La actividad física y su influencia en una vida saludable

Introducción
Las actividades físicas y el deporte son manifestaciones culturales presentes en
todos los grupos y sociedades, suponiendo una parte importante del bagaje socio-
cultural del individuo. Durante siglos, la evolución del ejercicio físico y del deporte
ha sido lenta, al igual que los progresos tecnológicos. Sin embargo, en el siglo XX,
este avance fue de tal magnitud que los hábitos y costumbres sociales variaron en
muy poco tiempo. Podemos decir que la práctica de la actividad física y deportiva
se ha popularizado mucho, sobre todo en las sociedades desarrolladas, y más en
concreto en el siglo actual. Si echamos un vistazo a periódicos, revistas o
programas de televisión, veremos que el ejercicio físico y la salud son temas de
moda.

Pero la relación que se atribuye entre actividad física y salud suele ser simple y
parcial, centrándose en aspectos muy concretos, no relacionando dicha actividad
física con una noción completa de bienestar, tanto a nivel físico, como psicológico y
social.

A lo largo del presente artículo se delimitarán estos dos conceptos (salud y


actividad física), se tratarán los beneficios que tiene la práctica de la actividad física
sobre algunos aparatos y sistemas del organismo, se explicará como influye el
desarrollo de la condición física en la mejora de la salud, sin olvidarnos de cómo
puede influir ésta en los niños, los adultos del futuro. Posteriormente se verán las
ventajas o desventajas del deporte de alto nivel, para terminar con unas
conclusiones y unas reseñas bibliográficas.

Aproximación conceptual
Si se realizase una encuesta preguntando lo que es la Salud, posiblemente
obtendríamos que todo el mundo dice saber lo que es, pero cada persona tiene un
concepto distinto. No obstante, en muchas explicaciones nos enumerarían
características como son la idea de bienestar, falta de enfermedad, ausencia de
deficiencias...

Este concepto ha ido variando con el tiempo, a medida que se percibía de forma
diferente. Antiguamente se veía como ausencia de enfermedad; o sea, inexistencia
de anomalías observables, orgánicas, anatómicas, fisiológicas o conductuales.
Incluso actualmente utilizamos el término “salud” como opuesto a enfermedad: nos
consideramos sanos cuando no estamos enfermos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 1946 definió la salud como


“Un estado completo de bienestar físico, mental y social, y no solamente la
ausencia de afecciones o enfermedades”. Prima una consideración subjetiva: hay
salud si, a pesar del deterioro físico, se supera un proceso de rehabilitación
completo, hasta encontrarse el sujeto a gusto en su medio; no la hay si se carece
de bienestar, aún en ausencia de enfermedad. Además, con el añadido "social" de
que la salud depende también de factores de la comunidad humana; no es algo que
una persona pueda alcanzar aisladamente.
La Actividad Física hace referencia al movimiento, la interacción, el cuerpo y la
práctica humana. Tiene tres dimensiones: biológica, personal y sociocultural. Desde
una dimensión biológica (la más extendida) se define como cualquier movimiento
corporal realizado con los músculos esqueléticos que lleva asociado un gasto de
energía. Pero una buena definición debería integrar las tres dimensiones citadas:
“La actividad física es cualquier movimiento corporal intencional, realizado con los
músculos esqueléticos, que resulta en un gasto de energía y en una experiencia
personal, y nos permite interactuar con los seres y el ambiente que nos rodea”.

Algunas características que debe respetar una actividad física orientada a la


salud son:

• Ser moderada (permitir llevar una práctica constante durante largo tiempo)
y vigorosa (intensidad que produzca sudoración y jadeo en la respiración).
• Habitual y frecuente, de manera que forme parte del estilo de vida.
• Orientada al proceso de práctica, más que a un resultado o alto rendimiento.
• Satisfactoria.
• Social; que permita relaciones entre las demás personas.
• Si se compite, debe ser entre individuos de un mismo nivel y con el deporte
adaptado a las características del que lo/a practica.
• Existirán algunos aspectos lúdicos.
• Será acorde con la edad y características psicofísicas de los practicantes.
• Habrá una amplia variedad de actividades y deportes.
• Se adaptará a las características personales.

Efectos positivos de la actividad física sobre el organismo

En este capítulo se citan los beneficios que tiene una práctica correcta de
actividad física sobre algunos sistemas y aparatos de nuestro organismo. Éstos son:

• Aparato Locomotor.
• Aparato Cardiovascular.
• Aparato Respiratorio.
• Sistema Nervioso.
El Aparato Locomotor
El aparato locomotor nos permite realizar cualquier acción voluntaria. Está
formado por:

• Huesos: Partes rígidas del sistema que se comportan como palancas. Ejercen
una función de armazón, sostén y protección del organismo.
• Articulaciones: Puntos donde se unen dos o más huesos, que funcionan
como partes móviles del esqueleto.
• Músculos: Transforman la energía química en energía mecánica, y nos
permiten el deslizamiento de los huesos alrededor de los ejes de giro
definidos en cada articulación.

Los músculos esqueléticos (empleados en las contracciones voluntarias) se


muestran receptivos a los cambios que conlleva el acondicionamiento físico. El
ejercicio físico produce un aumento del volumen y eficacia de la musculatura
empleada, además de unas mayores posibilidades de estiramiento y movilidad
articular. Así, se favorece la adopción de posturas correctas, dificultando la
aparición de desviaciones en la columna vertebral.

Los trabajos aeróbicos se plasman en la mejora de la capacidad del músculo para


obtener energía de las fuentes aeróbicas. Se aumenta el contenido de mioglobina
(proteína que fija el oxígeno, liberándolo cuando hay déficit), el volumen y el
número de mitocondrias de las células musculares. El trabajo de resistencia
incrementa poco la capacidad de fuerza del músculo; pero el trabajo de fuerza
permitirá un mayor engrosamiento de las fibras musculares, dando lugar a la
hipertrofia, aumentando la capacidad circulatoria y extrayendo más oxígeno de la
sangre.

La rigidez de las articulaciones, condicionada por el engrosamiento de los


cartílagos, es progresiva con el aumento de edad, y sólo se contrarresta con la
actividad física regular, que mantiene la movilidad y flexibilidad articulares.

El fortalecimiento de los tendones e inserciones ligamentosas en los huesos,


gracias al ejercicio, permite soportar tensiones más elevadas con menor amenaza
de lesión. Además, la actividad física resulta indispensable para la calcificación de
los huesos, con lo que se previenen patologías degradantes de este sistema óseo y
articular.

El Aparato Cardiovascular
El aparato cardiovascular es el encargado de transportar el oxígeno y las
sustancias nutritivas a través de la sangre a los diferentes tejidos, así como, gracias
a la sangre, eliminar los desechos producidos por las células.

Está formado por:

• El corazón, que hace de bomba impulsora de la sangre.


• Los vasos sanguíneos (arterias, arteriolas, capilares, vénulas y venas). Son
las cañerías por las cuales circula la sangre.

Podemos decir que el corazón bombea la sangre, que transporta por medio de los
vasos sanguíneos el oxígeno y los nutrientes que necesita la célula para obtener
energía.
Respecto al corazón, es uno de los órganos en los que mejor se pueden observar
las repercusiones del ejercicio. Una actividad física de baja intensidad y larga
duración (120-140 pulsaciones/minuto) aumenta el volumen de las cavidades (cabe
más sangre en las aurículas y ventrículos) y las paredes (miocardio) se hacen más
gruesas; gracias a esto, la masa muscular y la contractibilidad cardíaca sufren un
incremento, lo que hace que envíe sangre con más fuerza al aparato circulatorio.
Estas mejoras debidas a la actividad física se reflejan en un aumento de la eficacia
de bombeo, lo que ocasiona un descenso de la frecuencia cardíaca de reposo. O
sea, con un número más bajo de latidos se expulsa el mismo volumen de sangre, y
el corazón realiza un trabajo más cómodo (una persona tiene menos pulsaciones
por minuto cuando está entrenada, que cuando no lo está).

Otro efecto importante de la actividad física sobre el aparato cardiovascular es el


aumento de la capilarización, tanto cardíaca -vasos encargados de irrigar al propio
corazón- como de la mayoría de los músculos, órganos y tejidos, a la vez que se
mantiene la elasticidad arterial, que es uno de los factores facilitadores de la
circulación sanguínea.

Se previene la aparición de arteriosclerosis (o disminución del calibre de los


capilares), con lo que se ayudará a evitar la aparición de embolias y enfermedades
coronarias.

El Aparato Respiratorio
El aparato respiratorio está implicado en la captación del oxígeno (O2) contenido
en el aire atmosférico, y en la eliminación del dióxido de carbono (CO2) sintetizado
en el organismo como producto de desecho. Asegura el intercambio gaseoso entre
el aire atmosférico y la sangre.

Está formado por:

• Vías respiratorias superiores: Son la nariz y fosas nasales, faringe y laringe.


Se encargan de calentar, humidificar y filtrar el aire inspirado.
• Aparato broncopulmonar: Está formado por la tráquea, los dos bronquios
principales y los pulmones (que a su vez poseen bronquiolos y alvéolos).

La actividad física aumenta el metabolismo del organismo y, por tanto, las


necesidades de oxígeno.

Respecto a los pulmones, la frecuencia y amplitud respiratoria se ven elevadas,


gracias al incremento de la capacidad pulmonar (capacidad vital y máxima
capacidad respiratoria) y la eficacia de la musculatura respiratoria. Las
posibilidades de ensanchamiento de la caja torácica también aumentan, debido a
los músculos que se encargan de realizar ese trabajo (diafragma, intercostales,
recto abdominal y oblícuos).

Se incrementa además la cantidad de hemoglobina de los glóbulos rojos y, dado


que es la responsable de captar el oxígeno de los alvéolos, su transporte hasta los
tejidos, el intercambio de CO2 y la expulsión de éste en el saco alveolar, se verán
mejorados.

El Sistema Nervioso
Atendiendo a una división desde un punto de vista funcional, el sistema nervioso
se compone de:
• Sistema nervioso somático (o voluntario), que se encarga de la actividad
muscular.
• Sistema nervioso vegetativo (o autónomo), responsable del control de las
funciones orgánicas.

La práctica de actividad física tiene una serie de beneficios sobre este sistema,
que van desde un progreso en aspectos coordinativos, hasta la posibilidad de
disminución de los niveles de ansiedad y agresividad, pasando por la mejora del
descanso y el sueño. Puede ayudar a prevenir situaciones depresivas o estresantes,
aumentando a la vez las posibilidades de ejecución.

Muchos médicos han descubierto en el ejercicio físico continuado una


herramienta para combatir el estrés de sus pacientes. Generalmente, los factores
externos que desencadenan una situación de sobrecarga psíquica van a seguir
incidiendo, pero la persona que habitualmente realiza actividad física está en
condiciones de manejar, reconducir o enfrentarse más eficazmente al estrés.

La condición física como mejora de la salud


Al realizar ejercicio físico mejoramos nuestra condición física y, por lo tanto, las
capacidades condicionantes o capacidades físicas básicas. Dichas capacidades
físicas básicas o capacidades físico-motrices se pueden definir, según Castañer y
Camerino, como el conjunto de componentes de la condición física que intervienen,
en mayor o menor grado, en la consecución de una habilidad motriz. Son la fuerza,
la resistencia, la velocidad y la flexibilidad.

A continuación se exponen los beneficios de su trabajo con relación a la salud:

La Flexibilidad
Según Álvarez del Villar, la flexibilidad es la cualidad que, con base en la
movilidad articular y extensibilidad y elasticidad muscular, permite el máximo
recorrido de las articulaciones en posiciones diversas, pudiendo el sujeto realizar
acciones que requieren gran agilidad y destreza.

El mantenimiento de posturas incorrectas durante períodos prolongados trae


como consecuencia una pérdida de extensibilidad y elasticidad de los músculos, lo
que supone una pérdida de flexibilidad. La insuficiencia de ejercicio, las condiciones
laborales sedentarias actuales, la prolongada posición sentada de los niños/as en el
colegio, frente al televisor... que hace adoptar al individuo posiciones nocivas,
tiende a fijar posturas incorrectas, y llega a convertir actitudes normales en
deformaciones.

La falta de flexibilidad ocasiona deterioro de la coordinación, predispone a


lesiones y a la adquisición de defectos posturales y empeora la calidad del
movimiento. Así, la flexibilidad es necesaria para:

• Llegar a los límites de cualquier región corporal, sin deterioro de ésta y de


forma activa.
• Desplazarse con mayor rapidez. La velocidad de desplazamiento está en
función de la frecuencia y amplitud de zancada.
• Evitar lesiones: No sólo las musculares, sino también articulares.
• Ejercer mejor nuestra fuerza: Porque un antagonista que se extiende
fácilmente permite más libertad de movimientos.
• Estar en forma, ya que determinadas actividades necesitan de esta
capacidad.

La Resistencia
Según Castañer y Camerino, la resistencia es la capacidad de soportar el estado
de fatiga progresiva que sobreviene en un trabajo de larga duración.

La resistencia tiene diversos efectos beneficiosos sobre el organismo, como son:

• Descenso de la frecuencia cardíaca.


• Disminución del peso corporal.
• Incremento de la capacidad respiratoria.
• Incremento de la vascularización del
músculo.
• Incremento de los glóbulos rojos y de la
proporción de oxígeno en sangre.
• Mejora del funcionamiento de los riñones.

La Velocidad
Según Zarciorskij, la velocidad es la capacidad de
realizar uno o varios movimientos en el menor
tiempo posible... a un ritmo de ejecución máximo y
durante un período breve.

La velocidad es una capacidad con escasa incidencia fuera de la vida cotidiana, al


contrario que la fuerza, resistencia o flexibilidad. Por otro lado, se trata de una
capacidad con escaso margen de mejora al trabajarla y que además, en
determinadas manifestaciones, implica el uso de ciertas medidas de seguridad para
prevenir lesiones y accidentes.

La Fuerza
Castañer y Camerino dicen que es la capacidad motriz de superar una resistencia
por medio de la oposición ejercida por la tensión de la musculatura.

La fuerza permite la realización de distintas actividades cotidianas, como tirar,


empujar o levantar objetos. Unos músculos fuertes y resistentes ayudan a mantener
una buena postura y prevenir las lesiones y dolores de espalda, así como realizar
actividades cotidianas con más facilidad y sin fatiga, como transportar, levantar
objetos...

Nuestro objetivo primordial en el trabajo de fuerza general debe ser dotarnos de


una musculatura armónica y equilibrada, sin desajustes entre los grupos
musculares, que posibilite la base muscular necesaria para la ejecución de las
conductas motrices usuales. Se sabe que una fuerza adecuada aumenta la eficacia
motora, ayuda a la adopción de posturas correctas y reduce el riesgo de lesiones.

Beneficios de la actividad física en edades tempranas


Los profesionales de la medicina reconocen la importante relación entre el
ejercicio físico y la salud, hasta el punto de manifestar que la inactividad y el
sedentarismo son factores de riesgo.

También establecen la hipótesis de que los niños/as y jóvenes que en la escuela


participan en actividades físicas frecuentes tienen la probabilidad de continuar
participando en las mismas fuera de la enseñanza obligatoria.

Es difícil saber la influencia ejercida por la actividad física sobre el crecimiento,


ya que éste permanece controlado por el sistema endocrino, y se ignoran las
relaciones que guardan. Aún así, se conocen beneficios y repercusiones positivas
del ejercicio físico moderado sobre el organismo.

La presión producida por el peso y la acción muscular sobre los cartílagos


estimula el crecimiento longitudinal del hueso; esta estimulación facilita que los
huesos alcancen las dimensiones esperadas. La falta de ejercicio, a cualquier edad,
produce descalcificación de los huesos.

Otro efecto de la actividad física sobre el crecimiento es la modelación de las


articulaciones corporales, que facilita una forma y funcionamiento correctos.
Asimismo, la actividad física realizada adecuadamente repercute en el resto de
órganos y sistemas del cuerpo humano, como ya se ha comentado.

Desde un punto de vista escolar, la Educación Física es un área imprescindible


dentro del currículo de la educación o escolarización obligatoria. En Educación
Infantil (0-6 años) se comienza con la enseñanza de la psicomotricidad, para pasar
en Educación Primaria (6-12 años) y Educación Secundaria Obligatoria (12-16 años)
a tratarse la Educación Física como un área específica. Ésta se desarrolla por medio
del movimiento.

Según el currículo de Educación Física en Educación Primaria, las funciones que


nos va a reportar este movimiento son las siguientes:

• Función de conocimiento: El movimiento es uno de los instrumentos


cognitivos fundamentales de la persona, tanto para conocerse a sí misma
como para estructurar y explotar su entorno inmediato. Se toma conciencia
del cuerpo y del mundo que nos rodea.
• Función estética y expresiva: A través de las manifestaciones artísticas que
se basan en la expresión corporal y el movimiento.
• Función comunicativa y de relación: Nos relacionamos con otras personas,
no sólo en el juego y el deporte, sino en general en toda clase de actividades
físicas.
• Función anatómico-funcional: Mejorando e incrementando la capacidad
motriz.
• Función higiénica: Relativa a la conservación y mejora de la salud y el estado
físico, así como prevención de enfermedades y disfunciones.
• Función agonística: Se demuestra la destreza, se compite y se superan
dificultades.
• Función catártica y hedonista: Se liberan tensiones, se restablece el
equilibrio psíquico y se realizan actividades de ocio.
• Función de compensación: Se compensan las restricciones del medio y el
sedentarismo.
La actividad física competitiva: el alto rendimiento
Cuando la intención de la práctica es rendir al máximo, como se hace en el
deporte de élite, se requiere una gran implicación física, lo cual no ocurre en una
actividad física recreativa. Debido a ello, la especialización temprana y la práctica
deportiva de alto nivel resultan problemáticas desde el punto de vista de la salud,
ya que hay riesgos físicos, psicológicos y sociales derivados de la competitividad y
el contexto social que rodea estas prácticas. A menudo se sigue compitiendo con
alguna lesión no recuperada de todo, o con ayuda de vendajes y cuidados médicos
que predisponen a la recaída y cronificación de dicha lesión. Otras veces se
soportan presiones que pueden provocar trastornos psicológicos, alimentarios o de
relación social. Incluso se llega a hipotecar el futuro personal, familiar o profesional
por la ilusión de ser un campeón/a.

Generalmente, el deporte de alto nivel se inicia con una


especialización deportiva precoz. Esta especialización es un hecho
frecuente, y bastante tratado en la literatura. Martens recoge las edades
mínimas de iniciación a diferentes deportes en EE.UU. Por ejemplo, el
béisbol, natación o atletismo, se inician antes de los 5 años de edad, e
incluso pueden llegar hasta los 3 años. Así, no son escasos los ejemplos
de deportistas a escala mundial que iniciaron su práctica deportiva a
edades muy tempranas.

De todas formas, hay varias posturas; para algunos, está plenamente


justificada la iniciación deportiva precoz y no ven inconveniente en la
introducción del niño/a en competiciones de alto nivel. Para otros, ésta es
un atentado contra la infancia. Aquí se expondrán ambas visiones, las que están a
favor o en contra de esta especialización deportiva, para que así el lector/a pueda
escoger la que le parezca más adecuada.

Argumentos a favor del deporte de alto nivel en la infancia.


Hahn (1988) recoge que el adelanto de la edad de máximo rendimiento, sobre
todo en determinadas disciplinas, motiva a federaciones, clubes y entrenadores a
iniciar el proceso de entrenamiento dirigido al alto rendimiento cada vez con más
precocidad, para obtener mejores resultados.

Por otro lado, la búsqueda del éxito por parte de las instituciones, federaciones y
clubes contribuye a esta especialización temprana.

Por último, la actitud de los padres (que a menudo buscan una


"sobrecompensación" por los éxitos no conseguidos), es decisiva.
Argumentos en contra del deporte de alto nivel en la infancia
Son numerosos autores los que están en contra de la especialización precoz.
Personne recoge gran cantidad de casos reales en los que los deportistas sometidos
a una especialización precoz presentan gran variedad de problemas (de salud, de
integración, psicológicos...).

Por otro lado, Cotta investigó sobre modificaciones patológicas en practicantes


de diversas especialidades deportivas (halterófilos, saltadores, nadadores...).

Igualmente la mayoría de los pedagogos no aconsejan dicha especialización. Los


riesgos de ésta se dividen en físicos, psicológicos, motrices y deportivos.

• RIESGOS FÍSICOS: Problemas óseos, articulares, cardíacos, musculares...


• RIESGOS PSICOLÓGICOS: Son consecuencias negativas del entrenamiento y
la competición precoces que guardan relación con la conducta del sujeto y
su estado mental. Así, se ven problemas como ansiedad, estrés, frustración,
además de una "infancia no vivida", por la enorme dedicación que exige la
práctica deportiva de alta competición (a veces más de 4 horas al día).
• RIESGOS MOTORES: El entrenamiento especializado busca el rendimiento en
un aspecto concreto de la ejecución motriz humana, ignorando, por regla
general, los demás. Esto conlleva una relativa "pobreza motriz", que puede
llegar a imposibilitar una futura práctica deportiva diferente de la que se
realizó durante la infancia.
• RIESGOS DEPORTIVOS: En determinadas edades, se hace una
"especialización a ciegas"; o sea, es muy difícil conocer las características
del futuro deportista de élite cuando tiene pocos años de edad, por lo que es
posible que se esté especializando a un niño/a en una práctica para la que
no está especialmente cualificado.

Así pues, para terminar este apartado, citaré una frase que es el título de un libro
de Personne:

"NINGUNA MEDALLA VALE LA SALUD DE UN NIÑO".

Conclusiones
Todo lo comentado hasta ahora es un potencial importante para considerar la
Educación Física como necesaria y básica para la persona, incrementando
gracias a ella la salud y el bienestar. Aunque el ritmo de vida en esta sociedad no
permite ni la frecuencia ni el volumen de ejercicio físico suficiente para promover
una calidad de vida acorde con la salud.

Por otra parte, la sociedad ofrece medios y oportunidades a sus ciudadanos para
realizar actividades múltiples, pero en general no se hace ejercicio físico
voluntariamente. Es necesaria una educación sobre el ejercicio físico desde la
infancia, y durante toda la enseñanza obligatoria, que permita descubrir su sentido
y pertinencia para una calidad de vida, que estimule patrones de actividad física
frecuente para corto y largo plazo y que ayude a que la gente lo integre en su
forma de vivir.

La Educación Física debe contribuir ya desde el entorno escolar a desarrollar la


autonomía personal, creando situaciones a través de las cuales la persona sea
consciente de su propio cuerpo y de sus posibilidades y limitaciones de movimiento,
llegando a valorarse en su justo punto, y teniendo una autoestima lo más ajustada
posible a su realidad, facilitando que cada uno/a comprenda su
cuerpo y sus posibilidades, conociendo y dominando actividades
deportivas y corporales, de modo que escoja las más
convenientes para su desarrollo personal. Le ayudará a adquirir
conocimientos, destrezas, actitudes y hábitos que le permitan
mejorar sus condiciones de vida y salud, y a disfrutar y valorar el
movimiento como medio de relación con los demás.

Para terminar, cabe destacar una recomendación sobre la función del deporte en
la sociedad, que adoptó en 1995 el Comité de Ministros del Consejo de Europa,
donde afirma que “un ejercicio razonablemente intenso durante al menos treinta
minutos por día parece deseable para todo el mundo”.

Bibliografía

• Alter, M. (1990). Los estiramientos. Bases científicas y desarrollo de


ejercicios. Barcelona: Paidotribo.
• Álvarez del Villar. (1983). La preparación física del fútbol basada en el
atletismo. Valencia: C.A.V.
• Annicchiarico, R. (2001). Temario específico para oposiciones a Educación
Primaria en la especialidad de Educación Física. Sin publicar.
• Castañer, M. y Camerino, O (1993). La Educación Física en la enseñanza
primaria. Barcelona: INDE.
• Devís, J. (2000). Actividad física, deporte y salud. Barcelona: INDE.
• Devís, J. y Peiró, C. (1992). Nuevas perspectivas curriculares en Educación
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• González Lozano, F (2001). Educar en el deporte. Madrid: CCS.
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• Sánchez Bañuelos. (1989). Bases para una didáctica de la educación física y
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• VV.AA. (1992). Diseño Curricular Base de Educación Primaria. Área de
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