Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
INTRODUCCIN (5 a 10 min)
Empecemos este ejercicio reconociendo la presencia de Dios en medio de los hermanos que se renen en su nombre. Podemos hacerlo de manera
personal (en silencio y soledad) o comunitaria (por medio de la oracin guiada). Puedes ayudarte de la siguiente meditacin de San Agustn:
Ya osteis que, a dos de sus discpulos que encontr yendo de camino, se les ofuscaron los ojos de modo que no lo reconocieron. Juzgaban que l
ya haba sufrido la pasin y que haba muerto como un hombre, sin que les pasase por la mente que viva para siempre en cuant o Hijo de Dios.
Entonces les record las Escrituras: comenzando por Moiss y siguiendo por todos los profetas, les mostr que todo lo que haba padecido estaba
predicho. Con posterioridad, tambin se present a los once y ellos crean estar viendo un fantasma. No le pareci suficiente ofrecerse a que lo
tocaran, si no confirmaba el corazn de los creyentes con las Escrituras. Qu haremos nosotros? Dnde hemos de apoyar nuestra fe sino en
aquello en que, por voluntad del Seor mismo, la apoyaron los que le tocaron? Todo lo contenido en las Escritura emite el sonido de Cristo, pero a
condicin de que encuentre odos que lo oigan. Y les abri la inteligencia para que comprendieran las Escrituras. Por ello, tambin nosotros
hemos de orar para que abra asimismo la nuestra.
PROCLAMACIN DE LA CARTA DE JUAN (5 min)
Se recomienda proclamar el texto bblico en voz alta una primera vez y luego de unos segundos de silencio (para escuchar el eco de la Palabra)
hacer una relectura individual del mismo.
Esta vez nos proclamaremos 1 JUAN 2, 3-17.
MEDITACIN DE SAN AGUSTN (30 min)
Sigue la carta sta es la seal de que le conocemos, que guardamos sus mandamientos. Qu mandamientos? Presta atencin al evangelio,
mira si no es ste el mandato: Os doy un mandamiento nuevo -dice- que os amis los unos a los otros