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Introducción
Factores que inciden en las lesiones en el MTB

Aparte del factor medio natural, varios autores mencionan algunos factores
vinculados a la práctica del MTB, así mismo Gaulrapp, H.; Weber, A. & Rosemeyer,
B. (2001) mencionan los siguientes factores como los determinantes en la aparición
de lesiones:

1. Superficie del camino resbaladiza o con elementos naturales (piedras o


baches).
2. Ciclistas con pobre adaptación al hecho de rodar en grupo (pobre bagaje
técnico-táctico).
3. Excesiva velocidad, este agente está un poco cuestionado ya que se trata de
un factor intrínseco a la competición, por lo que en las demás situaciones
(práctica de MTB como ocio, recreación…) no sería tan viable.

Por su parte, Kronisch, RL. & Pfeiffer, RP. (2002) establecen las siguientes agentes
como los principales a la hora de padecer una lesión:

1. Irregularidades en el terreno, factor que está en íntima relación con el


mencionado anteriormente.
2. Factores de tipo mecánico, como por ejemplo pinchazos asociados a una
velocidad elevada…
3. Perdida de control de la bicicleta, hecho que sin duda está vinculado al
bagaje técnico-táctico del propio deportista.

Aspectos generales para la prevención de accidentes en el MTB

1. Aspectos preventivos a considerar sobre la bicicleta (Baker, A.


2002):
a. Mantenimiento mecánico perfecto y realizado de forma continua.
b. Educación vial básica por parte del ciclista.

2. Aspectos preventivos a considerar sobre el material empleado:


a. Hansen, KS.; Engesaeter, LB. & Viste, A. (2003): Casco bien ajustado,
rígido y cómodo para el ciclista
b. Maillot y Cullote transpirables y adecuados a la estación o época del
año en la que se realizan las salidas en MTB.
c. Zapatillas: cómoda y sobre todo con un grado de rigidez elevado.
d. Otros elementos: guantes, gafas de ciclismo…

3. Aspectos preventivos a considerar sobre el ciclista:


a. Rodar de forma segura y defensiva.
b. Adquisición por parte del ciclista de las habilidades y las técnicas que
le permitan montar y operar en la bicicleta con seguridad.
c. Posición del ciclista en la bicicleta.
d. Chequeo Médico previo que determine la existencia de posibles
lesiones o enfermedades de tipo cardiovascular.
e. Progresar poco a poco tanto en la carga como en el volumen de
entrenamiento, de este modo se evita bastante la aparición de
lesiones por sobre uso.
f. Nutrición e hidratación adecuada por parte del ciclista.
g. Calentamiento y Vuelta a la calma adecuados.

Tipología de las lesiones más frecuentes en MTB y aspectos preventivos

Según los datos de la Mutua General Deportiva en España (Ver Fig. 1), el ciclismo
está en décimo lugar en el ranking por número de asistencias y en el séptimo por
índice de lesiones deportivas. Algo más del 30% son contusiones, el 26,5% heridas
y el 16,5% fracturas. Además se producen abrasiones cutáneas, esguinces,
luxaciones y otros. Estas lesiones se localizan más en las extremidades superiores,
seguidas de las inferiores y la cabeza.

En relación con los datos de la Mutua General Deportiva en España, existen tres
estudios que muestran bastante similitud con las lesiones que refleja el estudio de
la mutua. Kronisch, RL. (1998); Kronisch, RL. & Pfeiffer, RP. (2002) y Chow, TK. &
Kronisch, RL. (2002), señalan como las lesiones más comunes las que afectan a la
cabeza/cara, torso y las extremidades superiores (hombro y clavícula
fundamentalmente); siendo la tipología de las mismas la siguiente por orden de
afectación: abrasiones, contusiones y fracturas (Ver Gráfico).
En un estudio reciente de Kim, PT.; Jangra, D.; Ritchie, AH.; Lower, ME.; Kasic, S.;
Brown, DR.; Baldwin, GA. & Simons, RK. (2006), sobre 1037 pacientes practicantes
de MTB se apreció que el 46,5% padecieron lesiones ortopédicas, seguidas de
lesiones en la cabeza (12,2%), columna vertebral (12%), pecho (10,3%), lesiones
faciales (10,2%), abdominales (5,4%), lesiones del aparato genitourinario (2,2%) y
lesiones en el cuello (1%). Este estudio concluye mencionando, que la mayoría de
estas lesiones se deben a factores relacionados con el equipamiento (vistos en el
punto abordado anteriormente).

Otro estudio de Oehlert, K.; Wolk, T. & Hassenpflug, J. (2004), muestra datos
bastante antagónicos a los de los autores mencionados anteriormente, en este
sentido, muestran como el porcentaje de lesiones más elevado corresponde a la
zona cervical y la rodilla (25,7%), seguidos de la zona lumbar (22,8%). El momento
de la temporada donde aparecieron estas lesiones correspondió al inicio de la
temporada y al final de la misma, siendo la fractura de clavícula la lesión más
incidente, y las lesiones tendinosas y/o ligamentosas las que menos.

A. Traumatismos

A la hora de catalogar los traumatismos hemos querido diferenciar entre cuatro


tipos bastante diferenciados: Contusiones, abrasiones cutáneas o quemaduras,
lesiones ligamentosas y fracturas.

A.1. Contusiones: Hacen referencia a traumatismos por golpeo directo contra el


suelo, contra un obstáculo o contra un vehículo, sin que exista rotura de la piel o
mucosas (aunque sí se rompen vasos sanguíneos). Cursan con signos locales de
inflamación o hematomas subcutáneos.
Tratamiento: se remite a seguir el protocolo denominado RICES (Reposo, hielo,
compresión, elevación y estabilidad).
Prevención: suele depender más de factores externos, aunque si nos trasladamos
al ámbito del ciclista aficionado, podríamos decir que la velocidad y conocer el
terreno por el que se transita puede ayudarnos a prevenir este tipo de accidentes.

A.2. Abrasiones Cutáneas (eritemas) o quemaduras: Generalmente este


tipo de lesiones están asociadas al contacto inmediato de las partes anatómicas
más protruyentes de la anatomía humana tras sufrir el ciclista una caída.
Suelen producirse generalmente en la piel que cubre los hombros, caderas
(trocánter mayo), codos, tobillos, nalgas y muslos.

La gravedad del eritema puede dar lugar a tres tipos diferenciados [Baker, A.
(2002)]:

a. Primer Grado: Enrojecimiento de la superficie de la piel.


b. Segundo Grado: La epidermis está rota pero las demás capas de la piel están
intactas, por lo que no suelen quedar cicatrices significativas.
c. Tercer Grado: La piel está totalmente dañada, quizá con exposición de capas
subyacentes o grasa y otras estructuras de tejido conectivo.

Tratamiento: Se basa fundamentalmente en limpiar, desinfectar la zona y


posteriormente cubrir con apósitos estériles.
Prevención: El ciclista debe poseer un gran bagaje técnico-táctico para manejar
la bicicleta con total seguridad, del mismo modo conviene circular a la "defensiva";
pero aún así no estamos exentos de sufrir estas lesiones.

A.3. Lesiones Ligamentosas: En lo que respecta a lesiones ligamentosas es


bastante frecuente en el ámbito de la MTB el esguince acromio-clavicular, al
respecto Jeys, LM.; Cribb, B.; Toms, AD. & Hay, SM. (2001) definen esta lesión como
la rotura parcial o completa del ligamento acromio-clavicular como consecuencia de
sufrir un traumatismo sobre el hombro.
Tratamiento: Si se trata de una lesión sin desplazamiento conviene aplicar frío
local, reposo de la zona afecta y vuelta gradual a la actividad entre 2-6 semanas.
Otra lesión ligamentosa curiosa, aunque no frecuente es la mencionada por Oehlert,
K.; Wolk, T. & Hassenpflug, J. (2004), y es la torsión de rodilla por frenar con el pie
en el suelo o por quedar bloqueado el pie al no saltar el anclaje del pedal (hecho
que en XC si se produce con frecuencia cuando el ciclista se baja de la bicicleta para
cargar con ella).
Prevención: Básicamente consiste en adquirir engramas motores que nos
proporcionen habilidades nuevas con el objetivo de poseer un dominio y manejo
adecuado de la bicicleta.

A.4. Fracturas: La tipología de las fracturas vinculadas al MTB e incluso al


ciclismo en general, es bastante extensa, por lo que en este apartado denominado
fracturas abordaremos algunas de las más comunes en nuestro ámbito tras analizar
los estudios de Chow, TK. & Kronisch, RL. (2002); Gaulrapp, H.; Weber, A. &
Rosemeyer, B. (2001) y Jeys, LM.; Cribb, B.; Toms, AD. & Hay, SM. (2001).
Prevención: Se fundamenta en el dominio de la situación y de la bicicleta que
posea el corredor (como ya hemos mencionado) aunque variando de disciplina
pueden tomarse más o menos medidas preventivas.

Antes de analizar pormenorizadamente los tipos de fracturas asociadas al MTB


conviene recordar la definición de la misma, siguiendo a Rodríguez, LP. & Huso, N.
(2002); estos definen fractura como: "Perdida parcial o completa de la continuidad
del tejido óseo bien cuando soporta cargas de rotura (fractura), o bien, cuando
soporta fuerzas submáximas (fracturas por sobrecarga)".

• A.4.1. Fractura de Clavícula: En íntima relación con las fracturas de clavícula


se encuentra el ciclismo; las características peculiares y particulares de este
deporte hacen que este tipo de fracturas estén totalmente correlacionadas.
Así pues, en un estudio de Jeys LM, Cribb G, Toms AD, & Hay SM. (2001)
realizado sobre 84 ciclistas (practicantes de Mountain Bike) puede apreciarse
como las fracturas de clavícula representan el 13% sobre el total de lesiones,
siendo el tipo de lesión que más afecta a los practicantes de MTB.
La causa principal de esta fractura es un traumatismo indirecto sobre la
zona concreta, debido principalmente a un impacto violento con una
superficie dura tras extender la mano durante una caída (la fuerza suele
transferirse por los huesos del antebrazo y del brazo hasta el hombro); la
clavícula es comprimida a lo largo de su eje entre el peso del cuerpo que cae
y el suelo, y de este modo, las incurvaciones claviculares se exageran y,
vencida su capacidad de flexión, se produce la fractura. Cuando una
clavícula se fractura (en su tercio medio sobre todo), generalmente los dos
fragmentos forman un ángulo debido a la acción del esternocleidomastoideo
sobre el fragmento medial. Como consecuencia de la fractura se ve
mermada la anchura del hombro y la cavidad glenoidea gira hacia abajo.
Aproximadamente en la mayoría de ocasiones la clavícula se rompe en su
tercio medial, por lo que la clavícula cicatrizará bien sin tener que recurrir a
un tratamiento quirúrgico (exceptuando el momento de la temporada o los
objetivos del corredor). Por lo que como ya hemos dejado entrever, el
tratamiento a seguir suele ser bastante conservador basado
fundamentalmente en un seguimiento medico-fisioterapéutico exhaustivo y
un "vendaje en ocho de Guarisma".
Prevención: Realizar un ajuste correcto de la bicicleta a la antropometría
del ciclista (y no al revés), pero sobre todo mantener un nivel de activación y
atención elevado para evitar las caídas.

• A.4.2. Fractura en el Cráneo o Traumatismo Craneoencefálico [Celaya, P. &


López, JA. (1998)]: En función de los estudios analizados, las lesiones óseas
en la cabeza ocupan un porcentaje elevado dentro del MTB; la lesión por
excelencia dentro de esta región corporal es el Traumatismo
Craneoencefálico (TCE), este puede derivar en consecuencias aún mayores
en función de la intensidad que posea.
El mecanismo de producción de los TCE es un mecanismo directo, es
decir, se producen como consecuencia de un golpe directo del suelo o algún
elemento de la carretera o carril sobre la cabeza del ciclista. Es conveniente
realizar un seguimiento detallado sobre la posibilidad de que algún ciclista
posea un TCE ya que pueden generar a veces complicaciones
potencialmente mortales y consecuencias graves a largo plazo.
Se distinguen entre:
I. Fracturas de la bóveda craneal: habitualmente asociadas a
hematomas en el cuero cabelludo o un área localizada de
tumefacción y dolor a la presión. En caso de sospecha una fractura de
este tipo ha de colocarse al paciente en posición de semisentado (con
la cabeza elevada).
II. Fracturas de la Base del Cráneo: son difíciles de detectar y suelen
implicar una hemorragia intracraneal por lo que sus signos más
destacables son: epistaxis (salida de sangre por la nariz), otorragia
(salida de sangre por los oídos), licuorrea (salida de Líquido
Cefalorraquídeo), y hematomas periorbitarios en ambos ojos.

La epistaxis y la otorragia no deben ser taponados.


Prevención: Es bastante obvia ya que se fundamenta en el empleo del
casco, tal y como muestra un estudio de Hansen, KS.; Engesaeter, LB. &
Viste, A. (2003); del mismo modo, conviene estar alerta ante la aparición de
posibles peligros (coches, competidores, animales, piedras…)

• A.4.3. Fractura de la muñeca: Dentro de esta región anatómica cobra gran


importancia dentro del mundillo del MTB la fractura de escafoides, conviene
sospechar su presencia cuando se sufre una caída sobre la mano y cuando
se aprecie dolor a la presión sobre el escafoides (aunque generalmente son
difíciles de diagnosticar y ha de recurrirse a medidas diagnósticas complejas
como RX o escáner óseo). Tal vez también se aprecie tumefacción y
"engrosamiento" del eje Anteroposterior de la muñeca.
• A.4.4. Fractura de la cabeza del radio: Generalmente se producen como
consecuencia de una caída sobre la mano extendida, esto provoca un
desplazamiento del codo en valgo y compresión de la cabeza del radio.
Si la fractura no es desplazada puede tratarse con una férula posterior, si
no es así, requiere reducción abierta.

• A.4.5. Fractura supracondíleas: Se trata de una lesión con bastante


incidencia dentro de las lesiones que afectan al codo, se produce por
extensión al caer sobre la mano extendida causando generalmente un
desplazamiento hacia atrás de la parte distal inferior del húmero.
Cursa con dolor y tumefacción en la zona del codo con notoria deformidad
en "S"; e incluso, el pulso (circulación) puede verse afectada como
consecuencia de la tumefacción ya mencionada.
Las fracturas sin desplazamiento se tratan con un cabestrillo durante tres
semanas, mientras que las fracturas con desplazamiento suelen requerir
reducción cerrada.
Prevención: Pueden ser útiles los "padding" para hombros y extremidades,
similares a los que emplean los competidores de diferentes disciplinas del
motociclismo (motocross, en duro…).

B. Lesiones por sobreuso

Según Kronisch, RL. (1998), la gran mayoría de lesiones por sobreuso están
relacionadas con la interacción entre el cuerpo del ciclista, la bicicleta y el terreno
por el cual rueda; es decir, el efecto de variaciones anatómicas y pequeños errores
como la bicicleta inadecuada son magnificados por las largas horas de pedaleo que
sufre el ciclista. Esta combinación de factores usualmente es responsable de las
lesiones por sobreuso en las extremidades inferiores. Mientras que en las
extremidades superiores dichas lesiones se producen por el peso del cuerpo sobre
el manillar y la vibración transmitida a la bicicleta originada por ir rodando sobre
suelos irregulares (como ocurre en MTB).

No hay que obviar que en bastantes ocasiones son los especialistas que rodean
al ciclista (licenciados en CCAFD, médicos deportivos…) los que producen lesiones
de este tipo sobre el cuerpo del ciclista, debido indudablemente a errores en el
entrenamiento (tanto en lo que respecta a la carga como al volumen del mismo);
por lo que dicho entrenamiento debe ser lo más individualizado posible (atendiendo
a las características psico-fisiológicas del ciclista) y debe atender a los principios
elementales del entrenamiento deportivo (principios que rigen el esfuerzo,
principios de ciclización y principios de especialización).

B.1. Patologías derivadas de defectos anatómicos del ciclista o


relacionados con la bicicleta:

Lo ideal es prevenir la aparición de dichas lesiones a través de un estudio


médico-antropométrico que detecte los defectos anatómicos, aunque generalmente
no suele ser así ya que dicho defecto se detecta cuando ya ha aparecido.

• B.1.1. Defectos anatómicos del corredor:


Desviaciones de Columna: Generalmente el ciclismo es un deporte de
naturaleza simétrica y cíclico, por lo que no suele provocar lesiones de
columna salvo en solicitaciones excesivas por una bicicleta inadecuada
(referido sobre todo al tamaño). No obstante varios estudios, entre ellos
Aramendi, JF.; Terrados, N.; Poza, JJ.; Iza, I. & Usabiaga, J. (1998) demuestran
que la bicicleta no mantiene las curvaturas naturales de la espalda: lordosis
cervical, cifosis dorsal y lordosis lumbar; debido sobre todo a la posición "no
natural" que adopta el ciclista en la bicicleta y que pueden producir una
hiperlordosis a nivel cervical o pérdida de la lordosis lumbar natural. Por lo
que en función de la postura o posición que adopte el ciclista así será la
incidencia sobre la columna lumbar.
Otro aspecto a considerar es el tamaño de la bicicleta en edades de
iniciación al ciclismo ya que un error en la medición de la bicicleta puede
derivar en desviaciones de columna o escoliosis.

B.2. Dismetría de miembros inferiores: Generalmente las dismetrías de las


extremidades inferiores pueden desembocar en sobrecargas o tendinitis de dichas
extremidades. Para solucionar este problema hemos de compensar la longitud de
los dos miembros colocando un suplemento en el más corto y ajustando la altura
del sillín al más largo (la colocación de un "calzo" debe ser competencia de los
profesionales en la materia como: médicos deportivos y/o técnicos ortopédicos).

B.3. Desviaciones axiales de miembros inferiores: En este epígrafe vamos a


hacer hincapié en el valgo fisiológico que todos los seres humanos poseemos, este
constituye la desviación de las piernas respecto a los "muslos" que se sitúa de una
forma estándar en torno a los 5-7º de angulación hacia fuera, este ángulo puede ser
mayor o menor, produciendo una desviación en valgo o varo.

Genu Varo es la deformidad que arquea las piernas separando las rodillas a modo
de paréntesis, por lo que los músculos y tendones de la región externa de muslos y
piernas están tensos y, si no facilitamos una disminución de dicha tensión, se van
sobrecargando en cada pedalada dando lugar a tendinitis de bíceps femoral y vasto
externo. Esto puede corregirse girando la punta del pedal hacia fuera.

Genu Valgo es la desviación contraria a la descrita anteriormente, es decir las


piernas forman una "x", las rodillas se tocan y los tobillos están separados;
produciéndose una elevada tensión de los músculos y tendones de la región interna
de la rodilla, vasto interno y tendones de la pata de ganso. Esto se corrige girando
la punta del pedal hacia dentro.

• B.3.1. Defectos de la bicicleta y en la técnica de pedaleo


Los defectos o inadecuados ajustes de la bicicleta pueden ocasionar
lesiones por sobreuso debido a la reiteración del gesto cíclico; aunque
históricamente tanto la técnica de pedaleo como la ergonomía de la bicicleta
hayan evolucionado en busca de un mayor rendimiento, es inevitable que se
produzcan lesiones.
La siguiente tabla muestra algunas consecuencias que poseen los
defectos ya mencionados, tanto referidos a la bicicleta como al pedaleo:
Por otro lado, Kronisch, RL. (1998) en su artículo "Mountain Biking Injuries:
fitting treatment to the causes", elabora dos tablas bastante interesantes a
continuación plasmo una de ellas acerca de los síntomas o lesiones
asociadas a ajustes incorrectos de la bicicleta y las medidas preventivas a
adoptar al respecto:
B.4. Patologías propias del ciclista

• B.4.1. Lesiones de rodilla


A pesar de que el ciclismo es una excelente actividad para las rodillas al
tratarse de un ejercicio activo y realizado en descarga que no suele suponer
una agresión directa para los elementos articulares, meniscos y demás
estructuras; el MTB debido al medio en el que se desarrolla suele generar
algunos problemas que afectan a la articulación de la rodilla.
Una de las lesiones más relevantes es la Condromalacia Rotuliana:
Debido a la gran presión que sufre la rótula contra el fémur por la
contracción del Cuádriceps y a la resistencia que opone el tendón rotuliano.
Esta presión está relacionada con la fuerza que realiza el Cuádriceps y en
gran medida por el grado de flexión de la rodilla.
Para Baker, A. (2002), este tipo de lesiones es característico de principios
de temporada ante cargas de entrenamiento excesivas, entrenamiento de
pesas, correr, ponerse de cuclillas o gesto como arrodillarse o trepar.
Aspectos Preventivos: Controlar las cargas de entrenamiento y adoptar
una posición correcta en el sillín, así como evitar las bielas excesivamente
largas y ponerse en pie con frecuencia cuando se está ascendiendo.

Tendinitis Rotuliana: Se trata de una lesión por sobrecarga en la que se


aprecia dolor en la porción anterior de la rodilla (debido al esfuerzo); hay
dolor localizado a la presión sobre la inserción central del ligamento rotuliano
en la rótula, con tumefacción y crepitación. Los músculos isquiotibiales y
gemelos pueden estar tensos.
Según Baker, A. (2002); este tipo de patología está directamente asociada
al estrés repetitivo que supone el pedaleo asociado a una mala adaptación
de la bicicleta (sillín bajo, posición adelantada, empleo de grandes
desarrollos y subidas prolongadas).
Aspectos Preventivos: Posición del sillín relativamente elevada, evitar el
empleo de bielas largas y cadencia de pedaleo elevada (85 rpm).

Síndrome de la banda Iliotibial: La banda iliotibial (BIT) es una banda


fibrosa de tejido que rodea la parte externa de la rodilla; la causa de esta
patología es una extensión excesiva sobre dicha banda como consecuencia
generalmente de una posición de la cala mal ajustada, con las puntas de los
pies hacia dentro. Otros factores son: altura baja del sillín y el empleo de
grandes desarrollos.
Aspectos Preventivos: Es obvio que los aspectos preventivos están
encaminados a corregir y minimizar los apartados anteriores, es decir,
colocación de la cala adecuada, altura adecuada del sillín y cadencia
adecuada de pedaleo.

Tendinitis del Tibial Anterior: Hace referencia a una inflamación de los


músculos de la "espinilla" como consecuencia de un excesivo esfuerzo del
tendón durante el golpe ascendente del pedal, especialmente cuando el pie
está en dorsiflexión.
Aspectos Preventivos: Cadencia de pedaleo adecuada y ocasionalmente
un sillín un poco bajado.

• B.4.2. Lesiones de cadera


Dentro de las lesiones de cadera las más relevantes son las lesiones
perineales, consecuencia fundamentalmente del apoyo sobre el sillín y las
largas horas tanto de entrenamiento como de competición que realiza el
ciclista de élite.
Estas lesiones como su propio nombre indican afectan al periné como
consecuencia de la fricción a la que se somete esta región anatómica.
También ka sudoración por el esfuerzo produce la irritación de la piel en la
zona perineal y tejidos cutáneos, dando lugar a foliculitis, quistes, forúnculos
y nódulos fibrosos subcutáneos.
Aspectos Preventivos: Emplear cullotes de buena calidad, empleo de
cremas lubricantes en las zonas de fricción previo a la salida en bicicleta,
utilizar un sillín adecuado, emplear suspensión trasera en MTB ya que reduce
las amortiguaciones sobre el periné y por último, adecuar la altura del sillín.

Otro problema que plantean algunos autores, Sherry, E. & Wilson, SF.
(2002), es la disfunción de la erección, cabe mencionar que se trata de
un problema que se presenta esporádicamente, pero en algunos estudios
cifran su presencia en niveles en torno al 15-20%; no obstante estas
alteraciones son limitadas en el tiempo y suele ser habitual que
desaparezcan a medida que se completa el entrenamiento o la competición.
Al respecto, existen teorías adversas a estas que reseñan un incremento del
deseo sexual en ciclistas por el estímulo de la congestión pélvica.

• B.4.3. Lesiones de columna


Como ya se ha mencionado anteriormente existen problemas cervicales,
dorsales y lumbares asociados a problemas derivados de la bicicleta o de la
posición que adopta el corredor en esta. En condiciones normales y según
Aramendi, JF.; Terrados, N.; Poza, JJ.; Iza, I. & Usabiaga, J. (1998), "la posición
de la bicicleta no genera fuerzas biomecánicas peligrosas para la columna
lumbar, ya que se produce un cambio en la distribución de cargas hacia los
miembros superiores, pasando a una posición de lordosis y cifosis. El
desequilibrio entre la actividad de los músculos paravertebrales y
abdominales puede ser causa de dolor lumbar en personas que no realizan
ejercicios de compensación adecuados".
Una patología bastante característica de la columna es el síndrome
escapular, se trata de un dolor en la parte superior de la espalda y alrededor
del omoplato, dicho dolor puede irradiarse hacia el cuello, el hombro e
incluso el brazo.
Las causas más comunes de este síndrome escapular son el excesivo
tiempo que permanecen los ciclistas en la bicicleta (más en ciclismo en
ruta), el terreno escarpado e irregular así como una sobresolicitación de los
músculos del cuello.
Aspectos Preventivos: Ubicación correcta en la bicicleta y ajuste correcto
de medidas.

• B.4.4. Lesiones de pie


A parte de las lesiones anteriormente que afectan a la rodilla, existen
algunas características dentro del ámbito del MTB como pueden ser:

Tendinitis del Tendón de Aquiles: Corresponde a una inflamación del


tendón de Aquiles ubicado en la parte inferoposterior de la pierna. Cuando
un ciclista posee esta dolencia tendrá sensibilidad, e incluso dolor a la
palpación de dicho tendón, principalmente en su inserción en el calcáneo.
Suele aparecer ante hiperextensión de la pierna, cuando se pedalea
sobrecargando esta zona o por el uso de pedales/zapatillas nuevas.
Aspectos Preventivos: Reducir el volumen de entrenamiento y limitar el
estiramiento excesivo de este tendón (para ello algunos corredores suelen
bajar el sillín).

Fascitis Plantar: Se trata de un dolor en la parte inferior del talón, esta


afección se relaciona con la hiperpronación y el pie cavo. Se aprecia dolor
localizado a la presión en dicha zona.
Las causas dentro del ámbito de la MTB en lo que respecta a esta lesión
hacen referencia a aspectos puramente relacionados con la pretemporada
como correr y levantar pesos en el gimnasio. Fuera de este ámbito y
vinculado al mundo del aficionado, el empleo de zapatillas no destinadas a
practicar ciclismo con suelas rígidas puede desembocar en este problema.
Aspectos Preventivos: Realizar estiramientos específicos de la zona afecta.

Otras lesiones que pueden afectar al pie son: sesamoiditis que es la


inflamación de los sesamoideos con formación de una bursitis por la presión
ejercida en este punto, bajo la cabeza del primer metatarsiano, como
consecuencia del apoyo contra el pedal.
La escafoiditis tarsiana producida por un exceso de las tracciones
mecánicas del pedaleo.

• B.4.5. Lesiones de la muñeca


La mayoría de las patologías localizadas en la zona de la muñeca, y que
no son de tipo traumático, derivan por lo general de la prensión que se
ejerce sobre el manillar, aunque cabe destacar que el manillar a su vez
depende del tipo de bicicleta por lo que no será lo mismo el tipo de apoyo y
manejo del manillar en la bicicleta de montaña que en ruta, BMX o
contrarreloj. Dependiendo de las fuerzas de presión y la postura de la
muñeca se pueden producir dos síntomas fundamentalmente:

Compresión del Nervio Cubital: Es la patología conocida como parálisis


de los ciclistas, se produce por la compresión de dicho nervio (nervio cubital)
ubicado en el Canal de Buyon, por lo que también recibe el nombre de
"Síndrome del Canal de Buyon".
La sintomatología cursa con la pérdida de sensibilidad en el cuarto y
quinto dedos o de falta de fuerza en los grupos musculares que este nervio
inerva (interóseo, aductor y flexor corto del quinto dedo).
Aspectos Preventivos: Como es lógico conviene evitar la causa/s de la
compresión variando la posición de agarre del manillar, usar guantes con
acolchado adecuado, uso de bicicletas con suspensión delantera y cambio
frecuente de la posición de las manos en el manillar evitando la dorsiflexión.

Síndrome del Canal Carpiano: Como consecuencia de la compresión


del nervio mediano ante una flexión dorsal de la mano excesiva o
mantenida, suele afectar a la sensibilidad palmar de los tres primeros dedos.

Aspectos Preventivos: Evitando la postura de compresión de este nervio.

• B.4.6. Lesiones vasculares


En este último apartado de las patologías propias del ciclista he creído
conveniente definir de pasada algunas lesiones que autores como Sherry, E.
& Wilson, SF. (2002) mencionan.
La endofibrosis de la arteria ilíaca externa, esta arteria se comprime
en posición de flexión mantenida de la cadera (como es el caso del ciclismo).

Otra lesión de tipo vascular que afecta a los ciclistas es el síndrome


compartamental de la pierna, generado en el compartimento del tibial
anterior en la cara antero-externa de la pierna produciéndose un dolor
intenso en el movimiento de retroceso del pedal.
Por último, destacar una lesión denominada pseudosimpatectomía del
miembro inferior como consecuencia de la lesión de los plexos simpáticos
pélvicos o lumbares; durante el esfuerzo el corredor siente un dolor intenso
que irradia desde la fosa ilíaca a la cara anterior del muslo.
Cabe matizar que el tratamiento en estos tres casos es quirúrgico, por lo
que no es competencia directa del licenciado en CCAF y Deporte su
tratamiento o prevención.
Para finalizar con este apartado muestro la siguiente tabla, tomada de
Kronisch, RL. (1998), en la que se exponen síntomas y lesiones ya
mencionados, la causa posible que las produce y los ajustes requeridos al
respecto:

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