Sin miedo a votar y con la responsabilidad de gobernar
La directora del Registro Nacional de Reincidencia, Mónica Litza, se refirió al
adelantamiento de las elecciones nacionales, y aseguró que 'la agenda diaria de la gestión de gobierno no admite mezquindades políticas. Nadie puede temer ir a las urnas para que la voluntad popular se exprese'
Foto: Mónica Litza, directora del Registro Nacional de Reincidencia
Por Mónica Litza*
Quienes tenemos alguna responsabilidad en la gestión de gobierno sabemos del inmenso desafío que implica trabajar todos los días para mejorar la calidad de vida de los argentinos. Es una tarea que intentamos desempeñar de la mejor manera y con el mayor de nuestros esfuerzos, tanto en tiempos de bonanza y crecimiento económico como en los de crisis como el que preanuncia para nuestro país el contexto internacional. Nuestra tarea se pone en consideración a diario con la aceptación o el rechazo social. Y periódicamente, esa opinión pública se expresa en las urnas. Ese período de campaña electoral y acto eleccionario no debe impedir que sigamos adelante con nuestra tarea de gobierno. Nada puede quedar en suspenso hasta que se diriman candidaturas. Sin embargo en circunstancias especiales, como la innegable crisis internacional casi sin precedentes a la que asistimos en un mundo globalizado y el consecuente impacto sobre nuestra economía, obliga también a medidas extraordinarias. En ese marco, el adelanto de las elecciones aparece como la medida más acertada para presentar rápidamente las candidaturas lanzadas en campañas prematuras. Porque debemos admitir que ya a fines de 2008 se hablaba de los comicios legislativos inicialmente previstos para octubre de este año. Y que eso motivó que varios de los temas medulares de gestión fueran tamizados por cuestiones ideológicas o aspiraciones sectoriales que flaco favor le hacen a la resolución real de los temas. La agenda diaria de la gestión de gobierno no admite, y mucho menos en el contexto anteriormente detallado, mezquindades políticas. Nadie puede temer ir a las urnas para que la voluntad popular se exprese. Y el Gobierno está en su derecho de, vía Congreso de la Nación, fijar pautas para evitar que la disputa electoral que todos debemos valorar y defender, interfiera en el arduo trabajo que significa minimizar el impacto que puede tener sobre los argentinos una crisis que ya ha mostrado su crudeza en los países más desarrollados. En definitiva, lo que esperan quienes depositaron su confianza tanto gobierno como en la oposición, es que resolvamos sus problemas cotidianos.
* Directora Nacional del Registro Nacional de Reincidencia