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A partir de marzo del próximo año, comenzará a cambiar el tamaño, el color y la ilustración de todas las
denominaciones de los billetes costarricenses.
La nueva familia de billetes será completamente diferente a la actual y se compondrá de seis denominaciones: ¢1.000,
¢2.000, ¢5.000, ¢10.000, ¢20.000 y ¢50.000.
Los primeros que comenzarán a salir, en marzo del 2010, serán los billetes de ¢20.000.
El proceso para cambiar todos los billetes terminará en enero del 2011.
Cada denominación tendrá un tamaño diferente. El más pequeño será el billete de ¢ 1.000, con 125 milímetros de largo
por 67 milímetros de alto. De ahí en adelante cada uno aumentará 7 milímetros. Todos medirán igual de alto.
Cada denominación tendrá un color diferente. Por ejemplo, el billete de ¢1.000 será rojo y el de ¢50.000, morado.
Cambian personajes. La junta directiva del Banco Central escogió los personajes que sustituirán a los actuales.
Los personajes se escogieron por su aporte en alguna área de la vida nacional.
Roy González, gerente del Banco Central, manifestó que generalmente cuando se publica una nueva familia de billetes
los personajes cambian, sin menospreciar los anteriores, a quienes se les reconoció su labor en billetes anteriores.
A diferencia de los billetes actuales, la nueva familia tendrá un solo tema, que es la biodiversidad del país, por lo tanto
cada denominación tendrá una ilustración impresa sobre uno de los seis ecosistemas del país. Por ejemplo, en el de
¢1.000 se destacará el bosque tropical seco.
En esta área solicitarán la ayuda del Instituto Nacional de Biodiversidad (InBio) para destacar las características de la
flora y la fauna de cada ecosistema.
Estos temas ayudan a destacar las bellezas naturales del país y sirven de recuerdo a los turistas, los cuales generalmente
se dejan un ejemplar, comentó González.
¿Por qué? Roy González puntualizó que los cambios pretenden satisfacer las necesidades de las personas no videntes y
ayudar a quienes tienen problemas parciales de visión a reconocer más fácilmente los billetes.
En el caso de Costa Rica, en el futuro la población de la tercera edad dominará y generalmente esta tiene problemas de
visión.
El funcionario explicó que hicieron pruebas con ayuda de la Asociación Nacional de Ciegos y encontraron que el
tamaño es la característica que más ayuda a los no videntes a distinguir los billetes.
Hace tres años, la Sala Constitucional giró la instrucción de que en la emisión del 2010 se dieran facilidades para los no
videntes.
Además, los colores contrastantes y los números más grandes permiten a las personas con problemas de visión a
distinguir mejor cada denominación.