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ASMA: Separando los mitos de la realidad para un

mejor manejo en los niños

Mito: El asma limita la niñez.


Realidad: Los síntomas del asma no deben impedir que su hijo se
divierta
Ayude a su hijo a que disfrute de una vida más activa teniendo:
 Mayores actividades físicas
 Menos síntomas asmáticos
 Menos inasistencias a la escuela
 Menos visitas a la sala de urgencias
 Más noches sin síntomas asmáticos

Mito: El asma es una etapa que superará cuando crezca.


Realidad: El asma no se cura, pero puede ayudar a prevenir los
síntomas de su hijo.
El asma es una condición crónica, esto significa que una vez que su
hijo la presenta, lo más probable es que la padezca de por vida,
aunque no siempre tenga los síntomas.
Cuando los niños tienen asma, su cuerpo reacciona a ciertos
desencadenantes que les rodean.

Conteste este cuestionario breve y se dará cuenta qué tanto afecta el


asma su vida y la de su hijo.

1. ¿La tos despierta a su hijo (y a usted) más de una noche


(menores de cuatro años) o dos noches al mes (mayores de
cinco años)?
2. ¿Su hijo faltó a la escuela recientemente por síntomas
asmáticos?
3. ¿Su hijo usa un inhalador de rescate más de dos veces a la
semana?
4. ¿Impide que su hijo vaya a determinados lugares o que haga
ciertas cosas (como ir a un área de juegos y practicar deportes)
debido al asma?

Si contestó Sí a cualquier pregunta, platique con su pediatra.


Investigue si debe incluir en el plan contra el asma de su hijo un
medicamento de control diario.
Mito: Mi hijo no necesita un medicamento diario contra el asma.
Realidad: El tratamiento diario contra el asma puede evitar los
síntomas antes de que se presenten.
Es difícil pensar en darle un medicamento diario a su hijo si no
presenta síntomas asmáticos. Sin embargo, los padres pueden marcar
una gran diferencia si manejan activamente el asma de su hijo, lo que
incluye:
 Saber qué desencadena el asma de su hijo y aprender a evitar los
desencadenantes.
 Colaborar con el pediatra de su hijo para establecer metas, crear
un plan y hacer los ajustes necesarios.
 Asegurarse de que su hijo tome el medicamento diario según las
indicaciones, incluso los días que no presente los síntomas.

¿Sabía usted que?

 El asma es la enfermedad crónica infantil más frecuente en casi


todos los países industrializados.
 Su prevalencia es mayor en los niños con antecedentes familiares.
 Evitar la exposición al humo de tabaco resulta esencial para los
niños de todas las edades, así como para las mujeres
embarazadas.
 Una dieta balanceada y evitar la obesidad son medidas favorables
para los pacientes asmáticos.

Desencadenantes comunes del asma pueden afectar


a su hijo.
Aun cuando su hijo trate de evitar los desencadenantes del asma, a
veces lo toman por sorpresa. Descubra diferentes formas de ayudarlo
a prepararse contra lo inesperado:

 Infecciones respiratorias
Quizá le sorprenda, pero las infecciones respiratorias como resfriados,
gripe e incluso irritación de garganta son los mayores
desencadenantes de asma en niños pequeños. Recuerde a su hijo que
se lave frecuentemente las manos.

 Polvo y ácaros
A los niños les encantan los juguetes y los juegos, pero, ¡a los ácaros
también! Lave regularmente los muñecos de peluche y revise que los
juguetes del fondo del clóset no tengan ácaros. Es necesario limpiar
incluso los juguetes nuevos para quitarles el polvo que acumulan en
los anaqueles de las tiendas.

 Sulfitos
Un conservador de ciertas bebidas y botanas, como fruta
deshidratada, podría desencadenar los síntomas de su hijo.

 Moho
Es muy común que en el aire acondicionado de los autos se forme
moho. Se recomienda que antes de subir a los niños, abra las
ventanillas y deje encendido el aire durante 10 minutos.

¿Qué siente su hijo con el asma?


Los síntomas de asma varían con cada niño.
Sin embargo, los síntomas más comunes de asma son:

 Tos
Su hijo tiene tos persistente que empeora de noche o muy
temprano por la mañana. Puede interrumpir o impedir el sueño.

 Sibilancias
Si a su hijo se le escucha un silbido o chillido cuando respira.

 Opresión en el pecho
Su hijo siente como si tuviera a alguien sentado en el pecho o si se
lo oprimieran.

 Falta de aire
Su hijo se queda sin aliento o siente que le falta aire. Incluso puede
llegar a sentir que no sale suficiente aire de sus pulmones, como si
tratara de respirar por un popote.

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