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INTRODUCCION:
El Informe Entorno 2009 es la quinta entrega del documento de referencia en España sobre la
gestión de la sostenibilidad en la empresa española en el que se analiza la situación actual y
su evolución en la última década.
Basado en una encuesta a 800 empresas españolas y en el análisis de 148 variables, Entorno
2009 incluye datos y comparativas por Comunidades Autónomas, sectores de actividad y
tamaño de empresa, que, en este momento coyuntural en la economía española, aportan una
visión detallada del grado de compromiso y comportamiento del tejido empresarial español
actual en relación al desarrollo sostenible.
Como novedad en esta edición, el Informe analiza de forma específica la gestión del cambio
climático en la empresa española describiendo los aspectos clave que influyen en la adopción
de actuaciones en esta materia, las iniciativas puestas en marcha y las oportunidades
empresariales identificadas.
PRINCIPALES CONCLUSIONES:
• Una de las conclusiones más destacadas del Informe Entorno 2009 es la constatación
de que la empresa española se ha estancado en materia de sostenibilidad. El valor
global del Índice Entorno Sostenibilidad (IES) para 2008 es de 50,7, es decir, 0,5
puntos por debajo del obtenido en 2005. Se mantiene una actitud reactiva de la
empresa española ante la sostenibilidad, centrada en el cumplimiento de sus
obligaciones legales, más que en la acción voluntaria como fuente de innovación y
diferenciación.
• En términos generales el IES no ha experimentado una evolución positiva,
disminuyendo en 8 puntos porcentuales el volumen de empresas proactivas. Sin
embargo, se ha producido un ligero incremento de empresas ‘excelentes’, que
suponen en la actualidad cerca del 5% del total, y una disminución, en casi 10 puntos
porcentuales de empresas negativas.
• COMPROMISO:
• El punto débil de las empresas españolas, según el IES, es la variable de
compromiso, que indica que no se implantan herramientas adecuadas para la gestión
de los aspectos sociales y ambientales, primando el enfoque correctivo sobre el
preventivo.
• En cuanto a la integración de la sostenibilidad en la organización de las empresas, y
aunque siguen existiendo departamentos específicos como el de calidad o medio
ambiente, aún son escasos los departamentos que gestionan la sostenibilidad de
forma integrada.
• Pese a este estancamiento se observa cierto avance en la integración de aspectos
puntuales de la sostenibilidad en las empresas españolas, como el mayor desarrollo
de tecnologías limpias, en especial las ligadas a la eficiencia energética, el uso de
energía renovables y el diseño de nuevos productos.
• COMUNICACIÓN:
• En materia de comunicación, la elaboración de informes de sostenibilidad o RSE
presenta una tendencia al alza. De hecho, su frecuencia ha aumentado en 21 puntos
porcentuales con respecto a 2005.
Este es el caso de Comunidad Valenciana o Asturias, con marcado carácter industrial, que
están lastrando el Índice Entorno de Sostenibilidad (IES) regional, siendo además, las dos
Comunidades Autónomas donde se ha producido un descenso más acusado.
Madrid destaca en esta edición, como la Comunidad Autónoma donde sus empresas tienen
un mayor compromiso global y aquella en la que el IES ha crecido más, mientras que
Cataluña y País Vasco mantienen sus niveles con respecto al anterior Informe.
Especial mención para la agricultura, que ha resultado ser un sector muy contradictorio en lo
relacionado con la sostenibilidad. En algunos aspectos, como la comunicación con los grupos
de interés, las actuaciones sociales e integradas, los beneficios intangibles obtenidos como
consecuencia de la gestión sostenible de la actividad, y las oportunidades derivadas del
cambio climático, es un sector muy activo, incluso líder. En otros, como la realización de
actuaciones ambientales y contra el cambio climático, inversiones y gastos, previsiones de
inversión e influencia de los factores impulsores, se sitúa en la última posición.
(VER CUADRO)
Según los datos de Entorno 2009, ha disminuido un 12% el número de empresas que realizan
inversiones en sostenibilidad y un 8% el gasto. Las áreas principales de inversión son la
prevención de riesgos laborales, la eficiencia energética y las energías renovables.
Además, sólo una de cada cuatro empresas (en torno a un 25%) señala su intención de
invertir en I+D durante el bienio 2008-2009, porcentaje que aumenta en el caso de la
eficiencia energética y las energías renovables, aspectos que tienen previsto abordar un tercio
de las empresas.
CONCLUSIONES CLAVE:
Las empresas españolas conceden una mayor importancia en su gestión a los aspectos
sociales frente a los ambientales, hecho que queda claramente reflejado en el descenso del
Índice Entorno Ambiental (IEA), --Índice calculado de igual forma que el IES, pero en el
que sólo se tiene en cuenta la dimensión ambiental de las preguntas que se consideran para el
IES (Nota: en la encuesta hay más preguntas que no se utilizan para calcular el IES e IEA)--
estando incluso por debajo de los valores obtenidos en 2005.
Este descenso tan significativo puede estar muy influenciado por la crisis económica actual,
lo que lleva a pensar que la gestión ambiental no ha sido incluida en el núcleo de los negocios
y no es, en la mayoría de los casos, identificado como una fuente de ventajas competitivas
(diferenciación de productos y servicios o ahorro de costes), sino como una respuesta a la
profusa legislación ambiental, principal factor impulsor.
Donde antes las empresas encontraban amplios beneficios, tanto tangibles como intangibles y
muy parejos en importancia, ahora se observan descensos significativos, de 20 puntos
porcentuales en el caso de los beneficios intangibles, y de 40 en los tangibles.
Son tres los factores que determinan la longitud de esta pértiga: la legislación, que continua
siendo el principal factor impulsor; la mejora de la imagen y la reputación; y un nuevo factor,
que no se había tenido en cuenta en ediciones anteriores: el compromiso de la Dirección,
que se ha revelado como determinante a la hora de impulsar políticas de sostenibilidad.
En cuanto a la altura del listón, éste se encuentra a un nivel más alto que en 2005, siendo los
principales obstáculos a salvar: la elevada inversión, --determinante en este momento de falta
de liquidez--; las dificultades técnicas, ligadas a los constantes cambios legislativos y la falta
de armonización legal entre las diferentes Comunidades Autónomas; y la ausencia de una
respuesta positiva por parte de los consumidores, en cuyas decisiones de compra sigue
primando el precio.
Según los datos del Informe Entorno 2006, el 60% de las empresas incurrieron en algún tipo
de gasto ambiental o social. En la actualidad, este porcentaje ha disminuido en 8 puntos.
Similar es la situación relativa a las inversiones, donde el porcentaje de disminución es de un
12%.
Como novedad, en la encuesta se han valorado los gastos en los conceptos de energías
renovables e I+D, situándose ambos en torno al 30%, dato significativo, a pesar de no contar
con datos comparativos de años anteriores, puesto que ambos están directamente relacionados
con la diferenciación de producto y el ahorro de costes.
Porcentaje de empresas que han invertido en aspectos ambientales y/o sociales. Destino
de las inversiones y rangos de inversión. Año 2007.
Una de cada cuatro empresas va a invertir en I+D durante el bienio 2008-2009, porcentaje
que aumenta en el caso de la eficiencia energética y las energías renovables, inversiones que
tiene previsto abordar un tercio de las empresas.
Aunque muchas empresas no se encuentran especialmente motivadas para afrontar el reto del
cambio climático, al estar inmersas en cierta confusión y desconocimiento sobre la
legislación que les aplica, un 74% identifican el cambio climático como una nueva fuente de
oportunidades empresariales.
Para ellas se representa como una nueva fuente de negocio basada en la innovación y el
desarrollo de nuevos productos y servicios. Además, se dan cuatro circunstancias clave que
pueden contribuir significativamente a avanzar hacia una economía baja en carbono: España
es un país fuertemente dependiente de las fuentes energéticas exteriores, por lo que el ahorro
de costes ligado a la energía constituye el principal factor impulsor para las empresas; la
legislación en materia de cambio climático ha aumentado en los últimos cinco años; y los
medios de comunicación se han hecho eco de las implicaciones que esto tiene para España, lo
que ha favorecido la información y concienciación tanto a nivel empresarial como social.
La crisis económica ha desatado una importante conciencia sobre el ahorro de costes dentro
de las compañías. España tiene un déficit, con respecto a los países de la OCDE, del 30% en
eficiencia energética, lo que nos da un importante margen de maniobra para mejorar nuestros
costes de producción.
La Administración Española debe reforzar sus políticas e instrumentos que fomenten no
sólo la creación de un tejido empresarial basado en una economía baja en carbono, sino una
política de I+D+i que fomente las fuentes de energía limpia y sus aplicaciones industriales y
sociales.
Según los datos de este Informe, sólo un 4,8% de las empresas pueden ser definidas como
excelentes.
¿Quiénes son? Son grandes empresas, que actúan en el mercado global, tanto en países
desarrollados, principalmente la Unión Europea, como en países en desarrollo, sobre todo
América Latina y los BRIC (Brasil, Rusia, India y China). Están principalmente enfocadas
hacia el cliente final y clientes corporativos, siendo las empresas cuyo principal cliente es la
Administración Pública las menos representadas, con un 11%. Están radicadas en su mayoría
en Madrid y Cataluña. Sin embargo no existe clara ligazón con algunos sectores
empresariales.
¿Cuáles son sus motivaciones? En general el tipo de motivaciones no varía con las
identificadas como prioritarias a lo largo del Informe, sin embargo, se detecta que para estas
empresas los factores impulsores son mucho más importantes que los limitantes, variando
sustancialmente la importancia que le dan a cada uno de ellos. Las empresas excelentes no se
encuentran tan influenciadas por la legislación, factor importante pero al que adelantan el
compromiso de la Dirección, principal factor, seguido de la reputación de la empresa y las
exigencias del mercado.
Sin embargo, estas empresas sí que están influenciadas por la presión que ejercen sobre ellas
los diferentes grupos de interés, factor que no tiene una especial relevancia para el resto de
las empresas, mientras que en éstas es uno de los principales, tanto a nivel global como en
materia de cambio climático.
¿Cuáles son sus actuaciones? Las empresas excelentes hacen uso de todas las herramientas
de gestión de la sostenibilidad que tienen a su alcance. Para ellas los sistemas de gestión
ambiental y de riesgos laborales no son un factor de diferenciación, puesto que alcanza casi a
la totalidad de las empresas, lo que las diferencia del resto, donde sólo un 40% lo tiene
implantado.
La implantación tan relevante de todas estas herramientas hace que las empresas excelentes
estén mejor preparadas para afrontar los retos ligados al desarrollo sostenible y mucho menos
vulnerables en un entorno cambiante.
Consecuencia directa de ello es el grado de inversión en conceptos ambientales y sociales que
existe entre estas empresas: un 75% declaran invertir, frente al 52% de la media, con unos
importes de inversión también superiores.
¿Qué beneficios obtienen? En este aspecto encontramos claras diferencias. El 95% de las
empresas excelentes obtienen beneficios tanto tangibles como intangibles, frente al 44% y
67% de la media. Para ellas la sostenibilidad es una fuente importante de diferenciación,
puesto que, junto a los beneficios clásicos ligados al ahorro de costes, empiezan a ser también
importantes la atracción de inversión y el aumento de contratación con las Administraciones
Públicas, y algo fundamental para el tejido empresarial español: el incremento de la
productividad.
RECOMENDACIONES:
Llegar a ser una empresa excelente o proactiva es un proceso complejo, que depende de
factores internos (compromiso, herramientas, organización, etc.), de externos (normativa,
presión de las partes interesadas), sector al que pertenecen o marco geográfico en el que
operan.
Para alcanzar este grado de madurez del mercado son necesarios cambios significativos, que
pueden acompañar a los ya de por sí necesarios, en este momento económico.
• Establecer pautas que primen los resultados en el medio y largo plazo, basándose en
análisis de riesgos donde queden incluidos los aspectos ambientales y sociales.
• Desde las instituciones financieras proporcionar información clara y precisa a los
inversores sobre los riesgos de no invertir con criterios de sostenibilidad.
• Establecer condiciones favorables, tanto en créditos como en las primas de seguros,
para aquellas empresas que acrediten una disminución de sus riesgos ambientales y
sociales.