Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Philippe Leymarie
El Diplo
Beirut, Mogadiscio, Grozni, Mitrovica, Kabul, Abiyán, Gaza… Tres cuartos de los
conflictos se desarrollan hoy en día en centros urbanos, en medio a las
poblaciones, cuando no en contra de ellas. Las doctrinas, las tácticas y las
estrategias militares sufren transformaciones y se desdibujan las fronteras entre
defensa y seguridad.
“Nunca hubiera imaginado entrenarme un día en un campo que sirvió antes a mis
antiguos adversarios –sonreía, en noviembre de 2007, el coronel francés Pierre
Esnault–. El Muro realmente cayó…”. El coronel comandaba en ese momento el Primer
Regimiento de Tiradores de Epinal (Vosges, Francia), en ejercicio en Altengrabow,
una antigua base soviética situada a 60 kilómetros al sur de Berlín que había
funcionado como campo de prisioneros durante la Segunda Guerra Mundial.
Abandonados, invadidos por la vegetación, algunos monumentos celebran allí la
marcha victoriosa del Ejército Rojo sobre la capital alemana. Con sus
interminables filas de cuarteles desafectados que se extienden sobre más de 8 km 2
, este campo, hoy administrado por la Bundeswehr, es el único en Europa que puede
servir de teatro a un ejercicio de gran amplitud en un medio urbano.
Aunque habían sido debidamente advertidos, los berlineses –que desde principios de
los años ’90 no asisten al espectáculo de una ocupación militar– quedaron
estupefactos ante un despliegue tan masivo de soldados franceses: 1.500 hombres,
450 vehículos –un centenar de blindados–, decenas de helicópteros y aviones,
destacamentos de fuerzas especiales, de inteligencia militar, e incluso de
cinotécnica (perros), enviados durante tres semanas a 900 kilómetros de sus bases
en el este de Francia, para librar una “Batalla de Rosenkrug”, que simulaba la
recuperación de una importante localidad.
“Arrasar ya no es aceptable”
A partir de 2005, el “mandato Azur” (Acción en Zona Urbana) impuso a dos grandes
brigadas de combate del ejército terrestre francés “reforzar su capacidad para
actuar en zonas urbanas, cualquiera sea la intensidad del combate, y al mismo
tiempo llevar a cabo operaciones humanitarias en beneficio de la población, ante
un adversario cuyo armamento y modos de acción son cambiantes”, una directiva que
se extendió, a partir del año pasado, al conjunto de las brigadas, obligadas ahora
a familiarizarse con el combate en “zonas habitadas”.
En línea con las guerras mundiales del siglo XX y el conflicto “Este-Oeste”, los
ejércitos habían sido diseñados para batallas en llanuras, en terrenos despejados,
es decir, vastas extensiones principalmente rurales con “frentes” que se
desplazaban según los avances o retrocesos de las unidades de infantería, apoyadas
por los carros blindados, la artillería y los cazas aéreos. “Durante los 45 años
que siguieron a la rendición de Alemania, señala el general Yves Jacops, ex
comandante de la Escuela de Aplicación de la Infantería, generaciones de soldados
prepararon la guerra total: el Pacto (de Varsovia) contra la Alianza (Atlántica).
La guerra urbana era prácticamente inexistente. En los reglamentos de infantería,
se hablaba púdicamente de ‘combate en localidades’” (1).
La situación ha cambiado, explica otro oficial: “Los nuevos modos de acción deben
minimizar los daños colaterales. En primer lugar interviene el ejército, para
calmar el juego, pero luego debe pasar lo más pronto posible la posta a la policía
y a las instituciones civiles: no nos interesa romper lo que mañana a la mañana
debemos reconstruir”.
Las operaciones de contra-insurrección en Irlanda del Norte desde los años 1960, y
el mantenimiento de la paz en los Balcanes en los años 1990, dieron lugar a
“útiles experiencias” para las tropas británicas enviadas estos últimos años a
Afganistán e Irak. En Francia se reforzaron los efectivos de las compañías de
infantería; ahora las acciones se llevan a cabo en equipos “interarmas”, con apoyo
de tanques e ingenieros zapadores, ya que todos los infantes se desplazan bajo
blindaje y cada uno dispone de una radio y de un medio de visión nocturna (7).
Nuevas armas, hasta ahora reservadas a las fuerzas de seguridad, hacen su
aparición en las unidades de infantería. Los equipos individuales “Felin” (Soldado
de infantería con Equipo y Enlaces Integrados, según su sigla en francés) llamados
“del infante del futuro”, estarán mejor adaptados al combate en las ciudades que
los viejos equipos (8).
Para enfrentar los cohetes y los “Improvised Explosive Devices” (IED, aparatos
explosivos improvisados), convertidos en un modo de acción corriente de los
insurgentes en Irak y en Afganistán, especialmente en zonas urbanas, se instalaron
procedimientos reflejos para evitarlos, y se reforzaron los dispositivos de
detección. A partir de este año, una parte de los vehículos con delantera blindada
(VAB) y de los vehículos blindados ligeros (VBL) dispondrán de visión panorámica,
de protecciones blindadas suplementarias y de un armamento teleoperado, con el fin
de limitar la exposición de los combatientes en los techos de los vehículos. Las
condiciones de empleo en medios urbanos de algunos materiales provenientes de los
enfrentamientos de la Guerra Fría –como los tanques pesados tipo Leclerc de 56
toneladas– también fueron repensados, al igual que las técnicas de apoyo cercano
por vía aérea, con un empleo privilegiado de helicópteros y –cada vez más– de
drones (aviones automatizados sin piloto).
Mezcla de géneros
El Joint Readiness Training Center (JRTC) de Fort Pol, puesto en servicio en 1993,
en Luisiana, se abrió para un entrenamiento interarmas en un marco urbano
reconstituido de 56 kilómetros cuadrados que, sin embargo, es considerado por
algunos expertos como “minúsculo en relación con lo que implicaría un operativo
real”. Y aunque el JRTC incluye no combatientes en el programa de entrenamiento,
“esta innovación sólo hace aflorar la complejidad de las operaciones urbanas
futuras”, según un ex teniente coronel (11).
Mientras algunos expertos temen una mezcla de géneros, e invitan a los militares a
no equivocarse de oficio, la anexión de la antigua Gendarmería Nacional al
Ministerio del Interior de Francia, desde el 1 de enero de 2009, ilustra el
“desdibujamiento” creciente de las fronteras entre defensa y seguridad.
11 Teniente coronel Robert R. Leonhard, “Sun Tzu’s bad advice: Urban Warfare in
the Information Age”, Army Magazine, Washington, abril de 2003.
C E N C O A L T