todos aquellos que no podamos pagarnos los estudios.

En todo el
país, las protestas contra el Plan Bolonia son cada día mayores:
se multiplican las asambleas de centro, las manifestaciones,
concentraciones, encierros, etc… Tampoco podemos olvidar la
lucha y el ejemplo de nuestros compañeros europeos. Especial-
mente en Grecia, donde los estudiantes universitarios (apoyados
por una gran masa de personas que está sufriendo los recortes
sociales como consecuencia de la crisis) están llevando a cabo
una lucha, que dura más de un año, para impedir la implantación
del Plan Bolonia. Los estudiantes griegos, gracias a su toma de
conciencia, su organización, su tenacidad y capacidad de lucha,
han conseguido el aplazamiento de dicho Plan; y es muy probable
que acabe por no aplicarse.

Podemos luchar y ganar. Los estudiantes nos hemos enfrentado

a situaciones peores y las hemos superado. No es momento de
abandonar y caer en la desidia, sino de luchar y de decir:

¡NO A BOLONIA!

¡POR UNA EDUCACIÓN PÚBLICA, LAICA Y DE CALIDAD!

¡ESTUDIANTE, ORGANÍZATE Y LUCHA!

El 29 de Enero de 2009 tendrá lugar en nuestra ciudad la próxi-
ma manifestación contra el Plan Bolonia. Desde el comienzo del
curso académico, la organización Estudiantes Progresistas está
llevando a cabo una labor de información y movilización contra
las reformas universitarias que traerá consigo dicho plan.
Algunas de las medidas que este plan pretende imponer en el
sistema educativo de la Universidad son la sustitución de diplo-
maturas y licenciaturas por un grado de una duración de cuatro
cursos. En este grado, sólo los dos últimos cursos contendrán
formación específica sobre la carrera que se vaya a estudiar.
Por tanto, los conocimientos que adquiriremos los estudiantes
serán ínfimos. Al término del grado, si queremos “saber más”,
resultará obligatoria la realización de un Master, cuyo precio
oscilará entre los 1.500 y 3.000 euros.
Otra novedad será la aparición de las “becas-préstamo”, dadas
por los bancos, las cuales se compaginarán con las tradicionales
becas del Ministerio de Educación (que serán sustituidas por las
primeras, a largo plazo). Además, puesto que el Plan Bolonia se
enmarca dentro del sistema neoliberal, los distintos gobiernos
de la UE pretenden que la financiación estatal a las universida-
des se vaya sustituyendo por la financiación de las empresas.
Las multinacionales tendrán cada vez un mayor control sobre los
centros universitarios, modificando los planes de estudio y eli-
minando asignaturas y carreras que no consideren útiles para
sus intereses.
Son muchas las reformas y consecuencias del Plan Bolonia, al
cual se muestran favorables tanto el PP como el PSOE. Por
ejemplo, el hecho de que sea obligatoria la asistencia a clase pa-
ra poder aprobar. De esta forma, las personas que compaginen
estudios y trabajo no podrán entrar en la Universidad, convir-
tiéndose ésta en un lugar elitista al que sólo podrán acceder,
casi exclusivamente, quienes dispongan de rentas elevadas.
La manifestación celebra en Huelva contra el Plan Bolonia el pa-
sado 13 de noviembre de 2008 fue todo un éxito. Fueron un mi-
llar los asistentes (alumnos de Bachillerato, ESO, universita-
rios, padres, profesores) que reclamaron una educación pública
y de calidad, y una Universidad a la que puedan acceder los hijos
de los trabajadores, frente a los planes de la UE y del gobierno
español de pretender mercantilizar un servicio básico y funda-
mental. Éste debe ser el camino a seguir. Deben continuar las
movilizaciones, y los ciudadanos debemos elevar la voz para exi-
gir nuestros derechos, ya que nuestros gobernantes no nos han
preguntado cuál es el sistema educativo que deseamos. No de-
bemos aceptar más imposiciones.
En este momento de crisis capitalista, los estudiantes no somos
los únicos perjudicados por un sistema que beneficia a los inter-
eses de bancos y grandes empresas (mediante inyecciones de
dinero público en las entidades bancarias y en sus negocios, le-
yes injustas, etc…) frente a los obreros, desempleados, pensio-
nistas, y todas las personas humildes que sufren día a día los
efectos de esta grave crisis. Por ello es necesario que la lucha
estudiantil se solidarice, y también reciba el apoyo solidario de
la gran mayoría de la sociedad.
Nosotros, estudiantes de Ciclos Formativos, Bachillerato, ESO
y Universidad, no podemos permitir que nos sean impuestas re-
formas educativas que beneficiarán a los más ricos y atacarán a