Conspiraciones Jorge Komadina Es una ley de hierro de la poltica: un gobierno acosado por conflictos siempre denuncia una conspiracin,

una trama oculta, una telaraa. Hablo de denuncia, no de revelacin, porque la eficacia poltica de tal imputacin radica justamente en su misterio, nunca del todo descubierto. Hay pues una atmsfera o una imaginacin novelesca en esas situaciones. No me sorprende en absoluto; de hecho, el complot de Estado, la intriga, es un gnero literario emparentado con el cuento y la novela policial. Para Ricardo Piglia la ficcin novelesca en algunos textos de Roberto Arlt, de Jorge Luis Borges y de Macedonio Fernndez gira en torno al complot, que seria un punto de articulacinentre prcticas de construccin de realidadalternativas y una manera de descifrar ciertofuncionamiento de la poltica. Las viejas novelas de Eugene Sue y Alexandre Dumas como las contemporneas de Umberto Eco (por ejemplo El Cementerio de Praga y El Pndulo de Foucault) ) tienen el mismo objeto y procedimiento. Otros afirman que la conspiracin malfica es un mito y no una literatura. Raoul Girardet, por ejemplo, analiza los grandes relatos de complots (judo, masnico, jesuita) para encontrar elementos invariables, repeticiones, estructuras narrativas; ms all de sus variaciones y paradojas en estos relatos nada es aleatorio, todos los hechos, no importa su naturaleza, son reducidos, mediante una lgica implacable, a una y misma causalidad. As, las denuncias ms inverosmiles adquieren de pronto un sentido y sinapsis, a saber: las denuncias del presidente venezolano sobre la induccin de la enfermedad en los mandatarios progresistas de Latinoamrica. Karl Popper ha desarrollado otra teora. El complot es una variante del tesmo antiguo, la creencia en dioses que intervienen caprichosamente en el curso del mundo y en la vida de los humanos. Si suprimimos a los dioses quedan los grandes titiriteros: las oligarquas, los imperios, los banqueros, los judos o las iglesias. En todo caso, resulta sorprendente el hecho que connotados pensadores marxistas bolivianos sacrifiquen el refinado anlisis estructural del marxismo, donde el conflicto social est siempre sobre-determinado por una complejidad de causas, por los lugares comunes y simplezas de la sociologa del complot.