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DE MUJERES Y MILAGROS Es mejor pensar el mundo como un milagro dentro de otro, por ejemplo vivir adentro de alguien, tomar

el primer alimento de su propio cuerpo. Todos somos esa maravilla que lleg al mundo gracias una maravilla todava mayor: la mujer. Ella, que es todas las mujeres de la tierra, llena de imgenes la vida. Nos ha dado el cobijo de una matriz. Nos ensea que la ciudad, las calles por donde caminamos, las casas que habitamos, son otra matriz contagiada de su sonrisa, de su amor, de su lucha por seguir el camino. Estas palabras imitan algo de su fe; pintan cada hora con sus colores. Estos minutos corren al ritmo de sus latidos. Ella nos ensea las primeras palabras, las ms importantes, no las que repetimos cuando somos nios ni las que escribimos por primera vez en una hoja de papel; sino esas palabras silenciosas, cuando acerca su cara a la nuestra y nos deja en los ojos el significado de la vida, cuando deja su voz como un eco dulce en nuestros odos, cuando nos invita de su cario porque nos acepta a su lado. Con estas palabras (que todos hemos dicho alguna vez) le devolvemos un poco del milagro que ella nos brinda cada da, le regresamos un poco de la vida que nos ha dado por siempre. En cualquier poca, triste o feliz, es mejor pensar el mundo como un milagro dentro de otro.

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