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Familias monoparentales
«Cuando la vida te envía limones,
haz limonada», una frase de Dyer
que se ha convertido para mí en
una forma de vida durante los dos
últimos años. Tras tomar la deci-
sión más dura y, sin duda, la más
valiente de mi vida, levantarme
cada día es siempre un motivo de
alegría y de esperanza. Los desa-
fíos y las dificultades siempre ha-
cen aflorar lo que verdaderamen-
te somos y he aprendido tanto de
esta experiencia y de mi nueva vi-
da con mis dos hijos que, desde
esta carta, quiero lanzar un men-
saje de bptimismo: cuando esco-
ges cómo quieres vivir, tienes una
fuerza arrolladora para afrontar
lo que venga. Lo que cada día in-
tento enseñar a mis pequeños es
que solo hay un camino que per-
mite dormir a gusto: esforzarse
honestamente día tras día. Siem-
pre se cosecha lo que se siembra,
no hay atajos.
Clara Guillén Subirán
Zaragoza
Teatro Che y Moche,
nominado
El 4 de febrero se entregaron en
Sevilla los Premios Max de Teatro.
La organización tiene un apartado
denominado Mejor Espectáculo
Revelación, que se otorga para dar
a conocer obras de calidad que so-
lo giran en el ámbito autonómico.
Este año fue nominada para el
Max la compañía aragonesa Tea-
tro Che y Moche, con su obra Oua
Umplute. No consiguió el premio,
que finalmente se llevo la compa-
ñía madrileña Quintana Teatro.
Como aficionada al teatro y, sobre
todo, al de mi tierra, felicito a Che
y Moche por su nominación y pre-
gunto a mi querido HERALDO
por qué no ha hecho ni una pe-
queñica referencia a este hecho,
como si el premio Revelación no
existiese. Pero existe, que bien
contentos recogieron su manzana
los componentes de la compañía
madrileña. Gracias teatreros por
los buenos momentos que nos ha-
céis pasar.
Milagros Fernández Villar Zaragoza
NoaYesa
Una vez más la sinrazón y la fal-
ta de escrúpulos se ceban en el
Camino de Santiago, en el Patri-
monio de la Humanidad, en lo
más enraizado de los sentimien-
tos de millones de peregrinos de
todo el mundo que llevan en su
corazón el recuerdo de lo que fue
su transitar por tierras aragone-
sas, camino de Galicia. Una vez
más se trata de pasar por encima
de Leyes, pueblos, sentimientos y
vidas con unos pretextos de su-
puesto desarrollo falsos y tortice-
ros. No señores, no. No se trata de
anclarse en el pasado, no se trata
de poner trabas al desarrollo, se
tré\ta de dignidad y de memoria,
de historia y de Patrimonio mate-
rial e inmaterial, se trata de su-
pervivencia para unos pueblos
minoritarios pero dignos que
quieren hacer desaparecer, y con
ellos el rastro de un camino mile-
nario que ha sido reconocido co-
mo Patrimonio indestructible por
Europa. Y no es que no haya que
crecer, no es que no haya que de-
sarrollarse, es que sobran los
puertos deportivos donde no hay
agua, los campos de golf, los Ma-
croproyectos de Parques Temáti-
cos del Juego y del derroche. Y es
que el precio a pagar es la desa-
parición de pueblos, de vidas, de
haciendas y de memoria, es la
destrucción de un trazado prote-
gido, es la sinrazón elevada a la
máxima expresión. Les rogamos
que todo lo proyectado no siga
adelante, ahora que estamos a
tiempo,
Ramón Aguirre Herrada Huarte (Na-
varra)
Hilillos de plastilina
Estos días pasados hemos vuelto
oír hablar a José Blanco de los hi-
lillos de plastilina del Prestige.
Con la que está cayendo... El paro
crece, por primera vez desde ha-
ce años el mercado inmobiliario
se hunde, la Bolsa también, la in-
flación está disparada, en Europa
nos ningunean, los nacionalistas
están más envalentonados que
nunca, no sabemos si el Presi-
dente tiene o no intención de vol-
ver a hablar con los etarras... y D.
José vuelve a referirse la plastili-
na del Prestige. Calla, por su-
puesto, sobre los muertos del in-
cendio de Guadalajara. Y omite
cualquier referencia al informe
de la Universidad de Santiago que
concluye que la decisión adopta-
da por el Gobierno de Aznar so-
bre el Prestige era la más sensata
entre las posibles y que las pro-
puestas del PSOE: llevar el petro-
lero, escorado y a punto de par-
tirse, a las rías de Vigo o el Ferrol
suponía un riesgo del 98 de ca-
tástrofe que hubiera multiplicado
cientos de veces las consecuen-
cias. Pero D. José Blanco calla to-
do eso, lo que hubiera sucedido si
hubieran gobernado ellos.
José Luis García Fernández Zaragoza