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CAPERUCITA ROJA Y LA CASA EMBRUJADA

Había una vez una niña llamada Hannah Montana, pero le dicen Caperucita roja, la mamá de Caperucita la mandó a darle a su abuelita unos pastelillos de limón. Ella obedeció a su mamá y fue al bosque, donde de repente un lobo le quitó el canasto, Caperucita salió corriendo y se metió a una casa abandonada. De repente al rincón de la pieza había una sombra y se movió hasta que

Caperucita grito y grito hasta que salieron muchos murciélagos, Caperucita se tranquilizó. Caperucita subió al segundo piso a ver si había algo para comer en el

refrigerador, al final de él había un frasco, sacándolo lo abrió y ella creyó que era un dedo humano pero era un pepinillo. Caperucita subió al tercer piso, donde ahí se acostó en una cama pero no tenía sabanas ni almohada y se acostó hasta la mañana para salir de la casa.

Ya es de mañana Caperucita salía de la casa, vió al lobo y tomó una rama y empezó a pegarle al lobo hasta que soltó el canasto, Caperucita tomó el canasto y corrió y corrió hasta que llegó a la casa de su abuelita y le pasó el canasto con pastelillos, su abuelita le dió un abraso y después llamó a la mamá para que viniera a buscar a Caperucita, vino su mamá y se la llevó, dándole un gran abrazo y le dijo ¡Qué te paso!, cuéntame todo Caperucita, ella no dijo nada y le dió un apretado abrazo.

FIN

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