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INTRODUCCION
“Teatro” es una palabra de significado ambiguo. Ve-
remos que, en principio, fue usada por los griegos para
designar la graderia desde la cual se asistié (thedomai, veo)
a la representacién dramdtica, y también designé al pii-
blico que se sentaba en ella. Después se extendid a todo
el edificio destinado a la representacién; y en Atenas se
dijo: ef teatro de Dioniso, como hoy se dice en Rom
el teatro Quirino, Mds tarde Megs a significar la obra
—literaria o musical— para representar en él; y se dice: el
teatro de Alfieri, 0 sea, sus tragedias: el teatro de Verdi
9 sea, sus melodramas. Por iiltimo se adopté para indica
cualquier forma de espectdculo (de spectare, mirar); se
dice, sin mds: el teatro de la guerra,
El Teatro en sentido lato podria, pues, definirse: la
comunién de un piiblico con un espectaculo viviente. Por
una parte, un piiblico de espectadores: espectadores en
plural, no en singular. Solamente un loco como él rey
Luis de Baviera ha podido querer espectéculos teatrales
ejecutados para él solo. El Teatro se dirige, por su natu-
raleza, a una colectividad: Bergson ha dicho que “no se rie
a solas”; para reir, hay que estar en compaitia; y esto vale
bara el teatro cémico. Pero también el Uanto, la emocién,
0 cualquier forma de interés, en el teatro, son de natura-
/ lezqa colectiva, Por esto se va al teatro en compaiiia, o se
busca la compafita en el lugar. aunque sea de desconoci
dos. Y por esto la gente sencilla tiene tanta aficién alve T TFS U Ta)
2h INTRODUGCION
Teatro, ld gente que necesita divertirse en comin; por estd
Io menosprecian los aristdcratas y los snobs, invariablementy
descefiosos ¢ individualistas. Para el desdefioso Sécrates, If
| Tragedia no era mds que “una composicidaretdrica pan
Lun piiblico de muchachos, mujeres y hombres, en el q
los esclavos se mezclaban confusamente con los hombrd
libres”. Quien, mds de veinte siglos mds tarde, formulé J
despreciativa sentencia: “reunid en una platea quinient
«personas de la inteligencia del sefior Rousseau y del ingg
nio del sefior Voltaire y tendréis como resultado la mentq
Tidad de un portero”, ha dicho algo cierto o falso, pem
que en todo caso presupone un cardcter fundamental d
Teatro: el de ser ofrecido a-una colectividad,
Y por otra parte, un espectdculo: pero espectdculo
viente. No los mufiecos inméviles del belén; ni tartpog
sombras en movimiento, No son teatro las peliculas fold
gréficas que, elaboradas de una vez para siempre fuel
de la vista del piiblico, y confiadas definitivamente a, ui
méquina como la del cinematégrafo, podrdn ser proy
tadas tantas veces como se quiera, siempre idénticas, ing
terables ¢ insensibles a la presencia de quien las verd.
Teatro quiere al actor vivo, y que habla y actiia calenté
dose al contacto del piblico; quiere el espectdculo- sin
cuarta pared, que cada vez renace, revive y vuelve a ma
fortificado por la aprobacién o combatido por la hostilid
de todos los oyentes participes, y en algiin modo colal
radores.
Desde este punto de vista, quien ha llamado “teat
ala presencia de una multitud en un partido de futbol
estado menos lejos de la verdad que el que, en su prete
dida historia del Teatro, ha insertado una parte qu
refiere al Cinematdgrafo. a
INTRODUCCION a
‘
fico; es
Ciertamente es teatro un espectdculo core
teatro el Uamado espectéculo de variedades; hacen tea
tro las cupletistas y los prestidigitadores; también hacen
teatro los acrébatas y los payasos; y no hay que sorprenderse
i tantos historiadores han incluido en la historia del Teatro
1a del Anfiteatro, sea, del espectdculo que se orece en la
arena, en el circo y otros lugares semejantes, de gladia-
gimnastas y jinetes, toreros y domadofes
de fieras, Pero el asunto de este libro tiene limites mucho
max restringidos y definidos. Sélo quiere hacer ia historia
del Teatro-principe: el Teatro dramdtico. Es cecir, una
jorma de arte, de representacién, Los soldados ex una pax
rada, los jugadoré de fiitbol en un estadio, los juglares y
acrébatas, los toreros y los jinetes, no represertan nada:
frecen espectéculo, si, pero de ellos mismos; ofrecen al
aunque arreglada, auténtica, En cam-
una ficeién:
dores y juglares,
0 uma verda:
bio los actores del Teatro dramdtico ofre
representan otros personajes, ambientes, vicisi
sumen, se proponen hacer arte.
Conviene ahora advertir en seguida que esta forma de
arte cuenta entre las mds discutidas y criticadas, entre las
més despreciadas y las més exaltadas: apoyada, en cierto
ntido, en absurdos estéticos y practicos, cuyo alcance es
facil descubrir; y, desde otros puntos de vista, ar:ada, ado-
rada, proclamada sublime, como quizé ninguna otra forma
de arte, en siglos brillantes y en siglos negros, en paises de
civilizacién magnifica y en lugares de barbariz infantil, Es
aquel teatro que desde hace dos milenios y medio se pro-
bone todos los dias la empresa imposible de traducir el
cen
uGes; en TeoINTRODUCCION
suefio en realidad concreta; que pretende sacar la creacié
de un poeta de las paginas en que ésta vive su vida idea
y ya perfecta con el muy admirable y loco propésito de
| transportarla materialmente ante los ojos del piiblico; aquell
Teatro, en suma, donde el Verbo toma carne. Y donde, port
esto, la Palabra es madre y soberana: desde que en él dia
rectores de escena, actores y aparato escénico no tienen, 6
no deberian tener, otra tarea que ésta, de ilustrar y dat
valor a la Palabra reina: Precisamente todo lo contrario™
~ del Cinematégrafo, que esencialmente es Visién comenta-
-gla de la palabra, el Teatro dramético es Palabra comen4
tada por a visién.
Todos los libros y todos los manuales repiten que loi
origenes del Teatro en general y del Teatro dramdticd
en particular son “religiosos”. Pero conviene entenderno.
sobre el significado de este vocablo. No es el mismo signi}
ficado que nosotros, crstianos, le damos hace veinte sighs
se refiere simplemente a su etimologia. Religio quiere deci |
vinculo, ecclesia significa asamblea: “religioso” y también
“eclesidstico” es, pues, el Teatro simplemente por esto, quel
es una forma de arte viviente de la comunién con un alma
colectiva: el alma (ya lo hemos dicho) de un pttblico, Es
cierto quia la asamblea joy eteslencia, aquelie en. gull
la multitud se siente mds una, dirigiéndose concorde a lag}
Divinidad, es la asamblea del culto; y, por consiguiente, en |
los origenes del Teatro se encuentran casi siempre los ritos4|
de la prictica religiosa, Pero se cometeria un gran error]
refiriendo sin mds esta palabra “religién” a los conceptos
de austeridad, recogimiento, elevacién espiritual, que para
nosotros cristianos son obvios, En muchos pueblos, precris-
tianos 0 no cristianos, estos conceptos no estén precisa
mente vinculados a la idea de “religién’”. Ha habido
INTRODUG!
xy cultos que no excluyen la broma, la burla, la carna-
‘dad, la obscenidad; antes bien, a menudo consagraban
» consagran la obscenidad. En este caso la figura del sa-
cerdote, 0 del que de algiin modo participa en un rito
sagrado, puede confundirse con la que a nosotros, cristia-
nos. nos parece lo opuesto ala misma: el histrion y el bufén
callejero.
Sélo con el tiempo, al afinarse la civilizacién, se hace
distincién entre una y otra figura, y entre aquel teatro que
husca la aprobacién del piiblico suscitando sus sentimien- ,
os mas elevados, y el que, por el contrario. trata de obte-
nerla con el facil medio de estimular los instintos més
bajos de la multitud "No se trata tanto de d i,
diferentes como de dos actitudes opuestas del espiritu hu-
mano; la primera se ha reflejado a menudo, no siempre,
enel a trae Ia segunda en el drama cémico. Las
dos méscaras de la Tragedia y de la Comedic. que hace
mds de dos mil aiios asumicron el papel de simbolizar este
expresan dos
éneros’
drama trégico,
dualismo, no son una cosa convencional:
calidades diversas,
Surge aqui la pregunta: ¢quién fue primero en el Tea-
tro dramdtico, el autor o el actor? Pregunta vieja que se
parece extraiamente a la que suele hacerse sobre la pre-
cedencia entre el huevo y la gallina, Una vez, un famoso
director de nuestro tiempo, a quien un periodista habia
preguntado qué era el Teatro, respondid: “Dos saltimbam-
quis se abren paso entre la gente en una plaza, extienden
en el suelo un tapete, 0 no extienden nada, y empiezan a
dialogar; esto es el Teatro.” Asi, pues, sélo dos elementos,