Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
No me puedo imaginar a un docente de preescolar triste, sin alegra, sin creatividad, refunfun, impaciente. Adems de todo el entrenamiento pedaggico que necesita para ensear las letras, es imprescindible que sea carioso, sensible, tierno, curioso, con las antenas bien levantadas. Que le haya perdi miedo al ridculo y est dispuesto a gatear, a cantar a todo pulmn, a emitir sonidos escalofriantes y extraos; a llenarse de lodo si es necesario, de risas y de magia. Que est dispuesto a jugar porque el juego, definitivamente, es el punto de encuentro con los nios y con nosotros mismos. En el jardn de nios, se puede abrir el apetito de los infantes para volverse cientfico, artistas, tcnicos, profesionistas, en fin, la posibilidad de salir al encuentro de su vocacin. O pueden llenarse de miedos, de vergenza, de tabes y limitaciones que arrastrarn el resto de su vida. El juego como una actitud de vida est en todas partes, incluso como tema para otro artculo, en nuestras relaciones amorosas; dejarlo fuera es aceptar que el amor es aburrido, rutinario y sin una pizca de imaginacin. El juego, ms all de una forma pedaggica, es una opcin de vida, una actitud que nos enriquece y fortalece permitindonos relacionarnos con los nios, con nosotros mismos y con el universo.