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El Halcn Esta maana el halcn se elev sobre el prado y sobrevol el lagose pos sobre la pequea copa negra de un pino

muerto, alerta como un almirante, su perfil agraciado con patillas de color humo, y yo dije: recuerden que esto no es algo del fuego rojo, esto es el puo del cielo soltando muerte y destruccin, y el halcn aferr un exquisito pie a una ultima ramita para mirar ms en lo profundo de los amarillos juncos bordeando el agua y yo dije: recuerden el rbol, la cueva la blanca lila de la resurreccin y ah fue cuando simplemente levant sus dorados pies y flot en el viento, inflando el pecho y luego planeo alrededor del lagotodo el tiempo sus ojos estuvieron atados mas fuerte que el amor en algn nfimo temblequeo entre los amarillos juncos- y luego pareci retorcerse alto en el cielo, y luego se transform en una lanza blanca, y cay.

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