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En primer lugar debemos aclarar que los elementos compositivos pueden ser analizados de dos
aspectos aparentemente contrarios, como elemento conceptual y como elemento formal, pero
que facilitan el análisis y la compresión del comportamiento de cada uno de estos en la
composición.
Los elementos conceptuales, no pertenecen al plano real, sino al plano de las ideas, por lo tanto
no son perceptibles por los sentidos, sin embargo es posible que estén relacionados con una
actitud o un comportamiento, siendo capases de influenciarnos.
Por otro lado, los elementos formales, son visibles y tangibles, por lo tanto tienen forma y pueden
ocupar un lugar en el espacio.
El punto
Como elemento formal no posee largo, ancho y dirección, de tamaño pequeño y forma simple.
Como elemento conceptual, es capaz de marcar un principio y un fin, determinar una posición o
referencia, posee una fuerza visual de atracción, que en ocasiones es capaz de provocar organizar
elementos a su alrededor.
La línea
Como elemento formal posee solo una dimensión, su longitud, se origina al darle movimiento al
punto, su espesor puede variar pero siempre su longitud será mucho mayor.
Como elemento conceptual posee dirección y provoca tensión, es capaz de unir, asociar, rodear, o
cortar elementos, articulando planos o determinando límites. Además una línea vertical insinúa
equilibrio, por otro lado una línea horizontal, denota reposo, estabilidad, y una línea oblicua,
inestable y en movimiento constante.
El plano
Como elemento formal tiene largo y ancho, no necesariamente limitados por líneas, pueden tener
formas geométricas, orgánicas - irregulares, etc.
Como elemento conceptual posee una posición y dirección, es usado como un marco de
referencia, donde se dan las relaciones entre otros elementos.
El volumen
Como elemento formal posee, ancho, largo y alto, compuesto por puntos, líneas y planos, puede
ocupar un lugar en el espacio al ser solido, o virtual al ser definido por elementos que inducen a su
existencia.