PAULO FREIRE Y LA PEDAGOGÍA DEL OPRIMIDO

Por NEIDO GUTIERREZ GARCIA

Utopías y realidades para crear un método de alfabetización para los pobres de Latinoamérica y el
mundo en la década del los 60 del siglo XX

Reflexiones necesarias:

Las utopías como idealizaciones humanas de un mundo deseado, están por encima de la realidad
misma, pero estas se convierten en un motor que impele ruedas enormes y colosales, en donde ellas
marchan hacia la construcción de mundos posibles, mundos que en ocasiones se encuentran
representados en conjuntos incalculables de seres humanos que por condiciones particulares se ven
desprovistos hasta de los sueños mismos.

El vislumbrar un “método” de trabajo en primera instancia, pero que en su interior lleva consigo un
grito de protesta contra las injusticias, las desigualdades, las mezquindades entre otras, no es tarea
fácil, simboliza una lucha frontal desde lo ideológico a una visión equivocada de la vida, a un
modelo de sociedad inequitativa desde la conducción misma del Estado y en esencia a una falta de
amor por los demás.

Representa una gran osadía –o un gran compromiso con los pobres- enfrentarse a un estado de cosas
en los años 60 y 70 en Brasil y Latinoamérica, utilizando un instrumento llamado educación,
manejado directamente por el Estado que se garantiza la perpetuidad del mismo en el tiempo y el
espacio, o en su defecto delegado a un aliado de antaño como lo representaba la Iglesia Católica
quien le garantizaba la continuación de lo mismo.

De manera ingeniosa, novedosa y creativa, el maestro Paulo Freire, inicia su periplo ideológico y
su compromiso con los pobres, redefiniendo métodos, metodología, conceptos, concepciones de
vida, educación, escuela, a tal punto que en este momento de su vida debate el problema educativo
no desde el currículo mismo, sino desde la estructura política e ideológica que lo sustenta, para
llegar a la conclusión, que seguir nutriendo educacionalmente a los aprendices con las reglas de
juego imperante es seguir recorriendo los caminos equivocados en los cuales se ha transitado por
siglos sin que hasta el momento se hayan resueltos problemas en la educación, o en la sociedad
misma.
Iniciar el debate desde la estructura política e ideológica, obliga a quienes por centurias se han
beneficiado con ello a emerger de su posición –y entrar en un terreno nada fácil para ellos- puesto
que deberán en últimas responder por los desaciertos en los ámbitos sociales, culturales,
económicos, políticos, que han tenido y ahondar en la nueva estructura propuesta, la cual renuncia a
las migajas acostumbradas, para desgarrar desde adentro lo que por derecho propio les corresponde.

Aproximaciones al método Freire

Descripción.

Leer y escribir en una población adulta + conciencia social, mediados por el diálogo sujeto – sujeto

en una nueva manera de abordar el proceso enseñanza aprendizaje + apropiación de la realidad

+ liberación.

En este método se reconoce la importancia de leer y escribir (lo curricular), pero no se mira como
un fin en sí mismo, sino en un medio para alcanzar transformaciones de vida, de ahí que el concepto
“tener más” es reemplazado por”ser más”, desde reflexiones profundamente humanas, solidarias,
equitativas y justas.

Aprender o aprehender con palabras propias del contexto, cotidianas, “generadoras”, cercanas a sus
constructores, representa una motivación adicional, más aún, cuando ello va acompañado de un
diálogo sobre lo significativo, lo que me interesa, afecta, preocupa, aflige, daña y deshumaniza.

El entender las razones de la condición social actual no como fruto de un pecado o designios y
prodigios de lo alto, sino como resultado de estructuras rígidas que no permiten movilidad social y
estas encarnadas por dirigentes injustos, mezquinos, insolidarios que se perpetuán en el poder y
transfieren el mismo a sus hijos como quien endosa un apellido, es de suma importancia, de ahí que
surge la necesidad por interiorizar la realidad y preocuparme a tal punto que es mi deber y deber de
todos encontrar una salida para un mejor bienestar social, económico, ideológico y de
oportunidades políticas, (se es oprimido pero con la educación podemos dejar de serlo).

Según el método, la educación debe pasar de ser bancaria, puesto que ella es alienante, expedita
para los opresores, individualista y de promoción a los pudientes, para ser humanizante, con
apropiación de la realidad social y liberadora.
El método no abandona la elegancia de lo lingüístico, por el contario, transita un camino que inicia
con el sudor, el olor, las ganas, la voluntad del asistente, dialoga por medio de términos o palabras
generadoras, se aborda el estudio y significado de los signos lingüísticos, sus definiciones, la
palabra, las palabras y los objetos, las familias fonéticas y las nuevas palabras, que conllevarán a la
apropiación de la realidad y el reconocimiento de problemas de la comunidad.

Reconocimiento del método

Finalmente este método recibe el reconocimiento debido, de esto rescatamos el apoyo entregado por
el episcopado católico del Brasil al considerar que mediante la propuesta de Freire se transformaban
vidas; el concilio mundial de iglesias (posteriormente comunidades eclesiásticas de bases).

Se destaca el apoyo del presidente de Brasil Joao Goular en los años 1963 y 1964 a reconocer el
trabajo con este método por los círculos de cultura popular; su incorporación a la UNESCO, el
trabajo realizado con el método en Chile, México y gran parte del mundo.

Aunque para algunas mentes retrógradas y anacrónicas el método fue considerado como subversivo,
no es menos cierto que grandes pensadores, maestros de la palabra y seres humanos que pensaron
diferente para su tiempo también lo fueron, sin embargo, hoy se reconoce el gran legado y los
números aportes que cada uno de ellos hicieron, este método y este profesor no es la excepción.