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Los electrones son los portadores de carga en los materiales conductores, semiconductores y
muchos de los aislantes; en los compuestos iónicos son los iones quienes transportan la mayor
parte de la carga. La movilidad de los portadores depende de los enlaces atómicos, de las
imperfecciones de la red, de la microestructura y, en los compuestos iónicos, de las velocidades de
difusión.
Sin embargo, existen materiales que muestran una propiedad adicional: cuando se les impone un
cambio dimensional, ocurre polarización, lo que crea un voltaje o un campo. Los materiales que
presentan este comportamiento son piezoeléctricos.
Cuando se encuentran entre capas de material conductor, los materiales dieléctricos que se
polarizan son capaces de almacenar cargas, esta propiedad se describe mediante:
Para que el material dieléctrico almacene energía, se debe impedir que los portadores de carga
como iones y electrones se muevan de un conductor a otro a través de él, en consecuencia, los
materiales dieléctricos tienen siempre una alta resistividad eléctrica.
Materiales utilizados para aislar el campo eléctrico deben poseer alta resistividad eléctrica, alta
resistencia dieléctrica y un bajo factor de pérdida. Sin embargo, una constante dieléctrica alta no
es necesaria e incluso puede llegar a ser indeseable. Una constante dieléctrica pequeña impide la
polarización, por lo que no se almacena carga localmente en el aislante.
Esto es lo esencial respecto a las propiedades eléctrico de los materiales. En nuestra próxima
entrega, estudiaremos las propiedades magnéticas.
Uno de los factores que limitan de forma notable la vida de un material es la alteración química
que puede experimentar en procesos de oxidación o corrosión.
Oxidación
Consiste en la cesión de electrones.
Corrosión
Cuando la oxidación de un material concreto se produce en un ambiente húmedo o en presencia
de otras sustancias agresivas, se denomina corrosión. Ésta es mucho más peligrosa para la vida de
los materiales que la oxidación simple, pues en un medio húmedo la capa de óxido no se deposita
sobre el material, sino que se disuelve y acaba por desprenderse.
La corrosión no se verifica de una manera uniforme, sino que existen determinados puntos del
material donde el ataque es mayor. Esto da lugar a la formación de importantes fisuras, que
pueden llegar a producir una rotura por fatiga o una fractura frágil.