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LA ENERGÍA GEOTÉRMICA

Energia geotérmica

A diferencia de otras fuentes de energía renovable que dependen directamente o


indirectamente de la influencia del sol, la energía geotérmica proviene del interior del
planeta. El término geotérmia se refiere a la energía térmica producida en el interior de la
Tierra. Como fuente de energía es esencialmente inagotable. Los yacimientos geotérmicos,
si se gestionan de una manera correcta, pueden mantener su producción de energía
indefinidamente. Se trata de ajustar la extracción de calor a la cantidad que se genera. Un
ejemplo son los baños termales que se han usado durante miles de años.

Si bien es más abundante en algunas partes del mundo que en otras, esto no impide que
actualmente se utilice como fuente de energía renovable en muchos países del mundo, en
un conjunto de aplicaciones diversas. Esta fuente de energía se puede utilizar tanto para
suministrar calor como para generar electricidad. Normalmente, estas tecnologías
disponibles se dividen en tres categorías: las centrales geotérmicas, las aplicaciones de uso
directo y las bombas de calor geotérmicas.

Las centrales geotérmicas generan electricidad a partir de la perforación de pozos, de un


kilómetro o más de profundidad, para explotar depósitos subterráneos geotérmicos, de
vapor de agua y agua muy caliente. En la actualidad, funcionan tres tipos de centrales de
generación eléctrica:

Centrales de vapor: utilizan el vapor geotérmico directamente para hacer girar las turbinas
de la central.
Centrales de transmisión de vapor: reservas geotérmicas que producen agua caliente. Se
aprovecha la parte que se convierte en vapor al llegar a la superficie.
Centrales de ciclo binario: utilizan el agua subterránea para transferir el calor a un segundo
líquido que tiene una temperatura de evaporación más baja. Cuando este líquido se evapora
mueve las turbinas. Posteriormente se condensa este vapor y se reutiliza el líquido de
nuevo.
Este último sistema, en comparación con los otras, es el que tiene más perspectivas de
futuro. No emite ningún tipo de gases, puesto que es un ciclo cerrado, y funciona con
temperaturas interiores de 110 a 160ºC.

Las aplicaciones de uso directo son las que la utilizan como calefacción ambiente o para la
producción de agua caliente para usos industriales, agrícolas o residenciales. En el caso de
un país como por ejemplo Islandia es la segunda fuente de energía y llega a calentar el 85%
de los edificios.

Las bombas de calor geotérmico utilizan la energía de suelos poco profundos para calentar
y refrigerar edificios. Una bomba de calor de estas características consiste en unos tubos
sepultados en el terreno, un intercambiador de calor y un sistema de conductos en el interior
del edificio.

La idea básica consiste en el hecho de obtener energía calorífica del subsuelo y transmitirla,
a través de los sistemas adecuados, al edificio. El mismo principio se puede utilizar de
manera inversa, trasladando el calor innecesario al subsuelo. La temperatura constante del
suelo, de entre 10 y 16ºC a 10m de profundidad, ofrece las condiciones óptimas para hacer
funcionar, de forma integrada, el sistema de calefacción y aire acondicionado de un
edificio. Siempre que se cuente con las características apropiadas, es posible la
acumulación estacional de energía calorífica en el subsuelo.

Actualmente, se dispone de una tecnología de absorción masiva conocida como


‘fundamentos geotérmicos' o fundamentos ‘termoactivos'. Se trata de aprovechar el
potencial energético del subsuelo a través de los elementos de cimentación de los edificios.
Se basa en las propiedades de almacenaje y conductividad térmica de los elementos
constructivos de hormigón, cómo pueden ser los cimientos, los forjados, etc.

El principio de la geotérmia solar se basa en el hecho que parte de la radiación que proviene
del sol se acumula en forma de calor en la corteza terrestre. Atendida la grande masa de la
tierra, la temperatura se mantiene casi constante a partir de aproximadamente cinco metros
de profundidad, a unos 15º C.

La aplicación geotérmica consiste en utilizar la energía calorífica contenida en la corteza


terrestre a profundidades de hasta los 100 metros, mediante un sistema de perforación
(pozo), una unidad geotérmica de intercambio (UGI) y una bomba de calor. Se transfiere la
energía de esta fuente estable (de unos 15º C) a otra de mayor temperatura (50º C) que
permita su posterior utilización para climatizar cualquier tipo de espacio, así como obtener
agua caliente sanitaria. Las bombas de calor son reversibles, por lo cual en verano pueden
absorber el calor del interior de la vivienda y entregarlo al subsuelo. De este modo pueden
ser utilizadas como una solución integral para la climatización de cualquier espacio.

La eficiencia energética de este sistema de climatización o relación entre la energía


consumida y la energía entregada por el sistema, que usa como fuente de calor el subsuelo,
es altamente favorable. Como mínimo es del 400% calentando y del 500% enfriando (es
decir, que la energía entregada puede llegar a ser 5 veces la energía consumida).

Esto es posible puesto que no se genera solos calor, sino que la mayor parte sólo se
transfiere de una fuente a otra y su resultado es altamente ecológico, puesto que al no
existir combustión no se genera CO2, lo cual lo convierte en un sistema no contaminante.

La climatización de cualquier edificación se puede realizar de forma individual, puesto que


no necesita complejas inversiones por aplicar el sistema, a diferencia de las instalaciones de
geotérmia de media y gran profundidad. Así, comparando con un sistema de calefacción
por captación de energía solar mediante paneles, presenta una gran ventaja puesto que no
necesita grandes acumuladores ni sistemas de apoyo basados en energías fósiles para
compensar las horas de carencia de radiación solar. La masa misma de la Tierra es el gran
acumulador que hace que dispongamos de una fuente de energía a temperatura constante,
que en el ámbito de esta aplicación se comporta como infinita.

La tecnología que se utiliza en Catalunya en este tipo de instalaciones es mayoritariamente


extranjera, puesto que este sistema hace más de treinta años que empezó a implementarse
en países de todas partes del mundo (Suecia es el país líder puesto que un porcentaje de
entre el 80 y el 90% de viviendas unifamiliares disponen de energía geotérmica).

Un sistema geotèrmico tiene excelentes prestaciones medioambientales y contribuye en


gran medida al concepto de edificio de “contaminación cero”. Sus prestaciones se pueden
resumir en:

- Ecológica. No genera CO2, puesto que no interviene ninguna combustión.


- Económica. Sistema de gran ahorro tanto económico como energético, puesto que es el
sistema de climatización que menos energía consume.
- Calorífica - ambiental. No expulsa aire caliente al exterior.
Sanitaria. Al prescindir de las torres de refrigeración, no hay posibilidad de contaminación
epidemiológica (legionela).
- Sonora. Ausencia de ruidos exteriores.
- Visual. No son necesarias instalaciones fuera del edificio.

GESTIÓN DE INSTALACIONES DE GEOTERMIA

Una de las tecnologías más importantes para el aprovechamiento de la


energía geotérmica es la bomba de calor geotérmica o bomba para calor de fuente terrestre,
que aprovecha la energía térmica almacenada en los cien primeros metros de la corteza
terrestre.
La bomba de calor geotérmica extrae calor del subsuelo a una temperatura relativamente
baja, y consigue aumentarla para
posteriormente usarla en sistemas de calefacción. El aumento de
temperatura se logra mediante el consumo de energía eléctrica con un
cociente de 4, es decir que por cada kWh de electricidad consumido la
bomba de calor geotérmica produce 4 kWh de calefacción. Además existe
la posibilidad de invertir el proceso en verano, recargando la tierra con el calor absorbido
en la refrigeración del edificio a climatizar.
Las bombas de calor geotérmicas trabajan con la estabilidad de las
temperaturas que la tierra genera, por lo que el factor de funcionamiento estacional se
mejora respecto de las bombas de calor convencionales (aire-aire y aire-agua) ahorrando
por este motivo hasta un 40 % de energía.
En el diseño y dimensionado de una instalación geotérmica se deben tener cuenta varios
puntos:
1. Análisis del edificio a climatizar. Se analiza el edificio estancia por estancia, calculando
las pérdidas en función de los materiales constructivos y del uso que se va a hacer del
mismo, obteniendo de esta manera la carga y la demanda térmica del edificio. Las
necesidades térmicas quedan definidas en este punto con los parámetros tipo de un sistema
climatización al uso.
2. Selección del sistema geotérmico. Los sistemas que unen el subsuelo con la bomba se
clasifican principalmente en dos tipos:
i. Abiertos: en los que el agua subterránea se utiliza
directamente en la máquina como fluido caloportador.
ii. Cerrados: sondas geotérmicas funcionando como intercambiadores enterrados con un
fluido caloportador en su interior que transfiere energía del subsuelo a la bomba y
viceversa.
a. Horizontales: la recarga térmica de estos sistemas la realiza principalmente la energía
solar al incidir sobre la superficie terrestre. Este sistema es el más sencillo de instalar
pero en ocasiones existen limitaciones de espacio.
b. Verticales: poseen captadores verticales que ocupan menor espacio optimizando al
máximo el área disponible. Los captadores
están ubicados en perforaciones consiguiendo una temperatura constante durante todo el
año.
3. Análisis geológico del terreno. En la selección del sistema óptimo
para un edificio determinado se han de considerar las características
geológicas e hidrogeológicas del subsuelo, superficie y posibilidad de uso en zonas
superficiales en determinados casos y las características de calefacción y refrigeración del
punto 1.
Dentro de las propiedades del subsuelo se ha determinar la
conductividad térmica, la capacidad calórica volumétrica, la
temperatura media del terreno en superficie y el flujo de calor
geológico.
4. Configuración del sistema de captación. En la configuración de la
captación se selecciona:
a. Tipo de sonda a utilizar, bien coaxial o bien en U.
b. Configuración entre unas 300 posibilidades, dependiendo del
edificio y sus características.
c. Profundidad de las sondas.
d. Separación entre perforaciones.
e. Sección de las perforaciones.
f. Ratio de flujo volumétrico.
g. Características material de fabricación sonda.
h. Material de relleno.
5. Simulación del comportamiento del sistema. Una vez evaluados todos
los parámetros anteriores, se realiza una simulación por un periodo a
determinar en función de una estimación de la vida útil del edificio,
utilizando algoritmos derivados de un modelizado y un estudio
parametrizado con un modelo de simulación numérica.
De esta manera se analiza cada uno de los elementos que intervienen en el sistema y se
determina el comportamiento de la instalación geotérmica para obtener un rendimiento
óptimo con unos costos mínimos.

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