Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Prácticas centrales de esta disciplina son el diagnóstico psicológico y la consejería (la psicoterapia,
ejercida por un terapeuta capacitado, tiene un rango aparte), así como también la investigación,
enseñanza, consulta, testimonio forense y desarrollo de programas y administración.
Se considera que esta área de la psicología tuvo su inicio en el año 1896, cuando Lightner Witmer
dio inicio a la primera clínica psicológica en la Universidad de Pensilvania. También se reconoce en
Europa como iniciador de la psicología clínica a Sigmund Freud y su teoría del psicoanálisis que ya
en 1895 afrentaba oposición por sus prácticas de intervención psicoterapéutica y planteamientos
teóricos clínicos estructurados en tres niveles: investigación, intervención psicoterapéutica y
formulación de teorías psicológicas y psicopatológicas ; A pesar de que ambos fundadores de la
Psicología Clínica (Witmer y Freud) incluían el tratamiento como una de sus principales funciones,
lo cierto es que el psicodianóstico, así como la investigación, fueron los mayores indicadores de
identidad del psicólogo clínico. En la primera mitad del siglo XX, la psicología clínica estuvo
enfocada en la evaluación psicológica, con poca atención hacia el tratamiento. Este enfoque se vio
invertido después de la década de 1940, cuando la Segunda Guerra Mundial produjo un
incremento en la necesidad de clínicos capacitados.
Psicopatología
Como término descriptivo: Es aquella referencia específica a un signo o síntoma que se puede
encontrar formando parte de un trastorno psicológico.
Como designación de un área de estudio en psicología que, en oposición al estado de salud (tal y
como es definida por la Organización Mundial de la Salud: social, psicológica y biológica), se centra
en estudiar los procesos que pueden inducir estados «no sanos» en el proceso mental. Así, el
papel del aprendizaje, análisis de la conducta (Psicología conductista) o cualquier otro proceso
cognitivo, permite explicar los estados «no sanos» de las personas, así como posibles
aproximaciones de tratamiento. En este sentido, enfermedades o trastornos mentales no es
estríctamente un sinónimo de psicopatología, ya que existen aproximaciones que permiten
explicar la ausencia de salud. Por ejemplo, los procesos de aprendizaje relativos a la fobia son bien
conocidos, encaje este cuadro clínico o no dentro de la categoría psiquiátrica de fobia.
La psiquiatría se ocupa de identificar signos y síntomas que llegan a configurarse como síndromes,
enfermedad o trastorno mental. Esto sirve tanto para el diagnóstico de pacientes individuales o
para la creación de clasificaciones diagnósticas. Este último es el caso de la sección F de la
clasificación CIE de la Organización Mundial de la Salud, o el del Manual Diagnóstico y Estadístico
de Trastornos Mentales, (DSM I II III o IV).
La psicología, sin embargo, aplica los conocimientos del proceso mental a la comprensión de la
psicopatología, de la que se derivan disciplinas tales como la psicoterapia. Los procesos de
aprendizaje y el contexto social, son por tanto, factores importantes en la explicación de la
psicopatología. Desde la modificación de conducta se entiende que no existen propiedades
emergentes en la identificación de psicopatología, es decir, puede describirse un trastorno en una
persona concreta, pero la clasificación no explica por sí sola, sino tan sólo describe una situación
con una categoría (un análisis más detallado permitiría explicar y tratar el problema en cuestión.
Debe matizarse que la propia psiquiatría también reconoce, en la introducción del DSM-IV-TR, que
el diagnóstico psiquiátrico no es suficiente para disponer de un plan terapéutico, sino que se
precisa más información clínica.
En un sentido más general, cualquier conducta que cause malestar, impedimento o inhabilidad, a
raíz de una disrupción o deterioro de funciones cognitivas o neuroanatómicas, podría ser
clasificado de psicopatología. Si bien, es preciso diferenciar la psicopatología con problemas
orgánicos bien identificados (como los problemas de atención y ánimo por hipotiroidismo) de
aquellos donde tales problemas son hipotéticas y el aprendizaje parece ser un agente explicativo
fundamental (como la depresión por causa psicológica).
Es decir: Psicopatología hace referencia a los síntomas psicológicos de una enfermedad orgánica
con una clara explicacion biológica, como en el caso del hipotiroidismo, o bien, a los síntomas de
trastornos psicológicos, o a estados contrarios a la salud mental mediante determinados procesos
mentales.
Definición
La función del psicólogo clínico consiste en la prevención, diagnóstico y tratamiento de todo tipo
de trastornos conductuales que pueda presentar una persona.
El campo de acción es muy grande y abarca desde pequeños desajustes en la relación del individuo
con su medio (neurosis, fobias, timidez, etc.), hasta patologías, como la esquizofrenia, que
desestructuran casi por completo la personalidad del sujeto y cuyo tratamiento presenta muchas
dificultades.
El psicólogo clínico recibe entrenamiento durante dos o tres años de postergado y se encuentra
clasificado para:
elegir la psicoterapia grulla o individual como método preferido o además de técnica conducta.
Desde la promulgación de la Ley de salud de 1948 ha ido creciendo la demanda de psicólogos
clínicos para trabajar con niños y con adultos en los hospitales de enfermos mentales, clínicas
psiquiátricas externas, Instituciones destinadas a los subnormales mentales, pabellones de
neuróticos, centros de rehabilitación y cada vez más en los hospitales generales. Los psicólogos
que trabajan en el servicio de salud sea con niños o con adultos se ocupan de problemas
psicológicos que suscita el diagnóstico y del planeamiento de la rehabilitación educacional, social y
ocupacional de los pacientes.
Otro de los puntos importantes a investigar por los psicólogos clínicos, es la conducta
desadaptada, por ejemplo se les atribuye una conducta desadaptada a los consumidores de
fármacos ( drogas o alcohol).
" La adicción a los narcóticos difiere en las enfermedades mentales. El adicto necesita ayuda tanto
para lograr la independencia como para satisfacer sus instintos." (Vaillant,G, 1970, pp 497)
Con cual criterio trabajan los psicólogos clínicos para saber si el paciente es o no anormal
mentalmente. Cuando no existe solución de continuidad entre las áreas del comportamiento
normal y las del área patológica: ansiedad o agresividad son por ejemplo dentro de cierto margen
perfectamente normales y fisiológicas, pero se convierten en conductas anormales cuando sobre
pasan determinados límites.
También podríamos decir que el juicio de normalidad está subordinado al examen del contexto
sociocultural dentro del cual se encuentra el paciente.
Trastornos somáticos
Estos trastornos pueden aparecer de manera aguda, bruscamente o estar presentes de modo
constante, con periodos de remisión y de reactivación; este trastorno lleva consigo cuatro
síntomas que son:
1. Los síntomas cardiovasculares, son los más frecuentes: taquicardia con palpitaciones y
variaciones del nivel tensional a veces muy notables.
2. Los síntomas respiratorios son también muy frecuentes: crisis disneicas, sensación de falta
de aire o de ahogo y dolor pectoral.
3. Los síntomas gastrointestinales están representados en trastornos más variados:
Hipográstricos, espasmos faringeos, nauseas, vómitos, sequedad bucal y hambre
paroxística.
4. Los síntomas genitourinarios pueden ser la impotencia transitoria y los trastornos de ciclo
menstrual.
Trastornos psíquicos
Dentro de esta clase los psicólogos clínicos identifican claramente; la sensación de temor, las
preocupaciones inmotivadas y un déficit de habilidades.
Trastornos conductuales
Lo mismo que todos los métodos de intervención psicológica se caracterizan primeramente por la
elección de medios o métodos. Los medios psicológicos típicos son, por ejemplo, el dialogo y el
ejercicio o la relación interhumana como factor para influir.
Pero de ahí no se puede sacar la conclusión de que las intervenciones psicológicas estén indicadas
en el terreno limítrofe de los problemas somáticos, únicamente cuando estos tengan causas
psíquicas. Incluso los fenómenos de conducta que se expliquen genéticamente o por factores
cerebrales, pueden ser accesibles a veces a la influencia psicológica, como la demuestran los
ejemplos de entrenamiento psicológico con personas mentalmente impedidas con niños
hiperactivos.
PSICOPATOLOGIA
El término neurosis fue propuesto por el médico escocés William Cullen en 1769 en referencia a
los trastornos sensoriales y motores causados por enfermedades del sistema nervioso. En
psicología clínica, el término se usa para referirse a trastornos mentales que distorsionan el
pensamiento racional y el funcionamiento a nivel social, familiar y laboral adecuado de las
personas.
Existe una confusión generalizada sobre el término neurosis. Por un lado se aplica, como síntoma,
a un conjunto heterogéneo de trastornos mentales que participan de mecanismos inadaptativos
ligados a la ansiedad. Por otra parte, su uso popular (como sinónimo de obsesión, excentricidad o
nerviosismo) ha provocado su extensión a terrenos no estrictamente ligados a la enfermedad
mental.
Generalidades
El término clásico hace referencia a un trastorno mental sin evidencia de lesión orgánica que se
caracteriza por la presencia de un nivel elevado de angustia y una hipertrofia disruptiva de los
mecanismos compensadores de la misma. El sujeto mantiene un adecuado nivel de introspección
y conexión con la realidad, pero presenta la necesidad de desarrollar conductas repetitivas y en
muchos casos inadaptativas con objeto de disminuir el nivel de estrés. Se trata, en realidad, de un
rasgo caracterial que acompaña al sujeto durante toda su vida, de gravedad muy variable, desde
grados leves y controlables hasta situaciones gravemente incapacitantes que pueden llegar a
precisar hospitalización.
Los especialistas afirman que, para protegerse de la angustia, las personas recurren a mecanismos
de defensa como la represión, la proyección, la negación, la intelectualización y el desplazamiento,
entre otros. Cuando se observan patrones crónicos de mala adaptación que simulen una neurosis,
es posible que se trate de un trastorno de personalidad. Para identificar la neurosis, existen
distintas pruebas psicológicas.
Historia de la neurosis
El origen del término neurosis se encuentra a finales del siglo XVIII aunque su máximo uso se
circunscribe al XIX, en plena eclosión de la especialidad psiquiátrica, siendo empleado
originalmente para describir cualquier trastorno del sistema nervioso.
El médico escocés William Cullen publica en 1769 su obra Synopsis nosologiae methodicae,
refiriéndose con el término neurosis a un trastorno general del sistema nervioso, sin fiebre ni otras
lesiones orgánicas demostrables, y capaz de alterar las capacidades sensitivas y motoras del
individuo, mezclándose en este concepto patologías tan dispares como mareos y desmayos, el
tétanos, la rabia, las crisis histéricas, la melancolía (posteriormente denominada depresión) o la
manía.
Sigmund Freud desarrolló diversos trabajos en relación con la histeria y los trastornos obsesivos,
publicados entre 1892 y 1899, sentando las bases psicogénicas de lo que él denominó
psiconeurosis. A partir de sus trabajos se elaboró una clasificación, ya en desuso, que distinguía
varios tipos de neurosis (en función de la expresión final de los síntomas provocados por el
síntoma nuclear de la angustia): Neurosis de angustia, neurosis fóbicas, neurosis obsesivo-
compulsivas, neurosis depresivas, neurosis neurasténicas, neurosis de despersonalización,
neurosis hipocondríacas y neurosis histéricas.
El principal interés de Freud se centró en lo que denominó neurosis de angustia, descrita en torno
a un estado de elevada excitabilidad del paciente expresada como "espera angustiosa" sobre la
que el sujeto elabora expectativas funestas de futuro basadas en simbolismos (determinado
sonido significa que un familiar acaba de morir, un gesto inapropiado acarreará mala suerte, etc.).
Para Freud el paciente posee un caudal de angustia que permanentemente se va depositando en
forma de miedos, fobias, ataques de angustia (taquicardia, taquipnea, sudoración), etc.
En 1909 Pierre Janet publica Las neurosis, obra en la que establece el concepto de "enfermedad
funcional" frente al modelo anatómico-fisiológico. Desarrolla así el paradigma médico que basa el
daño no en la alteración física del órgano, sino en su función. Las funciones superiores,
adaptativas, provocan cuando se ven alteradas o disminuidas, un estado "neurasténico" (o de
"nerviosismo") en el que se sobreexpresan otros estados inferiores como la agitación o la histeria.
Aspectos clínicos
Psicosis
El Diccionario médico de Stedman define la psicosis como «un desorden mental severo, con o sin
un daño orgánico, caracterizado por un trastorno de la personalidad, la pérdida del contacto con la
realidad y causando el empeoramiento del funcionamiento social normal».4
Una correcta apreciación del término implica circunscribir la psicosis como una situación de
enfermedad mental que presenta un desvío en el juicio de realidad. Este desvío es propio de la
psicosis, a diferencia de la insuficiencia de juicio propia de la oligofrenia, del debilitamiento propio
de las demencias, y de la suspensión del juicio propio de los estados confusionales (o delírium).
Los sujetos psicóticos suelen experimentar (o no) alucinaciones, pensamientos delirantes (siempre
si están en período de estado), y trastornos formales del pensamiento (cambios de las relaciones
semánticas y sintácticas).
Clasificación
Síntomas
Los siguientes son síntomas que sugieren la presencia de un trastorno de tipo psicótico:
Cambios bruscos y profundos de la conducta.
Replegarse sobre sí mismo, sin hablar con nadie.
Creer sin motivos que la gente le observa, habla de él o trama algo contra él.
Hablar a solas (soliloquio) creyendo tener un interlocutor, oír voces, tener visiones
(alucinaciones visuales, auditivas) sin que existan estímulos.
Tener períodos de confusión mental o pérdida de la memoria.
Experimentar sentimientos de culpabilidad, fracaso, depresión.
Advertencia: Algunos de estos síntomas también pueden experimentarse en condiciones no
psicóticas: abuso de sustancias, trastornos de personalidad, eventos estresantes (distresantes), lo
que Jaspers ha denominado «situaciones límite», momentos graves de neurosis (por ejemplo
ciertas neurosis del tipo histeria), momentos de conversión. De modo que los síntomas
mencionados no constituyen ninguna evidencia concluyente.
Etiología
Las psicosis tienen diferentes orígenes, y suelen considerarse un síndrome mas que una entidad
nosológica diferenciada. Se ha planteado que los fenómenos psicóticos más característicos, como
las alucinaciones y los delirios, sean más frecuentes en la población general que lo que se pensaba,
y que en realidad podrían ser parte de un continuo sintomático (este último concepto no es
aceptado mayoritariamente).
Hacia fines de siglo XX, con el auge del avance en genética se ha pretendido encontrar siempre
una etiología de dicha índole en las psicosis. Los psicoanalistas consideran que esto parecería
reintroducir criterios semejantes a los que Lombroso utilizaba a fines de siglo XIX e inicios del XX.
Por el contrario, el psicoanálisis considera que las psicosis se deben a factores exógenos al
afectado, factores ambientales. Lacan explica la génesis de la psicosis (tras estudiar muchos casos)
en un proceso llamado forclusión.
¿Cuál de las dos teorías sería la correcta? Estadísticamente parecen existir psicosis "congénitas",
pero a día de hoy dista de estar verificado; en cambio es evidente que situaciones de distrés
(estrés negativo), irritación y mortificación, decepciones sentimentales, pueden ocasionar psicosis.
[cita requerida]
La persona psicótica ha sufrido muchísimo dolor en su vida y actúa con objetivos inconscientes de
hacerse daño a sí mismo y a los que lo rodean, quedandose al fin solo y atormentado. El origen es
el dolor sufrido en la infancia y vida en general.
Psicosis y locura
Psicoterapia
Psicoterapia Individual
Se busca lograr un mejor manejo de la enfermedad como así también una mayor reducción de la
incapacidad. El paciente es estimulado a considerar el cambio. El objetivo es lograr una adaptación
activa a la enfermedad y el sostén necesario de su entorno afectivo.
Se busca lograr un mejor manejo de la enfermedad como así también una mayor reducción de la
incapacidad. El paciente es estimulado a considerar el cambio. El objetivo es lograr una adaptación
activa a la enfermedad y el sostén necesario de su entorno afectivo.
Terapia individual
- Terapia Sistémica
- Terapia Cognitivo-Conductual
- Terapia Cognitivo-Social
- Terapia Psicodinámica
- Terapia Transpersonal
- Coaching
- EMDR
- PNL
- Hipnosis Clínica
Niños:
- Déficit de Atención
- Hiperactividad
- Enuresis
- Timidez/Miedos/Fobias
- Trastornos de Aprendizaje
- Trastornos del Desarrollo
- Problemas de Conducta
Adolescentes:
- Autoestima- Ansiedad
- Trastornos de la alimentación
- Problemas de conducta
- Adicciones
- Mobbing (acoso escolar)
Adultos:
- Ansiedad
- Depresión
- Problemas Relacionales
- Inseguridad/Miedos/Fobias
- Estrés Postraumático
- Insomnio
- Trastornos de la Alimentación
- Adicciones
- Trastornos de la Personalidad
- Trastornos del Ánimo
- Trastornos Obsesivos Compulsivos
- Trastorno Bipolar
- Trastornos Psicóticos
Psicoterapia Grupal
Espacio de reflexión grupal acerca de los problemas vitales comunes que provoca vivir con una
enfermedad crónica. La tarea está centrada en de ajuste y cambio de las conductas que no se
adapten a las nuevas circunstancias que plantea la enfermedad, logrando un mejor manejo social
de la misma.
El grupo psicoterapéutico proporciona una experiencia grupal de cohesión y apoyo, brindando una
oportunidad de intercambio entre iguales. La experiencia de la enfermedad exige revisar viejas
creencias y adquirir nuevas habilidades sociales.
El Grupo Taller persigue una doble función:
El modelo de psicoterapia grupal que propongo es al mismo tiempo una experiencia emocional y
correctiva. Está orientado por la sintomatología y centrado en el comportamiento, con el fin de
recuperar y mantener un rendimiento psicosocial apropiado.
Preferentemente los grupos serán heterogéneos, formados por pacientes diagnosticados con
diferentes enfermedades crónicas.
Terapia de grupo
¿Cómo funciona?
Cada grupo, dependiendo de su temática, funciona de manera distinta. Sin embargo, hay una
estructura básica que siempre está presente. En un primer momento, se selecciona un grupo de 6-
12 personas que pueden beneficiarse de un trabajo grupal. Los encuentros son semanales o
quincenales y tienen una duración de 1 ½ o 2 horas. El terapeuta actúa como un facilitador del
trabajo, proponiendo temas, ofreciendo material informativo, y guiando el proceso. El contenido
de todas las sesiones es confidencial. La confianza, el respeto mutuo y la confidencialidad son
elementos imprescindibles para el buen funcionamiento y el desarrollo del grupo.
El grupo ofrece a sus miembros la oportunidad de: expresarse libremente; recibir apoyo y
comprensión; compartir problemas y encontrar soluciones; abrirse a nuevas ideas, pensamientos y
visiones del mundo; aprender sobre uno mismo y los demás. También, cada persona tiene la
posibilidad de ampliar su red social, y explorar nuevas maneras de relacionarse e interactuar con
los demás.
El trabajo en grupo suele ser un buen complemento de la psicoterapia individual, y puede
convertirse incluso en una buena alternativa. A fin de cuentas, todos vivimos en compañía de otras
personas, y la mayoría de nuestras dificultades surgen en un contexto social.
Además de abordar dificultades específicas, los grupos también pueden centrarse en distintas
áreas de crecimiento personal. En Hestía hemos estado realizando una variedad de trabajos a nivel
grupal:
Terapia familiar
La Terapia Familiar, también conocida como terapia familiar y de pareja, terapia familiar sistémica
y, recientemente, terapia de pareja, es una rama de la psicoterapia que trabaja con familias y
parejas en relaciones íntimas para promover su desarrollo. La terapia es un tratamiento que
intenta alcanzar la esencia de algo. En las ciencias médicas, la terapia está compuesta por los
medios que permiten el alivio o la curación de las enfermedades o sus síntomas.
Psicoterapia
Terapia familiar
“La familia es un sistema que trasciende los límites de lo individual”
¿Cómo funciona?
Psicoanálisis
El psicoanálisis es una disciplina fundada por Sigmund Freud y en la que, con él, es posible
distinguir tres niveles:
A) Un método de investigación que consiste esencialmente en evidenciar la significación
inconsciente de las palabras, actos, producciones imaginarias (sueños, fantasías, delirios) de un
individuo. Este método se basa principalmente en las asociaciones libres del sujeto, que garantizan
la validez de la interpretación. La interpretación psicoanalítica puede extenderse también a
producciones humanas para las que no se dispone de asociaciones libres.
B) Un método psicoterápico basado en esta investigación y caracterizado por la interpretación
controlada de la resistencia, de la transferencia y del deseo. En este sentido se utiliza la palabra
psicoanálisis como sinónimo de cura psicoanalítica; ejemplo, emprender un psicoanálisis (o un
análisis).
C) Un conjunto de teorías psicológicas y psicopatológicas en las que se sistematizan los datos
aportados por el método psicoanalítico de investigación y de tratamiento.
Neurosis:
La distimia, también llamada trastorno distímico, es un trastorno afectivo crónico de carácter
depresivo leve, caracterizado por la baja autoestima y aparición de un estado de ánimo
melancólico, triste y apesadumbrado, pero que no cumple con todos los patrones diagnósticos de
la depresión, se cree que su origen es de tipo genetico-hereditario y que en su desarrollo influirían
factores psicosociales como el desarraigo, la falta de estímulos y premios en la infancia, entre
otras causas.
Epidemiología
El trastorno distímico es uno de los más frecuentes entre los trastornos depresivos, que a su vez
tienen una alta prevalencia. Se considera que puede afectar a entre un 3 y un 5% de la población.
El inicio suele ser temprano. Aparece con doble frecuencia en mujeres que en hombres, sola o
asociada a otros trastornos psiquiátricos, sobre todo depresiones graves. Es frecuente en su
evolución el deterioro social y el abuso de sustancias como alcohol y otras drogas. Se halla
emparentado con la neurastenia o la psicastenia.
Fobia
Una fobia (palabra derivada de Fobos (en griego antiguo Φόϐος, ‘pánico’, que era la
personificación del miedo en la mitología griega, hijo de Ares y Afrodita) es un trastorno de salud
emocional que se caracteriza por un miedo intenso y desproporcionado ante objetos o situaciones
concretas1 como, por ejemplo, a los insectos (entomofobia) o a los lugares cerrados
(claustrofobia). También se suele catalogar como fobia un sentimiento de odio o rechazo hacia
algo que, si bien no es un trastorno de salud emocional, sí genera muchos problemas emocionales,
sociales y políticos (véase xenofobia, es decir, el odio a los extranjeros o extraños). Un estudio en
EE.UU. por el National Institute of Mental Health (NIMH) halló que entre el 8,7% y el 18,1% de los
estadounidenses sufren de fobias. Discriminando edad y género, se encontró que las fobias son la
más común enfermedad mental entre mujeres en todos los grupos etarios y la segunda más
común psicopatía en hombres mayores de 25.
Tratamiento
Las terapias psicológicas3 que pueden ser beneficiosas para las personas que padecen fobia son: la
técnica de "inmersión" o las terapias graduadas de exposición, entre las que se encuentra la
Desensibilización Sistemática (DS). Todas estas técnicas se enmarcan en el enfoque de la terapia
cognitivo-conductual (TCC).4 5 6 En algunos casos, también pueden ser de ayuda los
medicamentos ansiolíticos. La mayoría de las personas que tienen fobias entienden que están
sufriendo de un miedo irracional o desproporcionado, aunque este reconocimiento no impide que
sigan manifestando esa intensa reacción emocional ante el estímulo fóbico.
La exposición graduada y la TCC trabajan con la meta de desensibilizar a la persona y de cambiar
los patrones de pensamiento que están contribuyendo a su miedo. Las técnicas basadas en la TCC
son a menudo eficaces, siempre y cuando la persona con este problema esté dispuesta a
someterse a un tratamiento que puede durar algunos meses (en ocasiones semanas). Hay otras
orientaciones terapéuticas, como el psicoanálisis o la programación neuro-lingüística (PNL) que
abordan estos problemas clínicamente, pero sus resultados no se han verificado científicamente.
Clases de fobias
La fobia, como consecuencia de un miedo más o menos consciente acompañado de un
componente ansioso, puede expresarse de muchos modos. Existen tantas fobias como personas,
ya que cada individuo puede desarrollar una fobia a cualquier cosa, aunque se describen con
frecuencia algunos tipos más habituales, como la agorafobia (miedo a los lugares públicos) y la
claustrofobia (miedo a los lugares cerrados).
Acrofobia, no confundir con Vértigo que sólo es una sensación de mareo: miedo a las
alturas
Agorafobia: miedo a los lugares abiertos.
Amatafobia: miedo al polvo.
Antropofobia: miedo a las personas o a la sociedad.
Aracnofobia: miedo a las arañas o a los arácnidos.
Araquibutirofobia: miedo a que algún alimento (en especial, la manteca de maní) se quede
incrustado entre los dientes o se pegue al paladar.8
Autofobia: miedo de quedarse solo.
Bogifobia: miedo a los duendes y monstruos.
Canofobia : miedo a los perros.
Claustrofobia: miedo a los lugares cerrados.
Coulrofobia: miedo a los payasos.
Crometofobia o Crematofobia: miedo al dinero y valores de capital.
Dendrofobia: miedo a los árboles
Efebofobia: temor hacia los jóvenes o adolescentes.
Enoclofobia, Demofobia, u Oclofobia: miedo a las multitudes de personas, ya sean en
lugares abiertos o cerrados.
Entomofobia: miedo a los insectos.
Espectrofobia: miedo a los espejos.9
Gamofobia: horror del matrimonio.
Hemofobia: miedo a la sangre.
Hexakosioihexekontahexafobia (Abreviado trihexafobia): miedo irraccional al número 666.
Hidrofobia: miedo al agua.
Homofobia: miedo a la igualdad, la monotonía, la homosexualidad, o a volverse
homosexual.10
Hoplofobia: temor, miedo a las armas o mas bien, las armas de fuego.
Islamofobia: temor inducido en contra de las culturas islámicas o musulmanas.
Laliofobia o Lalofobia: miedo a hablar a otros o al público en general.
Leucofobia: miedo al color blanco.
Ligofobia: miedo a la oscuridad.
Lutrafobia: temor a las nutrias.
Necrofobia: miedo a los muertos/cadáveres.
Nictofobia: temor a la oscuridad.
Numerofobia: miedo a los números.
Ponofobia: temor morboso al dolor o a la fatiga.11
Quimiofobia: prejuicio contra las sustancias químicas.
Radiofobia: miedo a la radiación.
Rupofobia: miedo a la suciedad.
Sesquipedalofobia: miedo irracional a pronunciar las palabras largas o complicadas (más
frecuente en idiomas como el inglés, donde predominan las palabras de una o dos
sílabas)12
Selacofobia: miedo irracional a los tiburones.
Sexofobia: miedo al sexo, o a algunas de sus practicas.
Telefonofobia: miedo a los teléfonos.
Tremofobia: miedo a los temblores.
Venustrafobia: miedo a las mujeres hermosas.
Xenofobia: temor o desagrado en contra de los extraños o extranjeros.
Xilofobia: miedo a los objetos de madera.
Zemifobia: temor a los topos.
Zoofobia: temor a los animales.
Definición
Tipos de T.O.C.
Psicosis
La esquizofrenia (del griego, schizo (σχίζειν): «división» o «escisión» y phrenos (φρήν, φρεν-):
«mente») es un diagnóstico psiquiátrico en personas con un grupo de trastornos mentales
crónicos y graves, caracterizados por alteraciones en la percepción o la expresión de la realidad. La
esquizofrenia causa además una mutación sostenida de varios aspectos del funcionamiento
psíquico del individuo, principalmente de la conciencia de realidad, y una desorganización
neuropsicológica más o menos compleja, en especial de las funciones ejecutivas, que lleva a una
dificultad para mantener conductas motivadas y dirigidas a metas, y una significativa disfunción
social.
El concepto de esquizofrenia comenzó históricamente con el término «demencia precoz» de
Bénédict Morel a mediados del siglo XIX. En 1898 Emil Kraepelin delimitó dentro de la demencia
precoz a varios trastornos como la hebefrenia y la catatonia. Precisamente, debido a las múltiples
combinaciones sintomáticas posibles, se ha sugerido que la esquizofrenia se trataría de varios
trastornos y no de uno solo. Por esta razón, Eugen Bleuler prefirió utilizar el plural schizophrenias
para referirse a esta patología cuando acuñó el nombre en 1908. A pesar de su etimología, la
esquizofrenia no es lo mismo que el trastorno de identidad disociativo (o «trastorno de
personalidad múltiple», o de «doble personalidad»), con el que ha sido frecuentemente
confundida. Actualmente, el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales distingue
cinco variables o subtipos dentro de la esquizofrenia, mientras que la Organización Mundial de la
Salud distingue siete subtipos. Por otro lado, existe una amplia variedad de modelos categoriales y
dimensionales que tratan de abordar y explorar los síntomas de la esquizofrenia y su diagnóstico.
Los síntomas de la esquizofrenia suelen comenzar en adultos jóvenes y aproximadamente 0,4-
0,6% de la población se ve afectada. Una persona con esquizofrenia, por lo general, muestra un
lenguaje y pensamientos desorganizados, delirios, alucinaciones, trastornos afectivos y conducta
inapropiada. El diagnóstico se basa en las experiencias reportadas por el mismo paciente y el
comportamiento observado por el examinador. No existen actualmente pruebas de laboratorio
para el diagnóstico de la esquizofrenia y ninguno de los síntomas es patognomónico de esta
condición, lo que dificulta el diagnóstico.
Algunos estudios sugieren que la genética, defectos durante el neurodesarrollo, el entorno
durante la infancia o procesos psicológicos y sociales son factores importantes que pudiesen
contribuir a la aparición de la esquizofrenia. Ciertos medicamentos y el uso recreativo de drogas
parecen causar o empeorar los síntomas. La investigación psiquiátrica actual se centra en el papel
de la neurobiología, pero no se ha encontrado ninguna causa orgánica. Se ha notado un
consistente aumento en la actividad de la dopamina en la vía mesolímbica del cerebro en las
personas esquizofrénicas. Sin embargo, la dirección de la causalidad biológica continúa siendo una
incógnita.
El tratamiento farmacológico de primera línea son los medicamentos antipsicóticos, que
fundamentalmente actúan suprimiendo la actividad de la dopamina. Las dosis de los antipsicóticos
empleados son generalmente más bajas que en las primeras décadas de su uso. La psicoterapia y
la rehabilitación profesional y social también son importantes. En casos más graves, donde hay
riesgo para el mismo paciente y para otros a su alrededor, puede ser indicada la hospitalización
involuntaria, aunque la estadía hospitalaria es menos frecuente y por períodos más cortos que en
tiempos pasados. Por lo general, los trastornos de la cognición contribuyen a problemas
persistentes de la conducta. Los pacientes esquizofrénicos suelen tener otros problemas de salud,
incluyendo drogodependencia, depresión y trastorno de ansiedad, así como problemas sociales
como desempleo, pobreza y baja calidad de vida. La esperanza de vida de los pacientes con
esquizofrenia es de 10 a 12 años menor que los individuos sin la enfermedad, por razón de los
problemas de salud y una mayor frecuencia de suicidio.