Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
- Si me muero mañana que pasara con migo, no habré ido a otros lindos
lugares fuera de este pequeño planeta ¡! – lloro e inclino su rostro.
- Me han hablado de ese planeta, dicen que es muy grande, muy lindo y hay
personas maravillosa ahí ¡vamos!
Caminaron por mucho tiempo hasta llegar a una isla. Allí se encontraron con un
anciano muy malgeniado de hecho; tenía un parche en uno de sus ojos, el niño y
la rosa se le acercaron lentamente diciendo:
De su ojo salió una pequeña lágrima. Inclino su cabeza, los invito a pasar a su
barco y empezó a narrar con un bajo y cortante tono de voz:
Yo era una persona muy feliz, vivía en esta pequeña isla con una dulce niña,
su nombre es samanta, éramos muy felices, todos los días salíamos a dar
unas cuantas vueltas por la playa y a dar paseos a otras islas en mi barco.
-no tengo la menor idea, solo sé que la extraño mucho y que daría hasta mi
propio barco por volver a verla.- de nuevo inclino su cabeza y lloro.
- no llores mas hijo- dijo el capitán y con gran amor abrazo el principito, a este
niño que sentía como su única amiga se iba, se sentía impotente de no poder
hacer nada para impedirlo, pero ella ya se había ido.
El principito los miro y sonrió, dio un giro de 180º y se retiro de aquel de lugar.
En aquellas islas no se volvió a saber nada de aquel niño que pareció en la vida
de un triste capitán, un espejismo se cree que fue todo aquello que allí ocurrió.
Juliana Aristizabal