Está en la página 1de 1

REFLEXIÓN - El Violín de Paganini

Elaborado por María Cristina Pérez

Al realizar la semejanza con la gestión educativa, al desarrollar su acción administradora motivar,


organizar, dirige y animar a toda la organización, a toda la “orquesta”. Creo que la superación de
inconvenientes, dificultades resulta ser motivo y razón para aprender.

Indistintamente del punto desde donde se participa, cada espacio tiene oportunidad de aportar
para la consecución de las metas, creo que hay implícito un grado alto de espera frente a los
ritmos y los proceso “El maestro para, la orquesta para, el público para”; y no obstante el violinista
sigue tocando; la organización nunca se deja de moverse, bien sea en dirección hacia evolucionar,
generar a partir de las dificultades, nuevos aprendizajes, no sólo como equipo, sino como
individuos en lo personal y en lo profesional, cada vez que se localizan, formas de solución, son se
hace capaces de a travesar escenarios similares de forma objetiva, propositiva.

Creo que así como el violinista asume el reto de tocar de una manera terca, con menos cuerdas –
recursos -, no invita a como líderes educativos a superar ser recursivos, creativos, a descubrir la
posibilidad de generar resultados, a no parar el servicio, la producción, pues la armonía se logra
con la participación de todos, ahora lo clave es que pese a la tormenta se cuente con la fuente
motivacional.

Cada debilidad o amenaza en tan importante, si se ve como descubre la fortaleza o la oportunidad


que en ella se esconde. Un liderazgo transformador capaz de sacar lo mejor del equipo con
sentido humano, hace que las tareas en equipo, unir cualidades, potencialidades para alcanzar las
metas como grupo, como organización.

También podría gustarte