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INTRODUCCIÓN
Un tumor es una deformación en más o masa que puede tener varios orígenes (absceso, hernia, hematoma,
inflamación, neoplasia). Una neoplasia es un crecimiento anormal, descontrolado de un grupo de células que
no obedece a los controles de proliferación, diferenciación y apoptosis, que persiste aun cuando haya cesado
el estimulo que lo provocó, sin responder a los mecanismos normales de control y que se aleja del fenotipo
normal.
Las neoplasias pueden clasificarse en benignas y malignas.
DEFINICIONES
Índice mitótico: cantidad de figuras mitóticas por campo a gran aumento. Se considera elevado cuando es
mayor a 9 figuras por campo de menor aumento.
Fracción de crecimiento: es el número de células que se están dividiendo en relación con el total de células
del tumor.
Tiempo de duplicación: es el tiempo en días que requiere un tumor para duplicar su masa. Este tiempo varía
con las especies, el tipo histológico del tumor y el estado de evolución.
El crecimiento de un tumor no se ajusta a una curva exponencial. En las primeras etapas el crecimiento es
rápido por lo tanto:
* El tiempo de duplicación será corto, la fracción de crecimiento y el índice mitótico serán altos.
A medida que la masa tumoral aumenta, la neovascularización no puede acompañarlo, la misma se hace
insuficiente y por consiguiente el aporte de nutrientes y oxígeno también. Por esta razón el crecimiento se
retarda (un alto porcentaje de células pasa a fase de reposo) y:
* El tiempo de duplicación será largo, la fracción de crecimiento y el índice mitótico serán bajos.
Se debe tener en cuenta que la mayor parte de la vida del tumor transcurre en forma subclínica, sólo existen
posibilidades de diagnosticarlo cuando pesa un gramo y tiene 109 células totales.
BIOLOGÍA TUMORAL
Ciclo celular
Las moléculas que se dividen atraviesan una secuencia de eventos moleculares que dan como resultado la
obtención de dos células hijas genéticamente iguales a la célula que les dio origen. Esta sucesión de eventos
se conoce como ciclo celular y esta formado por cuatro fases principales
1) G1: etapa Gap 1, donde se sintetizan las enzimas para poder duplicar el ADN
3) G2: Etapa Gap 2, donde se sintetizan las enzimas y moléculas que se requieren durante la mitosis.
4) Mitosis y Citocinesis: Etapa donde ocurre la división del núcleo (Etapa M) y del citoplasma
(citocinesis).
Una visión ampliamente aceptada es que el cáncer se origina en un proceso de múltiples pasos, inducidos por
mutación de genes y selección clonal de progenie variante, con propiedades de crecimiento cada vez más
agresivas. Estas mutaciones ocurren principalmente en tres clases de genes celulares:
1- Oncogenes
2- Genes supresores de tumores
3- Genes de reparación del ADN
1) Oncogenes
El contexto de descubrimiento de estos genes se dio a mediados del año 1970 en relación a retrovirus
cancerígenos, en estos se descubrió una secuencia de gen que codificaban proteínas involucradas en la
división celular que fueron llamados oncogenes. Luego fueron descubiertos en las células normales los
mismos genes ligeramente modificados, normales, que recibieron el nombre de protooncogenes. Cuando
estos protooncogenes se activan en la célula normal estimulan el crecimiento y diferenciación celular. Una
mutación puntual, sobreexpresión o amplificación son ejemplos del modo de acción de estos oncogenes en el
cáncer. Los protooncogenes son esenciales para los procesos biológicos normales, intervienen en los
mecanismos básicos del crecimiento celular como factores de crecimiento, receptores de factores de
crecimiento, proteínas de transducción de señales y los factores de transcripción nuclear. Se sabe que estos
genes están activados en cánceres no virales, los efectos de los oncogenes activados sobre las células son
dominantes, esto quiere decir que la mutación sobre un alelo produce su expresión por sobre el alelo normal.
Se refiere a un grupo de genes reguladores con capacidad de suprimir la proliferación celular. Se aceptan al
menos dos mecanismos de acción de los genes supresores de tumores: uno es el de los genes que actúan
como porteros (gatekeepers) y otro grupo que actúa como guardianes (caretakers). La perdida de función de
los primeros inicia directamente la tumorogenesis. Los guardianes son los encargados de la reparación del
ADN cuando se daña, cuando están mutados se produce inestabilidad genética, debiendo existir mutaciones
adicionales para el desarrollo tumoral. El ejemplo mas estudiado de este grupo de genes es el gen p 53, que
se encuentra mutado en más del 50% de los tumores malignos. Tiene la capacidad de arrestar el ciclo celular
a través de p21, estimular la reparación de ADN o inducir la célula al proceso de apoptosis. Para que estos
genes pierdan su función debe suceder una alteración en ambos alelos.
Son los en cargados reparar el ADN y corregir los de replicación del mismo.
La inactivación de estos genes repercute en un incremento en la tasa de mutaciones en una variedad de
genes incluyendo oncogenes y genes supresores de tumores.
Biología de la progresión tumoral
Hasta el momento se habla del cáncer limitando nuestro estudio a los acontecimientos que suceden dentro de
una célula, estos acontecimientos son necesarios pero no suficientes. El cáncer progresa si este nuevo
fenotipo es trasmitido a las células hijas en un microambiente adecuado para la proliferación, es más aun,
dentro de las células hijas continúan las mutaciones aleatorias y espontáneas creando nuevos fenotipos.
Podríamos graficarlo como un proceso de microevolución donde los subclones mejor adaptados (invisibles al
sistema inmune, inmortales, etcétera) tendrá mayor descendencia. Un tumor en crecimiento tiende a
enriquecerse de aquellos subclones que muestran su capacidad para sobrevivir, crecer, infiltrar y provocar
metástasis.
La cascada metastásica comienza con la expansión de una célula transformada que crece y diversifica
generando un subclon metastático que se adhiere a la membrana basal la invade y atraviesa la matriz
extracelular para luego penetrar en un vaso sanguíneo o linfático. Dentro del vaso se forma un émbolo de
células formado por las células metastásicas y la interacción de las mismas con los linfocitos y plaquetas del
huésped. El émbolo de células tumorales se extravasa en un órgano blanco donde se produce angiogénesis y
proliferación celular metastásica.
Teniendo en cuenta las características histológicas o según su comportamiento biológico se los puede
clasificar en tumores benignos y malignos.
No todos los tumores benignos tienen las mismas características ni así los malignos, pero hay una
característica que es propia de los tumores malignos que es la capacidad de metastatizar.
El comportamiento biológico se refiere al impacto que tiene el tumor sobre el paciente ya que,
independientemente del tipo celular puede provocar alteraciones muy graves, hasta la muerte.
Para entender las diferencias histológicas de las neoplasias benignas y malignas debemos definir
diferenciación y anaplasia. La diferenciación indica el grado en que las células parenquimatosas son
comparables a las células normales tanto en morfología como en funcionamiento. En general se encuentran
bien diferenciadas las células de las neoplasias benignas, esto quiere decir que el aspecto histológico de la
neoplasia es muy parecido al tumor que le dio origen. Las neoplasias malignas por el contrario varían de bien
diferenciadas a indiferenciadas. Se dice que cuando son completamente indiferenciadas son anaplásicas. La
ausencia de diferenciación se caracteriza por cambios morfológicos y funcionales. En cuanto a los cambios
morfológicos se pueden observar cambios de forma, tamaño y número de núcleos y nucleolos, desproporción
en la relación núcleo-citoplasma, forma citoplasmática aberrante. Otro indicador histológico de malignidad
es el alto número de mitosis y la presencia de mitosis aberrantes.
Benignos Malignos
Tasa de Relativamente A menudo rapida
crecimiento lenta
Forma de Expansivo Invasivo
crecimiento Usualmente con Bordes mal definidos, puede extenderse hacia y a través de
bordes bien los tejidos adyacentes.
definidos.
Efectos sobre los A menudo En general serios
tejidos adyacentes mínimos Destrucción de los tejidos normales con ulceración,
Por la deformidad ostiolisis, etc.
anatómica y
compresión
Metástasis No ocurre Tiene capacidad para metastatizar.
Efecto sobre el Por lo general A menudo riesgoso para la vida por su crecimiento
huésped mínimo destructivo y metastasis hacia organos vitales.
Estadificación
El examen clínico de un paciente oncológico comienza con un minucioso examen objetivo general para
luego realizar el examen oncológico particular, y el examen paraoncológico.
El examen oncológico particular incluye la evaluación de las características del Tumor (T), los Linfonódulos
(N) y las Metástasis (M). Mediante esta evaluación obtenemos el TNM que nos permite estatificar al
paciente, lo cual significa clasificarlo o encuadrarlo dentro de un determinado grupo oncológico con el fin de
determinar un pronóstico y tratamiento adecuado.
T (Tumor)
En este ítem evaluamos las características del tumor primario.
Reseña y Anamnesis
Inspección
Palpación
Ecografía
Radiología
Tomografía
Resonancia magnética
Centellografía
Cito e Histopatología
CLASIFICACIÓN DE LA T
T X: se conoce la localización del tumor pero no hay evidencias clínicas del mismo
T (1-4): El número varía según el tamaño, presencia de úlceras o no, presencia de edema de origen
tumoral, volumen, etcétera.
N (linfonódulos “nodelinf”)
Localización
Tamaño
Superficie
Consistencia
Movilidad a. móvil
b. Inmóvil
Sensibilidad
MÉTODOS DE ESTUDIO
Inspección
Palpación
Ecografía
Radiología
Tomografía
Resonancia magnética
Cito e Histopatología
CLASIFICACIÓN DE LA N
M (metástasis)
MÉTODOS DE ESTUDIO
Anamnesis
Inspección
Palpación
Percusión
Ecografía
Radiología
Tomografía
Resonancia magnética
Cito e Histopatología
CLASIFICACIÓN DE LA M
El tumor puede inducir signos clínicos por alterar estructuras o funciones, directamente por su
presencia, o indirectamente, a través de la producción de sustancias peptídicas, muchas veces de
naturaleza hormonal. Este conjunto de signos que son producidos por efecto indirecto es lo que se
conoce como síndromes paraoncológicos, o paraneoplásicos.
Es importante reconocerlos, debido a que nos permiten controlar, por ejemplo, la respuesta al
tratamiento, o la evolución del paciente, y además muchas veces es el único signo presente o puede ser
la causa de la muerte del animal. Una vez eliminado el tumor primario, su persistencia puede indicar la
diseminación de la enfermedad.
El diagnóstico se realiza en base a los signos clínicos, y hallazgos de laboratorio (hemograma,
bioquímica, pruebas de hemostasia, recuento de plaquetas)
El tratamiento de estos síndromes, radica básicamente, en la eliminación de la neoplasia primaria pero
muchas veces debido a que esto no es posible, debemos tratarlos en forma sintomática.
MANIFESTACIONES ENDOCRINAS:
Hipocalcemia: Puede pasar en forma subclínica, o presentar signos inespecíficos, como debilidad,
letargia, anorexia, e incluso convulsiones. En casos severos se debe tratar mediante el empleo de
gluconato de calcio 10 % vía EV.
MANIFESTACIONES HEMATOLOGICAS:
a- Anemia: Es uno de los hallazgos más comunes en pacientes oncológicos. Es producida ya sea por
efecto directo del tumor, como puede ser también de tipo paraoncológica. Puede ser que la
formación de glóbulos rojos esté disminuida por parte de la médula ósea, ya sea por la invasión del
tumor, o por mielosupresión inducida por las drogas quimioterápicas; o a que se destruyan
excesivamente debido al secuestro por parte del bazo, o por enfermedad inmunomediada (anemia
hemolítica autoinmune). También es común que se produzcan pérdidas de sangre por aparato
digestivo o urinario, como así también hemorragias intracavitarias, como por ejemplo, en el
hemangiosarcoma de bazo.
Para su diagnóstico y tratamiento debemos evidenciar la anemia mediante el examen clínico, y
confirmarla por medio del hematocrito, como así también categorizarla.
El paciente se va a presentar débil, intolerante al ejercicio, muchas veces disneico. Las mucosas
aparentes estarán pálidas. El diagnóstico debe hacerse mediante el hemograma, y dependiendo del
caso está indicada la punción de médula ósea.
El tratamiento de sostén puede realizarse dependiendo del tipo de anemia mediante el uso de
glucocorticoides, la aplicación de eritropoyetina, y en el caso de ser necesario la realización de
transfusiones.
b- Policitemia: La eritrocitosis se produce por una excesiva secreción de eritropoyetina por parte del
tumor, o a la hipoxia que éste produce por compresión u obstrucción vascular.
El paciente puede presentar poliuria-polidipsia, y membranas mucosas congestivas.
4- Leucopenia.
5- Leucocitosis.
SINDROME FEBRIL
Muchas veces los pacientes con cáncer presentan aumento de la temperatura corporal debido a que
padecen infecciones, y afecciones inmunomediadas; pero otras veces, ésta se presenta como un
síndrome paraoncológico, debido a que el tumor puede inducir la producción de pirógenos endógenos
(interleuquinas, interferón), como también puede producir por sí mismo sustancias pirógenas. Estos
van a actuar a nivel de hipotálamo, alterando el centro termorregulador.
Debemos realizar el diagnóstico diferencial de otras alteraciones que puedan estar produciendo
aumento de la temperatura en pacientes con cáncer, como puede ser una infección secundaria.
SINDROMES NEUROLOGICOS
El cáncer puede inducir una gran cantidad de signos neurológicos, como: neuropatías a nivel de los
nervios periféricos, parálisis del trigémino, síndrome de Horner. También hay casos descriptos de
miastemia gravis, secundaria a timoma. Este síndrome se caracteriza clínicamente por debilidad
muscular y temblores y está dado por la producción de anticuerpos anti – receptores de acetilcolina.
OSTEOPATIA HIPERTROFICA
Esta alteración se da en pacientes que presenten tanto neoplasias primarias como metástasis en tórax,
que estén comprometiendo el nervio vago. También fue descripta en otras patologías como neumonía,
enfermedad cardíaca, y atelectacia.
Se caracteriza por anormal crecimiento de hueso a nivel subperióstico, por lo general en huesos largos.
Los pacientes van a presentar claudicaciones, inflamación distal de los miembros, y mucho dolor.
Podemos tratarlos en forma paliativa mediante la colocación de vendajes, y con el uso de analgésicos.
SINDROMES GASTROINTESTINALES
Se presenta en pacientes con secreción excesiva de gastrina. Este síndrome se produce en casos de
tumor pancreático de células no β. El exceso de gastrina redunda en una hiperplasia de las células
parietales del estómago con una hipersecreción de ácido clorhídrico. Fisiopatológicamente se
manifiesta con ulceración del estómago y el duodeno. El daño de la mucosa altera la absorción de
nutrientes.
Hipergastrinemia
Los síndromes paraneoplásicos locales producen su efecto por compresión de órganos, alterando su función,
o de vasos sanguíneos y/o linfáticos produciendo falla circulatoria.
a- Síndrome de la vena cava craneal: está asociado a la presencia de masas torácicas que compriman dicha
vena con la consecuencia clínica de edema facial, de cuello y miembros anteriores.
b- Síndrome de la vena cava caudal: dado por la presencia de masas abdominales que compriman dicha vena
produciéndose edema de los miembros posteriores.
REMISION DE MUESTRAS PARA HISTOPATOLOGIA
M.V. Alberto Vartabedian
1-FIJADOR UTILIZADO: el mas usado, sin querer decir esto que sea el mejor, es el formol al 10%
bufferado en agua destilada. Tanto el agua destilada como el buffer protegen a la muestra de la acción de
minerales como de un pH inadecuado que podría dañar los tejidos que deseamos fijar. Como ventajas del
formol pueden mencionarse su fácil preparación; que es fácil de conseguir; bajo costo; gran poder de
penetración; conservar los lípidos y no modificar los tejidos para su posterior tinción. Las desventajas son
que es potencialmente cancerígeno e irritante de piel y mucosas. Actúa coagulando proteínas rápidamente.
Se prepara a partir del formol puro que viene al 40% siendo la dilución 1 parte de formol y 9 de agua.
2-RECIPIENTE: pueden ser frascos de boca ancha, de cierre hermético, con tapa a rosca, preferentemente
de material plástico. Es fundamental que la boca del frasco sea considerablemente mayor al ancho de la
muestra, dado que ésta por acción del formol se endurece, haciendo difícil su extracción. Otra opción son las
bolsas para conservar alimentos, las hay de diferentes tamaños, lo cual es una ventaja para el caso de piezas
quirúrgicas grandes. La desventaja que tienen es que el cierre no es hermético y la poca estabilidad que
poseen en posición vertical.
3-VOLUMEN DEL FIJADOR: la relación entre el volumen de la muestra con respecto al fijador debe
ser 1 en 10 a 1 en 20. Siempre es mejor que sobre fijador a que falte.
4-TAMAÑO DE LA MUESTRA: clásicamente se dice que el tamaño óptimo debe ser 1 cm por 1 cm, lo
que se fundamenta en que el poder de penetración del formol es de 1 cm. en 24 hs, pero en el caso de
neoplasia éstas pueden ser mucho mayores y como también interesan en Oncología los límites de resección
se aconseja enviar toda la muestra realizando cortes incompletos paralelos entre si separados de a 1 cm.
7-PROTOCOLO: toda muestra remitida a un laboratorio debe ir acompañada por un protocolo donde
deben figurar los siguientes datos:
propietario
profesional solicitante
c- datos del paciente: especie, raza, sexo, edad,
pelaje. Son de suma importancia en Oncología ya que hay neoplasias , por ejemplo el histiocitoma que
es mas frecuente en animales jóvenes, o el carcinoma de células escamosas en pelajes blancos, o los
adenocarcinomas apócrinos en hembras.
d- sitio de toma de la muestra: tanto de que sector
de la neoplasia proviene la muestra como la localización anatómica de la misma, ya que hay
predilección de las mismas por ciertas zonas tales como el tumor de Sticker a nivel genital, o los
fibrohistiocitomas en los miembros.
fecha y hora de extracción de la muestra
fijador utilizado
g- breve resumen de la historia clínica: deben
constar si tuvo neoplasias previas, cirugías, tiempo de evolución.
diagnóstico presuntivo: es para ver si coincide lo que se ve clínicamente con la histopatología.
1- Descripción macroscópica: consiste en describir las características de la o las muestras tales como
presencia de piel, ulceraciones, color, aspecto, consistencia, etc. Es importante que conste el número de
muestras, siendo un doble control tanto para el clínico como para el patólogo.
2- Descripción microscópica: de vital importancia en el caso de neoplasias por todos los datos que aporta,
entre ellos: origen del proceso tumoral; grado de anaplasia (a mayor grado mayor malignidad); invasión en
vasos sanguíneos y/o linfáticos; presencia o no de cápsula( recordar que aunque al estar capsulada el
pronóstico sería mas favorable, puede haber invasión capsular); márgenes o límites de resección( sumamente
importantes en caso de neoplasias malignas o benignas recidivantes, lo ideal es la resección completa con
margen de seguridad amplio, le siguen el margen escaso, la resección en el límite y la incompleta);
infiltración de tejidos periféricos( si la hay peor es el pronóstico), índice mitótico(generalmente se asocia el
alto índice mitótico con alto grado de malignidad, como por ejemplo en los fibrosarcomas, pero los
papilomas también lo tienen y son benignos); necrosis( puede deberse a neos malignos con rápido
crecimiento y muerte celular o a causas mecánicas si es superficial); reacción inflamatoria( muchas veces es
secundaria a la neoplasia, pero otras como en el carcinoma inflamatorio es propia de este neo indicando
malignidad).
3- Diagnóstico Histopatológico: donde se define con precisión de que tipo de neoplasia se trata.
CITOLOGÍA
INTRODUCCIÓN: la citología, que se define como el estudio microscópico de las células es una
herramienta muy valiosa en Oncología ya que con la misma pueden hacerse aproximaciones diagnósticas y
en algunos casos diagnósticos definitivos y precisos.
TOMA DE MUESTRA: las muestra para su diagnóstico citológico pueden tomarse de diferentes formas
que variarán según las características de lo que se vaya a muestrear:
REMISION DE LAS MUESTRAS: para el caso de líquidos de punción o lavajes se remiten en las
mismas jeringas o tubos, por ejemplo de centrífuga, preferentemente refrigeradas y dentro de las 24 hs.
En el caso de punciones de masas sólidas, hisopados y raspajes se envían los extendidos ya confeccionados,
es decir, en portaobjetos.
Deben remitirse con un protocolo adjunto que es similar al de Histopatología.
PROCESAMIENTO DE LAS MUESTRAS: las muestras pueden procesarse en el consultorio con un
mínimo de materiales o en su defecto en el laboratorio. El primer paso es la FIJACIÓN, que puede
realizarse por métodos químicos como el alcohol metílico o sprays fijadores, o métodos físicos como el
secado al aire que es el más utilizado y se efectúa por lo tanto luego de tomar la muestra.
TINCION: las coloraciones mas utilizadas son la T 15, Wright, Giemsa, similares todas entre sí. Por
cuestiones de tiempo y practicidad, sobre todo para su uso en consultorio se prefiere la T 15 ya que en 15
segundos tendremos los extendidos coloreados, pero esto no invalida a las otras coloraciones.
Una vez finalizado el procesamiento de las muestras se realiza la observación al microscopio de los
extendidos haciendo siempre una recorrida con el objetivo de menor aumento para así tener una visión
panorámica y pasar luego a los de mayor para ver detalles celulares.
El último paso consiste en confeccionar, o si se envió la muestra al laboratorio, esperar el informe citológico
que consta de: Descripción microscópica, en la que figuran todos los elementos observados, no celulares y
celulares, y entre estos últimos y si se tratara de neoplasias las características citológicas tales como tipo
celular, atipías, pleomorfismo, figuras mitóticas, etc.
Diagnóstico citológico: completa el informe y puede hablarse entonces que
sea positivo, sospechoso o negativo de un proceso neoplásico. la negatividad nunca descarta un proceso
tumoral y debe confirmarse por Histopatología.
CONCLUSIONES: la Citología tiene como ventajas su rapidez, bajo costo, facilidad en la toma de
muestra, no necesidad de anestesiar al animal, la repetibilidad de las muestras cuando son poco
representativas, la de orientar sobre el posible origen del tumor y que para ciertas neoplasias son diagnósticas
como por ejemplo el linfoma, tumor de Sticker, mastocitoma, melanomas melánicos, histiocitoma y lipoma.
Como desventajas tenemos que por el hecho de analizarse solamente células y no un trozo de tejido la
información que brindan es limitada requiriéndose la mayoría de las veces un estudio posterior que es el
histopatológico.
PRINCIPIOS BÁSICOS DE CIRUGÍA ONCOLÓGICA
M.V. José Luis Ciappesoni
Al hablar de cirugía oncológica es importante tener en cuenta que la misma puede perseguir varios objetivos
(Cuadro 1), como ser:
Preventiva
Diagnóstica
Paliativa
Combinada
Cuadro 1
1- Preventiva: dentro de éste grupo tenemos por ejemplo a la ovariectomía en la perra, la misma efectuada
antes del primer celo, baja la incidencia de presentación de tumores mamarios, casi a cero, si se realiza
inmediatamente después del primer celo tiene un menor efecto sobre dicha tasa, el que va disminuyendo
hasta carecer de efecto protector a partir de los 2,5 años de edad.
La orquidectomía tiene efecto preventivo sobre la aparición de tumores testiculares, para éstos fines está
especialmente indicada en el caso de los animales criptórquidos, ya que se supone que los testículos
retenidos tienen mayor predisposición a ser tumorales, esto se debería a que carecerían de los mecanismos de
termorregulación que tiene un testículo en su ubicación normal.
2- Diagnóstica: dentro de éste grupo tenemos distintos tipos de cirugías por ejemplo las biopsias y las
cirugías exploratorias.
Las biopsias consisten en la toma de una porción de tejido u otro material para su posterior análisis
histopatológico o citológico.
Las cirugías exploratorias se basan en la exploración quirúrgica de cavidades, órganos u otras regiones
corporales con patología neoplásica comprobada o sospechada a los fines de ver la posibilidad de resección,
explorar los ganglios linfáticos y evaluar la posible diseminación hacia órganos o tejidos vecinos, etc.. Se
puede realizar toma de muestras, y puede combinarse con cualquiera de las tres categorías que siguen a
saber: curativa, paliativa o combinada.
La exploración de cavidades y órganos huecos se puede realizar mediante cirugía convencional o por vía
endoscópica.
3- Curativa: El objetivo en este caso es curar la enfermedad neoplásica mediante una ablación tumoral
completa. Desde ya que desearíamos siempre poder curar con la cirugía oncológica, pero es fundamental
tener en cuenta que las veces en que este objetivo sea alcanzable, para que el mismo se logre es necesario
una minuciosa planificación terapéutica y no tomar la cirugía oncológica a la ligera.
4- Paliativa: La cirugía paliativa está indicada para mejorar la calidad de vida del paciente en los casos
cuya cura es imposible. Este tipo de cirugía puede buscar distintos objetivos como por ejemplo eliminar el
dolor. Es el caso típico del osteosarcoma; este tipo de tumor provoca un intenso dolor, llevando al paciente a
un estado de decaimiento, disminución de la actividad física y anorexia, llegando incluso a la postración, este
cuadro mejora notablemente luego de la amputación.
Otros ejemplos pueden ser tumores, no curables pero muy voluminosos que impidan los movimientos
normales del animal, o neoplasias ulceradas, que dan olor, pérdida de sangre y son susceptibles de padecer
miasis. También está indicada cuando la neoplasia provoca algún trastorno funcional como puede ser una
obstrucción pilórica o intestinal, en estos 2 últimos casos ante una masa no resecable se puede realizar una
cirugía derivativa, sin tocar la masa tumoral, con el objetivo de reestablecer el tránsito gastrointestinal.
También podemos incluir en este grupo la colocación de sondas para alimentación enteral (esofagostomía,
gastrostomía o enterostomía. Cuando se realiza este tipo de cirugía es fundamental que el propietario del
animal tenga bien en claro el objetivo de la intervención quirúrgica, y no debemos crearle falsas expectativas
para convencerlo de realizar la misma.
Éste es un paso que en muchas ocasiones se omite, pero que a veces es fundamental para poder realizar una
terapia adecuada. Para identificar el tumor es necesaria generalmente una biopsia.
Podemos definir a una biopsia como a la toma de una muestra de tejidos, o células, a los fines de realizar un
diagnóstico histológico o citológico respectivamente.
BIOPSIAS
Indicaciones:
a- Obtención de tejidos, o líquidos para diagnóstico histológico o citológico. Esto permite una planificación
terapéutica adecuada.
b- Estudio indirecto del comportamiento biológico de la neoplasia, a través del estudio de linfonódulos
sospechosos y de lesiones solitarias en órganos blanco de metástasis.
c- Controlar pacientes en tratamiento (linfadenopatías, extirpaciones parciales, márgenes de seguridad,
diferenciación de recidivas locales de nuevos neos).
Contraindicaciones:
a- En la mayoría de las neoplasias mamarias, dada su heterogeneidad celular y que suelen coexistir varios neos
histológicamente distintos. La excepción estaría dada ante la sospecha clínica de un carcinoma inflamatorio.
En éste caso está indicada, dado que el mismo no es de tratamiento quirúrgico y tiene un muy mal pronóstico,
por lo que se hace necesaria la biopsia para corroborar el diagnóstico.
b- Ante el peligro de diseminación del proceso oncológico.
c- Ante el peligro de provocar graves lesiones secundarias (por ej. SNC).
d- Lesiones cavitadas o quísticas con posible contenido purulento.
e- Lesiones cercanas a grandes vasos o a las paredes cardíacas.
f- Cuando el resultado de la biopsia no altere la planificación terapéutica.
g- Coagulopatías severas (principalmente en órganos parenquimatosos).
h- Cuando el estado del paciente imposibilite la realización de alguna técnica anestésica, si el procedimiento de
biopsia así lo requiere.
CLASIFICACIÓN
Incisionales
Histología
Escicionales
CITOLOGÍA
Las muestras de citología tienen la ventaja de ser sencillas, de bajo costo, factibles de ser realizadas en el
consultorio y con un riesgo casi nulo para el paciente ya que no se requiere la anestesia del mismo, por lo
que puede ser llevada a cabo incluso en pacientes que no se encuentran en condiciones de ser anestesiados.
Como contrapartida tienen la desventaja de que no siempre son diagnósticas y en caso de serlo suelen ser
orientativas, ya que no podemos apreciar la arquitectura tisular, y las muestras son escasas.
Se pueden obtener de distintas maneras:
a- Punción con aguja fina: (PAF) es una de las formas más usadas para obtener muestras para citología,
se realiza con una aguja 21g o 23 g, desacoplada; previa preparación de la zona, se fija la masa, se punza y se
cambia varias veces de posición la aguja dentro de la masa, se retira la aguja y con una jeringa con aire se
empuja el contenido de la aguja a uno o varios portaobjetos y realizamos el extendido.
b- Aspiración con aguja fina: se usa para la aspiración de masas sólidas, cuando con el método anterior
la muestra es nula o muy escasa; la misma se realiza con una aguja calibre 21g o 23 g y una jeringa de 5 o 10
cc. Se prepara en forma aséptica la piel de la zona a punzar, se fija la masa de la que se va a obtener la
muestra, se punza, y una vez dentro de la masa se aspira, y se cambia varias veces la posición de la aguja
dentro de la masa manteniendo el vacío por tracción del émbolo de la jeringa (no veremos ningún contenido
dentro de la jeringa, ya que el material obtenido es poco y se encuentra dentro de la aguja). Una vez realizada
la aspiración dejamos de realizar vacío antes de retirar la aguja de la masa, retiramos la aguja, desacoplamos
la jeringa, cargamos aire en la jeringa, la volvemos a acoplar y descargamos el contenido de la aguja en
varios portaobjetos y realizamos los frotis.
f- Raspajes: se realizan con un hoja de bisturí o espátula, y se extienden sobre un portaobjetos, se utilizan
en tumores superficiales, y ulcerados que exfolian gran cantidad de células, se deben evitar zonas
contaminadas o con necrosis, puede ser un método útil, para confirmar TVT y CCE.
g- Cepillados: no son muy usadas en medicina veterinaria, y se realizan generalmente por vía endoscópica.
h- Improntas: es el método mas sencillo de toma de muestra y consiste en apoyar un portaobjetos sobre la
superficie a muestrear, ejerciendo una moderada presión Se pueden realizar improntas de tumores ulcerados,
pero no suelen ser representativas, sí se pueden realizar improntas de la superficie tumoral cortada, una vez
extraída una muestra de biopsia para histología, o un tumor, esto nos permite ir ganando tiempo, ya que los
resultados estarán mucho más rápido que los del histopatológico.
HISTOPATOLOGÍA:
a- Biopsia escicional: es aquella en que se saca directamente toda la masa tumoral para su estudio, esto se
realiza cuando la neoformación es pequeña y no justifica sacarle una muestra, o no existen dificultades
técnicas para su extirpación total con un adecuado margen de seguridad y sobre todo, cuando el resultado no
cambia el tipo de cirugía a realizar.
b- Biopsia incisional: consiste en la toma de una porción de la masa sospechosa; de ser posible se debe
incluir en la muestra tejido patológico y normal, no se toma tejido necrótico, y el lugar de toma debe ser
factible de resecar en una cirugía posterior junto con la neoplasia. Este tipo de biopsias se indican
principalmente cuando el resultado de la misma puede hacer variar significativamente el plan terapéutico y/o
los deseos del propietario.
Éste tipo de biopsias puede realizarse con bisturí, o con elementos especiales, como ser punchs o
sacabocados, agujas de biopsia como Tru-cut, Vim-Silverman, etc., y en el caso de biopsias óseas, trefina de
Michelle o aguja de Jamshidi.
Tan importante como una adecuada toma de muestra lo es el acondicionamiento y remisión de la misma.
Ésta debe ir en un recipiente de boca ancha en una proporción con el fijador de 20/1 si la muestra es mayor
de 1 cm de espesor se la debe fetear realizando cortes. La misma debe ir acompañada de un protocolo
adecuado, el mismo debe incluir: datos del propietario, datos del profesional actuante, reseña, anamnesis,
breve historia clínica, tipo de muestra (órgano y/o región anatómica, forma de recolección), fecha y hora de
recolección, fijador utilizado y diagnóstico presuntivo.
Es un paso fundamental previo al acto quirúrgico, ya que de ello puede depender el éxito o fracaso de la
intervención a realizar, hay bibliografía que menciona que no se debería tomar un margen menor de 1 cm., si
bien esto pude ser cierto hay que tener en cuenta que muchas neoplasias requieren de un margen mayor, el
mismo va a depender no sólo del tipo histopatológico de la neoplasia, si no también de su grado de invasión
local, como ser adherencia a tejidos u órganos adyacentes, compromiso óseo (determinado
radiográficamente) afección linfonodular y linfangitis neoplásica. El margen también se debe aumentar ante
la presencia de edema peritumoral, ya que el mismo desdibuja los límites de la neoplasia y favorece la
infiltración tumoral. Por lo anteriormente mencionado, de ser posible se debe tratar de reducir o eliminar el
edema, previo a la cirugía con medicación, como ser con piroxicam a razón de 0,3 mg/kg día por medio, con
el estómago lleno y asociado a medicación protectora gástrica en caso de considerarse necesario. Recordar
que está totalmente contraindicado el uso de vendajes compresivos en tejidos oncológicamente
afectados.
Es importante tener en cuenta que los márgenes de seguridad, dependiendo del tipo de neoplasia, deben ser
tenidos en cuenta en las tres dimensiones, ya que es un error común considerarlos a nivel cutáneo, pero no en
profundidad. Esto es fundamental por ejemplo en los sarcomas de tejidos blandos , ya que forman un
pseudocápsula pero las células neoplásicas infiltran mucho más del tejido visible durante el acto quirúrgico,
a diferencia de las neoplasias mamarias, donde si no hay infiltración de los planos profundos se puede
resecar en profundidad por el plano de clivaje. Otro ejemplo donde se deben tener en cuenta los márgenes de
seguridad en las 3 dimensiones es en los mastocitomas
Se deben examinar histopatológicamente los márgenes de resección, para evaluar si los mismos han sido
adecuados; si en alguna parte de la pieza resecada, tenemos dudas acerca del margen de seguridad, la misma
debe ser marcada por ejemplo con un punto de sutura, y solicitarle al patólogo que realice un corte de esa
zona y la evalúe histopatológicamente..
Como mencionamos antes, establecer el margen de seguridad es fundamental, ya que debemos tener en
cuenta que la mejor oportunidad para la curación quirúrgica de una neoplasia es en la primera
cirugía.
PLANIFICAR LA RECONSTRUCCIÓN
En cirugía oncológica muchas veces son necesarias amplias resecciones, por lo que es preciso planificar
cuidadosamente la reconstrucción que vamos a realizar luego de la extirpación tumoral, esto se refiere por
ejemplo a la planificación de colgajos cutáneos, injertos u otras variantes de plástica reconstructiva. Incluso
pueden requerirse éste tipo de técnicas en tumores relativamente pequeños, ubicados en zonas que requieren
una reconstrucción anatómica casi perfecta, como por ejemplo en el caso de los tumores palpebrales. No sólo
es necesaria la reconstrucción adecuada a nivel cutáneo, a veces pueden ser necesarios colgajos musculares,
o mallas protésicas para reconstruir la pared abdominal, o torácica.
Otro ejemplo en el que se necesita de una adecuada planificación reconstructiva, es en aquellas neoplasias
que involucren al estómago en su región pilórica (anastomosis tipo Billroth I), pudiendo también involucrar
el duodeno y la desembocadura de los conductos biliar común y pancreáticos (anastomosis de tipo Billroth
II).
ANESTESIA
Es importante tener en cuenta a la hora de decidir un protocolo anestésico que la mayoría de las veces se
trata de pacientes gerontes, y que muchos de los pacientes oncológicos tienen comprometido su estado
general, pudiendo tener anemia, hipoproteinemia, caquexia del cáncer, etc.
Está totalmente contraindicada la anestesia infiltrativa local en los tejidos oncológicamente afectados,
y en la cercanía de los mismos, ya que desdibuja la separación de planos anatómicos, y límites tumorales,
pudiendo diseminarse células neoplásicas durante la infiltración. Sí se pueden utilizar anestesias tronculares
o multitronculares, distantes de la zona a intervenir.
TÉCNICA QUIRÚRGICA
Preparación del campo quirúrgico: la misma debe ser generosamente amplia, ya que muchas veces la
neoplasia involucra más tejidos de los que aparenta, y también puede ser necesario un campo mayor, si es
necesario aplicar técnicas reconstructivas especiales.
La técnica quirúrgica aséptica es fundamental en todas las formas de cirugía, pero cobra especial importancia
en el caso de pacientes con cáncer, ya que los mismos se pueden encontrar debilitados, y/o
inmunosuprimidos, además la depresión del sistema inmune puede estar exacerbada por el uso de protocolos
quimioterápicos.
Los abordajes en cirugía oncológica deben ser amplios, de ésta manera podremos explorar adecuadamente
los tejidos adyacentes y otros órganos en el caso de las cavidades. Además nos permitirá trabajar con mayor
comodidad sin tener que presionar y/o tironear de la masa tumoral, lo que está totalmente contraindicado, ya
que podría facilitar la exfoliación de células tumorales.
Durante el acto quirúrgico hay una serie de pautas a tener en cuenta: debemos considerar a todo tejido
neoplásico o sospechoso de serlo, como un tejido contaminado, no debemos incidir nunca a través del tejido
neoplásico, si los guantes o cualquier instrumental tocan tejido neoplásico expuesto se deben considerar
contaminados y debemos descartarlos.
En el caso de las neoplasias ulceradas, éstas deben ser cubiertas por gasas, apósitos y/o paños de campo, los
que se fijan mediante puntos al tejido sano.
Cuando trabajamos en cavidades corporales, se deben poner paños de segundo campo y de ser posible
también de tercer campo.
Si bien puede parecer contradictorio, la cirugía oncológica debe ser delicada y agresiva, debe ser delicada en
cuanto al manejo de los tejidos en todos sus aspectos; en cuanto a la masa a extirpar se la debe manipular lo
menos posible, y en forma suave, sin apretarla, dado que la presión excesiva y el manipuleo, pueden
aumentar la exfoliación de células neoplásicas en la herida y al torrente circulatorio.
También debe ser delicado el manejo de los tejidos del paciente, ya que un mal manejo de los mismos puede
dejar tejidos traumatizados y desvitalizados, los que no solamente son más susceptibles de infectarse, si no
que al tener un menor aporte sanguíneo y por ende una menor llegada de elementos de defensa, tendrían una
mayor posibilidad de hacer una recidiva local ante la presencia de células neoplásicas en el campo
quirúrgico.
En cirugía oncológica debemos ser agresivos en el sentido de que se deben sacrificar todos los tejidos u
órganos necesarios, compatibles con la vida del paciente para realizar una ablación tumoral completa.
De ser posible, se debe ligar las venas que drenan el tumor lo más temprano posible durante el acto
quirúrgico, a los fines de minimizar la diseminación de células tumorales a través del torrente vascular.
Es importante durante la cirugía realizar una adecuada exploración, a los fines de realizar una mejor
aproximación pronóstica y adecuar el tratamiento posterior del paciente.
Algunos autores recomiendan previo a la síntesis realizar un abundante lavado con solución fisiológica, a fin
de realizar un arrastre mecánico de células tumorales que pueden haberse exfoliado a partir de la neoplasia.
Además el lavado de los tejidos expuestos, disminuye la desecación de los mismos, con la desvitalización
que ello produce.
Así mismo hay autores que recomiendan dejar en forma rutinaria drenajes, ya que el flujo de líquido hacia el
exterior podría favorecer el arrastre mecánico de células exfoliadas.
En la síntesis no debe existir excesiva tensión, si ello sucede deben emplearse técnicas reconstructivas que la
minimicen (colgajos, injertos), pero nunca se debe realizar una resección sin márgenes adecuados, en tal caso
es preferible aproximar los labios de la herida todo lo posible y dejar que cicatricen por segunda intención
antes que dejar tejido neoplásico.
Con respecto a la extirpación de los linfonódulos, es un tema controvertido, hay quienes indican su
extracción rutinaria, y otros autores, solo cuando presentan compromiso oncológico, este último parece el
criterio más acertado, ya que los mismos, son elementos de defensa fundamentales.
El problema que se plantea muchas veces es determinar su compromiso oncológico, para ello nos valemos de
la clínica, la citología, el diagnóstico por imágenes y la exploración quirúrgica.
En el caso de los linfonódulos explorables semiológicamente, si se encuentran normales en cuanto a tamaño,
consistencia aspecto y movilidad se los considera normales, si se encuentran agrandados, rugosos y fijos se
los extirpa. Cuando se encuentran solamente agrandados y más duros está indicado realizar una citología por
aspiración con aguja fina antes de la cirugía y de ser positivos se extirpan, es importante recordar que puede
haber hiperplasia reactiva de los ganglios linfáticos por el estímulo de los antígenos tumorales, necrosis del
tumor o úlceras neoplásicas infectadas.
Los linfonódulos internos se exploran mediante radiografías en el tórax y ecografías en el abdomen y
eventualmente por punción con aguja fina o agujas de biopsia guiadas por ecografía. También se exploran de
forma quirúrgica durante el transcurso de las cirugías exploradoras, curativas y/o paliativas.
Hay dos maneras de extirpar los linfonódulos: Uno es el vaciamiento linfonodular independiente por el cual
se extirpan el tumor y el linfonódulo por separado. La otra manera es realizar el vaciamiento linfonodular en
bloque, cuando los vasos linfáticos se encuentran afectados (linfangitis neoplásica), se deben extirpar en un
solo bloque: el tumor, los linfonódulos afectados y los vasos linfáticos con los tejidos que los rodean con un
margen de seguridad adecuado.
Hay autores que consideran que el vaciamiento linfonodular siempre debe ser realizado en bloque, ya que
para que el linfonódulo esté afectado, las células neoplásicas deben haber circulado por los vasos linfáticos,
por lo que siempre que sea técnicamente factible es preferible el vaciamiento en bloque.
Pero es importante recordar que una vez que se presenta compromiso oncológico detectable de un
linfonódulo, éste ya ha sido superado como barrera por las células neoplásicas, por lo que idealmente se
debería realizar una terapia combinada.
QUIMIOTERAPIA
M.V Laura Ontiveros
Indicaciones
1) Tratamiento Primario
Es cuando se emplea la quimioterapia como único tratamiento o como tratamiento principal para
el control de neoplasias sistémicas como linfoma o leucemia o la curación de determinadas
neoplasias como el Tumor venéreo transmisible (TVT). También se la utiliza en forma paliativa
para el control de enfermedades oncológicas malignas que han metastizado o de tumores no
resecables.
2) Tratamiento Neoadyuvante
3) Tratamiento Adyuvante
Contraindicaciones
Hay tres aspectos de la cinética celular que deben considerarse al exponer la base biológica de la
quimioterapia:
1) Ciclo celular:
Su conocimiento es fundamental para el establecimiento del plan quimioterápico correcto ya que diversos
agentes quimioterápicos lo afectan en varios puntos.
La mayoría de las drogas interfieren con la síntesis o función del ADN, como así también con la síntesis de
ARN y de proteínas. Según la fase del ciclo celular en la que actúen los agentes quimioterápicos se pueden
clasificar en:
c) Agentes no selectivos:
Estos son quimioterápicos de acción inespecífica de fase que no necesitan de la actividad mitótica celular o
de la reparación del ácido nucleico para actuar. Destruyen tanto a las células activas como a las que se hallan
en reposo. Ej: Nitrosureas.
Con respecto a sus características de crecimiento y renovación los tejidos no se comportan todos de la misma
manera. De acuerdo a ello pueden agruparse en tres clases:
a) Estáticos: son aquellos altamente diferenciados, que no sufren mitosis, como el músculo estriado o el
tejido nervioso.
b) Expansionantes: son aquellos que ante un estímulo determinado pueden sufrir mitosis. Ej: hígado
c) Renovantes: son los que poseen poblaciones celulares mitóticamente activas, como por ejemplo, las
células sanguíneas, mucosas, epidermis y gametos. Este grupo debido a que presenta promedios de vida
cortos y por ello una alta actividad mitótica es el más susceptible a los efectos de los agentes
quimioterápicos.
Se refiere a un modelo de crecimiento tipo de una neoplasia, describiendo los cambios que ésta sufre con el
transcurso del tiempo. En un principio el tiempo de duplicación es corto y tanto el índice mitótico como la
fracción de crecimiento son altos. A medida que aumenta el tamaño del tumor el tiempo de duplicación se
prolonga y el índice mitótico y la fracción de crecimiento son más bajos, debido a que un alto porcentaje de
células pasan a la fase de reposo G0.
Los efectos de la cirugía citorreductiva o de la radioterapia pueden inducir a un nivel renovado de actividad
celular dentro del tumor, haciéndolo más susceptible al ataque de los agentes quimioterápicos a medida que
sus células entran en división mitótica, dando lugar a una fracción de crecimiento e índice mitótico elevado,
que resulta esencial para la acción de las drogas antineoplásicas.
PAUTAS PARA EL EMPLEO DE QUIMIOTERAPIA
A) Pautas Generales
B) Pautas de Aplicación
1) Examen físico general: una vez establecido el protocolo a utilizar se debe evaluar la condición física
basal del paciente para tener un punto de comparación luego de la instauración del tratamiento.
2) Análisis de sangre: se debe realizar un chequeo de sangre completo antes de iniciar el tratamiento que
incluye hemograma completo y bioquímica sanguínea básica y específica de acuerdo al quimioterápico
a utilizar.
Previo a la administración del segundo ciclo (dependiendo de cada protocolo en particular) se deben
realizar nuevos análisis sanguíneos y compararlos con los basales para evaluar las posibles alteraciones
producto del empleo de los quimioterápicos (leucopenia, linfopenia, aumento de la uremia, creatinemia,
etc.) La suspensión temporaria de la quimioterapia se tendrá en cuenta si los recuentos de glóbulos
blancos son menores de 5000 o de 2500 neutrófilos o de 1000 linfocitos.
3) Efectos colaterales: las reacciones adversas que pueden producirse como consecuencia de la
administración de agentes quimioterápicos podemos dividirlos en inespecíficos y específicos.
Los inespecíficos son aquellos que podemos esperar con mayor frecuencia y están dados por la mayoría
de las drogas quimioterápicas. Estos se deben fundamentalmente a la toxicidad gastrointestinal
(anorexia, nauseas, vómitos, diarrea, estomatitis y úlcera gastrointestinal) y a la supresión de la médula
ósea e inmunosupresión (leucopenia, anemia, trombocitopenia).
Los efectos colaterales específicos son menos frecuentes y en general dependen de cada droga
quimioterápica en particular. ( Ej: cistitis hemorrágica por Ciclofosfamida, convulsiones por 5
fluorouracilo, reacciones alérgicas por doxorrubicina).
1) Manejo: los agentes quimioterápicos son drogas potencialmente tóxicas por lo cual hay que tomar
ciertas precauciones en su manipulación. Lo ideal es contar con áreas acondicionadas específicamente
para el manejo de las mismas en las cuales debería haber gabinetes de seguridad equipados con
campanas de flujo laminar vertical u horizontal. Cuando no se cuente con este equipamiento se deberán
extremar las precauciones necesarias para evitar el contacto directo o indirecto con las drogas.
En estas áreas no se debería comer, fumar o beber y no es aconsejable que las mujeres embarazadas
manipulen quimioterápicos por sus posibles efectos teratogénicos.
Las personas que manejen las drogas deben usar guantes de látex, ya que algunas drogas pueden
atravesar los polivinílicos, batas de mangas largas para proteger la piel, anteojos o antiparras protectoras
y barbijo o máscara de seguridad, ya que las vías de exposición pueden ser directamente percutánea,
contacto ocular o inhalación de polvo o microgotas.
El manejo de los inyectables debe ser cuidadoso. Se realizará siempre lejos de la cara y siempre en un
plano más bajo que el de la cabeza. Las ampollas, en el momento de abrirlas, y los frascos ampollas, en
el momento de la disolución de la droga liofilizada o en el de carga de la jeringa deben ser cubiertos con
una gasa para evitar la dispersión de gotas.
En caso de derramamiento accidental de la droga se debe secar el lugar con una compresa con alcohol.
Todos los materiales utilizados en la administración de quimioterapia así como los frascos y restos de
drogas deben ser desechados como residuos peligrosos tomando todas los recaudos correspondientes.
2) Administración: una droga quimioterápica para cumplir su función correctamente debe primeramente
llegar al lugar de acción a una concentración adecuada y luego permanecer en el mismo durante un
tiempo (tiempo de exposición). Esto puede verse influido por la vía de administración (no todos los
quimioterápicos pueden aplicarse por todas las vías) y el grado de absorción de la droga.
Vía endovenosa: para la administración de drogas por vía endovenosa es recomendable la utilización de
catéteres endovenosos aunque algunos oncólogos indican el uso de butterfly para las aplicaciones de
corta duración (ej: Vincristina, Vinblastina). Debido a la mayor probabilidad que se produzca una
extravasación de la droga con estos últimos es que se recomienda la utilización de los catéteres
independientemente del volumen y tiempo de administración. Dependiendo de la droga quimioterápica
a utilizar, la aplicación endovenosa se podrá realizar en bolo o por goteo en solución fisiológica o
dextrosa al 5%.
Es importante controlar constantemente que la vía permanezca permeable y que no se produzcan
infiltraciones. De ocurrir esto último se deberá suspender inmediatamente la administración de la droga,
diluir la infiltración con solución fisiológica y tomar las medidas necesarias de acuerdo a cada droga en
particular. Una vez finalizada la administración de la dosis del quimioterápico se debe administrar un
volumen variable de solución fisiológica (generalmente mínimo 10 – 20 ml) para lavar la vena y evitar
accidentes de extravasación al retirar el catéter.
Vía intramuscular o subcutánea: la administración por estas vías sigue las mismas reglas establecidas
para la administración de cualquier medicamento, teniendo la precaución el operador de seguir los
lineamientos establecidos en cuanto a seguridad en el manejo de los quimioterápicos (ej: administración
con guantes)
Vía oral: se administra como cualquier medicamento en comprimidos o cápsulas teniendo en cuenta
que al ser drogas quimioterápicas se deben manejar con guantes y en forma cuidadosa, informándole
específicamente estas precauciones al propietario si es el que las va a administrar a su mascota.
Vía tópica: se utilizan drogas quimioterápicas en forma de cremas o ungüentos (ej: 5 fluorouracilo) para
el tratamiento local de ciertas neoplasias (ej: carcinoma de células escamosas). Al ser quimioterápicos
se deben aplicar con guantes y luego cubrir la zona con un vendaje para evitar el lamido.
Vía intracavitaria: es la administración de las drogas quimioterápicas dentro de las cavidades corporales
como la abdominal y la pleural siguiendo las normas generales de aplicación intracavitaria
(toracocentesis y laparocentesis) y de manejo de los agentes quimioterápicos.
ORGANIGRAMA DE TRABAJO
Primera Consulta
1- Reseña:
a) Edad: rara vez aparecen antes de los 5 años. La mayor incidencia comienza a partir de los 7 años con un
pico entre los 10 y los 12 años.
b) Sexo: mayor predominio en hembras que en machos.
c) Raza: pueden presentarse en cualquier raza
2- Anamnesis:
a) Tiempo de evolución
b) Mastitis / Pseudopreñez
c) Celo vs Tiempo de Desarrollo
d) Enfermedad neoplásica mamaria previa
e) Dificultades para caminar, defecar, etc.
3- Examen Objetivo General: examen clínico haciendo hincapié en los aparatos cardiovascular,
respiratorio, nefrourológico y nervioso.
EXAMEN ONCOLÓGICO
1- Localización anatómica: Hay que recordar que los caninos suelen tener 4 o 5 pares mamarios. Estos
pueden denominarse por número (1,2,3,4,5) o por su localización: torácica craneal, torácica caudal,
abdominal craneal, abdominal caudal e inguinal. La incidencia de los tumores mamarios es 60% en los
dos últimos pares, 20 % en el tercero y 20 % entre primero y segundo.
2- Número de tumores primarios: pueden ser únicos o múltiples, esto último ocurre con mayor frecuencia
3- Tamaño: es variable puede ir desde unos pocos milímetros hasta más de10 cm.
4- Presencia de úlceras:
5- Consistencia:
6- Movilidad: los tumores mamarios pueden adherirse a los planos adyacentes: piel y músculos .
De acuerdo a esto se los puede describir como:
a) libre
b) adherido a piel
c) adherido a músculos
7- Edema o inflamación peritumoral: esto puede ocurrir como consecuencia de una reacción del
organismo contra la presencia del tumor o puede ser producido por el tumor en sí. Es importante
diferenciar entre estas dos situaciones ya que de ello variará el pronóstico. Para diferenciarlo podemos
utilizar antiinflamatorios como el Piroxicam a una dosis de 0,3 mg./Kg cada 24 o 48 hs y antibiótico en
caso de mastitis asociada. Si la inflamación cede probablemente sea reaccional, si no ocurre esto lo más
probable es que estemos en presencia de un carcinoma inflamatorio.
8- Presencia de secreciones: hay que constatar que no estemos en presencia de una pseudopreñez o
mastitis asociada ya que en cualquiera de estas dos situaciones se deberá posponer el tratamiento
quirúrgico hasta su resolución para no tener complicaciones posquirúrgicas.
9- Determinación del tipo histológico: la biopsia pretratamiento no está indicada en los tumores de mama
debido en parte porque cualquiera sea su histopatología el tratamiento quirúrgico no variará (salvo en el
caso del carcinoma inflamatorio). Por lo general los tumores mamarios son de presentación múltiple por
lo cual habría que biopsiarlos a todos y además son de una amplia heterogenicidad celular.
Primera Estadificación de la T
T0: Tumor oculto: EJ: linfoadenopatía inguinal positiva oncológicamente con células carcinomatosas
mamarias pero no hay evidencia macroscópica de un tumor mamario.
TX: Tumor no evidente: hay secreción anormal en una mama y al hacer citología se descubren células
oncológicas mamarias sin evidencia macroscópica de un tumor mamario.
T2: 3 a 5 cm de diámetro
T4: Carcinoma inflamatorio (no importa el tamaño para la clasificación, sí para el pronóstico)
Métodos de Estudio
- Inspección
- Palpación
- Tacto rectal
- Métodos Complementarios: radiología, ecografía, linfoadenografía, tomografía computada
- Citología a) Aspiración con aguja fina : Linfonódulos superficiales
b) Aspiración con aguja fina guiada por ecografía: Linfonódulos profundos
- Histopatología
Signos Generales
- Vómitos
- Dificultad para defecar
- Diarrea
- Trastornos locomotores
- Claudicación
- Cólico
Primera Estadificación de la N
N(+): en los caninos es difícil decir que barrera traspasó el tumor ya que hay intercomunicación entre los
linfáticos
Métodos de Estudio
1- Evaluación Clínica
- Auscultación
- Percusión
- Palpación
2- Métodos Complementarios
- Radiología
- Ecografía
- Tomografía Computada
3- Diagnóstico Histopatológico
- Pulmón
- Hígado
- Ovarios – Útero
- Piel
- Riñones
- Peritoneo
- Huesos (principalmente en vértebras lumbares)
- Sistema Nervioso Central
Signos Clínicos
4- Dificultad Respiratoria
5- Fatiga
6- Vómitos
7- Diarrea
8- Trastornos Locomotores
9- Claudicación
Primera Estadificación de la M
EXAMEN PARAONCOLÓGICO
Métodos de Estudio
- Anamnesis
- Inspección
- Palpación
- Exámenes complementarios:
Laboratorio: hemograma, coagulación; hepatograma, calcemia
Imágenes
- Anemia
- Caquexia
- Hipercalcemia
- Síndrome de vena cava craneal
- Síndrome de vena cava caudal
- Reacción hepática inespecífica
- Coagulación intravascular diseminada
- Osteopatía hipertrófica
1- Laboratorio:
a) Hemograma completo
b) Bioquímica: Uremia, Creatinemia, Proteínas Totales, Albúmina, Hepatograma (FAS)
c) Pruebas de Coagulación (KPTT, Tiempo de Quick, Plaquetas)
2- Imágenes:
a) Radiografías de Tórax: 3 incidencias L – L derecho e izquierdo, V – D
b) Ecografía abdominal
c) Tomografía Computada – Resonancia Magnética
Segunda Consulta
VARIABLES TERAPÉUTICAS
Todos los Tumores mamarios ( pieza completa) deben ser enviados para su estudio Histopatológico y
evaluación de márgenes de resección.
En el gato los tumores mamarios son menos frecuentes, ocupando el tercer lugar luego de los tumores de piel
y linfáticos. Estadísticamente se presentan con mayor frecuencia en animales de edad avanzada ( 8 – 12
años) hembras en su mayoría (machos: 3%, hembras: 97%). Se menciona una mayor incidencia para la raza
siamés. Los tumores mamarios felinos hormonodependientes presentan receptores de progesterona y de
corticoides. La mayoría de los tumores mamarios son malignos (más del 80%) siendo el adenocarcinoma el
de mayor frecuencia. Al igual que en el canino la castración temprana influye sobre las probabilidades de
presentación de neoplasias mamarios. Hay que recordar que los felinos presentan generalmente 4 pares
mamarios y los tumores pueden presentarse en cualquier mama. Por lo general se presentan con compromiso
múltiple de mamas y tienden a ser más infiltrativos de los planos adyacentes y a ulcerarse con mayor
facilidad que en los caninos.
Estadificación de la T
T2: 1 a 3 cm de diámetro
Estadificación de la N
Estadificación de la M
- Mastitis
- Complejo Fibroadenoma Felino
Los tumores óseos representan entre el 3,5 % y el 4,5 % de las neoplasias en general en los caninos mientras
que en los felinos su incidencia es menor. La mayoría de las neoplasias óseas primarias caninas son malignas
( 98 % ) y dentro de ellas la que se presenta con mayor frecuencia es el Osteosarcoma (aproximadamente
80%). En los felinos si bien gran parte de los tumores óseos son histológicamente malignos, con frecuencia
son de menor grado de malignidad que en los perros.
OSTEOSARCOMA
Su presentación es más común en animales de raza grande y gigante, cuyo peso es mayor de 20 kg. Los
perros de raza gigante (> 35 kg) tienen una predisposición 60 veces mayor y los de raza grande (20 a 35 kg)
8 veces mayor que aquellos que presentan un peso inferior a los 10 kg. Por lo tanto las razas más afectadas
son: Gran Danés, San Bernardo, Ovejero Alemán, Setter, Dobermann, Retrievers
Este tipo tumoral puede afectar animales de cualquier edad pero se presentan principalmente en animales de
edad media (7 - 8 años) con un rango de 6 meses a 13 años. En razas gigantes 3 - 5 años y en razas grandes 4
- 7 años. Los machos se ven levemente más afectados que las hembras (2:1) excepto en los San Bernardo en
las cuales las hembras son más afectadas.
La mayoría de los OSA comienzan en la cavidad medular para luego proliferar hacia el exterior y erosionar
la corteza.
En la anamnesis hay que hacer hincapié en:
- Tiempo de evolución
- Traumas previos
- Osteomielitis previas
- Unión retardada / no unión
- Implantes metálicos
- Padecimientos de encondromas
El osteosarcoma afecta más comúnmente al esqueleto apendicular ( 70 % ), particularmente la región
metafisaria, que el axial ( 30 % )
OSTEOSARCOMA APENDICULAR
Signos clínicos:
- Dolor
- Afunción
- Deformación
- Edema frío y pastoso
OSTEOSARCOMA AXIAL
Signos clínicos:
- Presencia de dolor variable
- Alteraciones neurológicas (localización vertebral)
- Deformación
- Presencia de exudados mucosos, purulentos, hemorrágicos o combinaciones
(localizaciones nasales o bucales)
DIAGNÓSTICO:
Métodos Complementarios:
- Radiología
- Histopatología
Si bien los signos radiológicos no son patognomónicos de un osteosarcoma (OSA) permiten una alta
sospecha de diagnóstico de una neoplasia. En casos de difícil diagnóstico se indica la biopsia ósea, pero hay
que tener en cuenta que los resultados histopatológicos deben estar disponibles lo antes posibles ( para
implementar la terapéutica apropiada rápidamente) ya que la técnica de biopsia podría favorecer la
diseminación tumoral y producir un aumento en el crecimiento neoplásico por agresión del tumor
empeorando el pronóstico.
El Osteosarcoma tiene un alto potencial metastásico. Por lo cual todo paciente al que se le diagnostica un
OSA se considera micrometastásico aunque no sean evidentes en ese momento las metástasis.
Los sitos más frecuentes de metástasis son:
- Pulmón
- Otros huesos
- Riñón
- Hígado
- Sistema Nervioso Central
- Bazo
- Corazón
Estadificación de la T
Estadificación de la M
TRATAMIENTO
FIBROSARCOMA
Representa aproximadamente el 5% de los tumores óseos. Afecta animales de edad avanzada y en mayor
medida se localizan en el esqueleto axial (con mayor frecuencia huesos planos), aunque puede involucrar
cualquier hueso. Su velocidad de crecimiento es lento y presenta una baja tasa de desarrollo de metástasis,
aproximadamente 6 % principalmente pulmón y riñón.
No es seguro que sea un tumor propio del hueso, o por lo menos, de la estructura cortico - esponjoso -
medular, sino que su desarrollo suele comenzar a partir de la lámina externa del periostio o puede ser una
extensión directa de fibrosarcomas de tejidos blandos adyacentes al hueso, como así también del tejido
fibroso correspondiente al endostio.
Es un tumor muy infiltrativo local con tendencia a provocar una lesión lítica con mínima respuesta
proliferativa.
La cirugía sería el tratamiento de elección, con un buen margen de seguridad. No hay evidencias de éxito con
quimioterapia adyuvante.
HEMANGIOSARCOMA
Su frecuencia de presentación es menor al 3 % de los tumores óseos. Es una neoplasia ósea que comienza su
crecimiento a nivel de la cavidad medular. Afecta al esqueleto apendicular con una frecuencia algo mayor
que al axial. Se localiza principalmente en proximal del húmero, fémur, costillas y vértebras. Los perros de
cualquier tamaño pueden verse afectados con una mayor incidencia en Ovejero Alemán, Gran danés y Boxer,
así como más en machos que en hembras.
Radiológicamente presenta fundamentalmente cambios de tipo líticos desarrollándose con frecuencia
fracturas secundarias
Es un tumor muy metastizante siendo los sitios más frecuentes pulmón, hígado, riñones, glándula adrenal,
corazón, omento, peritoneo y hueso.
El tratamiento empleado consiste en la amputación del miembro afectado más quimioterapia adyuvante.
Son de muy rara frecuencia de aparición. Generalmente se desarrollan sobre los huesos planos del esqueleto
axial. Los tumores óseos benignos más frecuentes incluyen:
• Osteomas
• Fibromas osificantes
• Osteomas y condromas multilobulares
• Osteocondromas monostóticos y poliostóticos.
MASTOCITOMA
M.V. Cecilia Stanchi
Los mastocitomas son tumores que se originan a partir de células cebadas que contienen en su interior
gránulos de heparina, histamina, ácido araquidónico y leucotrienos.
Representan los tumores cutáneos y subcutáneos más comunes en los caninos, con un 20% de incidencia en
la clínica diaria. Ocurren con más frecuencia en los caninos adultos (8 – 9 años). No hay predilección sexual.
Las razas más afectadas son los Bóxer, Boston Terrier, Labrador, Beagles y Terriers.
PRESENTACIÓN CLÍNICA
DIAGNÓSTICO
Ante la sospecha de un mastocitoma debemos hacer un diagnóstico diferencial con otros tumores cutáneos y
subcutáneos como lipomas, quistes de inclusión, tumores de glándulas apócrinas, histiocitomas,
plasmacitomas, etc. Para ello la citología por punción con aguja fina es 100% diagnóstica pero no sirve para
establecer el grado de diferenciación, para lo cual se deberá realizar el estudio histopatológico. Desde el
punto de visto histopatológico se los clasifica en 3 categorías:
Grado 1: bien diferenciado
Grado 2: moderadamente diferenciado
Grado 3: pobremente diferenciado o indiferenciado
Los tumores grado 1 tienen bajo potencial metastático y escasa probabilidad de diseminación sistémica.
Los tumores de grado 2 y 3 tienen potencial metastático más alto y más probabilidades de diseminación
sistémica.
COMPORTAMIENTO BIOLÓGICO
Es totalmente impredecible. Como se mencionó anteriormente su capacidad metastásica está relacionada con
el grado de diferenciación. Las metástasis ocurren primariamente a los linfonódulos regionales y luego a los
linfonódulos de la segunda y tercer barrera. Las metástasis pulmonares son poco frecuentes pero pueden
presentarse en hígado, bazo y médula ósea. Estos tumores tienen la característica biológica que pueden
transformarse en sistémicos. Los signos que aparecerán serán letargia, anorexia, vómitos, pérdida de peso,
esplenomegalia, hepatomegalia y masas cutáneas detectables.
La degranulación de los mastocitos puede conducir a:
- Úlceras gastroduodenales por la hiperhistaminemia (se debe detectar sangre oculta en materia fecal)
- Defectos en la coagulación sanguínea por la liberación de heparina
- Retraso en la cicatrización de la herida atribuido a los efectos locales de las enzimas proteolíticas y aminas
vasoactivas.
ESTADIFICACIÓN
Estadio III: Múltiples tumores dérmicos o tumor voluminoso infiltrativo con o sin compromiso
linfonodular
a: sin signos sistémicos
b: con signos sistémicos
Estadio IV: Cualquier tumor con metástasis a distancia o recurrencia con metástasis
TRATAMIENTO
Estadio I
- Grado 1: Cirugía. Puede ser curativa. Debe hacerse una resección quirúrgica amplia con márgenes de
3 cm. peritumoral y en profundidad. Administrar antihistamínicos (difenhidramina 1 – 2 mg/Kg IM)
en la premedicación disminuye los efectos de las aminas vasoactivas durante la cirugía.
- Grado 2: Cirugía y quimioterapia adyuvante con prednisolona (40 mg/m2 día por 7 días luego 20 mg/Kg
día por medio). Siempre administrar cimetidina a dosis de 5 – 10 mg/Kg. cada 8 hs.
Estadio II
- Grados 1 -2 -3: Cirugía (extirpación tumoral y del linfonódulo afectado) + quimioterapia adyuvante
Estadio III
En este caso donde nos encontramos con nódulos múltiples, tumores infiltrativos y extensos, el tratamiento
será quimioterapia y terapia de sostén.
Los protocolos quimioterápicos empleados serán a base de prednisolona + vinblastina o prednisolona +
vincristina (0,75 mg/m2 cada 7 días).
Cuando el tumor es muy grande y doloroso se puede realizar la aplicación intralesional de un corticoide de
depósito como la triamcinolona a una dosis de 1 mg por cada cm. de diámetro tumoral cada 2 semanas.
Estadio IV
En caso de metástasis a distancia o recurrencia con metástasis se realiza quimioterapia hasta la muerte del
animal.
PRONÓSTICO
Dependerá del grado histológico, localización y estadificación del mastocitoma. El grado histológico es el
factor pronóstico más importante. La gran mayoría de los pacientes con tumores bien diferenciados (80 –
90%) y un 50 – 70% de grado intermedio mantienen una larga sobrevida luego de la extirpación del tumor.
Los perros con mastocitomas indiferenciados mueren dentro de los 6 meses de la cirugía.
Son de peor pronóstico los mastocitomas localizados en prepucio, región inguinal, región ungueal, cavidad
oral y periné. Los mastocitomas ubicados en los miembros son por lo general más benignos.
TUMORES DE LA REGION ANAL
M.V. Marina Blanco Toledo
Los tumores anales y perianales son sumamente frecuentes en los carnívoros. En esta región asientan
numerosas glándulas factibles de padecer neoplasias:
1- Las glándulas circunanales o glándulas perianales o hepatoides, situadas bajo la piel de la zona cutánea
interna lisa. Son glándulas sebáceas modificadas probablemente influenciadas por estímulo androgénico. Se
ubican alrededor del ano, en el prepucio, en la línea media ventral hasta el esternón, escroto, y a lo largo de
la línea media dorsal desde la base de la cola hasta la cruz.
Tienen una arquitectura lobulada y una microarquitectura trabecular constituida por cordones celulares
macizos separados por un estroma conjuntivo vascular. Cada cordón presenta desde la periferia hacia el
interior dos tipos celulares: pequeñas células oscuras periféricas “de reemplazo” y grandes células acidófilas
poliédricas centrales “hepatoides”.
2- Los sacos anales, mal llamados glándulas anales, son divertículos cutáneos ubicados en la zona
ventrolateral del ano, entre los músculos esfínter interno y externo del ano. En el perro están representados
por glándulas sudoríparas apócrinas, y en el gato por sudoríparas y sebáceas.
3- Las glándulas anales, situadas en la submucosa del canal anal, son glándulas sudoríparas apócrinas
modificadas, tubuloalveolares, cuyos conductos se abren hacia la superficie de la zona intermedia.
Entre los tumores anales que ocurren con mayor frecuencia, podemos citar los adenomas y adenocarcinomas
de las glándulas circunanales y los adenocarcinomas de los sacos anales.
Son tumores malignos de las glándulas sudoríparas apócrinas. Ocurren con mayor incidencia en hembras
viejas, de entre 5 a 15 años.
Muchas veces, son poco visibles, y solamente palpables alrededor de los sacos anales. Son localmente
invasivos y frecuentemente presentan producción de hormona paratiroidea, que induce hipercalcemia e
hipofosfatemia como síndrome paraneoplásico.
Los pacientes pueden presentarse con tenesmo y disqueccia, prurito y dolor en la región anal, pérdida de peso,
disminución del apetito y postración. En los casos de hipercalcemia, hay polidipsia y poliuria.
Presenta alto grado de malignidad e invade rápidamente linfonódulos sublumbares e ilíacos. Hace metástasis
principalmente en pulmón e hígado y con menos frecuencia en vértebras lumbares.
Su diagnóstico debe ser confirmado por histopatología.
El pronóstico es malo debido al diagnóstico tardío, y es mas grave en aquellos pacientes que presentan
hipercalcemia.
El tratamiento consiste en cirugía radical, con buen margen de seguridad, de ser posible; acompañado por
tratamiento adyuvante de quimioterapia. Entre las complicaciones postquirúrgicas podemos citar la
incontinencia fecal, y las sepsis.
La recidiva local es del 25%. La hipercalcemia normalmente se corrige posterior a la cirugía; de continuar nos
podría estar indicando invasión en linfonódulos, o enfermedad metastásica.
Linfoma de localización anal: son tumores relativamente frecuentes como extensión hacia el ano de
tumores rectales, pero en la mayoría de los casos, se trata de linfomas cutáneos. El tratamiento es
principalmente quimioterápico.
Mastocitoma: son tumores de localización frecuente en la región anal. El tratamiento depende del estadio,
pudiendo asociarse cirugía a quimioterapia y/o radioterapia.
NEOPLASIAS TESTICULARES
M.V. Laura Ontiveros
M.V. Marie Elianne Maminska
Son neoplasias relativamente frecuentes en los caninos, representando aproximadamente el 5 % de todos los
tumores en general en esta especie. En los felinos son de presentación rara y no se observaron signos
extratesticulares.
Se pueden presentar en forma unilateral o bilateral (macroscópica 12%, microscópica 30 – 50%)
CLASIFICACIÓN:
SIGNOS CLÍNICOS:
Aumento de tamaño
Modificación de la consistencia testicular
Claudicación ipsilateral
Cólico (estiramiento capsular o torsión del cordón)
Dolor
Signos Generales
Signos de Feminización
Cambios de conducta
Alopecia
Enfermedades prostáticas
Neoplasias Anales
- Ecografía
- Radiología
- Citología
- Hemograma
TIPOS HISTOLÓGICOS
SEMINOMAS
Son tumores de células espermatogenéticas (epitelio germinal de los túbulos seminíferos). En general son
hormonalmente poco activos pudiendo ocasionalmente producir alopecia y síndrome de feminización. Se los
asocia con patologías prostáticas y perineales en un 30 – 40 % de los casos. Pueden alcanzar gran tamaño,
tienen baja capacidad metastásica (5%) siendo los sitios más frecuentes de diseminación son bazo, pulmón,
hígado, riñón, páncreas, pezones y últimas vértebras lumbares. El pronóstico es en general muy bueno luego
de la orquidectomía salvo cuando se presenta la enfermedad diseminada en la cual es más grave y requiere
de un tratamiento quimioterápico.
TUMORES DE CÉLULAS DE SERTOLI
Son tumores no germinales que se originan de los elementos somáticos del epitelio seminífero (células de
Sértoli o de sustentación). Representan aproximadamente el 30 % de los tumores testiculares. Son de
crecimiento lento y por lo general de características quísticas (contenido de líquido amarronado). Son
tumores activos hormonalmente (producción de estrógenos) causando síndrome de feminización con atrofia
de pene, ginecomastia, prepucio péndulo, mastitis, atracción a otros machos, alopecia hormonal, disminución
de la libido, cambios prostáticos con metaplasia fibroescamosa del epitelio glandular. Pueden presentarse
también neoplasias perineales y discrasias sanguíneas debido a mielosupresión. Son de bajo poder
metastásico (aproximadamente 10% de los casos) siendo los sitios más comunes linfonódulos, pulmón,
hígado, bazo, riñón, páncreas y pezones.
La orquidectomía conlleva a un muy buen pronóstico a excepción de los casos de diseminación o
compromiso del cordón espermático donde empeora por lo cual se indica quimioterapia. Si luego de 4 a 6
semanas de realizada la orquidectomía, los signos de feminización continúan se debe sospechar la existencia
de metástasis.
Denominados también tumores de células intersticiales, son no germinales. Por lo general se localizan en
testículos escrotales y suelen ser macizos y fibrosos. Debido a su origen son productores de andrógenos por
lo cual los pacientes pueden presentar alopecia, patologías prostáticas (hiperplasia, adenomas), neoplasias
perineales e hipersexualismo. Son tumores que rara vez metastatizan (1%) por lo cual la orquidectomía
conduce a un pronóstico excelente.
Se debe a un desequilibrio hormonal cuya naturaleza íntima aún se desconoce. Es una enfermedad no
neoplásica que se presenta de un 50 a 85% de los caninos viejos (raramente se la observa en animales
jóvenes). Puede ser adenomatosa o parenquimatosa, simple o complicada por una infección secundaria.
Se produce por un aumento de los andrógenos o una disminución de los estrógenos, o aumento de ambos, lo
que produce hiperplasia, metaplasia escamosa epitelial (andrógeno dependiente) e hiperplasia del tejido
fibromuscular (estrógeno dependiente). Por lo tanto se puede observar la forma metaplásica en tumores de
Sértoli por aumento de los estrógenos, la parenquimatosa en tumores de Leydig, por los andrógenos, y la
forma adenomatosa.
La próstata presenta un aumento de tamaño bilateral, parejo, leve a severo, simétrico y sin dolor. Para
realizar un diagnóstico diferencial se recurrirá a la semiología, ecografía e histopatología.
Puede caer en la cavidad abdominal por lo que puede requerir una maniobra de palpación combinada.
Signos clínicos:
2- Quistes Prostáticos
3- Prostatitis
Es la inflamación de la glándula asociada o no a otras patologías como hiperplasia o neoplasia.. Puede ser
aguda o crónica, específica (ej: blastomicosis, tuberculosis) o inespecífica, localizada o generalizada.
Aguda: producida por varios tipos de bacterias, ya sea por vía hematógena o ascendente. Los signos
clínicos pueden ser: fiebre, depresión, anorexia, vómitos (por estimulación peritoneal por peritonitis
localizada), disuria, incontinencia, hematuria, piuria, tenesmo, cistitis, uretritis dolor. Hay
agrandamiento uniforme y firme.
Crónica: la glándula se siente al tacto generalmente dura, pequeña e indolora. Puede presentarse o no
disminución del diámetro uretral. Se observan reagudizaciones periódicas o cistitis.
Absceso: es una colecta purulenta localizada en el parénquima prostático. La glándula al tacto se
presenta firma y asimétrica con un área fluctuante y lisa en correspondencia al absceso. Los signos
clínicos son dolor, fiebre (si se asocia a prostatitis aguda generalizada), tenesmo, constipación y
sintomatología urinaria.
ENFERMEDADES PROSTÁTICAS NEOPLÁSICAS
1- Adenoma
2- Adenocarcinoma
Es una neoplasia histológicamente maligna, no hormonodependiente, que se presenta con mayor frecuencia
en caninos mayores de 8 años. Es muy agresiva localmente, invadiendo con rapidez la cápsula prostática, la
grasa periférica, uretra, cuello de vejiga, trígono vesical y uréteres. En casos muy avanzados puede
comprometer los fondos de saco peritoneales en especial el recto –urogenital. El crecimiento tumoral
involucra a toda la glándula con una superficie irregularmente nodular. Por lo general alcanza tamaños
mayores que el adenoma. Las metástasis se producen principalmente en linfonódulos regionales, columna
vertebral (especialmente región lumbar), coxal, pulmones, riñones, sistema nervioso central y músculos.
El motivo de consulta es generalmente el dolor, la hematuria (suele ser severa y constante), la disuria, el
dolor lumbar y las alteraciones en la defecación.
Diagnóstico:
Palpación rectal: se palpa el aumento glandular asimétrico, irregular y doloroso. A veces no se palpa
ya que la próstata cae en la cavidad abdominal debiendo realizarse una maniobra combinada de tacto
rectal y palpación abdominal.
Radiología
Ecografía abdominal
Citología: a) en orina; b) aspiración con sonda uretral; c) punción aspiración directa
Histopatología: a) a cielo abierto (por laparotomía)
b) a cielo cerrado con guía ecográfica
Estadificación
M: (+)
M: (-)
Tratamiento: sólo un 30 – 35% de los pacientes presentan un tumor resecable al momento del
diagnóstico. En aquellos tumores factibles de ser extirpados está indicada la prostatectomía parcial
o total. El pronóstico suele ser reservado aún en cirugías con buen margen de seguridad.
Puede indicarse quimioterapia adyuvante (.Cisplatino, Carboplatino o Mitoxantrona) y piroxicam
aunque los adenocarcinomas prostáticos tengan una buena respuesta a este tratamiento.
En casos donde sea factible su aplicación está indicada la radioterapia.
TUMOR VENÉREO TRANSMISIBLE (TVT)
M.V. Laura Ontiveros
M.V. Marie Elianne Maminska
Denominado también Tumor o Sarcoma de Sticker, es una neoplasia transmisible por implante de células
tumorales (genéticamente diferentes a las normales del canino) ya sea por vía sexual como por lamido o
implantación sobre una mucosa erosionada o una abrasión cutánea. Es un tumor antigénico con capacidad de
estimular la producción de anticuerpos.
De acuerdo a su ubicación se lo clasifica en:
1- Genital: vulva, vestíbulo vaginal, mucosa peneana (más común en caudal al glande), prepucio (desde
el fórnix hacia el orificio prepucial).
2- Extragenital: nariz, conjuntiva ocular, mucosa gingival, ano, etc.
Signos clínicos:
1- Hemorragia
2- Masa Tumoral: generalmente una masa carnosa con lesión epitelial y aspecto de coliflor abierto.
Diseminación:
Diagnóstico
1- Citología e histopatología
2- Ecografía abdominal
3- Radiología
Tratamiento
Es eminentemente médico con quimioterapia e inmunoterapia. Los agentes quimioterápicos de elección son:
La quimioterapia se debe aplicar por uno o dos ciclos más desde la desaparición macroscópica del tumor.
En algunos casos se puede recurrir a la cirugía como una terapia adyuvante.
NEOPLASIAS ORALES PEQUEÑOS ANIMALES
Dr. Sabás Z. Hernández
Dra. Viviana B. Negro
Área de Cirugía
Las neoplasias orales representan un importante capitulo dentro de la estomatología. Debido a la gran
diversidad de estructuras que se encuentran en la boca, se presentan tumores de orígenes y características
muy variadas. Es de destacar que en la boca pueden encontrase una variedad de lesiones neoplásicas y no
neoplásicas por lo que es importante diferenciarlas mediante una ajustado diagnóstico. Los tumores de la
cavidad oral pueden ser odontogénicos, no odontogénicos y lesiones no neoplásicas (quistes, hiperplasia,
procesos inflamatorios e infecciosos).
El perro es la especie doméstica con mayor prevalencia de tumores bucales (84%), ocupando este órgano el
4to. lugar de asiento de neoplasias malignas, las que muchas veces exceden los límites de la cavidad bucal,
extendiéndose a la cavidad nasal. Se ignoran las causas que las producen. Para el carcinoma de células
escamosas se piensa que influyen factores pre cancerígenos (perros y gatos de ciudad), y los papilomas se
sabe que son producidos por virus.
Debe sospecharse de una neoplasia en toda lesión en la boca (inflamatoria o tejido de apariencia anormal),
que no tenga un diagnóstico claro. Las neoplasias muchas veces afectan a los tejidos de sostén de los dientes,
por lo que debe sospecharse de su presencia si un diente tiene movimiento o se puede extraerse fácilmente.
En algunas ocasiones, la pérdida de dientes es el primer signo de neoplasia oral. De igual manera, debe
considerarse su presencia si, luego de una exodoncia, el sitio de extracción no cicatriza correctamente en
unos 7 a 10 días. Ante la duda hacer una biopsia.
Los síntomas de las neoplasias son muy variados, dependiendo del tipo, evolución, tamaño, localización,
etc., pero entre los más comunes pueden mencionarse:
• Masa oral
• Sialorrea
• Halitosis
• Sangrado por la boca
• Disfagia
• Pérdida de peso
Las neoplasias malignas presentan mucha dificultad en su manejo por tres factores:
Por ello, debido a su gran agresividad, es muy importante el diagnóstico precoz de los tumores,
particularmente de los malignos, pues sólo de esa forma es posible instaurar un tratamiento con posibilidad
de éxito a largo plazo. Es fundamental, diagnosticarlos adecuada y tempranamente mediante biopsia. “Todo
crecimiento de tejido debe considerarse maligno hasta que se demuestre lo contrario”. El paciente debe ser
sometido a un examen clínico general, revisión particular de la boca, examen de los linfonódulos, bioquímica
sanguínea, hemograma y un examen radiológico que incluya el tórax.
La estadificación de los pacientes con cáncer bucal (mediante el sistema TNM), es una herramienta
importante, que posibilita al clínico, no sólo efectuar el pronóstico, sino también seleccionar del tratamiento
adecuado. A continuación se resumen las principales características de los tumores de mayor frecuencia de
presentación.
NEOPLASIAS EN CANINOS
1) Odontogénicas:
Épulis: es un término descriptivo clínico, muchas veces empleado en forma errónea para denominar varios
tipos de tumores diferentes. Los épulis son tumores benignos originados en el estroma del ligamento
periodontal, por lo que siempre están localizados en relación con los dientes. El bóxer es la raza más
predispuesta, pueden verse a cualquier edad, pero es más frecuente después de los 7 años.
Hay tres tipos de épulis: fibromatoso, osificante (fibromas odontogénicos periféricos) y acantomatoso
(ameloblastoma acantomatoso o periférico).
Los dos primeros son no invasivos, su tratamiento es quirúrgico y generalmente no hay recidivas si son
extirpados adecuadamente. El épulis acantomatoso, caracterizado por tener componente epitelial, es muy
invasivo localmente, produce lisis ósea, pero no metástasis. Es importante diferenciarlo del carcinoma de las
células escamosas, al cual se asemeja. El tratamiento de elección para el épulis acantomatoso es la cirugía
con buen margen de seguridad (2 cm), aunque también puede emplearse radioterapia (es radiosensible) y se
informa de casos de mejoría y, aun de cura, con bleomicina intralesional.
Ameloblastoma: también llamado ameloblastoma central o intraóseo, es de origen dental pudiéndo ser
quísticos o sólidos. Son agresivos, provocan desplazamientos dentales y se expanden profundamente dentro
del hueso. Como tratamiento debe realizarse una cirugía que sea lo suficientemente agresiva, con buen
margen de seguridad.
2) No Odontogénicas:
Melanoma maligno: es la neoplasia más común del perro. Son masas firmes, pigmentadas, aunque a veces
no (melanoma amelanótico), infiltran tejidos blandos y hueso; generalmente se ulceran, con zonas de
necrosis, lo que provoca un olor muy fuerte y desagradable. Producen metástasis a los linfonódulos locales
(especialmente mandibulares), pulmón y vísceras abdominales. Deben tomarse radiografías de control. Son
comunes en perros de más de 10 años, en razas pigmentadas (caniche, cocker) y se presentan más en machos
que en hembras. El tratamiento de elección es quirúrgico; generalmente no se logra la curación completa ya
que muchas veces recurren o presentan metástasis. La literatura científica informa sobre diversos
tratamientos, como quimioterapia y vacunas, algunos con resultados alentadores, pero aún no del todo bien
probados.
Carcinoma de células escamosas (CCE): ocupa el segundo lugar en frecuencia en el perro, asienta en
tonsilas y encías. Son rojos, sangrantes y friables; afectan el hueso. El de localización tonsilar, frecuente en
el ovejero alemán, forma masas cervicales y es de mucho peor pronóstico que el gingival. El tratamiento es
quirúrgico, pero suelen recurrir luego de su extirpación.
Papilomatosis: son verrugas de origen viral que se localizan, principalmente, en la mucosa bucal y labios,
afectando particularmente a animales jóvenes. Inicialmente se presentan como elevaciones lisas y
blanquecinas, únicas o múltiples, que luego se hacen rugosas (con aspecto de coliflor). No afecta a los gatos;
generalmente es autolimitante, regresa en 7 a 10 semanas, quedando los animales afectados, inmunes. En
ocasiones es necesaria su extirpación quirúrgica o el empleo de autovacunas o vacunas comerciales.
Es importante considerar a la hiperplasia gingival dentro de los diagnósticos diferenciales. Esta
enfermedad, consiste en un aumento de tamaño del borde libre de la encía y reconoce un origen
reactivo. De frecuente presentación en el bóxer, puede verse en otras razas. Se caracteriza por un
incremento gingival generalizado, que es más significativo a nivel de caninos y premolares. Se
diferencia de los épulis porque éstos alcanzan un mayor tamaño y suelen presentarse en forma
aislada, aunque pueden coexistir, particularmente en la raza antes mencionada. De cualquier
forma el diagnóstico definitivo debe hacerse sobre la base de la histopatología. El tratamiento, que
es quirúrgico, consiste en la gingivectomía y gingivoplastia.
NEOPLASIAS EN FELINOS
En los gatos pueden presentarse muchos tipos de tumores, pero sólo unos pocos se observan con frecuencia,
la mayoría de ellos malignos y de muy mal pronóstico. En orden de frecuencia: CCE, fibrosarcoma, linfoma
y melanoma maligno. El fibrosarcoma en el gato puede ser originado por un virus relacionado con la
leucemia felina. Los tumores benignos (épulis) son de presentación esporádica en los gatos.
Carcinoma de células escamosas felino: es el de mayor prevalencia en esta especie (70%), se presenta
con mayor frecuencia en felinos de alrededor de 8 años. Asienta en tonsilas y lengua, son rojos, sangrantes,
friables y afectan al hueso.
Los tratamientos que se emplean son la cirugía y la radioterapia, pero hasta el día de hoy no hay tratamiento
efectivo para este tipo de tumor. Los animales tratados tienen una supervivencia de pocos meses, la
excepción son las masas pequeñas que pueden ser resecados con buen margen (mandíbula rostral). En los
tumores tratados con radioterapia sola la supervivencia es menor. Es una buena práctica, en este tipo de
tumor tan agresivo combinar terapias (cirugía y radioterapia).
Tumor odontogénico inductivo del gato (fibro-ameloblastoma inductivo). Es una neoplasia, poco
común, propia del gato, que se presenta en animales jóvenes de ambos sexos. El tumor se
localiza con más frecuencia en rostral del maxilar, es localmente invasivo pero no hay
registro de que haga metástasis.
INTRODUCCIÓN
La enfermedad nasal generalmente se presenta como una combinación de descarga nasal, estornudos,
epistaxis y estertores o ronquidos. La rinitis es el signo principal de todas las enfermedades intranasales,
más allá de su causa. Para estas enfermedades existen técnicas diagnósticas limitadas y sus características
radiológicas son inespecíficas. Por ello es laborioso y muchas veces frustrante poder arribar a un diagnóstico
definitivo y es necesario seguir un protocolo bueno y ordenado, que a veces debe repetirse, a fin de tener las
mayores posibilidades de identificar la real causa de la enfermedad nasal. Dicho protocolo debe incluir una
historia clínica completa, examen clínico, radiología, rinoscopia, biopsia, pruebas del laboratorio y, a veces,
resonancia magnética o tomografía computada. De esta manera puede alcanzarse un diagnóstico definitivo
de la enfermedad nasal, en la gran mayoría de los casos, aunque tanto en nuestro país como en el exterior
puede haber un porcentaje que quede sin un diagnóstico certero (25,6% en Munich -Ebenböck 1999-). Debe
considerarse que siempre es muy probable que, de manera subyacente, se encuentre una neoplasia que no
puede hallarse por diversos motivos. Según el prestigioso oncólogo veterinario, Dr. Ogilvie, el 72% de las
rinitis en el perro son neoplasias. Por ello, al realizar un diagnóstico, se debe apuntar fundamentalmente a
confirmar o descartar la presencia de una neoplasia, como etiología de la enfermedad intranasal.
Se realiza una primera etapa diagnóstica no invasiva, que consistirá en: historia clínica, examen clínico,
radiografías de tórax y título de aspergillosis (perro) o de criptococosis y test VIF – Vilef (gato).
a) Historia clínica: puede proporcionarnos algunos indicios sobre la probable patología de base, por ej. el
perro está más predispuesto que el gato a padecer neoplasias nasales, particularmente las razas medianas y
grandes, en especial las conformaciones craneanas meso y dolicocefálicas. Los tumores intranasales son
encontrados más comúnmente en animales de edad avanzada (9 a 11 años) y parecen estar algo más
predispuestos los machos.
Frente al propietario, al realizar la anamnesis, debe hacerse hincapié en averiguar el tiempo de evolución de
los signos: los animales afectados por neoplasias y fungosis generalmente llevan varios meses con
tratamientos de diversa índole con resultados variables. Deben averiguarse las características de la secreción
nasal: si ha variado en el tiempo, si hay epistaxis, estornudos, ronquidos, rascado de la cara, si es uni o
bilateral. Es importante establecer cómo ha comenzado, ya que quizá al momento de la consulta se presente
bilateralmente, pero en sus orígenes haya comenzado por una de la narinas. Debe preguntarse sobre una
posible historia de trauma, caracterizar el lugar donde habita y posibilidad de envenenamiento.
b) Examen clínico: Como muchas veces se trata de pacientes añosos, especialmente si estamos frente a un
neoplasia, es necesario realizar un examen clínico general cuidadoso y profundo, con los exámenes
complementarios necesarios, a fin de descartar patologías coexistentes.
El examen clínico particular debe ser detallado y se necesita una anestesia general para completar la
evaluación. Hay que inspeccionar la presencia de deformidades faciales, palpar la nariz, determinando
sensibilidad, simetría y claridad de las fosas. Debe complementarse con la inspección de la boca, ya que por
su estrecha vinculación enfermedades en la boca repercuten en la cavidad nasal y viceversa. Si existe epífora
no relacionada con enfermedad ocular, ipsilateral con la descarga, en un perro añoso, a menudo indica
obstrucción del conducto de nasolagrimal por una masa. Si el paciente tiene exoftalmia, puede estar
originada en la presencia de masas retrobulbares. Es importante considerar que, en algunos casos, dada la
localización hacia caudal de la mayoría de las neoplasias nasales, el animal afectado puede presentarse a
consulta con signos neurológicos, aún prácticamente sin descarga nasal.
Debe verificarse la presencia y características de la descarga nasal y signos asociados. En general las
descargas crónicas están más asociadas a neoplasias y fungosis. La descarga nasal unilateral está más
frecuentemente relacionada a cuerpos extraños, neoplasias, infecciones micóticas y fístulas oronasales.
La descarga bilateral es más común en otra etiologías, pero también cuando las enfermedades como
neoplasias y fungosis, avanzan con el tiempo. La epistaxis es comúnmente debida a trauma agudo, cuerpos
extraños, rinomicosis y neoplasia. Si no es hallada ninguna causa intranasal, deben buscarse causas
extranasales, verificándose si existen trastornos de la coagulación, hipertensión o vasculitis. Es necesario
complementarse la inspección con los linfonódulos (LN) regionales.
c) Radiografías de tórax: fundamentalmente para descartar la presencia de metástasis (las 3 incidencias)
o eventualmente verificar el avance de la aspergillosis.
d) Serología: título de aspergillosis en el perro (no es 100% segura, con falsos negativos y positivos) y de
criptococosis y test VIF y Vilef, en el gato.
Luego se realizará un diagnóstico invasivo, siempre bajo anestesia general, por lo que deben efectuarse los
estudios prequirúrgicos pertinentes y el animal estará intubado, con el manguito bien insuflado y con gasa en
el fondo de las fauces, a fin de evitar la falsa vía. Se sigue un orden: tomar radiografía locales, completar el
examen de la cavidad bucal, rinoscopia, toma de muestras para cultivo e histopatología. Seguir el orden es
importante ya que la toma de muestras y, en general, la manipulación de la cavidad nasal, implica una
hemorragia considerable, que puede modificar las características radiológicas de las lesiones, ya de por sí
bastante inespecíficas.
a) Radiología: es muy útil para determinar la presencia y amplitud de la lesión y orientar sobre el lugar de
biopsia. Se emplean 4 vistas: látero-lateral; VD (boca abierta oro-aboral) o DV (boca cerrada con placa
dental dentro de la boca); oblicua: lateral boca abierta (para estructuras dentales); skyline (rostro-caudal para
senos frontales).
Los signos de patología son bastante inespecíficos e incluyen: pérdida de patrón trabecular de los cornetes
nasales y etmoidales; aumento de opacidad de la cavidad nasal (localizada o no); aumento de radiolucidez
(radiotransparencia como sacabocados, muy sugerente de rinomicosis); destrucción huesos nasales y vómer;
signos extra-nasales (opacidad del seno frontal o destrucción, inflamación del tejido blando); cuerpos
extraños radio-opacos
De estar disponibles y si se considerara necesario, es útil el empleo de otro tipo de diagnóstico por imágenes
como resonancia magnética o tomografía computada, que pueden ayudar con el diagnóstico de la
enfermedad nasal, especialmente donde otros métodos no hayan sido concluyentes.
b) Examen cavidad oral: debe especialmente verificarse el estado del paladar duro y las arcadas dentales:
estado dental, presencia de enfermedad periodontal, posibilidad de fístulas oro-nasales, presencia neoplasias
orales, defectos del paladar, etc.
c) Rinoscopia: Con el equipo apropiado, puede ser especialmente útil para el diagnóstico o la eliminación
de condiciones específicas (por ej. de un cuerpo extraño). La nariz puede ser examinada de manera
anterógrada o retrógrada. Las limitaciones son el tamaño de los conductos nasales, el alcance del endoscopio
y de la presencia y características de la descarga nasal. Después de haber realizado la rinoscopia, el
veterinario debería haber identificado el color y origen de la descarga, haber observado la mucosa nasal, el
tamaño de los meatos, la presencia o ausencia de cornetes normales, neoplasias, placas fúngicas, cuerpos
extraños, etc. Idealmente debería haber tomado muestras para cultivo y antibiograma, así como para
histopatología.
d) Toma de muestras para cultivo y biopsia: El cultivo y sensibilidad bacteriana de la descarga nasal
son de dudoso valor, ya que la mayoría de las infecciones son secundarias. Las muestras deben tomarse en
profundidad y suspenderse el antibiótico, que estuviera tomando el paciente, 48 a 72 horas antes, no
administrar antibiótico en la inducción anestésica (hacerlo luego de tomar las muestras para cultivo).
Una biopsia a menudo permite realizar un diagnóstico definitivo, pero se requieran varias muestras, lo que
hace el procedimiento más difícil ya que cada biopsia aumenta el sangrado. Como se dijo, pueden tomarse en
la rinoscopia, de manera guiada, con un instrumento que proporcione el material suficiente para ser
representativo de la lesión. Es primordial esterilizar correctamente los endoscopios cuando se realice cultivo
del material obtenido, hecho que no siempre es posible.
Otras técnicas de biopsia son generalmente menos exactas y menos seguras, pero son de las que
habitualmente se dispone en la práctica diaria. Estas incluyen biopsia a ciego, empleando las radiografías
como guía, mediante el lavaje de la cavidad a través de un catéter (urinario) intranasal, colocando un frasco
estéril o gasas estériles en la nasofaringe o en las narinas (según se emplee una técnica anterógrada o
retrógada) para recoger el material, o con un catéter modificado, conectado a una jeringa, para obtener
sustancia. La tasa de eficiencia del lavaje es baja: 50%, mientras que para la toma de sustancia, es del 90%.
Los linfonódulos regionales proporcionan a veces una buena fuente de material diagnóstico, por lo que
puede emplearse la PAAF de los LN implicados. Si existiera una masa definida a la que pueda accederse, la
biopsia puede realizarse entonces de manera incisional o con agujas tipo Tru-Cut®.
Si hubiera masas en la nasofaringe, y no se dispone de endoscopio, el animal es posicionado en decúbito
dorsal y la nasofaringe es examinada obteniéndose muestras, mediante la retractación rostral del paladar
blando, usando un explorador o cureta dental, con el auxilio de un espejo dental calentado (para que no se
empañe).
La biopsia tomada a través de un abordaje quirúrgico de la cavidad nasal (rinotomía), dorsal o ventral
(cavidad bucal) tiene una probabilidad de complicaciones muy alta. Además, a veces, el área relevante puede
no ser fácil de localizar, si está situada en el meato medio o en el ventral, debido al intenso sangrado en esta
área, que es muy vascular. Se la considera como última alternativa cuando por otros medios no fue posible
arribar a un diagnóstico confiable (rinotomía exploratoria), particularmente si se continúa sospechando de la
presencia de una neoplasia, aún no se identificada. La nasofaringe puede abordarse por una incisión
longitudinal en el paladar blando.
Las neoplasias de la cavidad nasal son poco frecuentes, constituyen entre un 1 a 2,5 % de las
neoplasias en los perros; en los gatos raramente se ven afecciones de este tipo. Pero debe
considerarse que, dentro de las posibles causas de rinitis, tienen un lugar preponderante,
especialmente en el perro donde, recordemos, el Dr. Ogilvie afirma que en un 72% de los casos está
implicada una neoplasia.
Distintos tipos de neoplasias más comunes:
- Neoplasias malignas: Los tumores malignos son los más prevalentes en ambas especies, con un
porcentaje mayor al 90%. En general tiene una rápida capacidad invasiva a nivel local, pero raramente
metastatizan a pulmones y LN regionales (aunque un estudio ha determinado mediante necropsia, la
presencia de metástasis en pulmones en un 40% de los casos de neoplasias nasales):
a) Carcinomas: constituyen las 2/3 de estas neoplasias, el adenocarcinoma es el más
prevalente, seguido por el CCE y el carcinoma epidermoide.
b) Sarcomas: representan 1/3 de los tumores malignos, correspondiendo en general a
fibrosarcomas, condrosarcomas y osteosarcomas.
- Neoplasias benignas: son de muy rara aparición, los más comunes son los papilomas y pólipos
benignos (oto-rino-faríngeos del gato), adenomas y fibromas.
La estadificación de estas neoplasias, por las características de su localización y signo, ya hemos visto,
comunes a otras enfermedades, no es fácil de establecer. Existe una estadificación actual WHO modificada,
que la divide en dos estadios:
- 1 U o B (uni o bilateral), confinada a la cavidad nasal
- 2 B que se extiende a los senos frontales con erosión de cualquiera de los huesos de los pasajes
nasales
El pronóstico de las neoplasias benignas depende de su extensión, pero en los malignos es siempre nefasto.
Se han reportado sobrevidas de 3 a 4 meses sin tratamiento, con cirugía (rinotomía) no parece haber
diferencias con los no tratados, incluso algunos estudios hablan de una sobrevida menor, por las
complicaciones asociadas a este tipo de intervenciones. En general la rinotomía se reserva, como ya hemos
dicho, como una instancia final en el diagnóstico de la enfermedad intranasal, cuando no se pudo arribar a un
diagnóstico certero por otros métodos menos invasivos.
El tratamiento de las neoplasias nasales benignas, cuando sea posible, será la extirpación quirúrgica, por
ejemplo en los pólipos oto-rino-faríngeos de los gatos. En las neoplasias malignas no linfoides, la
radioterapia es una opción: puede realizarse con ortovoltaje (poca profundidad) con cirugía citorreductiva,
o con megavoltaje. En estos casos puede aumentarse la sobrevida a unos 10 meses, pero no siempre está
disponible en nuestro medio y el costo es elevado. La quimioterapia es una alternativa en los
adenocarcinomas: 2 a 8 ciclos de 60 mg/m2 de carboplatino o cisplatino ha demostrado una notable mejora en
la calidad de vida, aunque no así en el tiempo de supervivencia. Se han detectado receptores anti-cox2 en
este tipo de tumores, lo que abre una posibilidad terapéutica. La cirugía (rinotomía), como ya se ha dicho, no
es en general una opción de tratamiento (aunque en animales muy obstruidos podría mejorar
temporariamente la calidad de vida), pero sí de diagnóstico (rinotomía exploratoria). No es efectiva pues no
cumple con las premisas de una cirugía oncológica: la resección completa y con márgenes adecuados es
imposible; es una cirugía muy radical sin chance de cura y con una alta probabilidad de complicaciones
severas asociadas. También se la puede emplear cuando va a utilizarse radioterapia por ortovoltaje, ya que es
más efectiva con una citorreducción previa. En las neoplasias malignas linfoides, según el estadio, podrá
realizarse la quimioterapia correspondiente.
Por su cercanía, de manera anexa, consideramos el plano nasal: en él es muy frecuente la presencia de
CCE, especialmente en el gato. En estos casos, según el estadio, la cirugía (planectomía) y/o la
quimioterapia con doxorrubicina y bleomicina, son una opción, con muy buenos resultados pudiéndose
obtener la cura, según el tamaño e invasión de los tejidos subyacentes.