Company, conocimos un sinnúmero de empresas y a sus dueños, algunos inteligentes y hasta simpáticos, otros tontos y odiosos, Este recuerdo es de uno del segundo tipo. Para evitar problemas cambiare algunos nombres, basta decir que el tipo es ahora dueño de una empresa llamada TVtolteca. En aquellos días solo tenían un Almacén donde recibían Mercancia de diversos países, les ponían su marca y los vendían en sus tiendas, el Almacén está situado en la Av. Rojo Gómez y no era ningún monstruo, ahí estaba localizada la oficina del dueño, pequeña y decorada con gustos charros, tapiz de terciopelo estilo chicano, sillones de piel hechos para un lugar mucho más espacioso, al pasar a verlo no se podía evitar tropezar con algún mueble. En una de las paredes estaba colgado un titulo de la Universidad de Cornell, quien tiene prestigio. A esta empresa ya se le había hecho un proyecto de Productividad y Eficiencia por nosotros mismos, ahora quería la revisión y análisis de otra área no vista, fue un proyecto pequeño, no era una empresa grande. ¿Cómo fue que en cuatro anos creciera casi 100 veces su tamaño original?, escojan ustedes las opciones… Alexander Proudfoot Company envió a uno de los equipos más experimentados que tenia, debido a que ninguno estaba involucrado en ese momento en ningún Uno de mis recuerdos de Consultoria
proyecto: Carlos Campos era el Analista y cabeza del
equipo, ingenioso y bravo como león, poseedor del desparpajo más grande que yo haya visto. Víctor Ferrara, gerente de proyecto por más de cinco anos, Alejandro Vidrio, misma situación, y un servidor, también gerente de proyecto, éramos muchos jefes y no había indios… Como no tenían mucho espacio nos dieron una oficina con escritorios metálicos y piso de cerámica viejo y sucio. Claro que estábamos fascinados… ni cafetera tenían, teníamos que ir a un OXXO a comprar nuestro café… Conforme presentábamos los resultados de los estudios detectamos que el dueño tenía la “oculta” intención de que nuestros resultados le dieran los lineamentos para que él y su gente realizaran el proyecto. Tan burda jugada molesto a Carlos Campos, le dijo que realmente como cliente era muy pequeño (apenas tenía 8 jaulas para llenar sus camiones para distribuir la Mercancia en sus tiendas) y que estábamos ahí para darle el servicio, que nos dábamos cuenta delo que pretendía…, esto lo enfureció, y llego a la paranoia cuando Campos le dijo -“pues con tu titulito de Cornell me limpio”- obviamente haciendo el ademan propio de estas circunstancias. A Chalinas Friego hasta los lentes se le empanaron… los demás reíamos, no estentóreamente, pero reíamos, esto acabo por ponerlo frenético, llamo a los de Seguridad, dos uniformados panzones y de camisa desabrochada (si les digo que tanto lujo nos conmovió) y Uno de mis recuerdos de Consultoria
nos sacaron de sus instalaciones, ya en la calle no nos
aguantábamos la risa, nos dolía el estomago y nos sentamos en la banqueta a desternillarnos de risa. Teníamos que reportar a Larry Cook, nuestro Director General, el churrigueresco suceso, no había celulares en aquellos días, teníamos que usar teléfono público, ya que no creo que los chicos de Chalinas nos dejaran usar el suyo. Buscamos un teléfono en el VIPS, mientras los demás desayunaban Campos y yo fuimos a llamar a Larry, conectaron a Carlos Campos y reia y Larry no le entendía, solo detectaba que algo fuera de lo normal había sucedido -“Charlie: pasame a Jorge” Y que me da un ataque de risa incontrolable…, como pudimos, y alternándonos explicamos lo que paso. -“İQue bueno!, no necesitamos clientes así…, desayunen y vengan a la oficina por sus nuevas asignaciones…” Cada que recuerdo a Campos haciendo el movimiento como si se limpiara tras señalar el titulo de Cornell no puedo evitar reirme. Cosas como esta alegraron mucho mis días en esta empresa de Consultoría, hice grandes amigos, tuve grandes maestros y también mucha diversión. Y ahora vean el monstruo que tiene el hombre de Cornell, sospecho que le presta el nombre a alguien… es que ando muy intuitivo. Uno de mis recuerdos de Consultoria
Recuerdo cuando quiso que su empresa cotizara en
Nueva York, y le dijeron lo mismo que le dijo Campos, que era muy chica su empresa para cotizar en esa bolsa… ¿Por qué no lo averigua antes de exhibirse?, ¿Qué en Cornell no le explicaron esto?, después de estas reflexiones no me queda mas que secundar la moción de Carlos Campos y limpiarme con su titulito de Cornell