Retiro de 1996 A Los Sacerdotes de Quilmes (Reparado) (Reparado) XX I

RETIRO
A LOS SACERDOTES DE QUILMES
SETIEMBRE DE 1996
1. Introducción
2. Vivir, convocar, anunciar
3. Felices los pobres
4. Sobre ídolos y signos
5. La mujer, signo del reino
6. Los signos como conflicto
7. Paso de la muerte a la vida
8. Resurrección. Última charla

ORLANDO YORIO.- RETIROS
1. INTRODUCCIÓN.
23 de setiembre de 1996
Quedamos en que al reunirnos por primera vez, íbamos a ponernos de
acuerdo sobre el esquema del retiro. Una primera base del retiro es la historia,
la tradición: cómo se ha hecho otras veces. Y sobre la experiencia si hay algo
que se deba corregir.
Yo traigo una primera idea de esa conversación con Eduardo que es: A la
mañana Laudes juntos. Y una charla a la mañana. En el fondo del retiro, la
expectativa: oportunidad de oración, de búsqueda, de encuentro.
La idea que tengo es de prestar un servicio, de ayudar a insinuar maneras de
orar o reflexiones no muy largas. Reflexiones varias para ayudar al encuentro
con Dios y con el propio corazón, desde Uds., desde el encuentro con nuestro
pueblo y refiriéndome a la Biblia.
Las veces que yo compartí retiro aquí fue en esa línea. Por eso me baso en lo
que me dijo Eduardo y en la historia de retiro que yo he vivido aquí.
Estoy en disponibilidad dentro de lo que Uds. me conocen y me conocen casi
tanto como yo. Saben lo que pueden pedirme y lo que no. Saben qué cosas
digo. Seguramente voy a repetir cosas viejas.

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En otros lados donde yo he dado retiro a curas –incluso con grupos con los
que nos reunimos y tengo retiro una o dos veces por año -una de las cosas que
se usa mucho y que la hemos usado nosotros es, después de cena, libremente
los que quieran compartir lo que tenemos en el retiro. O se avisa-miren esta
noche nos vamos a juntar.
Para mí el silencio es algo clave. Pero lo que es clave es el silencio interior, la
actitud interna. Hoy pensaba: cuando hablemos del dinamismo del retiro, voy
a hacer alusión a ese hecho. Para mí el compromiso de fondo es el compromiso
con el silencio y con el respeto. Si necesito hablar con mi amigo, tener por lo
menos la delicadeza de buscarlo en el momento en que no le esté jodiendo a
él. ¿Les parece bien?
En otros retiros hay música. Creo que nosotros no tenemos elementos
técnicos. A algunos les ayuda poner música. Sino, lo más simple es que,
cuando estemos en el comedor podamos hablar. Y nos tomamos libertad para
conversar con alguno cuando lo necesitamos.
El hecho central es la misa, la eucaristía-estamos haciendo un retiro en común-
la presencia sacramental de JC entre nosotros. Propongo que la pongamos
cuando la sintamos. Un horario central suele ser antes de cena.
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Laudes a las 7.30. Primera charla 9.30.
Y la otra charla antes de merienda a las 16.00
7.30 Laudes
8.00 Desayuno
9.30 Primera charla
12.30 Exposición con el Santísimo
13.00 Almuerzo
16.00 Segunda charla
17.00 Merienda
19.00 Misa
20.0 Cena
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INTRODUCCIÓN AL RETIRO RELACIONADO CON LA ORACIÓN
Acá tengo unas hojas muy viejas. Creo que la primera vez que las hice fue para
el Pre. (Preseminario) donde me pidieron una charla de oración.
Son algunos textos bíblicos relacionados con la oración. Yo puse Modos de
Orar. Esto tiene que ver con esa sabiduría humana de tomar cierta distancia
de vez en cuando del ritmo que uno va llevando. Esa sabiduría religiosa de
comunicarse con Dios y con nosotros. De esa sabiduría cristiana, la Biblia –
Antiguo y Nuevo Testamento -se expresan mucho con la palabra desierto.
En primer lugar puse:
DIOS PADRE CREADOR ORA.
Tenemos nuestro retiro en la Semana que va a ser el paro. Como que esto
tiene que ver con el trabajo. Hay un derecho y una obligación de trabajar y un
derecho y una obligación de descansar o de reconocer lo que está en el
corazón, en la hondura del trabajo. Siempre cito ese texto de Génesis, ese
trocito del comienzo donde Dios aparece descansando. Con cada palabra que
pronuncia que implica a una creatividad en Él, Él se toma el tiempito
psicológico de sentir, de reconocer que eso era bueno. Dios Padre se permite
en su Espíritu sentir lo que creó en su Palabra y en sí mismo.Es un
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reconocimiento y a la vez es un sentimiento muy hondo para el cual se toma
un tiempito.
Recuerdo una propaganda de té la Virginia que justo cuando la cosa se pone
más dificultosa se toma un tiempito. En Viedma había un cartel inmenso, una
propaganda en una pared. Decía: Me tomo cinco minutos y puntos
suspensivos... Té la Virginia.
Entonces (los grafiteros) dejaron eso de ME TOMO CINCO MINUTOS y en
los puntos suspensivos pusieron PIERDO y en té La Virginia: LA
VIRGINIDAD.
Me tomo cinco minutos y pierdo la virginidad.
Tiene que ver con eso el descanso.
Hay un texto a mano: Hebreos 3,7. 4-11, que habla de entrar en el descanso de
Dios ¿En qué perdemos la virginidad? ¿Cuál es el pacto de amor que tenemos?
¿Hay un pacto de amor en mi vida? (Si perdemos la virginidad).
Cuando Dios se da cuenta, permite reconocer que eso era bueno, reconoce un
dinamismo del Espíritu que es un acontecimiento de amor que en definitiva lo
lleva a culminar esa acción con una Alianza: la presencia del Espíritu Santo en
el seno de María. Pero el descanso más hondo, uno descansa, cuando puede
reconocer o sentir a quien ama y por quién se deja querer.

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La palabra descanso perece importante. No habría que tener miedo de
descansar –me refiero a que el descanso sea una persona-.Tiene que ver esto
con el ritmo. Tiene que ver con el paro. El paro quiebra el ritmo. Los ritmos a
veces son los recursos más fuertes para dominar. A un pueblo se lo domina
imponiéndole un ritmo.
El tema del ritmo también parece importante. En nuestras reflexiones en la
Iglesia sobre el sacerdocio, aunque es un tema que desde el Vaticano II
siempre estuvo (hubo) esa sensación que quedaba medio rengo- ha habido –
creo- un nuevo envión con lo que es la Pastores Dabo Vobis - como que hay
una mayor sensación en que el tema de la identidad sacerdotal estaría más o
menos claro. No que esté claro del todo. No que no haya que distinguir. Pero
como que lo que en este momento aparece más fuerte, no es tanto la identidad
sino el estilo o los estilos: cómo se debe seguir; o ritmos, qué ritmos tenemos,
qué estilos tenemos en nuestra vida sacerdotal. Seguramente son un universo,
son varios (ritmos, estilos). Pero en este momento la pregunta tiene que ver
con el ritmo que le damos o que nos dan o que nos dejamos imponer. Incluso
ministeriales.
Yo no estoy dando clase. Estoy dando conferencia. Por eso insinúo cosas por si
a alguien alguna de ellas le puede ayudar. También como no estoy dando

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clase, si algo no se entiende, si algo quieren preguntar, si algo quieren
agregar…con toda libertad. Lo mismo, por ahí mejor estamos en círculo. Pero
yo insinúo cosas, no las desarrollo. Si hay interés en algo me preguntan o si
hay interés en aportar o en corregir algo, también. Aprovechemos al menos,
ya que soy de entrecasa, la oportunidad que nos da eso de hacernos aterrizar
más lo que vamos compartiendo.
ORAR CON LA NATURALEZA.
La naturaleza nos comunica. Yo siempre hago alusión al desierto en la
Patagonia. Es inmenso el desierto, nunca creí que fuera tan grande. A veces yo
tenía ganas de ver aunque fuera una araña por el camino. Una de las cosas que
yo hacía era mirar, mirar en las bardas, porque cuando había solcito aparecían
a veces tres, cuatro guanacos que estaban tiesos. Si uno no miraba, no se daba
cuenta: tiesos, tiesos, recibiendo el sol. Estaban orando. Estaban sintiendo la
vida. El sentir el solcito al guanaco le cargaba las pilas.
Estamos en el tiempo en que hay que cargar las pilas, o secarlas al sol. Pero la
naturaleza, el solcito, la paz, los ruidos, las luces, los verdes, comunican un
ritmo distinto que es signo, que es sacramento, que es signo sacramental de

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kabot: la gloria de Dios. Una manera de orar, si no saben cómo orar, si no
saben cómo empezar el retiro, es una buena manera darse un buen tiempo de
sentir la naturaleza. El sol, el aire, el cielo, el canto de los pájaros, el verde.
En La Rioja está esa piedra grande que es el Señor de la Peña- una piedra
inmensa que mirada desde algunos ángulos es como una cabeza de Jesús.-
Una de las maneras de orar que tienen muchos el día en que van ahí, es que
ponen en la Peña un vela y se quedan mirando hasta que termine. Es la vida
que está allí:
Las aguas correr,
los peces nadar
mujeres querer
los niños jugar
no cansa la vista mirar
No tengan miedo de perder tiempo si van sintiendo descanso y tranquilidad.
No se aburran. Si se aburren hagan otra cosa. Si están leyendo caminen, si se
aburren caminando lean. Pero no tengan miedo de empezar perdiendo
tiempo. Porque ciertamente uno siente el cambio de marcha. Estamos muy
acostumbrados a ganar tiempo. Estamos muy acostumbrados a tener que
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encontrar algo nuevo siempre. Estamos en un ritmo impuesto que pareciera
más rápido. Hay como una primera lentitud o suavidad que hay que admitir.
La respiración. Es parte de la naturaleza: un pedacito de naturaleza muy
cercano a nosotros y que en la historia de la devoción humano-cristiana, es
signo del Espíritu de Dios. El aire que entra y que sale es signo del Espíritu
que entra hasta el fondo y sondea el corazón de Dios y del hombre. Yo creo
que otras veces les comenté que eso me salvó la vida: pronunciar el nombre de
Jesús con la respiración. La mayor parte de mi día, doce horas a veces estaba
así. No necesitaba ni pensar. Si pensaba me volvía loco. Van a ver que si uno
(lo hace) un ratito da cierta paz y uno no gasta tanto oxígeno, gasta menos. Se
hace más pobre, y siente, aprecia mucho más algo tan, tan cotidiano como es la
respiración. Y el Espíritu Santo está haciendo ese mismo movimiento
análogo.
ORAR EN EL SUEÑO
Tiene que ver con el acostarse en manos de Dios, con no apoderarse de
nuestra vida, no dejar que se apoderen ni apoderarnos nosotros. Aflojar el
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cuerpo. Dios a veces tiene que agarrarnos dormidos para que lo escuchemos.
En la Biblia los sueños de José: los dos José.
Dios durmió al hombre para sacar a la mujer de adentro de él. Por ahí si lo
consultaba despierto, no se animaba. Y sin embargo (la mujer) estaba adentro
de él.
ORACIÓN Y PROMESAS, ORACIÓN Y LUCHA
ORACIÓN Y DESIERTO
Desierto es una palabra importante en la expresión bíblica.
Deuteronomio 8,1-10
¿Para qué te llevó Dios al desierto? Para reconocer lo que hay en tu corazón y
para que sepas que no sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que
sale de la boca de Dios. Tiene que ver con que el corazón aparezca más.
En Oseas 2, 16-17; Yo la voy a seducir: la llevaré al desierto y hablaré a su
corazón, me responderá como en los días de su juventud.
A mí este texto me viene bien. A muchos quizá. Pero todos, aun los más
jóvenes tenemos, tienen una juventud donde seguramente hay un tesoro de

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respuesta de amor que uno puede reencontrar. Días de su juventud
relacionados con una seducción
Isaías 40, 1-8-Consolad a mi pueblo.
Lo que va planteando San Agustín en la carta que vamos leyendo en el
Oficio. No es solamente el corazón nuestro; lo que se nos abre en el corazón
tiene que ver con un ministerio de consolar a un pueblo. El pueblo está en una
milicia, en una milicia dura en este momento. Hay caminos que abrir. Toco
este tema recién con el taxista: Vengo a hacer un retiro, somos curas. Lo que
pasa es que vamos a descansar un poco. -¡Uy, Padre! BRRRRRR.- Y ya no me
largaba.-
Con toda esta situación, hay una obligación muy seria -si vamos a consolar al
pueblo-, de escuchar.
También puse textos de orar por el pueblo. Vieron que uno va orando como
puede, en el momentito. Yo ya me tomé (el hábito, el tiempo). Al principio
cuando era cura joven decía-Bueno, me voy a tomar un tiempito; pero ahora
ya mientras me lo van diciendo me apuro para rezar ahí, porque después se
me pasa, o me olvido de esas oraciones; porque después ya no hay tiempo y
porque vienen otros pedidos. Como que aquí, por ahí uno tiene un tiempito
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más tranquilo para recuperar esas oraciones que uno tuvo que hacer en medio
de la milicia.
ORACIÓN QUE ALIMENTA Y DESCANSA
Un texto de 1ª Reyes 19,1-8.
Elías viene angustiado, se quiere dejar morir. (Está) deprimido. La depresión
es de las cosas que más nos tocan. Desgano de vivir, que se nos descarga en el
corazón; de repente la impotencia y esa sensación que alguno de Uds. dijo y
que la recojo y después el obispo la recoge: no es que la gente se muere; la
están matando.
Eso lo siente el profeta: Están matando. Él se quiere dejar morir. Dios lo
duerme, le da de comer, lo hace que no piense más. Después, si siguen ese
texto, más adelante, en ese texto del 1-8, (sigan un poquito después) dice que
lo sacó de la cueva al profeta. Y aunque lo alimentó y lo hizo dormir, todavía
le seguía la depresión, se encerró en la cueva. Él lo hace salir.
¿Cómo hacemos para salir de la cueva? Parece que hay un Dios que alimenta.
En el salmo aparece clarito. Yo siempre cito el Salmo 55 ( 54) versículo 23.
Hay otro paralelo: el Salmo 37, versículo 5. El primero se usaba mucho antes
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en el introito. Yo llegué a decir misa con introito- el obispo seguro que
también-. Un introito que se repetía mucho era: Iacta cogitata tua in
Domino...Arroja tus pensamientos en el Señor y Él te aliviará.
Un consejo, o una primera actitud en el Retiro: empiecen por no pensar.
Empiecen dejándole todo a Dios. Es un hábito de muchos monasterios que
empiezan su oración primero descargando, poniendo, responsabilizando a
Dios o apoyándose en Dios, o dejándole a Dios que piense los problemas.
Uno empieza o leyendo la Palabra, o sintiendo la naturaleza, o aflojándose.
Sobre todo al principio.
Si hay un problema que los urge mucho, pongan horario. Y no el primer
horario. Esta tarde, de cuatro a cinco, voy a pensar. Pero empiecen no por el
problema. Empiecen dejándolo en las manos de Dios, haciendo un acto de fe,
-porque Dios va a alimentar-, poniéndose a dormir, o aflojándose, o mirando
la naturaleza.
Primera de Pedro 5, versículo 7- Confíen en Dios y Él se preocupará por la
vida de Uds.
Una frase del Corán a mí me ayudó mucho. Yo tenía una alumna que hacía
su tesis conmigo sobre los caballos, caballos en la Biblia. Después tuvo que ir
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al Corán, lo leyó. Era la época en que a mí ya me quedaba poco tiempo de vida
porque todo se me venía encima: la sociedad, la Iglesia. Mi muerte parecía
cantada. Ella me mandó una frase sacada del Corán: Alá es el más sagaz de
los desbaratadores. Si hay una impotencia ante grandes planes y sistemas
que no podemos desbaratar, Alá es el más sagaz desbaratador. Confiar.
Leo la última...Estuvieron repartiendo este soneto de Casaldáliga. Justo en el
de la Creación, el primer soneto, al final termina así, el del Paraíso:
Y en los silencios de la tarde honda,1
Sentir tu paso amigo por la fronda,
Y el aire de tu boca
El retiro tiene que ver con esto. En los silencios de la tarde honda, al terminar
la creación. Sentir. San Ignacio dice que no el mucho discurrir harta y
satisface el ánima. Si sienten algo...quédense. Este tiempo es para permitirse
aquello que uno siente: miedo, bronca, tristeza; a veces dolor, gozo. Van a ver
que los sentimientos generalmente tienen un dinamismo. Si uno se queda van
llevando a lo más hondo, que tiene que ver con o con la necesidad
1
Pedro Casaldáliga
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Reordeno un poquito. La propuesta que les hago es una propuesta de
descanso. Sobre todo al comenzar empiecen con aquello que les descansa más.
A veces es necesario dormir. Vuelquen los problemas en el Señor. Yo hice
alusión a dos dimensiones de la Palabra de Dios: la naturaleza y la Palabra.
Sientan la naturaleza, o si hay algún texto que les llamó la atención, léanlo
despacito. Puede ser que no tengan que leer ninguno.
El primer problema es elegir. Cada uno elige. Y elijan lo más sencillo. Lo más
sencillo tiene que ver con el descanso y con el gusto. Y sepan que se trata en
definitiva de cierto silencio y de un encuentro.
Hay algo de trabajo y algo que es como una búsqueda, que si se aburre. Yo
siempre cito al hablar de la oración, una frase muy hermosa de San Agustín.
Deus quaeritur quod dulcius inveniatur Et invenitur qua avidius quaeratur.
A Dios se lo busca para encontrarlo cada vez más dulcemente y se lo
encuentra para buscarlo cada vez con mayor avidez.
Hay como y es un rito. El retiro es para descansar y para orar.
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2. DÍA 24 DE SETIEMBRE
VIVIR, CONVOCAR, ANUNCIAR.
Yo les repartí algunos textos sobre los modos de orar en la Biblia.
De paso quería recordar algunas cosas de ayer, brevemente para los que no
estuvieron y también para recordar un poco para nosotros.
Ayer a la tarde pusimos en consenso el que en este retiro había una voluntad
de oración. Y por eso esta hojita en la que una de las cosas es tomar conciencia
de que hay infinidad de maneras de orar, porque la oración está relacionada
con un encuentro y el encuentro tiene que ver con una libertad, y en la misma
Escritura aparecen infinidad de maneras de orar que tienen que ver con la
vida y con el encuentro, con ese pacto de amor que es fuente de toda vida. Por
eso había una referencia especial al texto de Hebreos que aparece en las
hojitas. Yo recordaba que Hebreos habla de entrar en el descanso de Dios a
propósito de cómo Dios trabaja y descansa se da tiempo para descansar. Ese
descanso es un reconocer, un permitirse sentir el amor que inspira su trabajo y
la alianza en la que culmina, de la que surge que es la fuente del corazón de
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ese trabajo y de su vida. Por eso hacía referencia a que el descanso tiene que
ver con el reconocimiento de los amores en que nos apoyamos o en los que
quisiéramos apoyarnos.
A propósito de eso yo hacía referencia al ritmo de la vida. Cómo hay ritmos
impuestos que nos quitan libertad y cómo todo retiro tiene que ver con un
reconocimiento del verdadero ritmo. Hacía alusión a nuestra vida sacerdotal.
En este momento la reflexión aparece más tranquila en cuanto al
reconocimiento de la identidad sacerdotal, y en cambio se plantea seriamente
los estilos de vida. Hay un artículo de Gera, muy bien hecho, en la revista
Pastores del 95. Plantea el mismo problema: Calidad pastoral y unidad de
vida. Hace una muy buena descripción de ritmos de vida, del ajetreo nuestro
actual, del sacerdote aquí en el Gran Buenos Aires, y recupera la unidad a
partir de eso. Toma justamente a San Agustín-ayer lo estuvimos citando-el
Tratado sobre San Juan-y cómo todo ese ajetreo que parece muy difícil de
dominar y que nos dispersa, dispersa nuestra vida. De nuevo hace referencia
al Oficium Amoris, o sea al ministerio como un oficio de amor- así la frase de
San Agustín. Hay en la propuesta de Gera un reconocer, un recuperar el ritmo
y la unidad de nuestra vida a partir de ese ministerio de amor que está
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radicado en un pacto de amor de un Dios y de un pueblo. Está hecho con la
lucidez con que escribe Lucio (Gera).
Alguien me preguntó también, y ayer hablamos, sobre el silencio. Como que
hay un cierto acuerdo de silencio común pero que está en función de un
silencio interior, de una escucha de un silencio del corazón.
En cuanto al pacto de silencio habíamos dicho que hablábamos en el comedor
y que fuera de eso tratábamos de respetar el silencio de los otros. Si teníamos
que hablar con un amigo o si nos viene bien rezar cantando o si nos viene bien
rezar en un grupito, tener cuidado de respetar el silencio de los demás. En el
comedor conversamos. Le damos un sentido humano a nuestro silencio y nos
sentimos libres según nuestro silencio interior y el de los demás de acercarnos
a un amigo. Yo estoy dispuesto para conversaciones. También le tomé la
palabra al Padre Obispo y él está dispuesto a recibir cuando esté acá.
A propósito del silencio, ayer hacía alusión a que el silencio tiene que ver con
el escuchar. Escuchar la Palabra. Ayer proponía la naturaleza, y los textos de la
Palabra de Dios.
El Obispo en la homilía dijo que a veces los obispos tienen que hablar mucho y
tienen poca ocasión de escuchar. Sin embargo nuestra Diócesis se apoya sobre
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una escucha. Sus fundamentos están sobre una escucha. Leo un pedacito de
un prólogo del Obispo a un libro de los obispos brasileños. Dice así:
El 20 de setiembre de 1976, al día siguiente de mi ordenación episcopal,
abrimos de par en par las puertas de la recién creada diócesis de Quilmes.
Cuatro días después se cumpliría el medio año exacto del golpe de estado
que había iniciado el así llamado proceso de reorganización nacional. El
país estaba silencioso. Todo parecía tranquilo. Sin embargo, más allá de ese
clima de calma aparentemente perfecta, empecé a percibir quejas retenidas
expresadas al oído. El timbre me empezó a llamar con una insistencia cada
vez más atropellada a una realidad desterrada de las páginas de los
periódicos. La puerta de la Curia se abría una y centenares de veces para dar
paso a los familiares de los desaparecidos. Una vez que los tenía en mi
oficina el llanto desgarrador sucedía al esfuerzo estoico heroico de no
trasuntar rostros de la tragedia familiar ante el transeúnte de la calle.
Sigue y hay una frase:
El dolor de la gente me modeló como pastor. Una frase que el diario El Sol
sacó como título El dolor de los desaparecidos me modeló como pastor.
Hay una escucha, porque hay cosas que se quedan en silencio o que el ruido
de la vida las tapa. O los ritmos que imponen los tapa. Estamos en una
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diócesis que se reconoce modelada, cuyo ministerio pastoral lo reconoce como
modelado por el dolor de la gente. Ese dolor está tapado por silencios. Hay
que reconocerlo. Lo tenemos en nuestro propio corazón. Parece que es bueno
dejar que afloren esas voces. En el momento en que comenzó la diócesis ese
tipo de dolor tuvo un valor especial. En este momento hay otras voces, otros
dolores.
Anoche en la cena, Gino comentaba (que) donde está la carpa ahí en la Cava,
(está) lo más barato de la vida en este momento: la cantidad de gente joven con
armas muy grandes. Grupos que se pelean entre ellos. Una juventud donde y
para quien la vida aparentemente valiera poco. En mi parroquia, en lo que va
del fin del año pasado a éste, es notable el crecimiento, la penetración de la
droga, dentro de toda la zona de Barrio Marítimo que está poco defendida
porque está justo en el margen. Ya el Gran Buenos Aires, no es zona de tanto
tránsito- había droga, siempre la hubo. Creció en poquito tiempo. Y no sólo el
expendio (sino) la organización, la manera de relacionarse. Hace tres meses,
un muchacho joven se suicidó. Se suicidó en la vereda y con un tiro, a
cincuenta metros de uno de los lugares de expendio que todos sabemos
dónde es pero que nos quedamos callados; o que nos tenemos que quedar
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callados, medio sin saber si es complicidad o (simplemente) no poder. Y eso
queda en silencio.
Yo les contaba -lo comenté en la reunión de decanato-
Hace unos meses vinieron a verme cinco hombres. Pero sobre todo dos, que
uno no sabe cuánto son viejos o son más jóvenes de lo que parecen. Nuestros
hombres sencillos, de trabajo, pareciera que ya empiezan a ser medio viejitos
cuando todavía son jóvenes. Vinieron a pedirme una misa para desocupados
y que querían juntarse. Invitaron. La misa se llenó; en la reunión hubo muy
poquitos. Pero uno de los que había convocado, (que) es un ateo, un
comunista, dijo:
-Yo le pedí al Padre que nos juntáramos porque a mí me pasó que con esto de
la desocupación no solamente empecé a sentir problema en la panza, sino que
hubo momentos en que sentía ganas de no vivir. Entonces me dije: Yo no voy
a perder las ganas de vivir. Y lo otro que me pasó que con la angustia de no
tener trabajo a veces me pongo nervioso y me peleo con la gente que más
quiero. Me di cuenta de repente que me quedaba solo. Yo dije:-No me voy a
quedar solo. Como que esas dos cosas a mí me impactaron. No voy a perder
las ganas de vivir. Este es un momento en que se pierden mucho las ganas de
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vivir. Yo hacía alusión a las depresiones, al suicidio de jóvenes. No voy a
perder las ganas de vivir.
La palabra vida parece ser muy importante. Ya indiqué alguna vez cómo en la
teología de la liberación, (en lugar) del acento en la palabra libertad,
liberación,-no es que se deje de lado, se mantiene,- aparece de una manera
muy fuerte el acontecimiento de la vida.
Yo recuerdo. Antes de que Leonardo (Boff) dejara el ministerio sacerdotal,
tuvimos una reunión en San Pablo. Apareció eso: los signos de la vida parecen
claves importantes. No hay que admitir que la vida sea barata para los jóvenes,
no hay que perder las ganas de vivir y no hay que quedarse solo.
(Los hombres) quedaron preocupados porque venía poca gente a la reunión
para hablar. Para la misa muchos se animan a rezar, pero a salir del silencio, a
penetrar en ese silencio...
Pasaron meses hasta que -Uds. han visto - ha habido más movimiento. Al
menos en la zona nuestra, en Berazategui. Uno de los recursos que se dieron
es el de las ollas. Entonces estos dijeron -Vamos-Aprendieron de la CTA, que
ahí en la 7 y Dardo Rocha, han hecho algo. En un terreno baldío, cerca del
barrio, hicieron olla y ahí vino la gente. En la olla escucharon a la gente y
conversaron. Pero así como vino la gente vino también la policía.

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Y les dijo:-Miren, está bien. Pero, hagan estas cosas en lugar cerrado.
Ya antes, cuando habíamos tenido la misa, extraoficialmente, por abajo, la
policía me mandó decir: -Cualquier cosa, pero no marchas...
Tienen miedo de las marchas. No quieren que haya cosas que se vean. Y estos
quieren que se vea para que venga la gente. (Como les decía), fue el comisario
y habló con ellos: -Está bien que hagan estas cosas, pero que no se vean. Si
hacen otra olla, háganla en lugar cerrado.
Ellos estaban con esa preocupación de cómo hacerlo porque la próxima olla la
querían hacer en la plazoleta, y justamente el comisario les había dicho que se
las iba a cerrar.
Después de unos días vinieron contentos a mostrarme lo que habían
organizado. En el Barrio Marítimo tiene un prestigio especial lo de las
Malvinas. Incluso a la plazoleta central le pusieron el nombre Islas Malvinas.
Han hecho varios actos allá, y ha venido el Intendente. Se conectaron con la
organización y organizaron en la Plazoleta un homenaje a las Malvinas con
almuerzo de campaña. Lo pusieron en los titulares. En ese almuerzo de
campaña iban a dialogar. Se las ingeniaron.
Se las ingeniaron para no perder las ganas de vivir, para no quedar solos y
para anunciar. Lo que están anunciando es.-Empecemos a juntarnos.

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Es algo clave, parece, porque es recuperar en signos chiquitos, al menos en
signos muy pequeños que el pueblo puede unirse.
Podemos hacernos -yo me la hice- esa pregunta: ¿cuáles son mis ganas de
vivir?, ¿con quiénes me convoco o cómo me convoco y cómo me las ingenio,
con qué palabra, qué signo?
Me parece que cuando el Papa nos habla de una Nueva Evangelización, y en
Tertio Milenio Adveniente nos pone ante ese hecho, hace algo como lo que
hicieron estos dos jóvenes con cara de viejitos de mi Barrio.
Nos propone cómo anunciar el Reino. El fin del Segundo Milenio no es
meramente un hecho cronológico sino que nos replantea esa actitud de Cristo
de no quedarse solo y de anunciar y de ingeniárselas, de hacer signos y
palabras para anunciar un Reino donde se recuperan las ganas de vivir. Y se
recuperan en forma de pueblo y de pueblo de Dios.
Siempre, en la tradición cristiana, todo retiro tiene que ver con la
contemplación de la vida de Cristo y toda contemplación de la vida de Cristo
tiene relación con una experiencia del Señor que nos comunica ganas de vivir.
Es una experiencia de vida la de la resurrección. Toda Cristología nace de la
experiencia de la Resurrección, y donde hay una salida de la soledad, hay un
llamado a construir un Reino.

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Les voy a contar un cuento que a muchos se los he contado y que a mí me
ayuda a entender mejor esto y a entender mejor a los “viejitos”. Se cumplió
hace poco un año de la muerte de Betty, la esposa de uno de los diáconos de
mi parroquia. Ella siempre me decía que de los cuentos que yo cuento el que
más le impresionaba es el del Jazmín.
El cuento del jazmín es a propósito de un jazmín que había plantado mi papá y
que tenía que ver con mis ganas de vivir y con la muerte de mi papá. Ella
estaba muriéndose de cáncer y me mandó llamar: quería hablar conmigo.
Estaba luchando para vivir- y lo que me preguntó es si ella tenía derecho a
morir, o sea si podía dejar a su familia. Si tenía libertad para hacerlo, si podía
disponer libremente y decir:- Bueno, me muero. Yo le dije que delante de Dios
se sintiera libre y le permití que hablara de su muerte. Fueron dos palabras.
Una vez que vio que ella tenía derecho de morirse, no tuvo muchas más
ganas de hablar. Al día siguiente, del vivero, me trajeron un jazmín que me
mandaba ella de regalo. Ya no pude volver a hablar porque no estaba
consciente. Ella había dejado encargado en el vivero que me mandaran un
jazmín, que (pese a que ) yo cuido muy mal las plantas, sin embargo en este
momento ha dado flores.
Y el cuento se los recuerdo.

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Yo dije mi primera misa con la uva del parral-uva chinche, de Buenos Aires,
(que) es un vino malo, pero lo hizo mi papá. Al año siguiente voy ( a mi casa)
y mi papá, al lado de la parra había puesto un jazmín. El jazmín, de esos
grandes, empezó a crecer, a sacarle lugar a la parra y a mí me vino bronca,
porque yo quería a esa parra. Le dije a mi papá: Mire cómo está creciendo el
jazmín, no da flores y le ocupa sitio.
Me dijo
-Uy, pero, a mí me gusta, mirá que es lindo.
Le respondí:- Bueno, pero le saca lugar a la parra, a la uva que es tan linda. No
da ninguna flor. Corteló.
Él me contestó-Mirá, esperá, esperá, ya vas a ver, lo voy a podar, ya vas a ver
que el año que viene va a dar.
Lo podó y al año siguiente le volví a decir: Mire que al jazmín lo podó pero
está más grande, ocupa lugar y no sirve para nada.
Me respondió:-Mirá, dame un año más de plazo. Me dijeron que hay unos
fertilizantes muy buenos. Le voy a echar. –
Le puso el fertilizante
Al año siguiente el jazmín más verde, más grandote, sacaba lugar a la parra.
De nuevo yo le insistí.
27
Me contestó -Mirá vamos a hacer una última prueba, yo conozco un jardinero
que me dijo algo de la raíz. Voy a hacer la prueba.
No hubo ocasión para que mi papá pudiera hacer el intento porque se
enfermó grave y rápido de cáncer del pulmón y falleció en unas semanas. Mi
papá era un hombre que me daba mucha seguridad y a mí, aunque yo era
hombre grande y cura, me dio mucha depresión que él hubiera fallecido y
tuve la sensación de que me dejaba solo en la punta de la vida. No solamente
porque soy hijo mayor en mi familia, sino porque había muchas cosas de la
vida, más allá de mi familia. Aunque mi padre era un hombre sencillo, yo
sentía que hacía punta. Me mufé, quedé muy deprimido.
Estuve un tiempo largo-era jesuita en ese tiempo- sin ir. Era más rígida la
visita. Visitaba poco a mi familia. Después de varios meses volví a mi casa .Y
desde la puerta sentí algo raro. Supongo que sería esta época (setiembre). Mi
papá murió en marzo- Cuando fui entrando me empecé a dar cuenta y
cuando llegué al patio vi todo un pedazo (florecido).
O sea mucho más cariño que el que puso en el jazmín.
Qué hábil, porque sabía. Como que hay una herencia que me deja una
responsabilidad.-
28
Hay tres cosas aquí que quería hacer notar: una herencia que nos hace
responsables ahora en el camino. Un perfume de jazmín, una presencia
especial que refuerza y una historia, que son signos en los que uno pude
apoyarse. La primera comunidad cristiana tenía su experiencia del hombrecito
Jesús de Nazareth con el que había tenido una amistad muy honda, ideales
muy grandes, y verdades, seguridades que Él les había compartido. Tenía una
experiencia de una presencia de Él como para mí era el perfume del jazmín,
una presencia concreta en ese momento, mucho más suave o diluida, pero
una presencia honda de resucitado. Y tenía una responsabilidad ante la
historia, ante la vida.
Eso se nos plantea a nosotros como comunidad cristiana y como sacerdotes,
unidos íntimamente a la vida y al ministerio de ese Jesús de Nazareth. Se nos
plantea las ganas de vivir no meramente como ganas de vivir sino cómo hacer
punta. Qué haría Jesús hoy, tiene que ver con una responsabilidad muy honda
nuestra.
Tenemos la presencia de Él por la fe y hay toda una tradición, hay una vida de
un hombrecito en la que podemos reconocerlo. Como todos los
acontecimientos de la vida de mi padre, a partir del perfume del jazmín me
empezaron a alimentar de una manera distinta.

29
Uno de los textos, de las escenas-el Papa toma el capítulo 4 de San Lucas-
El anuncio del Reino aparece como un acontecimiento clave para Jesús y para
nosotros. El Papa nos los propone: cómo hacemos nosotros hoy para anunciar
ese Reino. En la primera propuesta de la Nueva Evangelización aparecen esas
tres frases: Nueva Evangelización, nueva en su ardor-en su entusiasmo, nueva
en su contenido, nueva en sus métodos.
El Papa la va proponiendo a propósito de los 500 años de América Latina y
después aparece ante distintas conferencias episcopales continentales, como
propuesta, varias veces. Y allí cada vez va diciendo más fuertemente que
Nueva Evangelización implica una nueva unión muy profunda con Cristo.
Parte de eso: ese acontecimiento, ese hecho de la Nueva Evangelización, nos
compromete a una renovación y una profundización de lo que es nuestra
inserción en la vida misma de Cristo.
En L.P, el documento de los obispos argentinos para la Nueva Evangelización,
frente a los dos grandes desafíos que ellos ponen, aparece el centro de la
respuesta a esos desafíos, esa unión con un Cristo hijo de Dios, hombre y
pobre.
La unión al misterio de Cristo aparece como raíz en esta propuesta de nueva
evangelización que a mí se me une a esa propuesta de desocupados de mi

30
parroquia: recuperar las ganas de vivir, no quedar solo, o sea convocar y hacer
un anuncio.
En Lucas 4, 16-30, que es el discurso en la Sinagoga de Nazareth, donde Jesús
retoma al profeta Isaías, aparecen dos cosas:
Jesús se siente ungido por el espíritu. Podríamos preguntarnos: ¿Qué espíritu
sentimos que nos unge? Lo mismo que las ganas de vivir. ¿Qué ganas de
vivir tenemos? ¿Nos sentimos ungidos por un Espíritu? ¿Qué sentimos?
Segundo, un anuncio. Así como los desocupados quieren hacer un anuncio a
los que están desocupados. Es un anuncio que hace Jesús de la liberación a los
oprimidos, la vista a los ciegos.
¿A quiénes queremos convocar y con qué ingenio?¿Cómo nos las ingeniamos?
Estos de mi parroquia me mostraban hasta la invitación al comisario que
habían hecho con el programa.
Otro texto que pueden tomar: el anuncio del Reino en Marcos, capítulo 1,
versículos 14-45. A propósito de esos párrafos, Mester hace notar algunas
características: Podríamos si nos interesa, meditar a ver si algo de eso hay.
Mester va tomando ese párrafo de San Marcos, del 16-45-capítulo 1, y va
mirando algunas características de ese anuncio de Jesús y de hechos que lo
acompañan.
31
El enumera, versículo por versículo:
Mc 1, 16-20 : crea comunidad.
Mc 1, 21-22: despierta la conciencia crítica.
Mc 1,23-28: combate el poder del mal.
Mc 1,29-34: restablece la vida para servir.
Mc 1,35 : se mantiene unido al Padre por medio de la oración
Mc 1, 36-39: mantiene la conciencia de la misión.
Mc 1,40-45: reintegra a la convivencia a los marginados.
En muy poquitos versículos-vieron que Marcos siempre es muy resumido- va
dando características fundamentales de ese anuncio y de ese acontecimiento
que genera Jesús al reconocer la unción que tiene, las ganas de vivir que tiene.
Este librito lo deben conocer, y si no se los recomiendo, porque es simple y
muy bien hecho: Con Jesús a contramano. Lo dejo marcado y si les interesa
pueden ver otras referencias al Reino.
Pueden ver también los textos de la Misa de hoy:
Gálatas 4, 4: Jesús que se anima a nacer. Y nace del vientre de una mujer, nace
bajo la ley, bajo los condicionamientos humanos, para rescatarnos, nos
convoca para hacernos hijos de Dios. Parece estos desocupados que son
desocupados igual que los otros, pero anuncian algo nuevo: JUNTÉMONOS.
32
Nos sacamos en esta olla popular el hambre pero empezamos a hablar y
juntémonos.
Juan 2, 1-11: Las bodas de Caná. En estos dos textos aparece la intervención, la
mediación de María para que Jesús se anime a vivir y a convocar, y a
compartir la vida del pueblo de Dios.
Brevemente les recuerdo algunas indicaciones. Recuerden que ayer les decía:
empiecen dándole los problemas a Dios: arroja tus problemas en el Señor y Él
te va a limpiar. Si tienen un problema o problema urgente que pensar,
pónganse un tiempito. Como que empiecen primero, dentro de lo que se
puede, dejando a Dios que se preocupe de los problemas y digan: Bueno, de
a tal hora a tal hora, pienso en mi problema. Pero empiecen primero tomando
contacto con el silencio, con la naturaleza. Si no saben qué hacer, sientan un
poquito la naturaleza. Estamos en primavera, aunque todavía no parezca, pero
hay ruido de pajaritos, hay verde, hay fresco en el aire. La primavera es signo,
siempre ha sido signo de que la vida se renueva, de que las ganas de vivir se
renuevan y de que la vida tiene una fuerza en sí de recrearse cualitativamente,
es signo de la resurrección. La primavera puede ponernos, viene por adentro.
Por ahí la podemos reconocer. Por eso por afuera se ve con signos chiquititos
y la fuerza está por adentro.

33
O tomar algún texto de la Biblia, si hay algo que les llamó la atención.
Retomen la historia. Si Uds. saben que una manera de orar les hizo bien, si en
la vida Uds., recuerdan que hay maneras, repítanla. Recuerden: como en los
días de la juventud, como aparecía el texto sobre el desierto.
La historia de la oración.
Hay una ley fundamental que es la ley de la sencillez. En la medida que uno
hace oración hay un dinamismo que la hace más sencilla. Sencillez quiere
decir: si dudan entre leer más o leer menos, lean un poco menos. Si dudan
entre hablar más o hablar un poco menos con Dios, hablen un poco menos y
escúchenlo un poco más. Si dudan entre pensar más o pensar menos, piensen
un poco menos. Si tienen varios sentimientos y dudan entre varios
sentimientos o menos, quédense con menos sentimientos. Si hay un
sentimiento en el que pueden quedarse, quédense. Si pueden quedarse un
ratito meramente en lo que es una presencia, quédense. Si se duermen,
duerman. A veces Dios revela cosas en los sueños. Pero la oración tiene que
ver con un camino de mucha sencillez, vieron así como a veces uno con un
amigo llega a quedarse callado y a sentir el gusto de estar. O esos viejitos
que se quieren mucho y no se hablan. Eso parece que algunos momentos de
la oración, llamo, le pongo ese nombre oración. Pueden ponerle encuentro,

34
pueden ponerle sinceridad con uno mismo. O sinceridad con la vida, o
reconocimiento de la Alianza de Dios con nosotros.
Por último: Santa Teresa dice que uno, cuando está en trato con Dios, recibe
gracias que son para nosotros y que son para nuestro pueblo. Pero, dice, una
cosa es recibir una gracia, pero otra cosa es darse cuenta de lo que uno ha
recibido. Y otra cosa, incluso, es que eso sea fecundo, que eso tenga un sentido
para los demás.
Ese segundo paso, el darse cuenta, también puede ser importante. A veces en
el corazón nos pasan muchas cosas. De muchísimas no nos damos cuenta. Un
momento así de mayor tranquilidad como éste, también es bueno. Si quieren,
dediquen un pequeño tiempito a darse cuenta qué sintieron o ahora en el
retiro a darse cuenta de cosas que a veces son importantes que uno sintió y de
las que no tomó nota.
Es como un momentito del darse cuenta.
Doce y media, para los que quieran, libre, hay un rato de adoración ante el
Santísimo.
35
3.-25 DE SETIEMBRE.- FELICES LOS POBRES.
Otra manera de hablar del Reino que aparece en los Evangelios es el anuncio
de una felicidad. A mí me impresiona siempre cómo Cristo empieza
anunciando una felicidad.
Las bienaventuranzas están en Mateo 5,1-12 y Lucas 6,20-26.
Del punto de vista bíblico, cada una de las bienaventuranzas tiene muchas
raíces. No son sólo términos felices elegidos por Jesús, sino que (las) tiene
cada una, y uno podría hacer todo un rastreo en acontecimientos del pueblo.
Todo un rastreo de lo que es el reconocimiento de la historia de Israel que
fundamenta cada bienaventuranza, cada enunciado. Pero eso supera este rato.
He dado retiros solamente con las bienaventuranzas, porque cada una permite
un reconocimiento de maneras de orar de un pueblo que tiene fe, que son
maneras de ser felices y de construir felicidad.
Brevemente hago alusión a dos o tres de ellas, y a algunos textos bíblicos.
Felices los pobres. Son destinatarios de la buena noticia.
Aparece como signo mesiánico la felicidad de los pobres en Mateo 11,2-6; en
Lc 7, 18-23, San Juan Bautista manda a preguntar si la cosa ya está o hay que
36
esperar a alguien más. Y entonces Jesús, lo que le contesta es: “Los pobres
tienen una felicidad: se les anuncia la buena noticia. Los ciegos ven. Le
contesta con signos. Y el signo mesiánico por excelencia es el de los pobres. Lo
que me decían a mí esos que me habían dormido en la Marina para
interrogarme: ”Vos no tenés fierros, no sos guerrillero, pero vos unís a los
pobres y unir a los pobres es subversión.”Signo mesiánico en contra. O el
miedo que tenía la policía con estos desocupados. Que la olla la hagan donde
no se vea. Que no se vea ese signo. Que la hagan en un lugar cerrado.
Unir a los pobres.
Isaías ya lo había anunciado. Isaías 1, 17-18. Es un hecho redentor. Así fueran
tus pecados como la grana…hacer justicia a los pobres, perdonar los pecados.
Isaías 41, 17-20: Los humildes y los pobres buscan agua. Yo, Yahvé los voy a
saciar.
Isaías 49-7-26: Los pobres que pueden retornar; la epopeya del retorno.
Y el texto que toma Jesús de Isaías 71, 1-4: Anunciar la buena noticia a los
pobres. Es un hecho ya anunciado la fuerza mesiánica de la felicidad de los
pobres.
El Salmo 72 o el 146: Dios aparece como Rey para los pobres que hace justicia
a los humildes del pueblo.

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La denuncia de la riqueza. La riqueza impide ver más allá. Lucas 12,13-40.
Encierra en sí mismo: el pobre Lázaro y el rico Epulón: Lc 16,19 y ss.
Ocupa el corazón: el administrador infiel. Lucas 16,11-13.
El Papa ha usado ya varias veces en los últimos documentos el pasaje del
joven rico. Mateo 19,16 y ss.
La felicidad se trata de una felicidad ya. Es un anuncio no de que van a ser
felices. Son felices ya, no por ser pobres, sino porque de ellos hay una realidad
del reino que está presente.
Jesús siente esa felicidad en Mateo 11, 25, recuerden el Canto de Jesús que uno
compara con el paralelo de Lucas capítulo 10, es cuando vuelven de la
misión, le cuentan a Jesús que les fue bien y Jesús siente esa alegría.
No sé si a Uds. les habrá pasado alguna vez, que sintieran eso. Yo recuerdo
cuando estaban haciendo el Barrio Luz. Fue idea de José Andrés cuando yo
estaba en el Barrio Marítimo: -Mandá gente( a misionar)-.
Mandé algunas personas. Fueron y empezaron a visitar a la gente que recién
llegaba. Cuando volvieron, volvieron contentos. Es lindo recibir misioneros.
Ahí hay una felicidad y Jesús siente eso.
Uno podría hacerse, si cabe, esa pregunta: ¿Cómo somos felices?, ¿qué
felicidades sentimos?, o ¿qué cosas nos hacen felices?, o ¿cómo nos damos
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cuenta?, o ¿cómo nos damos tiempo para gratificarnos con esa felicidad?
¿Cómo ayudamos a que la gente reconozca felicidades que tiene o las cuide?
¿Cómo defendemos la felicidad o luchamos para ser felices’?
Yo me preguntaba también hoy, para compartir con Uds., ya que soy cura
viejo, qué cosas como cura que hice o me han hecho (feliz).
Pero esa pregunta sobre la felicidad parece importante porque por otro lado, la
vez pasada conversaba con un amigo que está en el gobierno de la Provincia
de Buenos Aires y le planteaba esto: en el gobierno en algún momento cuando
se juntan con Duhalde, ¿llegan a preguntarse cómo hacemos para hacer felices
a todos?
Me contestó:- No. Las preguntas que se hacen son cómo uno puede ir más
adelante que otros en manejar tales dimensiones de poder, en manejar tales
dimensiones de vida, cómo uno puede estar en la punta técnica. Cuando se
está en la punta técnica, cómo se puede tener más dominio de esta porción que
permite manipular el poder. No hay tiempo para hacerse las preguntas sobre
las felicidades, y cómo somos felices tratando de esquivar eso que manipulan
o animándonos a hacernos la pregunta y no dejándonos llevar por la inercia
de no preguntarnos y durar en ritmos puestos por otros.
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Creo que fue en el Seminario que hicimos en Varela. Yo conté de una viejita
que cada vez que la veo me acuerdo de esta palabra felicidad. Me acuerdo que
la segunda vez que me vio fue en un barrio, el barrio San Marcos. La Abuela
Toledo. Me trajo dos empanadas envueltas en un pedazo de ese papel de
envolver de almacén. Primero me dio un poco de asco y cuando las comí
estaban ricas. Era en esta época, empezaba la primavera y entonces les hablaba
a los chicos de la primavera en la Misa, en esos saloncitos de barrio. En barrio
San Marcos (la capilla) es un saloncito. Estaban los chicos adelante y les decía
lo que hoy a Uds.: la primavera signo de resurrección y de una felicidad que
yo había tenido, chiquita, una alegría: me habían regalado dos rosales. Como
ya me estoy poniendo viejo, estoy teniendo amor a las plantas, tengo más
ilusión. Siempre tuve amor a las plantas pero nunca me animaba a perder
tiempo. Me regalaron esos dos rosalitos y dije- ¡No se me van a secar! Le pedí
a alguien que me los plantara y ahí me quedé tranquilo. Pero cuando terminó
de plantármelos, me dijo: -Pero vos tenés que regar. –¿Y cada cuánto? –Y todos
los días, todas las noches.-
A veces a uno justo le viene bien regar a la noche, pero la mayoría de las
noches uno llega tarde, con sueño, se olvida. Se olvida y tiene que levantarse a
regarlas. Yo me decidí. Me costó. Primero pensé: que se sequen.-Un paso más.

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Una noche, me acuerdo, me acosté y un poco antes de dormirme- ya las había
regado- pensé- ¿Y si las hormigas me las comen? Yo sabía que cuando la
primavera empieza a avanzar comienzan a salir las hormigas. ¿Y si me las
comen? ¿Valdrá la pena seguir regándolas?
Estaba sí hablando con los chicos. Detrás la abuela Toledo que hacía casi un
mes y medio que no venía a Misa y que había venido con su nietito, bien
vestida ella, limpita, limpito el nietito, se adelantó a los chicos
-Sí, vale la pena.- Y después dijo: -Y Ud. sabe por qué digo esto. Justo hacía un
mes y medio que no venía. Dos meses antes me había venido a hablar
preocupada que su hija, que estaba sola con tres chicos porque el esposo la
había abandonado, andaba muy nerviosa porque había perdido uno de los
dos trabajos. Que ella le ayudaba como podía, le tenía los nietitos. Quince días
después, me enteré, la hija bajó apurada del ómnibus, salió por atrás y vino
otro ómnibus, la atropelló y la mató. Ella, al mes medio venía bien vestidita a
la Misa y me decía que valía la pena regar las rosas (acá Orlando se
emociona). Me estaba queriendo decir que ella creía que había valido la pena
querer a su hija, cuidarla. Su hija de 31 años, había valido la pena. Y valía la
pena cuidar sus nietos, aunque los estuviese cuidando para un mundo donde
ellos iban a correr los mismos peligros que corrió la hija.

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La vida vale la pena. Una manera de luchar por la felicidad y de comunicarme
a mí un valer la pena. Algo de felicidad sentía allí.
Hambre y sed
Hambre y sed de justicia. A mí me pasó más de una vez eso y yo casi no
recuerdo haber sentido hambre, haber sufrido hambre. Pasé muchos días sin
comer. No recuerdo haber sufrido el hambre. Pero sí haber sufrido el hambre
de otros. De gente que se ha venido a confesar que por hambre se enganchó
con la guerrilla, por ejemplo, (el ERP) y no sabía cómo desengancharse.
Describirme- creo que a alguno de Uds. les conté la confesión de un hombre
que me decía. “No piense Ud. tres días sin comer…” Y va describiendo cómo
se pone nerviosa la mujer, cómo lloran los chicos, cómo él tiene vergüenza de
volver a la casa, cómo cada tarde es distinta.
El hambre profundiza. Es propio de un pueblo caminar. Aparece en el Antiguo
Testamento en Éxodo 16, las codornices y el maná.
Éxodo 17: el agua de la roca. El hambre es hambre y sed de justicia en
definitiva. Cristo tuvo hambre, fue tentado.
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Juan 4,31-35: tiene otro pan, tiene otro alimento. La multiplicación de los
panes. Es una lectura que leemos muchísimo en la liturgia y que es fuente de
fe para nuestro pueblo.
Denles Uds. de comer. Al compartir se multiplica el pan. Mateo 14,13-21Mt
6,30-44. Lucas 9, 10-17
Discurso del pan de vida, Juan 6.
La última cena: Juan 13. Jesús es pan, la Iglesia, nosotros somos pan para Jesús,
él nos comulga. Salmo 41(42) el del Siervo, y el 62.
A algunos les he de haber comentado algo que me impresionó. Cuando era
muchacho estaba enamorado de una chica y le pregunté qué sensación tenía
en el cuerpo. Yo sabía lo que sentía yo, cómo me calentaba yo, y quería
imaginarme qué le pasaba en el cuerpo a la mujer. Pensé que iba a ser difícil
la contestación. Y no, me dijo tres palabras o dos:- Mirá, es como un hambre
muy honda. Hambre de amor y hambre de justicia. Un tiempo después ella
me preguntó no qué sentía yo en mi cuerpo, sino qué sensación había tenido,
me había impresionado de su cuerpo. Me acordé de una vez que le di un beso
en el cuello y sentí un olorcito a pan. Vieron el pan de la mañana, cuando hay
pan recién hecho, que hay un olorcito. Le dije:- Tenés olor a pan, a pan recién
hecho.- Y eso fue una felicidad.

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Muchos años después de eso, en la época de Lanusse en la Villa del Bajo
Flores había desocupación y hambre-menos que ahora- y un grupo de mujeres
decidió de esas cosas que suele ser lo primero que deciden: -Vamos a hacer
pan para vender: Pan con chicharrón. -A mí me gustó eso. Un día a la mañana
me levanté y empecé a caminar temprano por la Villa, por los pasillos y sentí
el olorcito a pan. Me dio felicidad lo de las mujeres que estaban haciendo el
pan. Después me acordé de ese amor de muchacho y me di cuenta que podía
sentir una felicidad más honda.
Maneras de sentir felicidades y de poder reconocerlas.
Los que lloran. El Salmo 125. Me impresiona en este Salmo cómo relaciona el
llanto con el poder volver, se llora para volver.
El llanto verdadero asegura el regreso, el recuperar la vida. Jeremías 31, 9-18,
con lloro partieron, con consuelo los que vuelven.
Y Dios enjugará toda lágrima, o toda lágrima va a ser enjugada por Dios y por
los hermanos. Isaías 25, 5.
Y Apocalipsis 21, 4: dice que se llora para que pase el mundo viejo. El mundo
viejo va a pasar. Al llorar de una manera verdadera va pasando lo viejo y se
anuncia la resurrección. Jesús llora sobre Jerusalén, Lucas 19, 42, Lucas 13, 34-
35,
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En la resurrección de Lázaro en Juan 11, Jesús llora segundos antes de
resucitarlo. No se ahorra el dolor del llanto. Sabe que lo va a resucitar. Pero el
llanto es ley de juego del amor, y no se ahorra ese paso. La resurrección no es
un hecho mágico sino que pasa por el llanto.
Llorar es rezar. Hay llanto que es rechinar de dientes. Es el llanto que no cree
en el consuelo. Hay un llanto que es felicidad que es del que se anima a llorar
y a compartir el llanto.
El viernes a la tarde tengo reunión con un grupo de una comisión del
Episcopado. El Episcopado quería hacer un Directorio para Comunidades
Eclesiales de Base. Nos llamaron a algunos y frenamos la cosa. Se propuso ir
recogiendo de las comunidades, no sólo de las Comunidades de Base en un
sentido ortodoxo, sino de lo que llega de la experiencia de pastoral en la
opción por los pobres. A mí me pidieron aportes para una Cristología. Me
parece,-estoy seguro - que en América Latina hay una expresión cristológica
nueva en base a la importancia que se le da al Reino, al seguimiento de Cristo,
a la opción por los pobres. Me resultó feliz el enunciado del número 27 de las
Líneas Pastorales para una Nueva Evangelización, donde de una manera
especial se le pone, se le da a Cristo el título de pobre. Y recuerden el Nº 27 que

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habla justamente de lo que hablábamos en la mañana del misterio de Cristo
como núcleo central para enfrentar los dos grandes desafíos, la urgencia de
una justicia largamente esperada y la construcción de ídolos. Pone el misterio
de Cristo, hijo de Dios, la dignidad del hombre y la dignidad del pobre.
Pobre pasa a ser no meramente una estrategia pastoral de Cristo, una manera
de asegurarse la encarnación, sino que pobre pasa a pertenecer al ser de Cristo.
Cristo es pobre. No sólo es pobre y es Hijo de Dios, sino que es pobre, porque
Dios es pobre. Es rey para los pobres porque comparte totalmente su vida, la
regala. Cristo la recibe de regalo y la comparte. Me pareció que es interesante
compararlo con Calcedonia.
Calcedonia nos pone en claro que Cristo es hombre y Dios. No dice Hijo de
Dios. Dice Dios: hombre y Dios y una persona. Es una cristología metafísica:
pone el acento en la naturaleza y en la unidad de persona. Es una gran luz
para la Iglesia, pero por otro lado queda en esa tensión entre Dios y hombre y
a veces se exageró lo de Dios y a veces se exageró lo de hombre, y eso se nota
en pastoral. También a veces ha sido usada -como pone el acento en la
unidad de persona -en posturas individualistas, liberales, causa de lo que nos
ha tocado vivir.
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Me parece que esta formulación (LP), no pone el acento en la naturaleza, sino
que lo pone en la dignidad y en el misterio. El misterio es la fuente de la vida;
por eso no dice Dios, dice Hijo de Dios, acentúa ese hecho misterioso desde la
referencia de Jesús al Padre. Trinitariamente es más preciso: precisa la persona
que se encarnó. Por otro lado pone el acento, lo une a la dignidad: el ser Hijo
de Dios da dignidad al hombre y al pobre. El ser hombre ayuda a ser, le da
dignidad y el ser pobre le da dignidad a Dios y al hombre.
Yo creo que a los que han hecho Cristología conmigo les he citado mucho un
texto de San Hipólito: al encarnarse, Dios le pone un nombre nuevo al amor.
Es decir que Dios llega a una perfección nueva que no tenía porque el Hijo de
Dios era perfecto hijo pero no tenía plenitud de hijo. Era hijo, pero no tenía
mamá y no tenía hermanos. El hecho de pobre pone en Cristo un
acontecimiento muy importante que es la pertenencia a un cuerpo. Esa
pertenencia pasa a tener valor soteriológico con lo salvífico.
Voy rapidito en criterios cristológicos. Quiero hacer notar: voy a leer el último
párrafo que es una pequeña síntesis de ese número. Me parece muy feliz;
supongo que acá está la mano de Gera.-
Cristo, unido con todo hombre está particularmente vinculado con los
hambrientos y sedientos de la parábola a quienes llama sus más pequeños

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hermanos. Por esto al afirmar desde nuestra fe la dignidad de todo hombre,
reconocemos también la eminente dignidad de los pobres. Y al profesar que
todo hombre nos torna visible al Señor, primogénito entre muchos hermanos,
reconocemos la particular y específica cualidad que poseen los pobres para
ser sacramento de Cristo.
Eso dicen los obispos argentinos. Me parece que esto es una semilla para una
sistematización cristológica donde este hecho anunciado en las
bienaventuranzas, ocupa un lugar central que puede fundamentar
pastoralmente la opción por los pobres.
Reconocer esto que quiere decir reconocer de una manera nueva en nuestra
historia y en nuestra pastoral y en nuestro ministerio este tipo de felicidad que
anuncia Jesús cuando dice felices los pobres.
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ANUNCIACIONES
El otro tema que quería proponerles unido a éste es el de las anunciaciones. La
felicidad tiene que ver con, se anuncia y nos es anunciada-en reconocer
anuncios. Es un misterio que va de punta a punta de la Biblia, una de las
columnas vertebrales. Desde el libro del Génesis, Génesis 3,15.la anunciación
a Eva.
La anunciación a Sara.
A Ana, 1 Samuel,
A Zacarías, Lucas, 1 y ss
A María, Lucas 1,26. El Apocalipsis 12, la anunciación cósmica, para citar
algunas.
Podríamos preguntarnos si hay cosas que se nos han anunciado y se nos han
cumplido o que nos han anunciado y nos olvidamos. Da felicidad creer en
anuncios que a uno se le han hecho y da felicidad reconocerlos.
Otro cuento de mi papá.
Mi papá pertenecía a un grupo militar que prestaba servicios al Instituto
Geográfico. Entonces hacían relevamientos de cartas, para el mapa de la
Argentina y les tocaba ir a muchas partes muy inverosímiles o distantes.

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Y le había tocado ir a una zona en Roca o en Viedma, una ciudad importante
en Río Negro. Yo tenía unos diez años y él contaba eso cuando volvía. Yo lo
escuché, nos lo contó a mi mamá y a mí. Estaba en esa ciudad y le dan orden
de que tenía que ir a una zona de la meseta patagónica muy solitaria. Tenía
que ir con un grupo de soldados. Prepara la cosa en al ciudad, junta carne,
yerba para hacer mate cocido, junto con los elementos de geodesia, y llama al
baqueano, al mapuche que lo tenía que acompañar y le pregunta: -Mire:
tenemos para hacer mate cocido, para el asado, ¿qué tipo de combustible
llevamos?¿Con qué nos vamos a calentar?
Ah-le dice.- no, no lleve nada. Nos vamos a arreglar.
-Y, pero ¿qué tenemos allá?
-Y algún fueguito vamos a hacer con leña.
Anduvieron día y medio con las mulas. En esa época no estaba la Puntual, una
línea de colectivos que pasa por esa zona. Cuando llegan, mi papá se
encuentra con el desierto, la meseta patagónica. Empieza a mirar para todos
lados y lo primero que hace es decir ¿cómo hago para hacer el asado para los
soldados?
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Le viene bronca-mi papá era de ponerse colorado-lo llama al baqueano, al
mapuche y le dice con palabras feas-Cómo, Ud. no me avisó nada. Y ahora
¿qué hacemos?
El mapuche se encogió de hombros, y no dijo nada. Fue y agarró un pico y
delante de él empezó a golpear en el desierto y de repente empezó a sacar
debajo de la tierra unas raíces con las que hizo una brasa mejor que la del
quebracho. Yo escuché eso, era chico y me gustó. Ese hecho de que del mero
desierto sacar algo que daba vida, me hizo querer más a mi Argentina, a mi
patria: me gustó lo del indio. Y justo a los tres días de esto en la escuela la
maestra saca el tema de la Patagonia. Empieza a hablar, yo levanto la mano y
cuento lo de mi papá. Termino de contarlo y un chico de atrás me dice.
-Ché, Orlando, ¿te lo contó para que te duermas?
Y eso fue como un baldazo de agua. Me quedó la duda. Los otros se rieron y
yo no conté más nada. Después me olvidé. Fue una ilusión que me quedó
apagada.
Cuarenta y pico de años después, yo llegaba a Mamuel Choique: Mamuel
Choique: el árbol del avestruz. Yo era el párroco pero llegaba una vez al año.
Era la primera vez que iba. Me impresionó
51
Es de las zonas más desertizadas, donde el desierto ha avanzado más. Uno
llega y desde la barda ve una tierra blanca que da sensación de muerte.
Entro en un rancho para avisar que había llegado el cura, que a la tarde iba a
haber misa, por si había algún bautismo que hacer. La mapuche callada. Le
pregunto dónde está el esposo, me contesta con una palabra no más.
Me quedo un ratito más, acostumbrado aquí, al Gran Buenos Aires que uno
visita y sale la conversa. Y ahí nada.
Ya no tengo nada más que hacer y me voy a ir.
Cuando me estaba por ir, veo que la mujer se agacha y agarra un trocito de
madera de debajo de la cocina económica, de esas cocinas de hierro y lo pone.
-Ah!-digo-si esta mujer pobre gasta una leña, la puso por mí para que haya
más calorcito.
No me decía nada, pero vi que agarró la pava. Y cuando lo hizo miré mejor, y
me di cuenta de que la leña que había agarrado era una raíz-También me di
cuenta de que yo con esas raíces, con esa leña o parecida, ya había comido en
el desierto corderitos que son ricos. Había tomado muchos mates. Y me di
cuenta que eran raíces sacadas del desierto, en Mamuel Choique que era
pleno desierto y ya la tierra era blanca. Tenían que caminar (para buscarla)
porque ya se habían gastado en la zona.

52
Recién ahí se me juntó, pude recuperar la felicidad de aquello que me había
olvidado. Y (fue) más hondo, porque se unía a la vida y a la lucha de esa gente,
al sentido de mi presencia allí como misionero y a cómo se construye la
felicidad.
En el texto de la anunciación, sobre todo en el de Lucas, yo suelo hacer notar
tres elementos importantes: el tiempo simbolizado por Gabriel.
La tierra simbolizada por eso que dice María: cómo puede ser esto si no
conozco varón. Recuerden son referencias a Baruc, creo que del 41 de Isaías
también, donde relaciona el pueblo separado de su tierra es como mujer que
no conoce varón. Alude -así como el primero está relacionado con el tiempo y
la paciencia y el retraso de las fecundidades, este segundo elemento es el
sufrimiento de las fecundidades porque a un pueblo lo arrancan de su tierra.
Es el mito de la Difunta Correa que va por el desierto que le han arrancado el
varón y el desierto que es símbolo de fecundidad y que eso es más fuerte
porque los pechos le quedan fecundos.
Y el tercer elemento es la casa. Aparece una relación cuando el Ángel le
contesta tendrá la Casa de David su Padre-al texto de 2 Samuel,7, cuando
David le dice que le va a construir una casa y ÉL le dice: Yo te voy a construir
una casa a vos Pero como que ese texto tiene una relación fuerte con el papel
53
del tiempo, de los arraigos, de las pertenencias, de los arraigos y de lo que se
construye, relacionado con la felicidad.
Y yo siempre que leo este texto me acuerdo de Don Acevedo. Yo recién llegaba
a San José y Santa Cecilia. Y en ese momento la Capilla más pobre era la de
María Auxiliadora. Y en María Auxiliadora el que tenía la llave era don
Acevedo, un correntino que había llegado hacía varios años. Cuando llego por
primera vez, me muestra la Capilla, me dice :este pedacito lo hice yo, y
juntamos plata para arreglar este pedazo del altar. Me iba mostrando todo. Y
en un momento se paró y me dice:
-Padrecito. Ud tiene que venir a almorzar a mi casa.
Ah, bueno.
Pero me lo dijo así muy fuerte .Yo no sé si por ser correntino. Porque a uno lo
invitan mucho a comer. Pero él me lo dijo fuerte. Entonces me quedó. Yo me
acordaba. Y yo cada vez que volvía a la Capilla y lo veía a él me acordaba que
él me había invitado a comer. Pero él no decía nada. Entonces yo no sabía qué
tenía que hacer. Y entonces yo de tanto esperar empecé a pensar que él se
había olvidado. Me dije:-Este viejo se olvidó. Y después me olvidé yo.
Al año de que me había dicho eso, un día me dice:
54
Padrecito yo le había dicho que tenía que venir a almorzar a mi casa.
Sí,,sí.
Ah, bueno arreglemos.
Fui el domingo al mediodía: una casita, una casilla. Me hace pasar, nos
sentamos en un patiecito de cemento, en un parralcito. Hasta que Leonor, la
señora trajo un mate y cuando trajo el mate empezó a hablar. Me empezó a
decir: tenía que hacer el patio. El año era para eso. Pasó un año para hacer el
patio .No era un año del almanaque sino que él tenía que hacer el patio para
poder invitarme a tomar el mate y a comer el asadito. Y ese año
El lo vivió-.Yo me olvidé, porque era año del reloj.
Él lo vivió. Y tuvo una ilusión. O sea su modo de ser feliz. Pudo llenar con
felicidad ese año y era ilusión. No era mero tiempo que pasaba sino que el
tiempo y el patio eran lugar para un pacto de amistad. Como que también me
compartió un poquito de una manera de ser feliz.
Cómo se hace para ser feliz, para sentir la felicidad de los pobres, para ayudar
a ser feliz, para entender esa felicidad.
Yo pensé que nunca iba a tener coche ni computadora. Y no he tenido más
remedio que aprender a manejar, de gozar incluso del coche y tratar de
entusiasmarme con una computadora. Cómo se hace para el uso de los medios
55
que tenemos que usarlos, Para los límites que tenemos que poner, para que
esos medios sean realmente un hecho comunitario que nos comunique y no
que nos des comuniqué y para que nos dé una felicidad verdadera, una
felicidad de pobres.
En la Anunciación: Tiempo, tierra y casa, refiriéndose a 2 Samuel 7, construir
una casa tiene que ver con lo que es la felicidad como construcción, como
organización de un pueblo, como lugar donde protegerse, lugar común.
56
Sobre ídolos y signos.
Puede ser que a alguno le venga bien, necesite o tenga que hacer deporte con
otros. Puede ser parte del esquema. Si de repente hay necesidad de jugar un
partido de fútbol, no va contra el silencio si eso se ubica en el lugar y
momento oportunos.
El anuncio del reino implica íntimamente una denuncia y una lucha con un
antirreino. Jon Sobrino dice que es duélico el anuncio del Reino. Es un
anuncio que se produce en un duelo. Y como que no hay anuncio del Reino
que no implique una profecía. No hay pastoral que no sea profética. Dentro
del encanto y de la sencillez del signo que contemplábamos ayer, dentro de la
suavidad de María, ahí hay una tensión. Y cuando tiene que enfrentarse con
las palabras de Jesús: No te metás, qué nos importa a nosotros de esto, María
está enfrentado un antirreino y lo enfrenta, sigue adelante. Eso que aparece
dentro de la humildad y del encanto de la relación de María con Jesús, es del
duelo. Jesús afloja, Jesús lo pone, está presenté
57
Yo presenté la oración y el retiro como un descanso, como un camino de paz.
Sin embargo, en la medida en que uno esté en un camino de paz, en la misma
oración viene una tensión. Hay momento en que a uno o le agarran problemas
en el cuerpo, o le agarran tensiones en el corazón. Es propio del desierto no
sólo el encuentro con Dios sino las tentaciones, la aparición del demonio y
fundamentalmente los escapismos. Uno se distrae.
Aquí se plantea fuertemente el tema así como ayer hablábamos de la felicidad,
el tema de la fidelidad. La fidelidad en el caso de una búsqueda de encuentro
con Dios, fidelidad al propio silencio, a la Palabra que a uno le ha tocado, a la
búsqueda, al ingenio que uno tiene que hacer para buscar las flexibilidades,
que es distinto de la flexibilización laboral. Justamente una de las cosas que
tiene el antirreino no es solamente que obstruye al Reino, sino que lo más
hondo es que lo imita, que lo falsifica..
Lo más contrario al reino no es una antirreino en cuanto a opuesto
frontalmente, sino lo más contrario son las imitaciones: los reinos berreta.
Las Líneas Pastorales justamente presentan los dos desafíos. La urgencia de
una justicia largamente esperada tiene relación inmediata con el anuncio del
Reino; la construcción de ídolos en definitiva, la primera palabra que usa es el
abismo, la prescindencia de Dios es esa realidad de antirreino. Y dice que están

58
íntimamente unidos. Ya en las mismas Líneas Pastorales está ese misterio de
antirreino presente en el mismo acontecimiento del Reino; lo hace notar.
Esa presentación está unida, es una realidad que va variando como los
bacilos de la gripe. Siempre es lo mismo pero en la historia se va adaptando.
Así es el antirreino.
Los profetas siempre denunciaron el antirreino como idolatría. En realidad la
Palabra que el mismo documento de la Nueva Evangelización en el nº 12
precisa es Secularismo. Lo traduce en idolatría, y cómo esa idolatría va unida
a lo de la urgencia de una justicia largamente esperada. No son dos cosas
distintas, sino que las idolatrías aparecen para justificar injusticias sociales,
para justificar dimensiones de antirreino.
Elías en 1 Reyes, capítulo 21
Isaías1,1.
Isaías 5.
Isaías 9.
Jeremías 5, 1y 26-31; 6,13-14. Cap.7, Cap. 9, Cap 22,1-19
Ese tema de la fidelidad a Dios está relacionado íntimamente con el tema de la
fidelidad al hermano. Es importante este tema de la fidelidad. Yo recuerdo y
sobretodo aparece fuerte en momentos en que hay intensidad de vida, como

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en primavera. Y estamos en una primavera de la historia y de la Iglesia.
Entonces, el tema de las fidelidades. Yo recuerdo en el año 70 se usaba la
palabra lealtad. A quién es leal. Había una ebullición política y se planteaba el
problema de las lealtades. Yo soy cura ya quién soy leal: a mis compañeros
curas, o al grupo, estoy comprometido con un grupo militante o en un grupo
así, o así. Yo soy obispo y a quién soy fiel: a mis curas o a los informes que me
llegan de los servicios o a este grupo social que me está ayudando.
Como que ese tema de cuál es mi lealtad, a quién soy leal. Y uno tiene
pertenencias o medio pertenece a varios grupos y las lealtades como que
entraban en coalición (colisión) y venían las traiciones.
Podemos preguntarnos cuáles son nuestras fidelidades, quiénes nos
traicionan o nos han traicionado o a quiénes podemos traicionar. Cuáles son
los límites; ciertamente hay límites. No es que tenga que haber lealtades
absolutas. Pero es bueno planteárselo y reconocerlo.
Como cuando nosotros en nuestras reuniones de pastoral volvemos siempre a
insistir en lo de la pastoral orgánica o en la pastoral de conjunto. Estamos
detrás de eso, planteando ese tema de lealtades nuestras, a métodos, a grupos
de personas. Y en qué medida construimos lealtades, fidelidades en nuestro
cuerpo presbiteral.
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En el retiro sobre todo uno plantea una lealtad con uno mismo, una fidelidad.
¿A qué dimensión del corazón, a qué nivel de profundidad del corazón somos
fieles?
IDOLOS
Las Líneas Pastorales hacen una pequeña descripción de los ídolos. Yo
recuerdo cosas que ya sabemos para tenerlas más presentes. Dice que es la
absolutización de una cosa buena y que al absolutizarla se le quita capacidad
de servicio. Toda realidad es buena eso es propio del cristianismo. Es la
primera herejía el maniqueísmo o el dualismo y el cristianismo responde con
que todo es bueno. Pero todo es bueno en una actitud de Reino, o sea en una
actitud relativa de mutuo servicio para el amor, y para una justicia.
Dios construyó un gran pueblo alrededor de la mesa de la creación. Y hay una
dimensión de fuente de vida en Dios y de fraternidad que nos
corresponsabiliza con esa fuente de la vida y hace que nos relativicemos los
unos a los otros y con la creación en función de esa felicidad común de esa -. El
santo padre hablaba siempre de la eukonomia-. La ley de la gran casa que
construimos, del gran hogar, del gran pueblo. Y eso hace que todo ser valga en
esa dimensión de vida que recibe de regalo, que da de regalo y que comparte
gratuitamente. El idolatrar frena ese proceso. No es hacer a una cosa Dios sino
61
a una cosa hacerla una imitación. Porque Dios no es así. Dios tampoco es
absoluto. Está en esa actitud- por eso es pobre- de regalar, de donar totalmente
lo que él es. Y lo que a El lo constituye no es todo lo que El posee sino
justamente esa actitud de renovar la vida. Eso es lo que le da personalidad a
El, según nuestra fe trinitaria.
La idolatrización es una caricatura de eso. Es cualquier cosa. Siempre doy el
ejemplo de una llave, la llave de Caritas, de un armario de la Capilla. Yo tengo
esa cosa chiquitita que es un servicio y en la medida que lo absolutizo me
apodero, le pongo una serie de leyes que justifican- me justifican a mí en
conciencia, pero que en vez de estar destinada a garantizar el uso, el servicio
de esa llave, van a ir estando destinadas a un beneficio, a un honor mío, a un
poder. Y eso que se hace con una llave se hace con muchas otras cosas, y sobre
todo aquellas cosas que tienen más capacidad comunicadora son susceptibles
de ser grandes ídolos. Claramente Jesús denuncia el dinero, una cosa buena,
que es construida en ídolo. Un signo hecho por los hombres para facilitar la
comunión de bienes, un signo de comunión, en la medida que hay voluntades
que se apoderan, lo acumulan, lo usan para el ejercicio del poder, pierde esa
capacidad y crea injusticias y se va creando una teología o una doctrina que
justifica.
62
El otro día en Clarín salió un reportaje a uno de los profesores de Cavallo, a
uno de los grandes, que ya está jubilado. Un profesor de Harvard, uno de los
grandes sabios. Decía que en este momento, las energías intelectuales más
importantes en el mundo se han gastado para justificar que los ricos les saquen
dinero a los pobres. El domingo hay un artículo que creo que lo hace
Halperín; de esto hará unos quince días o un mes a lo sumo. A mí me
impresionó. Es de los profesores eméritos de Harvard más apreciados. Dice: en
este momento se ha gastado la mayor parte de la energía en crear doctrinas y
justificaciones para trasladar dinero de hacia sectores más poderosos.
La construcción de un ídolo, lo primero que hace es justificar.
Les decía el dinero. También podemos citar grandes capacidades
comunicadoras: el sexo, la política, la religión y los signos de los tiempos. Y
eso nos responsabiliza fuertemente a nosotros. En el NT aparecen, hay una
fuerza especial en la denuncia del dinero, pero que en signos, Jesús toca
fuertemente lo religioso y el aportamiento de los signos…
Les recuerdo en este tema, a nivel al menos de Teología Latinoamericana, el
que más lo trabajó y con más agudeza es el P. Juan Luis Segundo, que murió
justamente a comienzos de este año. Y en general las exposiciones en T. L. se
63
remiten a él. El sobretodo hace uso de los dos primeros capítulos de Romanos.
Hace una exégesis muy larga que he retomado muchas veces.
El Cap. I y el II de Romanos.
En el C, I de Romanos, justamente SP. Retoma cosas de MT 11. Ayer
mencionamos el Cap. 11 de S. Mt. Recuerden a propósito del Canto de Jesús
en 11,25. Jesús canta, siente una felicidad, porque D. reveló estas cosas a los
pobres y pequeños y las ocultó a los sabios y prudentes. Recuerden que ese
canto viene a propósito de que J. va recorriendo de distintas maneras el valor
de reconocer los signos de los tiempos, de reconocer los signos de la vida.
Dice “Los pobres reconocen eso. D. dio esa sabiduría. Por eso canta. Como
que el reconocimiento de los signos de los tiempos y la práctica de una justicia,
viene opuesto a este proceso de hacer signos. S. P retoma eso y dice: “Los
sabios y prudentes, teniendo una sabiduría como para conocer los signos, sin
embargo escondieron o encerraron la verdad de los signos en la injusticia.
Sabios y prudentes son los Reyes Magos que reconocen el signo. Pero hay
quienes teniendo todos los elementos para reconocer la Palabra de la Vida, que
es la vida, es el tiempo, para poder justificar la injusticia, empaquetan la
verdad. Lo que decía este economista. Hay todo un gran esfuerzo para
explicar, para empaquetar verdades de manera que se justifiquen

64
infidelidades con el hermano. Es una íntima relación entre el ídolo. Las leyes
de mercado, el mercado, en este momento son ídolo. El neoliberalismo tiene
construidos (ídolos). Con montones de verdades, por supuesto. Pero están
empaquetadas de tal manera que justifican un ídolo. ¿Cómo puede ser que no
haya otra salida?
O como hizo la Doctrina de la Seguridad Nacional, con algo muy bueno como
es la seguridad en un pueblo, en justificar torturas. Y entonces uno va con esa
justificación y toma la comunión tranquilo. Y es un mecanismo que está en la
humanidad y está en cada persona. Nosotros como que nos toca cada
absolutización o cada apoderamiento que hagamos de algo bueno. Tiene que
ver con esto. Hay ídolos grandes, pero hay ídolos chiquitos. Que no son tan
peligrosos. Son peligrosos como la marihuana, que no es peligrosa pero
ayuda…Los ídolos chiquitos son a veces como escaloncitos. En la medida que
no los denunciemos nos pueden ir comprometiendo, enganchando, como
pasa en el esquema de la droga, que uno se engancha con una droga pero al
final se engancha con el sistema.
San pablo en el Cap. 2, vers. 19 le dice a los judíos: Uds. Aborrecen de los
ídolos pero saquean sus templos. Uds. Los judíos, están en contra de los
ídolos pero se aprovechan de las riquezas. Y la primera denuncia que les hace
65
es: Uds. reciben algo tan hermoso y tan bueno como la Revelación ,son
depositarios de la Revelación; pero en vez de agarrar la revelación y hacerse
servidores de todo el universo, para hacerles llegar esa revelación, Uds. Se
apoderan y se dicen pueblo elegido, se apoderan de esa revelación para
mandarse la parte y así se hacen causa de que los otros puebles blasfemen
contra el verdadero Dios. Una cosa tan buena como es la Revelación, Uds. La
hacen ídolo porque quieren sacar un beneficio político de eso en el universo y
a esa revelación le quitan su capacidad de servicio, a la palabra de Dios que es
santa. Esa palabra de Dios que es santa.
Voy a dar algunas citas.
Sobre todo aparece en los diálogos con los fariseos. Jesús tiene dos grandes
maneras de denunciar los ídolos: las parábolas, y los milagros que hace.
Milagros, signos. En el capítulo 2 de Mc.,
Un reino que revela la misericordia de Dios, revela nuestra fraternidad y la
construye, pero al mismo tiempo denuncia situaciones idolátricas. Y las
situaciones idolátricas, sobre todo está dada por los fariseos que son
depositarios de la interpretación de la Ley, una ley santa, y que sin embargo
usan esa ley tienen una interpretación más absoluta por medio de la cual
tienen frenado a un pueblo.

66
Mester sobretodo habla de un esquema de purezas e impurezas, según el cual
hay niveles de acceso o de exclusión. Con eso ellos crean todo un sistema
social, un colchón. Recuerdan que nosotros, la última semana de pastoral os
planteamos eso: en qué medida nos hacen colchón. En qué medida nos piden,
somos mediadores (o en qué medida intermediarios) que ayudamos a partir
de lo que nos dé la municipalidad o el gobierno, y en qué medida eso es un
bien en cuanto que ayudamos a los pobres y en qué medida nos estamos
convirtiendo en colchón que tapa crecimientos de conciencia y participación.
Aquí los fariseos están haciendo eso: son colchón en el pacto de poder que
hicieron los sacerdotes con el imperio. Prestan el servicio a través de eso que
ellos poseen que es la Ley, la interpretación de la Ley, tienen un cierto poder
sobre las conciencias. Y entonces ponen límites a esas conciencias, de manera
que no puedan avanzar en mayores solidaridades entre ellos o en mayores
conciencias de justicia. Jesús viene a revelar eso. Por eso la alegría de la gente.
No hay una Ley que frene el que Él pueda curar en sábado.
Cito algunos textos. Mester sobretodo hace notar una dimensión de este ídolo
que aparece muy fuerte hoy, que es la exclusión: gente que va quedando
excluida. Y con eso hay miedo, hay silencios. El ciego de nacimiento. Los
papás tienen miedo. Cuando Jesús lo cura y les van a preguntar se quedan
67
callados. Tienen miedo. El miedo es uno de los factores muy importantes. Y el
condicionamiento del corazón
Jesús dice: El perdón de Dios está siempre a la mano. Ya no depende del
arbitrio del templo.
Mc 2,5 -12. Dios puede perdonar. Hay un perdón que está más a la mano. Mc2,
15-17 A nadie puede excluirse de sentarse a su mesa.
Mc 2,18- 22 El ayuno y otras prácticas antiguas hay que relativizarlas. No son
un absoluto mágico sino que están al servicio del hombre y la relación del Dios
con el hombre es una relación libre
Mc 2, 23 - 28 La ley de Dios debe interpretarse como servicio a la vida
Mc 3 , 23-30 El poder del mal nada puede. El poder de Dios es más fuerte. El
uso del demonio Jesús es fuerte ahí. Hay mucha gente que se asusta, que está
frenada. Cuántas veces. Los daños, por ejemplo.
Mc 3,31.34 Para pertenecer al pueblo de Dios sólo basta una cosa: hacer la
voluntad de Dios. Hacer la voluntad de Dios. La cantidad de irregulares que
tenemos a veces nosotros. Curas se pasan años quedando al costado del
pueblo de Dios porque no consiguen su dispensa. Gente que se pasa toda la
vida sin comulgar o comulgando con culpabilidad. No puede ser eso. Eso no
puede ser. Pongamos penitencia, lo que sea, pero hagamos caminos de acceso.
68
El otro día un cura dijo-salió en los diarios- yo le doy la comunión a quien
quiero. No puede decir eso. Eso no lo puede decir ni el papa. Y no lo podemos
decir como Iglesia. Y tenemos seria obligación de facilitar los caminos a la
comunión. No puede ser que haya gente –cristianos- que está condenada toda
la vida. Eso no puede ser. Aunque la ley si uno le busca la vuelta… Tendría
que estar expresada más fácilmente la ley y prácticas nuestras hacerlas más
fáciles. Y eso, para un grupito que sufre, tiene un sentido de institución porque
le llega la estructura nuestra al corazón.
Si, ya a esta altura de mi sacerdocio, de mi vejez sacerdotal, me da bronca. Hay
exceso de irregulares. Y la palabra misma. Tenemos que facilitar caminos. Y
nos apura. Tenemos que sentirnos urgidos. Lo dice la Familiaris Consortio.Lo
dice bien. Pero después, en la práctica.
Mc. 4, 40 Lo que importa es arrojar al miedo y tener fe en Dios.
Mc 5, 34-36 La pureza y la vida nos vienen por medio de la fe y del amor de
Dios.
Mc. 6,7-13. El anuncio de la Buena Noticia no se hace usando el poder, sino por
el testimonio
Mc 6, 30-44 El Reino se manifiesta cuando se comparte con los pobres lo poco
que se tiene
69
Mester insiste mucho en ese uso de esquemas de pureza que sirven para
excluir. Todavía nosotros conservamos muchas de esas cosas. Hay una pureza
de fe. En este momento está usada muy fuerte. Las ortodoxias. Todo lo que
significa. Para mí, la publicación del catecismo con todo lo que pueda ser un
esfuerzo de unidad de la Iglesia. A mí me duele mucho el catecismo. Frente a
la canalización de vida –no quiero absolutizar; aquí estoy dando una opinión-
que implica el Vaticano II, la publicación del catecismo trae una preocupación
de ortodoxia que puede detener la vida. Sirve para poner un orden, una cierta
disciplina en la Iglesia, pero se corre el peligro de que haya una cierta
idolatrización de la doctrina, que esté en función de manejos de poder.
El reconocimiento de los signos en la práctica de una justicia, en la práctica de
una construcción del Reino me parece prioritaria.
Somos administradores de la Palabra. La Biblia: cuánto tiempo la hemos
tenido demasiado escondida. Cuando se pone a disposición del pueblo, todos
esos peligros de que le haga daño, son relativos frente a la gran vida que la
gente descubre en la Biblia. Lo mismo con el Cuerpo de Cristo. Eso que dice el
Código: que hay que enseñar otras maneras de acercarse a la confesión; está
bien que cuando hay pecado mortal hay que confesarse antes de comulgar.
Pero dice: enséñese a la gente que hay otras maneras de recibir el perdón;
70
porque a veces uno no puede confesarse, por problemas materiales o por
problemas morales, por problemas de educación, de situación psicológica.
Enseñar que el perdón de Dios está a la mano cuando uno trata de hacer la
voluntad de Dios. A veces se idolatró. A veces yo veo a los chicos que vienen
a confesarse para poder comulgar. Y no es (no debe ser) así. Vienen para
reencontrarse con Cristo, con el perdón, no para poder comulgar. Es para
recibir el perdón que es Cristo. El recibir el perdón y el tener la fuerza para
perdonar eso es reino. Es purificación, pero no es la purificación lo que está
primero. Ahí vienen los manejos idolátricos.
El Vaticano ha sido un Concilio muy grande, que ha puesto semillas que van a
seguir actuando, que están actuando. Los papas del vaticano y los posteriores,
todos, incluso este (Juan PabloII) van llevando adelante esa vida. Pero hay
reflujos. Ha habido reflujos serios en el caso de la Liturgia; es el más notable.
Claramente el Vaticano afirma la participación, la adaptación a la cultura, o la
inculturación, la unión entre la palabra y el rito. Después las leyes posteriores
a las conferencias episcopales les dan la posibilidad del rito del matrimonio, de
traducir los libros rituales. Pero se conservó, se centralizó muchísimo sobre
todo la liturgia de la misa. Podrían buscarse otros modos de inculturar el rito
de la comunión; hacerla con maíz. Por ahí en algún lado con chicha. Evidente,
71
por ahí en muchas partes la comunión sería mejor (así) en algunos sectores de
A. Latina y mucho más de Asia, para tomar uno de los signos. Tendríamos la
libertad. Pero en este momento parece que eso…
Y eso no lo digo yo. Eso lo dicen montones, obispos.
Lo mismo lo que es la estructura del sacerdocio. Muchas veces he hablado:
cómo mantenemos esta estructura habiendo en nuestros fieles tantos carismas
de tipo sacerdotal si nosotros descentralizáramos. Imponer las manos para
gente que pueda dar la unción a los enfermos. Imponérselas para eso. Uno
puede desdoblar en los servicios sacerdotales. Todavía tenemos que estar
nosotros que somos Superman del sacerdocio. Y así pagamos el pato. Porque
tenemos que responder a un modelo que no se adapta a todas las necesidades
de la vitalidad de la Iglesia. Me parece. Ahí me parece.
Yo quiero distinguir y poner al alcance de Uds. la Palabra de Dios con las
verdades fundamentales, y con las preguntas, yo avanzo un poco más, doy
opiniones mías; pero creo que están relacionadas con un camino, con una
historia del sacerdocio y con un compartir con montones de curas y con cosas
que he escuchado de muchos obispos.
Les decía también que las parábolas son un recurso de Jesús para denunciar
actitudes idolátricas- Hijo Pródigo, Lc 15, 11-31 Sobre todo Hijo mayor
72
Mt 13,24-30 Parábola de la cizaña.
Estaba dando un cursito de Cristología con Eduardo de la Serna, y él tomó un
tema interesante: las mesas de Jesús. (No sé si las habré puesto; puse algunas
citas nomás). Decía Eduardo que a Jesús lo mataron por su manera de comer.
En las mesas de Jesús aparece fuertemente ese hecho de la exclusión. Él pone
signos denunciadores de exclusión. Hay tres tipos de comidas de Jesús: con
los publicanos, con los fariseos y con sus discípulos.
Con los Publicanos: Mt. 9, 10-13. Ahí lo critican porque come con pecadores. Y
entonces la contestación de Él es: misericordia quiero, no sacrificios. Quizá es
una palabra clave para nuestra pastoral en este momento: misericordia. Creo
que es una palabra a la que tenemos que recurrir siempre en este momento en
nuestro sacerdocio: si hay una imagen de misericordia. En nuestro sacerdocio
y en nuestras pastorales de conjunto.
Con los fariseos: Lc.7, 36-50. Es el fariseo que lo recibe, la pecadora que está a
sus pies. Se le perdona mucho porque amo mucho Porque se le perdona
mucho ama mucho. Ese criterio pastoral. ¿Perdonamos porque sabemos que
van a amar? ¿Tenemos en cuenta el amor, lo que se está jugando la gente en la
vida concreta para perdonar? Ese criterio. La gente que se está rompiendo el
traste para vivir en este momento está amando como puede.

73
¿Hay cosas que le frenan el consuelo de los sacramentos, de participar en la
Iglesia?
Con sus discípulos. Mc.6, 32-44. Compartir lo que se tienen. Y dénles Uds. De
comer.
Jn 3, lavar los pies
Una alusión más. Los silencios. El signo como que viene a develar cosas
misteriosas. El signo denuncia, construye algo nuevo y va creando ámbitos
nuevos de libertad. Les decía que a nivel diocesano en este momento, con ese
trabajo que estamos haciendo junto con Marcelo(Colombo) con el grupito de
la UNQUI, de la Universidad, ese gesto importante del obispo de recibir
(familiares de) desaparecidos, y que es uno de los signos pastorales fundantes
de la diócesis que aparece por la naturaleza del signo, hecho más por el obispo
y por pequeños grupos que lo acompañan:- algunos sacerdotes, algunos que
están aquí presentes, algunos fieles,- donde hay un ámbito de secreto y de
miedo.
El Obispo con las Misas, por ejemplo, con la creación de la comisión Justicia y
Paz, y sobre todo con la fundación del MEDH, crea ámbitos donde se puede
hablar más claramente. Y eso queda como signo. El signo queda. En la historia
74
que vamos a retomar, si es que somos capaces de tener memoria y reconocer el
propio corazón.
En una de las entrevistas que hice el año pasado, 1995, a una persona que era
de los grandes dirigentes de la diócesis, totalmente allegado al obispo; que era
dirigente de una de las parroquias principales de la diócesis, una persona muy
buena, muy sincera, muy auténtica, pero que no estaba en el tema- pertenece
a un movimiento (en el) que sabían que el obispo estaba comprometido, lo
respetaban, estaban de acuerdo pero no se metían más- Hablando con esta
persona recién se enteraba de que había habido Misas por los desaparecidos.
Cuando yo le empecé a comentar, me dijo- ¡Ah, no sabía!
(Estaba en una parroquia bien del centro del Quilmes, dirigente, se reunía con
el Obispo cada quince días por lo menos). Me dice: lo que pasa es que nosotros
no sabíamos lo que pasaba. Me iba hablando así y de repente se para -“Pero
algo deberíamos saber. Yo recuerdo que con mi esposa una vez quemamos un
montón de libros. Y ahora yo me pregunto ¿por qué quemamos ese montón de
libros si no sabíamos nada?”
Se quedó. Hay miedo. El antirreino pone miedos. Los ídolos ponen miedos y
ponen silencios que tapan cosas. No el silencio que hace escuchar. Y seguimos
75
viviendo y eso está tapado como si no existiera. Y nos condiciona. Eso parece
que es bueno mirarlo. En mi propia vida.
Nosotros como presbiterio, ciertamente que de esas cosas tenemos. Hay
prudencias, hay caminos, por supuesto. Pero cuál es la diferencia entre la
prudencia o el ser cómplice de ídolos. Porque los ídolos crean sistemas. Hay
como un contacto. El dinero, por ejemplo. El dinero es una cosa buena, yo
tengo dinero, lo uso bien. Pero tengo que andar con un cuidado porque eso me
contagia, como le pasó al Vaticano con el Banco Ambrosiano. Todo manejo de
dinero, de poder, ya está contagiado, viene con el virus. Entonces se crean
sistemas que contagian silencio y que contagian miedo.
Sólo voy a contar algo que me impresionó, a propósito de la situación de hoy.
Uno de los que están sufriendo en estos momentos son los pequeños
comerciantes. Los supermercados vienen a solucionar un problema de la
gente porque venden más barato; pero tienen su sistema.
En los barrios de mi Parroquia hay mucha gente que puede ir al supermercado
en determinados momentos. Sino no le da- porque el supermercado tiene sus
límites, sus cosas envasadas- entonces también tienen que recurrir al
comerciante chiquito. Y el comerciante chiquito, tiene un problema: tiene que
cobrar más caro.

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Me llamó la atención el almacenero de la otra esquina de mi casa. Yo fui a
comprar un sobrecito de queso rallado. Voy, lo agarro.
Y entonces me mira-es un gordito- ¿Y Ud. no se anima a rallar, padre
-Y sí
Porque tengo un queso que mientras Ud. ralla agarra un pedacito lo prueba y
es de rico
Yo pensé-El gordito éste hace eso.
En el Supermercado no me dicen eso
El 1° de agosto tenía caña con ruda. Vieron que el 1° de agosto uno toma caña
con ruda y protege. Y él tenía ahí. En el Supermercado no me ofrecen eso.
Tiene gestos. Emplea a alguno de los chicos de la calle, lo tiene haciendo una
changuita. Tiene esas actitudes.
Pero el otro día me impresionó. Yo ayer hablaba de la dignidad. El Documento
habla de la dignidad porque forma parte de la Cristología. Viene una parejita
que se veía que estaban conviviendo. Dos muchachitos, de esos que a uno le
causan ternura, pobres que uno no saben los viejos cómo están jodiendo. Mal
vestido, pobrecito. Se vé que se querían en serio. Se ve que había una
convivencia. No sé si estaban recién casados. Más que nada, seguramente
estaban conviviendo. Era domingo a la tarde y venían con una platita. Y

77
estaban comprando la cena. Pero compraban todo medidito. Una de las cosas
que me llaman la atención de este almacenero es que él vende chiquito. Rompe
a veces paquetes porque la gente no puede comprarlos enteros. Y entonces él
se aviene a venderles lo que necesitan.
Eran creo tres pancitos, una gaseosa. Dice el muchacho:-Quiero fiambre.
Tenía el almacenero el queso puesto. Le dice:-¿Querés queso de máquina?
-No, no, quiero mortadela.
Le dice:- Mirá, mortadela no tengo. Te doy salame. Cortó unas fetitas de
salame. No sé cuánto pidió, 50 gramos. Era muy poquito Yo conté 6, 7 fetas.
Pero para ese poquito, puso el papelito blanco, puso bien las fetitas, lo
envolvió, lo prendió con los ganchitos. Y cuando le va a pagar-le pagó con dos
pesos- y él fue a sacar no sé, dos moneditas de vuelto, el muchacho dice
-¿Y no me puede dar queso de máquina con lo que sobra?
El almacenero puso el queso de máquina y cortó tres fetas, deshizo el
paquetito, puso otro papelito blanco, puso en orden las tres fetitas, las
envolvió. Me impresionó (acá se emociona) la dignidad con que los trató.
Como si en vez de envolver esas seis o siete fetitas de salame y esas tres fetas
de queso hubiera envuelto un kilo de jamón crudo.2

2
Extraído de otra versión del mismo relato
78
79
5. LA MUJER, SIGNO DEL REINO
Hablando de los ídolos y de los signos, me parece que ante la situación
idolátrica de la humanidad en este momento, un signo en el sentido teológico
es la presencia de la mujer.
En la medida que la mujer se hace presente auténticamente en la humanidad,
en la iglesia y en nuestro sacerdocio, es signo profético que denuncia ídolos y
que anuncia elementos nuevos del REINO. Ayer ya lo veíamos en el pasajecito
de las Bodas de Caná.
La carta del Papa al Congreso de Mujeres en Pekín es una carta breve. Entre
paréntesis, la palabra dignidad, esa palabrita que yo reivindicaba para una
Cristología a partir de la expresión de Líneas para una Nueva Evangelización,
aparece por lo menos 23 veces en esa carta.
Repite cosas de la Mulieris Dignitatem, pero como lo hace breve está bien
ordenadita. Y en la carta aparecen claras tres partes: Un agradecimiento, la
Teología de la Imagen y el Genio de la Mujer. El Papa se expresa en esos tres
momentos.
El agradecimiento. En primer lugar el Papa agradece a las mujeres. Sobre todo
el agradecimiento tiene que ver con la vida. Repite continuamente la Carta la
palabra Vida el agradecimiento por ser madre, esposa, hermana, hija,

80
trabajadora. Y el agradecimiento tiene que ver con un reconocimiento de los
dolores y de dolores nuevos de la mujer: las madres adolescentes, los trabajos
nuevos que tiene la mujer. Tiene que ver no sólo con los dolores sino con los
protagonismos nuevos. Incluso el papa, al agradecer hasta pide disculpas de
parte de la Iglesia hacia aquellas organizaciones de mujeres que han luchado
por tener un lugar y que a veces la Iglesia las tachó como de menos femeninas
por esa lucha. Pide disculpas. Pero el agradecimiento es algo más. Es un
reconocimiento de una justicia, es un compromiso de ser solidarios con esa
nueva participación de la mujer y finalmente es reconocimiento no sólo de
una justicia sino que habla de una necesidad de ese protagonismo al final del
Segundo Milenio para que se pueda engendrar el Tercer Milenio. Para que
engendremos cono humanidad la vida nueva. Recuerden que el papa ya desde
su primera carta lo dice. Siempre dicen que la primera carta de un papa suele
ser como un programa de gobierno, un “Plan Quinequenal.” Pero este es más
que quinquenal. El papa de entrada se plantea eso que ya en la coronación,
recuerden dijo Soy el papa para el nuevo milenio.
En la Redemptor Hominis se plantea una nueva humanidad. Hay una nueva
venida de Cristo, un nuevo hombre. Ese contexto es el que plantea la
necesidad del protagonismo de la mujer para que pueda abrirse.

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Dentro del contexto actual de la nueva evangelización, el protagonismo de la
mujer aparece como signo mesiánico. Uno podría decir: los ciegos ven, las
mujeres son protagonistas. Signo de que el reino ya está. La novedad que
implica esta conciencia que tenemos de que viene el reino de Cristo; cuando
decimos que viene, decimos ya está. El anuncio es EL reino ya está entre Uds.
Un signo de que el Reino ya está entre nosotros es que las mujeres son
protagonistas; tienen un protagonismo. Creo que todos nosotros, aún los de
pocos años de sacerdocio, podríamos reconocer el avance de ese protagonismo
en nuestros barrios; sobre dolores, ciertamente. Sobre hombres rotos por el
exceso de trabajo, por no haber podido atender suficientemente su hogar y sus
hijos. Rotos ahora por la desocupación; donde la mujer tiene que asumir roles
de proteger la vida, de hacerla renacer, de hacer renacer al esposo, a los hijos,
de ser mediadora. Con mucho dolor, con muchos errores; pero no hay duda de
que hay un trabajo inmenso de las mujeres, especialmente de las más pobres y
las más sencillas. Podríamos preguntarnos nosotros si en nuestro sacerdocio-
es evidente que si siempre en el sacerdocio hubo protagonismo de mujeres en
este momento ha crecido en protagonismo consciente la conciencia además
del protagonismo directo- podríamos preguntarnos desde el dolor de qué
mujeres somos curas. Desde las ternuras de qué mujeres somos curas, desde
82
la ilusión de qué mujeres somos curas. Y siendo sinceros cada uno con
nosotros mismos. Parece importante. El papa quiere reconocer eso.
Hasta dónde el protagonismo de la mujer en nuestro sacerdocio es signo
mesiánico también para nosotros, o sea signo mesiánico, signo de redención
del sacerdocio como estructura, como ministerio.
El otro capítulo que pone el Papa es IMAGEN Y SEMEJANZA.
Toma la teología de la Imagen. Recuerden que es una de las primeras grandes
sistematizaciones teológicas. Es bastante abandonada después. Es de las
grandes sistematizaciones teológicas de los santos padres que se fundamenta
en esos dos versículos de la Biblia: el hombre es imagen de Dios porque está
hecho  para ser Señor y es imagen de Dios por ser varón y mujer.
Las dos grandes afirmaciones. San Agustín es de los que desarrollan esta
Teología. Por supuesto tomándola de los griegos, especialmente de
ORÍGENES. Cuando los Santos Padres- y San Agustín lo toman hay dos
elementos que manejan mucho. Dicen: la imagen es adecuada, y la imagen es
dinámica. Qué quieren decir con esto, que es adecuada. Quieren decir que
todo lo que está en Dios se da en el acontecimiento de ser varón y mujer.
Imagen quiere decir que ahí está todo. En el ser varón y mujer ahí está
reflejado totalmente Dios. Puede estar deformado; como se deforma; pero es

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como un espejo. Ahí estaría todo. Si es imagen es adecuado. De manera que si
uno saca algo, reprime algo del ser masculino, del ser femenino, está quitando
algo de Dios y está presentando una imagen no verdadera, un ídolo. Dado que
la situación varón y mujer es relativa, reprimir una dimensión de la mujer es
reprimir una dimensión del varón y es reprimir una dimensión humana y es
mochar la imagen. Imagen no es solo la imagen que uno ve sino 
la imagen termina en misterio. No sólo es imagen sino que es
activa interiormente.
Es sacramento. No sólo es algo que veo, no sólo es el Dios que veo, sino el Dios
que actúa en mi vida y si yo mocho esas dimensiones de la humanidad como
varón y mujer en la experiencia social, en la experiencia de vida, en mi
concepción, estoy teniendo una imagen de Dios activa en mí que es idolátrica,
que tiene una dimensión de idolatría.
Es dinámica significa que trabaja, que se mueve. Dicho de otra manera, que
pone en funcionamiento la historia. En el misterio de la Visitación, María, con
Jesusito adentro se mueve, se va caminando y va a buscarla, a visitarla a Santa
Isabel. Juan salta de alegría en la panza de Isabel. María hizo el camino que
hizo David con el arca uniendo a un pueblo. Dinamiza históricamente
regenerando la unión de un pueblo. Yo siempre hago alusión a la visita de la

84
imagen de la Virgen en las casas. Vieron como re dinamiza la vida. En la
medida en que hay una correcta relación entre la mujer y el varón, la vida
entra en movimiento, la historia entra en movimiento.
Podríamos preguntarnos si nuestro celibato es para tener más tiempo y más
energía para manejar poder o si es para poder jugar con el amor o si es para
dinamizar la vida. Evidentemente, en la media en que nuestro celibato no
responda, no cumpla con esta teología de la imagen, es cómplice de idolatría.
No hay verdadero celibato sino dentro. Desde el punto de vista de esta
teología diríamos que el papa la retoma. Que aunque la Iglesia, en la
elaboración de estos últimos siglos no la haya manejado tanto sin embargo es
clave el fundamento teológico de los primeros siglos. Por otro lado parece
humanamente razonable.
Por último el papa habla del GENIO DE LA MUJER. Ya tocó este tema en
Mulieris dignitatem. El genio femenino, ya en imagen aparece esa relatividad
de uno hacia el otro, en la analogía de lo relativo de las personas trinitarias.
Pero el Papa acentúa especialmente al hablar del genio femenino, ese aporte
propio de la mujer que no puede ser suplido, porque es original. En el
Evangelio, ayer, por ejemplo veíamos cómo la mujer apura el tiempo de la
salvación, el tiempo mesiánico. Lo jode a Jesús, lo hincha. Yo me pongo en el

85
lugar de Jesús. El tendría que... Yo planifico las cosas. Si yo tengo que hacer un
signo para comenzar el anuncio del reino, lo pensé antes, pensé cuándo es
oportuno, cómo tiene que ser, cuándo tiene que ser, cómo tengo que hacerlo
dadas las condiciones políticas de la situación. Yo me pongo en su lugar. Y
que de repente venga una mujer y en una fiesta, y porque no tienen vino, me
venga a sacar de mi proyecto, a mí, yo la habría mandado a la mierda
sinceramente. -Mirá no tenés en cuenta esto, esto. No tenés en cuenta las
prudencias, con esto vas a arruinar la cosa. Es el primer signo. Es importante.
Tengo que hacerlo… Además ya está planificado así.
Por ahí Jesús no era tan racional como yo. En la contestación de Jesús uno
puede ver reflejadas muchas de estas cosas.
María parece que no tuviera en cuenta todo eso. Y sin embargo es el primer
signo. La mujer apura el tiempo. Va más allá de los planes, de los límites que
ponen las estructuras y las leyes.
La cananea en Mt 15, 21-28- A fuerza de misericordia, ... Los perritos toman
las migajas. J. tenía bien delimitado su plan, bien delimitada la voluntad del
Padre: que viniera para las ovejas de Israel. Se lo hace notar. Ella le encuentra
la vuelta para contrabandearle, para sacarle algo más de gracia.
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La samaritana en Juan 4. Cómo J, en el diálogo le confiesa que él es el Mesías.
Todo el secreto mesiánico con sus apóstoles… a ella se lo dice así. Le buscó la
vuelta ella. Él le habló de los maridos. Ella le habla de dónde hay que adorar
a Dios y le tocó el lado flaco a J.
La hemorroísa, Mt 9, 18-22; Mc 5, 21-43. Lc Cómo le contrabandea. No lo podía
tocar a J. era impura. Ahí está Era impura. No podía acercarse a tocar a
alguien santo. Lo toca de contrabando, le saca gracia.
La Magdalena. Lo unge antes de tiempo. Lo unge para su muerte. Mt 26,6-13;
Jn. 12,1-8-
La mujer adúltera en Jn 8. Siempre la mujer consigue, va más allá de los
límites. Apura la historia para asegurar la vida nueva. Tiene que ver a veces
con cosas chiquitas de las que se hacen (otras) cosas. Yo siempre me acuerdo
cuando hablo de esto de un costurero de mi mamá. Mi mamá le decía
costurero. Era una caja de madera que tenía mi mamá y metía adentro
trapitos, algún carretel nuevo y montones de pedacitos de hilo viejo.
-¡Para qué tiene esto acá! - Pero se me caía un botón. Y ella encontraba el botón
justo o el pedacito de género que necesitaba la camisa. Ese genio de la mujer
de poder hacer de cosas viejas, cosas que sigan viviendo y que sirvan para la
vida. Eso lo hace continuamente.

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En el último seminario, el que hicimos en La Rioja, contaba el genio de una
mujer. Apenas llegué a la Parroquia aquí a Barrio Marítimo, todavía estaba
Jaoquín y me llevó a hacer el responso porque habían muerto dos policías, el
padre y el hijo. Los habían matado en una pizzería, ladrones. Eran vecinos
nuestros. No la casa de al lado sino la siguiente.
Me llevó. Fuimos al responso. Después yo tuve que ir al responso de otro hijo
más, policía, hermano. Robaron en la esquina, un muchacho. La almacenera
tuvo la mala idea de venir a buscar a este otro que era policía, y este salió
corriendo y lo mató. Estaba también con la sangre en el ojo de que habían
matado a su padre y a su hermano. Fue excesivo (para) la gente del barrio.
A mí me tocó estar en el responso del chico, y del policía. Los dos pobres, de
familias pobres. De barrios distintos, por supuesto, Uno era vecino mío y otro
de Barrio Bustillo. Yo me sentí quedando entre los dos. Pero las mujeres
también quedan y esta había quedado, la mamá, la esposa del policía, entre los
tres del cielo, y algunos de la tierra.
Al poquito tiempo me llamó. Me llamó a mí que era vecino nuevo. Para
decirme que lo odiaba a Dios, que no quería tener fe. Pero que no me había
llamado para eso. Eso me lo tenía que decir. Me había llamado para ver si yo
la ayudaba un poco porque tenía un hijo chiquito, quería asegurarle la

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educación y para eso necesitaba una buena pensión y que reconocieran que a
sus hijos y a su esposo los habían matado en servicio, para conseguir el
ascenso post mortem. No le querían dar el ascenso post mortem al esposo.
Uno de los hijos recién empezaba a ser policía y no querían reconocerle que se
había recibido. El asunto es que había un montón de dinero que le tocaba y
que le daba seguridad. Yo la fui acompañando al abogado. Le conseguí una
carta. Ella me fue contando su vida y también me fue seduciendo. Mientras la
acompañaba me tocaba la mano; me fue ablandando el corazón, me fue
enamorando. Y era bonita.
Entremedio le pasó algo que la impresionó mucho. Gracias a una carta del
obispo llegó a verlo a Duhalde y lo amenazó con el revólver en la mano.
Finalmente consiguió que le dieran lo que pedía. Pero en el entretanto le pasó
algo que la impresionó mucho. Ella tenía una hija que vivía en una casilla en el
barrio Kennedy, en un lugar más pobre con dos hijitos. Ella estaba en su casa
y de repente dice que vio al hijo muerto que le dijo que fuera a visitar a la hija
enseguida. A ella le impresionó mucho y salió sin saber qué hacía y cuando
llegó al ranchito, estaba llamas. Pudo entrar; y estaban solos los dos nietitos y
los sacó. Vino a contarme eso muy impresionada. A partir de allí, además de
seducirme y de seguir contándome su vida, de repente algo empezó a hablar

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de Dios. Finalmente me preguntó si podía darle el perdón. Me había contado
toda su vida. En una de esas salidas en coche en un trámite que la acompañé.
Y me dijo eso le bastaba. Que no quería la comunión. Que cuando ella quisiera
recibir a J. ella iba a ir. Consiguió todo. Todo lo que pedía; la pensión para su
hijito.
La noche de navidad, la noche de más gente, de esas misas en las que uno
pierde la noción de la gente, de las caras, sin embargo se las ingenió para
hacerse ver y para hacerme notar que tomaba la comunión. Unos días después,
antes de fin de año vino a mi casa para saludarme y contenta que había
tomado la comunión. Me contó un secreto de una de las hijas vivas que tenía
relación con una protección por si pasaba algo. Yo no entendí mucho.
Me saludó para fin de año. No entendí por qué me contó el secreto. Justo yo
me fui de vacaciones enseguida de comienzo de año y a los cuatro días me
llaman por teléfono donde estaba que se había pegado un tiro. Siempre me
había dicho que ella se sentía que quería unirse con su esposo y sus hijos y que
tenía que cuidar al más chiquito. Consiguió todo. Yo no me di cuenta de que se
estaba despidiendo.
Un tiempito después me visitó la nuera, una viuda de un hijo de ella, con una
nena chiquita de un año y pico o dos. Que ella sabía que yo había hablado
90
muchas cosas con la suegra y quería que le contara algo porque ella quería
poder luchar como había luchado la suegra. Que quería que le bautizara la
nena para dejarle una seguridad a su hijita, para unirse con sus seres queridos.
Creo que cada uno de nosotros podría contar la epopeya de muchas mujeres
que quedan así, escondidas, y es epopeya de vida.-
Nosotros no podemos dejar de reconocer esta vida y dejar de recoger y de
alentar como hace el Papa este protagonismo que es signo.
A veces cuento: me impresionó en el barrio ver hombres que dejaban de ver el
partido de fútbol para seguir el juicio de María Soledad. Yo no sé…Dejar de
ver el partido porque coincidía en el momento en que lo estaban pasando por
TV.…De lo que mucha gente me hablaba: la justicia de Dios. Cómo a partir de
la lucha unas mujeres desatan, apuran en el tiempo que se desate la justicia de
Dios.
La presencia de mujeres en nuestro sacerdocio es regalo. No se inventa, Viene
con la historia. Hay presencias muy fuertes. No hay recetas. Hay un
reconocimiento del regalo de D, del signo, hay un respeto a los límites, hay un
respeto a las libertades, hay una fe en un reino que es nuevo siempre, que
viene.
Quería decir algo más acerca de esto del signo.

91
El signo frente al ídolo es mucho más chico. El poder del signo está en el
espíritu. Hay una unción. En lo cualitativo. Por eso les insistía: usemos
cualquier método que usemos pastoralmente, lo cualitativo, la presencia del
Espíritu tiene que estar y que va más allá de métodos y de técnicas, aunque la
preocupación por los métodos es parte de que haya espíritu. Nada más que no
tenemos que absolutizarlos.
A mí me anima mucho eso del Espíritu. Me preocupa mucho, siempre me
siento inhábil para predicar, que no sé cómo expresar lo que siento dentro: o si
lo expreso muy abstracto, o si cuento muchos cuentos y la ahíto a la gente, o si
no tengo tiempo para preparar porque llego a la apurada y vinieron
imprevistos y el tiempo que yo iba a dedicar a preparar tranquilo la
predicación se me fue en otras cosas. Y una de las cosas que me tranquiliza
mucho es cuando pienso: Bueno: yo hablo, trato de hablar siendo lo más
sincero posible, con el pedacito de espíritu que percibo. Y yo supongo que el
Espíritu que me anima a mí, ese mismo está en el otro. Ese mismo Espíritu
está en el otro. Lo que de mi espíritu sea verdadero, lo que de lo que yo diga
tenga espíritu verdadero va a conectar con la gente, y van a entender lo que el
Espíritu quiere. Pensar eso me anima mucho.
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Trato en la medida de lo que puedo, de mis límites, de mis apurones, de mis
incapacidades de expresión, de mis métodos más o menos correctos, de ser
sincero y creer en el Espíritu o sea de conectarme con mi ilusión y reconocer la
unción, las ganas de vivir y la fe que tengo. Y eso como salga. Creo que eso
está en la gente y ahí vamos construyendo el Reino.
Otra cosa que quería hacer notar que me parece práctica. El Reino y la
dinamización del Espíritu tienen que ver con los modos de relacionarnos. Hoy
hablamos de los ídolos, y no sólo hacemos ídolos de las cosas, o de las
personas, sino que a veces nosotros mismos nos ponemos caretas.
En vez de ser personas somos personajes. O los otros son personajes. Se ponen
caretas y son personajes. Hay un libro que tal vez leyeron que fue best seller
el año pasado: la novena revelación. En él se plantea ese hecho del Espíritu.
No habla del espíritu; habla de energía. Dice que hay dramatizaciones de
personajes que nos quitan energía, nos roban energía. Uno diría que nos
quitan la unción o nos pueden paralizar el espíritu. Puedo paralizar el espíritu
en otros y ahí lo estoy desvirtuando en mí mismo o en los otros.
Cita cuatro grandes carteas, cuatro grandes dramatizaciones que en la iglesia
se dan. Todas responden a actitudes que son viabilizantes del Espíritu pero
(no) cuando las transformo en personaje.

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Una es la AUTORIDAD que cuando se hace autoritarismo frena el espíritu,
frena la energía, frena la unción. En lugar de usar su autoridad para animar mi
espíritu, en una postura autoritaria- autoritaria es que se apodera, pone su
seguridad en la autoridad, no en el servicio que la autoridad me presa- en vez
de alentar mi vida se asegura su autoridad y se presenta con una imposición
especial y me asusta. O me pone inseguro. Al ponerme inseguro se pone
seguro él, se asegura él sobre esa autoridad, pero se frena el dinamismo del
Espíritu. Se frena el reino. Parece importante que no me deje asustar; que
comprenda al otro pero que denuncie al menos dentro de mí mismo o le
denuncie al otro: Esto es excesivo. Yo respeto tu autoridad, pero no podés
apoyarte en tu autoridad solamente para viabilizar la vida. Tu seguridad no
está en que te pongas la careta de autoridad sino que tu autoridad sirva, preste
el rol, favorezca la unción que yo tengo, la ubique en lo correcto, la ayude. Es
importante denunciarlo o al menos no ser cómplice, y no hacerlo yo mismo.
Todos tenemos nuestra autoridad; fíjate realmente si tu autoridad es para
viabilizar la vida, para permitir encuentros en los que el Espíritu y la vida se
dinamicen.
La otra careta, la otra dramatización es el CRÍTICO. Aquel que pone su
seguridad en criticar. Y al criticarme también me pone inseguro y él se

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asegura. Es necesaria la crítica, pero el que se apodera de su capacidad crítica,
porque es muy agudo, porque siempre sabe encontrarle la vuelta al lado débil
en medida en que lo hace no para prestar el servicio de quitar obstrucciones
a la vida sino para asegurarse él, me quita seguridad a mí, se asegura él, pero
frena la acción del espíritu. Y es bueno denunciarlo: al menos internamente no
dejarme asustar y si me asusto no dejar que el susto me entre en la vida.
La otra postura es la del INDIFERENTE. Ante una dimensión vital toma
distancia, se pone en un cierto misterio. Hay derecho a tomar distancia. En la
relación en el comercio del espíritu, en el intercambio de la vida hay derecho a
poner límites a que la relación se vaya dando con respeto a las privacidades.
Pero si me escatimo demasiado, me encastillo en mi privacidad y en mi
misterio, el otro también se pone inseguro. Hay un compartir y escatimo ese
compartir, me encierro en mi misterio, me hago el interesante. Hay derecho a
ponerse distante para defender la privacidad. Hay derecho a ponerse distante
para hacer notar abusos del otro; pero como que ahí siempre hay una
proporción donde esa distancia tiene que estar puesta en función de un
servicio.
Así como hay derecho a criticar en función de un servicio y en la medida en
que critico para ser personaje me excedo, lo mismo en el ponerme

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prescindente. Cuando el otro me asusta por ponerse excesivamente
prescindente o excesivamente subido en su caballo o escondido en su castillo,
ahí también denunciar interiormente o denunciarme a mí mismo.
La cuarta postura o dramatización es -según este libro- la de la VÍCTIMA.
Hacerse la víctima. Me hago la víctima y le laburo el corazón al otro. Le creo
culpa al otro- Hay derecho a hacerse la víctima. Hay derecho a denunciar la
injusticia que me puede hacer el otro y a pedir: pero si me hago el personaje
de víctima y en eso pongo mi seguridad y le cargo toda la culpa al otro, lo
estoy frenando, lo pongo inseguro. Yo me pongo seguro en que soy la víctima
y nada más.
Son cuatro dramatizaciones, cuatro caretas con las que podemos nosotros
mismos constituirnos en ídolo y frenamos el espíritu o robamos unción.
Esto último por si es útil para denunciar ídolos.
Recuerden que yo comparto estas reflexiones, propongo algunos textos no
para que Uds. se aten a ello. Sigan el camino de su propia oración, de su
propia paz. Si hay algo, algún texto que les llamó la atención, que los hizo
sentir, repítanlo, repitan la lectura. Si hay un modo de orar o de dialogar o de
sentir la naturaleza que les ha dado paz, repítanlo. Y ya a esta altura del retiro
pueden reconocer algún dinamismo, algún caminito. No lo corten.

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Sigan ese ritmo. No tengan miedo de perder tiempo si sienten paz. No se
aburran, busquen.
Si no saben qué hacer, en algún momento tengan en cuenta que aunque hay
situaciones individuales de cada uno estamos juntos. Entonces, por ahí viene
bien si uno se acuerda de rezar por los demás. Por los que se acuerden. Es un
trabajo extra. Es bueno. Y además forma parte de esta instancia de
proponernos nuestro desierto junto, como presbiterio. Juntos y en este lugar.
Hay una referencia muy fuerte al lugar en cuanto lugar de María, de una
mujer que es fuente de vida, de ternura, que es mamá de nosotros, que nos
une y que es la que nos comparte ese espíritu que viene a anunciar una nueva
instancia el reino de Dios.
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6- LOS SIGNOS COMO CONFLICTO
Ayer hablábamos de los signos. El signo en la medida en que es
verdaderamente signo, o sea que anuncia una vida nueva, que anuncia el reino
y que a la vez denuncia y desestabiliza sistemas de ídolos, provoca conflicto.
Hoy es día de conflicto. El paro es conflicto.
Quería recorrer rápido; es muy amplio el tema. Pero quería dar así una visión
o que refresquemos cosas que ya sabemos pero de una manera global sobre
este tema del conflicto. En primer lugar en la persona de Jesús. Siempre en esa
actitud que les decía el segundo día, todo retiro sacerdotal y todo retiro
cristiano, es contemplación de la vida de Jesús, reconocimiento de nuestra
unión y de nuestra identificación con el misterio de la persona de Cristo que es
el misterio de nuestra unión con Dios y de la unión con nuestro pueblo como
Pueblo de Dios y como Reino.
Hace unos años me habían pedido las junioras de Río Negro, ver los conflictos
en la vida de Jesús. Yo hice una breve recorrida Hay un primer conflicto que
aparece en los relatos evangélicos que aparece en la misma concepción de
Jesús y que se refleja aunque de manera distinta en María y también en José.
Recuerden en el relato de la Anunciación, María tiene miedo. Lc. 1,30 ,
no tengas miedo María. Y la misma palabrita es la que usa el ángel para san
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José: Mt 1,20 No has de tener miedo. Tienen miedo tanto María
como José. Hay una situación de tensión que María le expresa. “Si no conozco
varón cómo puede ser esto” Primero hay un miedo, y después ella lo explicita.
Yo les decía que San Lucas lo toma de Baruc, de Isaías, Cap. 41. El pueblo
separado de su tierra es como mujer que no conoce varón. Lucas va a
identificando la situación de María con la situación del pueblo. Como que
María podría decir: Cómo puede ser fecundo mi útero si hay una separación
del pueblo de su tierra y eso es como mujer que está separada del varón.
Recuerden que yo hacía referencia al mito de la Difunta Correa: le arrancan el
varón y ella tiene que pasar por el desierto que es símbolo de esterilidad.
Como que Lucas une la situación de María a la esterilidad de un pueblo, a esa
tensión del pueblo que atrasa la fecundidad. Las separaciones de la tierra
atrasan la fecundidad. Vaca que cambia ’e querencia se atrasa en la parición dice el
M. Fierro. María está simbolizando los desarraigos que sufre el pueblo y eso
trae conflictos en el útero.
A veces comento que en la época esa del 70, tan dura y en que muchas mujeres
jóvenes se sentían identificadas con los conflictos del pueblo yo recuerdo
varias chicas que estaban militando y que me planteaban el conflicto entre la
99
dureza de una militancia y su propio útero: En qué medida me comprometo
en esta lucha por la justicia y en qué medida tengo un hijo.
Porque la profecía tiene momentos duros, momentos de conflicto duros y
entra en conflicto con la ternura, que es necesaria para tener hijos, para el
útero. María sintió esa tensión, simbólicamente. Teológicamente nunca hace
referencia a esa unión entre la virginidad de María y la esterilidad de un
pueblo oprimido. De todas, maneras ahí hay algo que Jesús lo sintió. Jesús, un
fetito recién comenzado tiene que haber sentido el miedo de María y esa
tensión de mujer pobre en medio de un pueblo pobre y con opresión.
Eso que en ella se refleja más a nivel de útero, en San José se refleja claramente
más a nivel legal. Cuando Mateo pone el conflicto de José hace referencia a
Deuteronomio 22,20, Lev 20, 10, las leyes de apedrear o a la interpretación
Hilel,3 más misericordiosa que era la del acto de repudio, Deut. 24,1. Pero
ciertamente San José tiene una obligación de denunciar a María según la
misma ley de Dios interpretada por los hombres con su cargazón de idolatría
que podría haber, como decíamos ayer de las interpretaciones farisaicas. Pero
José tiene un conflicto con la estructura legal a la que él pertenece que es su fe,
dentro de la interpretación que él tenía a disposición, los hombres cuidadores

3
Hilel, rabino judío -70 a 10, sistematizador de la interpretación de la Biblia
100
de esa ley de Dios. Como que Jesús, ahí- entra en clandestinidad. Según la
interpretación legal habría que haberla matado a María y a él o al menos
haberla separado a María de su esposo, acta de repudio. Ese miedo, esa duda
de José, que teológicamente describe San Mateo, tiene que haber influido en
Jesús.
No los reciben, no había lugar para ellos. Todavía J- no había nacido. Tiene
que haber sentido de alguna manera lo que sintió María o la vergüenza que
sintió José, la impotencia de no poder buscarle un lugarcito mejor.
Jesús nacía en una sociedad en la que por ser él pobre, había ahí una fuerza de
marginación, de exclusión, la humanidad los excluía. Y de chiquito, de recién
nacido, tiene que ser exiliadito. No había lugar, Lucas 2, 7. Y la represión de
Herodes es Mateo 2,3 y ss.
Vieron que J. se decide a nacer y no lo reciben con mucha (alegría). María se
asusta, José también. Como cuando uno va a animarse a hacer algo y de
entrada a uno no lo siguen o no lo entienden. A uno eso lo frena. Jesús tuvo
una incomprensión de entrada. El hecho de nacer, nomás, fue conflicto. Como
seguramente les pasa a la mayoría de los chicos de nuestro pueblo pobre que
a veces el embarazo no es recibido inmediatamente al menos con tanta alegría.
101
Hay una tensión entre las estructuras que reciben la vida y la misma vida
nueva. Uno podría decir, una tensión entre clandestinidad e institución. Toda
vida nueva, en la medida en que es auténtica ya trae una dimensión profética
en sí, por ser dinámica. Podríamos pensar lo. cada uno de nosotros seguro que
nació, o que fue gestado en un determinado conflicto y somos signos en la
medida en que seamos consecuentes con nuestro nacimiento somos signo de
reino, de vida nueva. En la medida en que unamos eso a la revelación. A
nuestra fe de que somos hijos de Dios somos signo de reino, y por supuesto
desestabilizadores de situaciones idolátricas que se pueden dar, que se dan en
las estructuras familiares la sociedad en que nacimos. Nuestro sacerdocio nace
de una Iglesia en determinadas situaciones históricas: los que somos de
cuando empieza el Vaticano II, los del Pos Vaticano II.
Recuerdo- creo que fue para la misa del papa, que vinieron estos curas en
Luján y había grupos de curas jóvenes. Yo estaba al ladito de un grupo de
curas jóvenes de La Plata y estaban comentando: “Y cómo están”. Parece que
había un cura de un seminario de otro lado. Y decía: “ Nosotros estamos muy
bien ahora, muy tranquilos, ya hemos echado a todos los de la generación
maldita”. Y yo sabía que los de la generación maldita un poco éramos los
102
curas que habíamos pasado por lo que fue la situación anterior a todo lo que
la etapa de los curas para el Tercer Mundo.
Nosotros, primero por generaciones y después porque cada sacerdocio, en la
medida en que esté identificado con Cristo rey, profeta y sacerdote es una
novedad de presencia de Cristo que en cuanto sea auténtico, cada uno de
nosotros tiene que traer esa novedad y es signo de reino y es también fuente
de conflicto, porque siempre el signo del Reino denuncia dimensiones
idolátricas. Y lo que digo de la Iglesia lo digo de nuestros sacerdocios con
respecto a toda nuestra situación humana en que nacemos.
Podríamos preguntarnos eso. Desde el útero de nuestra mamá, desde la
gestación de nuestra vocación sacerdotal, en qué medida somos fieles a esa
Palabra que nos hace sacerdotes y a eso nuevo de ese llamado de Dios.
En los profetas se da. Desde que los llaman tienen un tironeo con Dios, porque
intuyen que hay algo nuevo que les va a traer conflicto, que les va a joder la
vida.
Jesús, antes de ser profeta por las cosas que va a hacer o que hace, es profeta
por ser quien es: por ser el hijo de Dios y el hijo de María, por ser pobre. Lo
mismo ocurre en nosotros. Y hay una tensión entonces entre la vida nueva y
las estructuras, la vida nueva y la institución. Hay una clandestinidad. Hay un

103
derecho a la clandestinidad que solamente puede justificarse en la vida nueva
y en la humildad, en que la vida nueva no sea para mandarse la parte, sino
que la clandestinidad es (sea) para cuidar la vida nueva. Y eso se hace - en José
y María- en un silencio especial.
En 1899 fue el Primer Concilio Latinomericano(tuvo lugar) en Roma. Para ese
concilio a los obispos les mandaron una colección de rescriptos, o sea de
contestaciones de Roma a Obispo. Una selección. Hay cartas desde que
empezó la colonia hasta ese momento- hay cartas de consulta de obispos
latinoamericanos de grupos de obispos y contestaciones de Roma. Y (para el
Concilio) hacen una selección y antes del concilio se las mandan a los obispos
que iban a participar del primer sínodo latinoamericano, el primer Medellín
que se hizo en Roma en 1899.
Hay una carta de la segunda mitad de 1700. Hay un grupo de obispos: cinco o
seis de América Latina que se juntaron y escribieron a Roma porque tenían el
problema de los irregulares. La carta de los obispos es breve y muy genérica;
no especifican demasiado, pero dicen: tenemos el problema de mucha gente
amancebada y no dominamos la situación. Entonces qué hacemos: les
prohibimos los sacramentos a todos estos. Prevemos que va a haber muchas

104
dificultades. No describen más: no describen si serán dificultades políticas. La
idea que dan es que en el camino de evangelización estos no saben qué hacer.
La contestación de Roma empieza—In his situationibus y termina diciendo:
Episcopi disimulent: disimulen. O sea. No apliquen estrictamente la ley
porque es fundamental el camino de vida que se va llevando. Más no dice.
Uno puede pensar la parábola de la cizaña, puede pensar… pero claramente
hay una opción por la vida, un no mandarse la parte y hay un no aferrarse a
estructuras o a leyes que en ese momento pueden dañar una vitalidad.
Para mí lo que es seguro es EPISCOPI DISIMULENT del documento. Me lo
acuerdo clarito.
Yo recuerdo: ya me habían sacado a mí del calabozo donde estaba solo, me
habían llevado a un altillo donde estaba ya el P. Jalics al lado mío. Teníamos
prohibición de hablar pero en voz bajita podíamos. Y ya nos permitían,
cuando traían la comida, que después que cerraban la puerta nos dejaban un
rato y nos podíamos sacar las vendas de los ojos. Encadenados. Y un día pasó
eso: nos sacamos la venda y Jalics me dijo: - Mirá, hoy nos pusieron un poco
de vino en el vaso. Si nos apuramos, en dos palabras podemos celebrar. Le
digo: - Estamos suspendidos. -Cuando no llevaron hacía pocos días que nos
habían suspendido ad divinis.

105
Y él me dijo: -Y, mirá. En esta situación tenemos derecho. Is in situationibus.
Estábamos con las manos encadenadas; pero con el encadenamiento legal
pudimos. Había una vida. Tres veces pudimos hacer eso en cinco meses. Por
ahí, (pudimos vivir) gracias a esas tres misas celebradas en un minuto, porque
fue pronunciar la fórmula de la consagración con la mano encadenada. Pero
valieron. Si estamos suspendidos tenemos derecho por la vida, por la
necesidad de la vida.
Esta tensión me parece que sobre todo en un tiempo de cambios tan grandes
en la humanidad y en la Iglesia sobre todo, como son los cambios ya puestos
conscientemente por el Vaticano II, creo que a todos de una u otra manera la
tensión entre institución y vida- a mí al menos de cura joven en el
confesionario, la tensión (yo fui educado en un código antiguo, en una
legalidad incluso más fuerte) la tensión entre la libertad, la vida o la felicidad
del que se confesaba, y dentro de las posibilidades del roperito adentro del
que uno estaba y del tiempo para contestar- (era ) cómo favorecer la vida y ser
obediente a determinadas estructuras legales. Yo sinceramente sentí muchas
veces eso y siempre le propuse a Dios un purgatorio mío. Siempre prefería
elegir un posible purgatorio a correr el riesgo de frenar vida o frenar libertad.
No me arrepiento de eso. Pero como que hay un camino en el sacerdocio de

106
tensión entre vida y estructura, y la ley de juego es la vida nueva y la
humildad. La proporción, la dimensión de no más clandestinidad de la
necesaria para proteger vida nueva y hacerla crecer.
La presentación en el Templo. Lucas 2,22-38. El conflicto dentro del templo. El
conflicto en el corazón por los signos y por las cosas que no se entienden.
María guarda las cosas en su corazón.
Hay una tensión ahí entre el cumplimiento de la vida la búsqueda de la
voluntad de Dios, los signos, y lo que uno llega a entender. El conflicto de las
ansiedades, los miedos, de los preanuncios, de las esperas.
El Niño perdido. Lucas 2, 41- 52 El conflicto generacional. San Lucas lo
redacta de tal manera a ese pasaje, ese conflicto entre Jesús y sus papás, que
está preanunciando ya el conflicto de la Pascua. El contexto de la Pascua, tres
días desaparecido y vuelve a aparecer. Se preanuncia la muerte y resurrección
de J. en ese conflicto con personas santas, es un conflicto entre santos.
Podemos hablar de aparentes imperfecciones ahí. J. el adolescente que está
con la claridad de su misión y que no ve otra cosa, no tiene la delicadeza de
avisar a sus padres, los hace sufrir, todo lo que Uds. quieran. Finalmente hay
una humildad, una sujeción de María: lo que no entiende lo guarda en el

107
corazón; de J se mantiene sujeto a ellos. Pero claramente ahí hay una tensión
dolorosa.
Ayer hablábamos de la tensión de J con M en las Bodas de Caná, con la mujer.
Con los parientes. Lo creen loco, lo quieren cuidar: Mc 3, 20-21. Hay una
tensión y un conflicto entre el tiempo de los signos y el tiempo de los hombres.
O entre el tiempo del Espíritu y la historia concreta que vamos tocando. Un
conflicto que tiene que ver también con nuestras fraternidades. Los parientes,
los mismos familiares no lo entienden. Así como hay un conflicto que
veíamos vida- institución, que tiene que ver más bien, que toca un pacto de
amor, éste parece que tiene que ver con los hábitos de fraternidad. Personas
cercanas que no nos entiendan, O nuestro corazón mismo que no nos entiende.
El conflicto en la misión misma del profeta. Recuerden que los profetas
aparecieron principalmente en el reino y aparecen frente a la injusticia social
con el pobre ante el poder real. Ellos aparecen profetizando y la otro
dimensión del profeta es la apertura a otros pueblos. Son los dos grandes
temas. La injusticia con el pobre, la viuda, el huérfano y la apertura de la
nación de Israel ante otros pueblos, la no cerrazón.
108
Recuerden que durante el tiempo de la Sabiduría baja el ejercicio de la
presencia más explícita profética, pero está como a la espera de que vuelva
Moisés o de que vuelva Elías. Y el Evangelio reconoce en Jesucristo la vuelta
de uno de los profetas.
La Transfiguración Mc 9,4, en las tentaciones aparece un reconocimiento de J.
por Elías. En el Evangelio de la infancia está el paralelo con Moisés.
Lo tienen por profeta. Para unos es Juan bautista, para otros, Elías, Jeremías.
Uno podría ver el ciclo de algún profeta, de Elías, por ejemplo y compararlo
Por ejemplo el pasaje de la viña de Nabot, I Reyes, 2,1-24
Jeremías 22,35 anuncia bienaventuranzas que son del reino que son también
que son políticas, que son religioso políticas. Practiquen el derecho y la
justicia, defiendan al huérfano y a la viuda, liberen al oprimido de manos del
opresor.
Y todos los profetas tienen una relación conflictiva con el poder.
Por un lado Uds. recuerden en un texto que di ayer, de Marcos, cómo los
signos de J culminan en un conflicto. Si Uds. Toman Mc 1 y Mc 2, después de
todos los signos que él hace, Mc 3,6, los fariseos se confabulan con los
herodianos para matarlo. Pero el conflicto más fuerte es con el poder
sacerdotal.
109
Hay anuncios de persecución y de muerte por parte de J. Hay tres momentos
de anuncios que están en los tres sinópticos, después de la confesión de Pedro.
En Mt 16, 21 o en el paralelo de Mc, 8, 31-33, Lc 9,22
Después de la Transfiguracion, Mt 17,22-23. Los paralelos de Mc y Lc 9, 30-32,
o Lc 9.44-45.
Y después de la enseñanza sobre la opción por los pobres o sea después de
que pone a los chicos o el episodio con el joven rico, en Mt 20,17-29
Mc 1032.34.
Lc, 18,31.33.
Son tres anuncios muy fuertes porque aparece tal cual en los mismos lugares
y en los tres sinópticos. Tienen una fuerza histórica muy grande.
Hay tres episodios irritantes. El anuncio de la destrucción el templo en Lc 21,5-
Echa comerciantes del templo, Mt 21,12
Cura al ciego de nacimiento Jn 9
Ese capítulo del ciego de nacimiento muestra claramente el conflicto. También
en Mt, en los capítulos 21 a 23 de Mt en parte están las parábolas de los
viñadores homicidas, están las maldiciones a los fariseos que muestran
también fuertemente que el conflicto es grande. En la decisión de la muerte de

110
J aparecen tres dimensiones: la económica, relacionada con esos anuncios de la
destrucción del templo, que el templo era el lugar clave por las
peregrinaciones, para la economía de Jerusalén.
Seguramente hay conflictos serios con poderes económicos.
El conflicto político, la razón de estado la razón para matarlo. Ese párrafo es
interesante: Jn 11, 45.54.
Jesús desestabiliza un esquema de poder y entonces: “Uds. no entienden
nada, no entienden que conviene que uno muera por el pueblo”. Ese
razonamiento muestra el hecho de que el profeta lesiona la razón de estado,
lesiona el esquema establecido del sistema de poder. Lo que me dijeron a mí.
Vos no estás con los fierros, no sos guerrillero, pero vos no te das cuenta: vos
te fuiste a vivir en una villa y al vivir entre los pobres unís a los pobres y
eso es subversión y eso merece la muerte. Aunque vos no seas un
revolucionario consciente, al irte a vivir en la villa unís a los pobres y unir a
los pobres es subversión. Me lo dijeron mientras estaba todavía con los
efectos de la droga y me lo acuerdo clarito.
Eso merece la muerte. No porque yo mereciera moralmente la muerte, sino
que hay una razón de orden establecido.
111
El conflicto teológico: J. ante el sanedrín, Mt 26, 57-67. Blasfema por decirse
hijo de Dios.
Los cuatro evangelios, él anuncia el reino y en la Cruz los cuatro evangelios
ponen que muere condenado como rey: Mc 15, 26, Mt 27,37, Lc. 23,38; Jn19,
19-22.
En la acción profética, hay un acontecimiento religioso o teológico que es el
anuncio del reino, la construcción del reino. La acción del reino no es una mera
protesta. Antes que nada es instalación del reino. Es un gesto de hacer sentir o
hacer notar que el reino ya está entre nosotros y por eso en primer lugar es esa
realidad: J. Hijo de Dios, hermano. Pero tiene concomitancias económicas y
políticas. Ayer por ejemplo yo hacía alusión a ese gesto, ese signo de la
diócesis de Quilmes, del obispo, frente a los desaparecidos: el obispo
claramente dice: La enseñanza de la Iglesia o la enseñanza de la Escritural la
dignidad de hijos de dios es un hecho de Reino; escuchar el dolor de esas
familias y reconocerlo y en esa acogida y en esa ayuda, poner una instancia
clara de reino: reconocimiento de una dignidad y de una fraternidad. Pero eso
trae concomitancias. Eso está relacionado con voluntades económicas. Hay
cartas el obispo al Papa, o algún escrito donde claramente muestra la relación
de los desaparecidos con planes económicos. Hay una situación política, hay
112
un avasallamiento de participaciones democráticas, hay una paz que se
entrelaza; ese hecho aparece unido a posturas relacionadas con la guerra con
Chile o a la guerra con las Malvinas.
El acontecimiento profético, en primer lugar es para el reino. No es una mera
política. Pero inmediatamente denuncia idolatrías que tienen que ver con
dimensiones políticas o económicas o de apertura a otros pueblos. Y trae
conflictos.
Yo cuento algo que es público como ejemplo de conflicto.
En entrevistas con el MEDH está, así que es público.
Las ayudas a las familias que se hicieron del obispado, fueron con dinero
proveniente más bien de comunidades protestantes. Al comienzo el obispo fue
a Alemania y con Misereor hizo un trámite con el episcopado alemán, con la
Iglesia alemana de ayuda a las familias. Esa ayuda no llegó. Cuando se
requiere por qué no llegó, de Alemania contestan que hubo del episcopado
argentino un pedido al episcopado alemán de que no interfirieran en asuntos
internos de Argentina. Eso es dolor. Es conflicto, es tensión. A propósito de un
gesto profético que instala el reino pero que tiene concomitancias con/por
sistemas de relaciones, de economías y de poder.
113
Me parece bueno decirlo porque estamos en un camino de iglesia de
reconciliación. Hay cosas, hay silencios que (deben tratarse) con mucho
respeto y con proporción para que el poder reconocer las cosas vaya
construyendo reconciliaciones y perdones que siempre tienen que venir junto
con el conflicto. El conflicto que desata el reino.
J, inmediatamente, desde la cruz, desde el conflicto, da un perdón que no
implica ocultar, poner mantos, sino que implica hacer caminos de
reconocimiento de las verdades y de la vida.
Quería agregar algo más para completar este tema. Yo creo que se es profeta
por ser pastor. Se tiene conflictos por ser profeta pero se es profeta por ser
pastor. Por eso les decía que en primer lugar el signo profético no es una mera
protesta sino que es un anuncio del Reino. El ser pastor lleva a ser profeta. No
se puede ser pastor si no se es profeta pero se es profeta por ser pastor.
Es un tema bíblicamente muy rico. Yo les cito algunos textos. Recuerden al
menos los textos más ricos.
Tiempo de reconstrucción, tiempo en que hay que reconstruir un pueblo y
aparece esa experiencia dolorosa de los falsos pastores. La necesidad que tiene
la vida de un pueblo de los pastores, o sea de las mediaciones. Necesitamos
que nos pastoreen y necesitamos pastorear. La vida humana y la vida del reino
114
necesita de ese acontecimiento de que haya pastores, de que haya mujeres y
hombres que son dadores de vida y de que recibamos la vida. Ahí viene la
experiencia de los falsos pastores, de aquellos cuyo pastoreo les sirve para
engordar ellos y no para hacer engordar a las ovejas. O para meter la mano en
la lata. O para tener honra y no para la vida de su pueblo.
Ezequiel 34. Si Uds. lo leen es actual.
Jeremías 23, 1-6.
Zacarías 11. Ahí Yahvé lo manda a Zacarías a que pastoree ovejas de
matadero, ovejas que quedan fuera del rebaño. En este momento cada vez más
uno tiene la sensación de desintegración de pueblo, de gente que queda a la
deriva como ovejas de matadero. Yo tengo una amiga, esa que hizo el trabajo
con el Corán que vive en Tandil, en el campo. Quiere tanto a los caballos, que
cuando ve caballos fuera de tropilla, si tiene plata los compra porque son los
caballos que primero mandan y venden para los frigoríficos. Y cuando se
encuentra a mano con un caballo fuera de tropilla lo compra, para que no lo
manden al matadero. Son ovejas de matadero. Cada vez en nuestro pueblo hay
más ovejas de matadero.
A Zacarías lo mandan a pastorearlas. Eso aparece en la oveja perdida Lc 15, 4-
7, Mt18, 12.14 Como el pastor va a buscar a la oveja más perdida y más lejana.
115
En la Patagonia era notable. En este tiempo empieza el viento y empieza el
viento y las primeras pariciones. Las ovejas se pierden con el viento y van a
parir a cualquier lado. Por el hecho de que están grávidas, cómo se preocupan
los paisanos de recorrer recovecos y buscarlas en medio del viento que es muy
fuerte. Buscar a la oveja que se ha perdido. Dedican la mayor parte de su
tiempo a eso. Tienen el resto del rebaño seguro y dedican la energía a buscar a
la oveja preñada que el viento perdió.
Jn 10, Buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. En definitiva este
tema, dar la vida. Justo en este año los 20 años del martirio de Angellelli.
En nuestra Iglesia, la tensión entre reconocer y no reconocer mártires. Cómo se
hace para dar la vida y dar la vida sin imponerla, para dar la vida sin perderla
al cuete, para dar la vida para ir engendrando libertad. Parece importante.
Les cuento un cuentito. Algunos me lo habrán escuchado. A mí me ayuda.
Cuando era estudiante secundario me hice de un amigo; de esos compañeros
de la adolescencia. Era compañero de banco. Pasamos todo el secundario
juntos y nos llevábamos bien en todo, solamente que él era ateo. El papá de él
era un checoslovaco comunista y yo más o menos no es que quería hacerme
cura pero era religioso. Todos los días, en algún momento discutíamos de
religión, entre creer en D, o la ciencia comunista. Yo tenía la expectativa de que

116
él se convirtiera y él la tenía de que yo me hiciera comunista. Todos los días.
Nos hicimos los dos socios de River. A él le gustaba luchar, yo para luchar soy
muy malo y a mí me gustaba atletismo a correr, pero yo lo acompañaba a él y
él aunque no sabía correr bien me acompañaba a mí a correr. Hasta que a mí se
me ocurrió meterme de cura y él se enojó mucho. Me mandó una carta al
noviciado- creo que yo no la contesté- muy enojado y nada más.
Por mi familia me fui enterando: el se enamoró, se casó y ya tenía un hijito que
me decía mi mamá que lo quería con locura. A los siete años de jesuita hubo
después del concilio una mayor apertura y tuve la oportunidad de ir a
visitarlo. Hacía siete u ocho años que no le veía. Y entonces yo pensaba: cómo
hago para que se convierta. Y pensé cómo hacía Jesús. Yo era estudiante joven
con todos mis ideales y pensaba: Si yo doy la vida por él , él va a creer y se va
convertir.
Yo pensaba: él tiene su hijito-para que vean la ingenuidad de los seminaristas
antiguos. Tiene su hijito. Si cuando yo llego a la casa el hijito (yo sabía en qué
casa vivía porque era una que le habían dejado los padres, en una esquina) yo
vengo caminando por la esquina contraria y antes de cruzar la calle está el
hijito de él, me ve a mí y va a cruzar la calle y viene un camión, yo voy y me
117
tiro. Aunque el camión me mate a mí yo lo salvo al hijito y mi amigo va a
creer. Yo iba con toda esa ilusión de dar la vida.
Cuando llegué la esquina vi la casa de él pero la casa estaba cerrada. La calle
Acha. Me quedé parado a ver si estaba el hijito. Pero como no pasaba nada
tuve que cruzar la calle y llegué vivo al otro lado. Golpée la puerta, salió mi
amigo, me presentó a la mujer, a su Jorgito, un chiquito de dos años y medio.
Yo no sé qué pasó pero a los dos minutos estábamos los dos solos encerrados
en una pieza discutiendo de religión, igual que 10 años atrás. Hasta que de
repente golpearon la puerta. Era la esposa
-El té está servido.
Nos sentamos en una mesa chiquita nosotros. Me acuerdo porque ellos
todavía no tenían muchos muebles y empezamos a tomar el té. De repente
aparece Jorgito. Y Jorgito aparece con una tijera de peluquero. Se paró y el filo
de la tijera se lo empezó a pasar por el cuello. La esposa de mi amigo le tiró la
mano para sacársela, y el chiquito empezó a gritar.
Me miró, a mí, le dio vergüenza, yo estaba con mi sotana. Ella recién me
conocía. Lo dejó. Pero el chiquito seguía. De nuevo tira la mano, de nuevo el
chiquito grita. Entonces le dice a mi amigo:
-Mirá, Jorge, decile algo al nene.

118
Mi amigo que era ingeniero, muy racional le dice:
-Mirá, Jorgito;con esa tijera te vas a hacer nana.
No le llevó el apunte el chiquito.
-Mirá, papá ya te avisó. Si te hacés nana es culpa tuya.
Pero a la mamá se vé que eso no la convencía.
De nuevo estiró la mano, de nuevo Jorgito empezó a gritar. Y en un momento
no sé (qué pasó); yo estaba mirando todo eso; me animé, me paré y me agaché
a la altura de la cara de Jorgito. La sotana se me desparramó y me quedé
mirando. No sabía qué hacer. Sabía eso: que tenía que parame y agacharme.
Jorgito siguió pasándose la tijera por el cuello y después me la empezó a pasar
a mí. Y después delante de la nariz. Yo me quedaba quieto, me aflojé. No sabía
más que hacer.
En un momento le pregunto:
-Qué estás haciendo
-Toy cotando cometas. Estoy cortando cometas.
Me di cuenta, se imaginaba que había barriletes y les cortaba el hilo.
-Ah- le digo- allá hay otro, y allá hay otro. Y de a poquito yo iba haciendo que
fueran más altos, losbarriletes.
119
En un momento le digo: -Mirá aquel más alto.- Y no llegaba él y le digo: - ¿Me
prestás la tijera y lo alcanzo?-
Me la prestó, me arriesgué¸ no sabía qué iba a pasar. Le digo:
-Mirá ese barrilete qué lindo, está cayendo por allá, por allá. ¿No tenés un
autito para ir a buscarlo?
Me dijo que sí y fue corriendo a buscar un autito. Lo fuimos a buscar y la tijera
entretanto quedó sobre la heladera.
Nos distrajimos algo más y de repente me di cuenta que se enfriaba el té. Me
paré y mi amigo me dice
-Viste que mundo distinto.
Jorgito no necesitaba que yo me tirara debajo del camión. Necesitaba que yo
jugara con él. El dar la vida por él en ese momento era que yo fuera capaz de
salir de mi mundo, del mundo en el que me había encerrado con mi amigo y
que jugara un rato con él. Y lo clave no era que mi amigo se convirtiera. El
chiquito era el marginado. No estaba a la mesa. El vino para hacer notar su
dignidad. Era la vida nueva que estaba. Desde que nosotros nos habíamos
separado hasta ahora había vida nueva. Y eso era clave reconocerlo y darle
lugar. Era un ídolo mío convertirlo a él. Era un ídolo de él hacerme a mí
comunista. Parecía fundamental reconocer la vida nueva que había surgido:

120
mi sacerdocio y el hijito de él. Y para eso había que salir de un mundo,
agacharse, ensuciarse la sotana, jugar un rato. Eso puede llevar al amor. El
camioncito que trajo, un camioncito de juguete para buscar el barrilete.
El conflicto no se busca. La vida se va dando. Yo muchas veces me pregunté:
Yo podría estar muerto ya. Recuerdo que fue conflicto parar mí seguir
viviendo porque ya había dado mi examen de cura, qué más. Dar la vida tiene
que ver con una aceptación de la historia, con agacharse como hizo J.,
animarse a ser auténtico. Uno da la vida porque uno vive. Un dejarse
interpelar por el pobre porque está fuera de la mesa.
Les leo unas palabras del obispo.
La idea de ofrecer mi vida la maduré bastante y me planteaba siempre dos
cosas; que no hay que hacer teatro y que Dios toma en serio. Entonces la
ofrenda de la vida tenía que ser algo que Dios, por un movimiento interior,
por circunstancias por lo menos sugiriera. La primera vez que ofrecí mi vida,
recuerdo bien fue en la primera misa con los familiares de los desparecidos-
Junio del 79 en la catedral. Siempre más o menos usaba esa expresión: no
tienen que morir las ovejas sino el pastor. Tiene que dar la vida por las
121
ovejas. Entonces yo ofrezco mi vida para que termine este tema, para que
termine esta situación dolorosa hubo una tercera vez con los
Y la otra ocasión fue cuando estaba muy aguda la situación con Chile,
hicimos una misa por la paz por una solución pacífica y de la misma manera
hice mi ofrenda públicamente y la tercera vez
No se aten al tema o al texto que propongo; respeten el ritmo que trae cada
uno. Dense un rato siempre para sentir un poco la naturaleza y un ratito para
darse cuenta de lo que van sintiendo.
122
7 .PASO DE LA MUERTE A LA VIDA
El dar la vida y el recibirla, el animarse a nacer, implican siempre un paso, una
Pascua, tanto para el que da la vida como para el que se anima a nacer.
Generalmente es paso por algo chiquito, por una angustia. Era fuerte devoción
popular en el primer tiempo de las comunidades cristianas, la devoción a
Cristo como puerta. Puerta por donde se pasa. Hay una sabiduría humana en
la revelación prebíblica, donde existe un reconocimiento de ese paso y una fe
en la renovación de la vida, en que la vida se renueva, en que la vida tiene una
fuerza, en reconocer ese misterio de que podemos dar vida y sobre todo de
que hay una vida que se regala y que se va haciendo nueva, que vuelve a
nacer.
En primer lugar esa fe está relacionada con el reconocimiento de la naturaleza.
Yo hice alusión al solsticio de invierno, la fiesta de que el sol, por más que se
va haciendo cada vez más chiquito vuelve a renacer y sobre esto se establece la
fiesta de la Navidad, y cómo los mapuches, antes de conocer la Biblia ya están
celebrando esta fiesta.
El Inca derramaba chicha para que el sol se animara…la comunidad derrama
chicha, le da vida al Sol, pero cree, tiene seguridad de que el sol va a volver a
vivir
123
En Deuteronomio 26 tienen las tres dimensiones de esa fiesta. Recuerden el
Credo donde en un contexto de fiesta de pascua agrícola ganadera, hay un
ofrecimiento de los primeros frutos, un reconocimiento de la creatividad de la
vida, donde se reconoce el acontecimiento político del pueblo, la libertad, el
paso del Mar Rojo y donde se reconoce el pacto de amor con Dios que es el
que renueva la vida.
En la que fue mi parroquia en Jacobacci, pero en Anecón Grande, al menos
hasta que yo me fui, se celebraba anualmente el Camaruco, una semana en la
que se juntaba la comunidad. Eran rogativas por la lluvia, para ayudar a la
naturaleza, y al final en el Nguillatún, en la acción de gracias con rogativas- un
reconocimiento de una presencia de Fita Chao, Padre Grande Dios. Allí se
bendice- la comunidad ha ido bendiciendo- un fruto nuevo, un corderito o un
chivito, le arrancan el corazón, lo entierran en la fuente más cercana y ese
corazón lleno de la bendición de la comunidad, de la vitalidad de la
comunidad y de su fe, renueva la fuentes y vertientes de toda la zona, para
que pueda tomar esa agua el ganado y la vida pueda hacerse nueva.
Hay una sabiduría en ese acontecimiento que por un lado es fe, es totalmente
religioso, es agrícola, tiene que ver con lo productivo y tiene que ver con la
124
comunidad, con el acontecimiento comunitario, es la comunidad reunida. Eso
une al pueblo.
Recuerdo… en Pilca Viejo, un pueblito, nosotros hacíamos una catequesis que
consistía en ir haciendo el Credo. Ese Credo de Deuteronomio 26, que fueran
reconociéndolo los mapuches. Ahí entró hace poquito la evangelización. Hace
100 años entró a sangre y fuego. Es muy débil la evangelización y por otro
lado hay enterradas cosas valiosas que a veces no tienen el reconocimiento
de la historia. Recuerdo que yo hice la descripción de la figura de Jesús. Más o
menos a grandes rasgos. Lo que significaba. No dije quién era, no dije que era
Jesús. Pregunté- ¿Y quién es Este?- Una viejita, dijo - Ah, es Calfucurá.
Yo había pasado por Bahía Blanca y en una calle decía: “Por acá pasó
Calfucurá en su último malón”. Yo describí a Jesús sin decir el nombre y ella
dijo Calfucurá.
-¿Por qué? – le dije
-Porque es el que nos devolvió la dignidad. Nos unió y nos devolvió la
dignidad.
Yo venía de Bahía Blanca y era el demonio Cafulcura.
No sé si era ella misma, Doña Irene que dijo:
-Hemos perdido la fe y por eso perdimos comunicación con la naturaleza.

125
Hay una relación intima entre la comunicación con la naturaleza y la fe. Y eso
tiene que ver con la renovación de la vida.
La fe cristiana lee la pascua de Jesús dentro de ese gran acontecimiento que
ya viene preanunciado por la realidad de la vida y la realidad de la historia,
viene a reafirmar y a darle un sentido nuevo a la vida que se renueva. La vida
se renueva en lo más definitivo de lo cualitativo en lo que es la persona de
Jesús y en lo que es el pueblo de Dios, el acontecimiento del reino, que es
acontecimiento cósmico, político y de alianza, el pacto de amor del hombre
con Dios.
Señalo brevemente algunas cosas. Mateo 27, 1-10. La entrada de Jesús en
Jerusalén Es un entrar. Jerusalén es el lugar de la pascua, de la vida, el lugar
del pacto, de la alianza.
Jesús entra a ese lugar. Hay un paralelo que se podría hacer entre Ramos y
Navidad. Hay una humildad, una pobreza, una sencillez, hay una gloria y
una paz. Los ángeles que cantan, los chicos que cantan. Y hay un conflicto
latente. Un conflicto que está en Navidad y que estalla también allí. Le piden
que los haga callar y Jesús les dice: las piedras gritarían.
La escena de Juan 13, la última cena. La entrada, ese nacimiento de Jesús, esa
entrada en la ciudad de los hombres llega hasta el corazón en la bendición del

126
pan y el vino hay un permitir de J que la humanidad entre. Jesús comulga
también: comulga su cuerpo místico, nos comulga a nosotros. Tiene fe de que
nosotros vamos a llegar a ser también pan y vino, vamos a tener una
capacidad cualitativa de vida que nos permita comunicarnos fielmente por el
amor y la justicia y que tiene la seguridad de que eso ya está.
El lavarse los pies. El cuidar. En este momento me parece importante el
cuidarnos. Este es un momento muy fuerte de iglesia, de pueblo en que hay
que tomar conciencia muy fuerte de que no se trata de dar la vida y de
animarse a nacer solamente, sino de cuidarla a la vida.
Creo que cada vez tomamos más conciencia de lo importante que es la
formación permanente. Es responsabilidad de todos.
Les contaba que en un momento me quitaron las licencias, me suspendieron
ad divinis. No sé si fue lunes a la tarde o martes que yo me enteré. Había
peligro y de hecho me levantaron al fin de esa misma semana. Con esto ya
dejo de ser cura: me matan. Fuimos a verme decidí a ver- un canonista.
Ahora, llevando un año y medio de conflicto no me habría animado. El
canonista me remitió a un obispo canonista. El obispo canonista no nos quiso
recibir. Eso creo que fue un jueves a la mañana. Yo ya no sabía qué hacer.
Estaba cerca la Medalla Milagrosa y me fui a rezar a la Virgen. Entré y había

127
una novena por las vocaciones sacerdotales. Yo me quedé porque fui a rezar
con toda la angustia mía de que perdía el sacerdocio, y (me encuentro) una
novena por las vocaciones sacerdotales. Ahí pensé: No sólo hay que pedir por
las vocaciones sacerdotales. Yo todavía soy joven y me pierden como
sacerdote. Por ahí también hay que cuidarlas. El hecho de cuidar me parece
que es muy importante. Cuidarnos entre nosotros, cuidar significa hacer crecer
esa vida.
Yo generalmente hincho a los más jóvenes, siempre les insisto en posibilidades
de capacitarse, de realizarse. Eso es parte de trabajo pastoral y es muy serio y
es responsabilidad de todos. Tenemos que cuidarnos, ayudarnos a que la vida
que tenemos sea cuidada y que crezca. Poder bancarnos. Creo que eso es parte
importante de la fraternidad en este momento.
Viernes Santo: el camino de la Cruz. A mí me impresiona cómo a la gente le
gusta caminar y el Via Crucis. Por ahí, una buena manera de hacer una
contemplación es hacer el Via Crucis.
La pascua es paso por la angustia y es vida nueva. La expresión de la
resurrección sobretodo aparece con dos figuras: la de Exaltación de arriba
hacia abajo y la de paso de la muerte a la vida. Son dos expresiones de la

128
pascua más explícitas que aparecen en las narraciones evangélicas y en los
Hechos.
La de Exaltación, de abajo hacia arriba que nosotros llamamos el misterio de
la ascensión en Hechos 1,9, Hechos 2,33, 5,32; Filipenses 2, -9 (habría más). Es
una expresión que une el subir de abajo hacia arriba con la kenosis. Desde esa
experiencia de reconocer que Jesús alcanza una vida nueva y que esa vida
nueva es la de Hijo de Dios, ahí se reconoce que es el que bajó. Quién es el que
subió sino el que descendió. Todo lo que es la expresión de kenosis de que
Jesús llega hasta el fondo tiene relación con esta experiencia de expresión de la
resurrección como subida. Como subir, como ascender.
Hoy me vienen todas las imágenes de la Patagonia. Cuando empiezo con una
me viene todos los recuerdos de la Patagonia.
En la primavera en la meseta patagónica, se siente muy fuerte que la
renovación de la vida es el misterio de lo que baja de arriba y de lo que se
anima de abajo a subir. El hielo tiene que derretirse y penetrar la tierra. O
todavía no llovió lo suficiente y tiene que caer todavía otra lluvia. O es
importante que el sol brille de arriba hacia abajo para que termine de derretir
el hielo.
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Y de abajo es importante. Las cosas vienen muy despacito; lo brotes se van
insinuando muy despacio y el viento sopla y vuelve a secar lo que llovió o el
poquito de agua que salió del hielo, y hay peligro de que lo brotecitos se
vuelvan a secar. Uno va sintiendo todo esto y llega un momento en que uno
mismo hace fuerza para que venga el sol y la lluvia de arriba hacia abajo y
para que lo que viene de abajo hacia arriba no se canse de ir saliendo. Todo es
más lento. Mucho más lenta y más trabajosa la primavera. Acá todo viene tan
regalado que no nos damos cuenta. Parece importante el hecho de bajarse, de
agacharse y de reconocer que hay momentos en que hay que tocar fondo.
Todo método pastoral tiene un techo y hay que animarse a reconocerlo para
renovarse-Es bueno seguir hasta el fondo de nuestras pastorales y es bueno
también reconocer los límites, porque en los límites se encuentra la
posibilidad de bajar. Si uno empieza a planear y a no querer bajar hasta el
fondo, de repente se pierde lo nuevo.
Conté muchas veces esto hablando de la Patagonia Un poco antes de que
empiece la primavera, en el momento de la nieve hay hambre, no solo en le
gente, sino en los animales, menos los gatos que en la nieve se atontan los
pajaritos y los cazan más fácil.
Pero los perros les pasa tanto como a las personas o peor.
130
Frente a la Parroquia había un perro ladrón que venía a robar porque pasaba
hambre y mucho más cuando había nieve. Un perro grande. Yo le tenía
bronca. Nos teníamos bronca mutuamente, porque me desparramaba la
basura.
Estaba rezando con la nieve y pasaba junto a la puerta del garaje para guardar
la camioneta que en ese momento no estaba. Estaba cerrado y en eso siento
ladridos de adentro. Yo estaba rezando el rosario. Era el único ratito que tenía
porque sabía que al rato me iban a venir a jorobar y dije
-Yo estoy rezando en paz.
Pero al rezar pensé en la Virgen y pensé que la Virgen qué me diría del perro-
Me di cuenta de que el perro estaba encerrado y que ladraba y quería que lo
sacara. No pude seguir rezando el rosario. Fui a buscar la llave, abrí, pero al
perro en la oscuridad no lo vi. Después me di cuenta: había un foso para
arreglar la camioneta y se había caído al foso. Me acerqué más. Cuando ya se
me acostumbran los ojos vi en la otra punta del foso al perro que me miraba,
con ojos de bronca, de pedido de clemencia, ojos de perro. Yo vi las tres cosas
mezcladas: la bronca, la angustia y el pedido de ayuda. Puse una escalera de
palos que tenía, bajé y quedé yo de un lado y el perro del otro. Ya no sabía
131
qué hacer. Tenía esa misma sensación que sentí con Jorgito cuando me agaché
y no sabía qué hacer, o cuando en la cocina de la india cuando hablaba.
Bajé. Di un paso. El foso estaba lleno de barro por el hielo derretido. Estaba
hecho una porquería. Caminé en el barro, di un paso después di un segundo
paso y el perro se acercó. Me quedé quieto, quieto y el perro me lamió la
mano. Cuando me lamió la mano me animé, Lo agarré, era grandote, me
embarré todo. Lo puse en la escalera y salió corriendo.
Pero a partir ahí yo comía un bife y ya no tiraba el hueso a la basura. Lo dejaba
aparte y el perro ya no me ladraba cuando yo pasaba por la casa de él.
Algo nuevo había pasado Pero necesitamos los dos encontrarnos en lo más
abajo.
Parece que es importante en la vida el admitir que a veces uno tiene que bajar
hasta el fondo como me pasó a mí con Jorgito, con el chico de las tijeras para
poder encontrarnos. Desde ahí se puede subir. Jesús va hasta el infierno. No
solo a una cruz y a una muerte infamante, no sólo baja al sepulcro. La
primera devoción cristiana dice que va hasta el infierno. Y hasta el infierno va
justamente para sacar de la soledad a cada uno. El infierno es soledad, el
infierno es incomunicación. No resucita antes de haber ido al infierno, antes de
haber ido a la soledad de cada uno, de cada mujer y cada hombre. Lo está
132
haciendo en la historia, lo sigue haciendo. La resurrección de él es un
acontecimiento de convocatorio del pueblo.
Bajar hasta el fondo tiene relación con animarnos a llegar a las últimas
posibilidades de soledad que tienen aquellos con los que nos encontramos y
que tenemos nosotros mismos.
Y una expresión es esa vida que se renueva porque se anima a bajar hasta lo
último y desde allí a subir. Y a subir juntos. Colosenses n1,20: resucita y nace
como primogénito: resucita convocando un pueblo.
Ese misterio se está realizando continuamente. El paso de la muerte a la vida,
sobre todo está muy hermoso en la narración de las apariciones. Hay cinco
grupos. 1Cor 15, 5-8 es el enunciado: se apareció a más de 500 discípulos
juntos.
Mc 16,9-20. Es una síntesis. Mc es más sintético.
Mateo 28,9-10. A las mujeres y 28, 16-20 a los Once en Galilea.
Lc 24, en Emaús y a los Once en Jerusalén.
Jn 20 a la Magdalena y los discípulos, y 21 a los apóstoles en el lago, cuando
hace el asadito con el pescado. A mí en las apariciones me impresiona mucho
cómo la resurrección aparece inmersa en la vida cotidiana. Si se compara las
apariciones de la resurrección con la transfiguración, la transfiguración es

133
mucho más llena de luz. A Jesús en sus apariciones lo confunden con el
jardinero, y se revela en hechos cotidianos: en el partir del pan, en la manera
como la llama a María. La resurrección es un acontecimiento que está en la
vida cotidiana. Está ahí presente en formas de vida cotidiana y se reconoce en
algo muy sencillo, en un signo que vuelve a comunicar con el ser querido.
El gran gozo de la resurrección no es luz, sino el volver a encontrarse con el
amigo, que el amigo sigue viviendo y vive de una manera nueva, más allá de
la muerte y se comunica. La resurrección tiene que ver con la seguridad de una
comunicación.
Llama la atención en las cosmogonías latinoamericanas: la comunicación de
distintos niveles de la vida es lo que renueva la vida. Si esos niveles se
comunican, la vida se renueva.
Los guaraníes, por ejemplo dicen que la tierra está sostenida por cuatro
palmeras y una en el centro cinco. Y el cielo. Y de ahí la tierra está segura. Uno
piensa que es porque está sostenida. Pero no. Lo que pasa, que por las
palmeras se puede bajar y subir de la tierra al cielo y eso es lo que le da
seguridad a la tierra: el que esté comunicada. Por medio de esos palos se
puede trepar o se pueden largar: esa intercomunicación.
134
La resurrección es un misterio de comunicación del cielo con la vida cotidiana.
Es la presencia del Reino ya, como dice Jesús: el Reino está ya entre nosotros.
Otra dimensión que impresiona es el perdón. Desde la resurrección J en las
apariciones comunica, les da le Espíritu Santo y el poder de perdonar. Hay
perdones chiquitos y hay perdones grandes, que cuestan.
El perdón es regalo pero también es trabajo y es lucha. No es humano. Y la
seguridad que se tiene de poder perdonar es desde y cuando uno está seguro
en una vida. Cuando uno está viviendo una vida. Aunque el otro me haya
matado, desde la vida nueva se perdona con una felicidad especial. Se ve de
otra manera. Es el lugar más seguro el del perdón, desde la seguridad de lo
nuevo que uno está viviendo.
Textos sobre el perdón: Mt 18,21-35; perdonar hasta 70 veces siete; el
empleado deudor; el perdón tiene que repetirse de manera indefinida.
La parábola del Hijo Pródigo, Lc 15, 1,y ss.
La resurrección es algo pequeño, pero es especial. Es como semilla escondida y
tiene una fuerza.
Todo lo que tenga que ver con el Reino va participando de ese acontecimiento.
Me impresionó una vez en Jacobacci. Estábamos, se preveía la situación
actual, que no había salida. Hubo una iniciativa del intendente en ese
135
momento, un hombre joven que ahora falleció, y que consiguió formular lo
que se llamó la unidad regional de gestión. Cada paisano con 180 ovejas no
hacía nada. Incluso todo el desierto solo no hacía nada. Se necesitaba tener una
región con una magnitud especial como para poder crear dimensiones de
producción y relaciones con e, mercado internacional para poder pelear y
ubicar. Unidad de gestión que tuviera una posibilidad de inserción en una
dimensión económica Se empezaron a juntar varios municipios, el INTA
también se agregó. Hasta de repente a alguna sociedad rural de la zona medio
la convencimos. El asunto es que se empezaron a hacer asambleas junto con
las cooperativas nuestras, las cooperativas de producción de los mapuches
para hacer ese planteo. De repente hubo gente del gobierno de la Provincia, de
algunos de los ministerios, que vino a apoyar. Eso era más serio. Estaba en esa
reunión, y uno de estos directores de área del gobierno de la Provincia de Río
Negro, me llama. Me saluda – ¿Ud. es el P. Yorio?- ¿Ud no coordinó, no fue
secretario de un sínodo diocesano en Quilmes?
Sí- le dije, y relacionándolo con lo que estábamos haciendo ahí enseguida me
vino-fue algo que nos costó, lo hicimos en un momento difícil. Y justamente
tuvimos un momento parecido de la situación social. Hicimos una encuesta.-
Le explicaba- una encuesta social, y tuvimos un problema- Le fui contando-

136
Necesitábamos doscientos encuestadores, los preparamos y después de
prepararlos a muchos de ellos los amenazaron. Del gobierno militar hubo
amenazas: que se estaban metiendo con el obispo rojo.
Y muchos se asustaron y largaron en banda la encuesta. Tuvimos que
conseguir otros.
Me mira y me dice:
-Uno de los que se asustó fui yo. Y vengo a reparar eso. Eran diez años
después.
Le quedó la semillita.
La resurrección es algo que se siembra en la conciencia y da una fuerza
especial. Y ya que estoy hablando de la Patagonia les cuento.
La resurrección es algo pequeño pero es como semilla escondida y tiene una
fuerza especial. Y todo lo que tiene que ver con el Reino va participando de ese
acontecimiento.
Una de las primeras entrevistas que tuve siendo Vicario Judicial en el
obispado, en Viedma, fue con una mapuche, que vino a verme.
Era una mujer de unos cuarenta o cuarenta y cinco años. Tal vez cincuenta.
Con las mapuches es difícil saber la edad.
-Padre, me han dicho que Ud. me va a casar.

137
-Ah, bueno...¿Y dónde se lo han dicho?
-Y ... en el barrio...en la Capilla...Me han mandado con Ud.
-Ah...Bueno...Sí...pero mire...Para eso Ud. tiene que ir acá al lado ,a la Catedral
.Ahí está el párroco. Ud. necesita traer los certificados de bautismo...
-Y sí, sí. Pero lo que pasa es que yo ya tengo otro casamiento anterior
-¡Ah! -le respondí- Entonces...eso ya es distinto...
-Sí...Pero a mí me han dicho que Ud. me va a casar.
-Lo que pasa es yo soy de muy lejos, de Treneta. Yo nací allí. Cuando tenía
catorce, quince años, estaba muy fea la situación, había mucha hambre. Tenía
varios hermanitos. Yo era la más grande y me vine a Viedma a trabajar. Yo no
entendía nada acá. Empecé a hablar con un muchacho. Y yo mucho no me
daba cuenta de lo que pasó. Pero yo lo quería y él me quería. Pero no
queríamos casarnos y en un momento... yo quedé con panza. Yo no quería
casarme ni él tampoco. Pero se enteró mi papá y nos hicieron casar...A la
fuerza...Tanto es así que cuando estábamos casándonos él se escapó y el
padrino tuvo que ir a buscarlo. Y a mí me dijeron que Ud. me iba a volver a
casar.
138
-¡Ah! Habría que ver eso...Si es así como Ud. lo cuenta, podría
ser....Bueno...Pero... de eso que Ud. me cuenta ¿hay algún testigo? ¿Qué Padre
la casó?
-Y...no me acuerdo.
-Y los testigos ¿quiénes eran?
-Y...no me acuerdo.
-Su ex-esposo ¿dónde está?
-...No sé. Se ha ido
-¿Y sus padres?
-...Están en Treneta y son muy viejitos.
-Bueno, mire...Si lo que Ud. me cuenta es cierto, Ud. moralmente tiene
derecho a comulgar. Pero así, con tan pocos datos, no sé si vale la pena hacer
algún esfuerzo para comenzar el trámite. Es muy difícil. No se puede probar
nada
-Y pero...a mí no me basta con comulgar, porque yo he aprendido que cuando
uno se casa está Jesús ahí especialmente. Me dijeron: “Eso es sacramento”. Yo
quiero eso. Quiero a Jesús en el matrimonio, en el sacramento, porque hace
años que estoy con un hombre, formé un hogar y quiero eso para nosotros.
139
-Bueno...pero mire, entonces tiene que traerme algún dato más: o el nombre
del cura que los casó, o a su ex-esposo, o a sus papás...Mientras tanto, yo voy a
ver en el Archivo de la Catedral qué es lo que encuentro. Véngase dentro de
unos días
Ella se fue y yo fui a ver el archivo de la Catedral.
Al encontrar el acta, me di cuenta que en el momento de casarse, la mujer ya
tenía dos hijos.
Así que cuando vino a verme se lo dije:
-Mire Ud...No es verdad lo que me dijo, que se casó estando embarazada. Ud.
cuando se casó ya tenía dos hijos.-Le mostré las actas con sus fechas -Sale de
los documentos.
-Y así hay de ser-me contestó
-Bueno...pero entonces yo no puedo hacer el trámite éste de casarla...
-Y Dios hay de querer que Ud. me case.-Y se fue.
A los seis meses viene. Que los papás estaban en Viedma. Que si quería
interrogarlos. Voy. Un susto los paisanos....No querían hablar. Sordo el viejo o
se hacía el sordo. De la conversación no saqué en claro ningún dato. Pero me

140
di cuenta de una cosa. En un momento al viejo se le escapó, con miedo y todo,
una frase llena de autoridad
-Y...¡Se tenía que casar!-
Me di cuenta. Me dije:-...”Bueno...Si viejo, sordo, con miedo y a los ochenta y pico
de años habla así...debió ser autoritario el hombre... “
Hasta ahí llegué y anoté esos datos
Seis meses después vuelve a aparecer. Que ya había averiguado y sabía el
nombre del Padre que la había casado. No estaba en Viedma. Empecé a
preguntar por su paradero y al final supe que estaba en el Chubut. Le escribí
una carta. No me contestó. Le hablé por teléfono. Me dijo que no se acordaba
nada. Pero me quedó el nombre.
A los seis meses vuelve: que el ex-esposo andaba por Patagones buscando
trabajo.
Me crucé a Patagones. Empecé a averiguar. Lo ubiqué. También se me
escabulló. Tenía miedo. Pero al final, por medio del cura de Patagones, pude
conversar con él. Y no era cierto que él se hubiera escapado de la Iglesia; más
aún: él no tenía idea de que estuviera casado por Iglesia. Pero sí era cierto
que se había escapado del civil. Cuando se casaron por civil la chica estaba
embarazada. Ellos se querían pero no tenían decidido casarse. Él estaba

141
haciendo el servicio en la Marina en Bahía Blanca. Un día vino un oficial de
Marina y le dijo
-Vos dejaste una chica embarazada. Tenés que casarte .
Lo mandaron a Viedma. Ahí estaba el viejo...y se tuvo que casar nomás. Por
eso se escapó del civil.
Ya eran algunos datos más.
Como sabía quién era el sacerdote que los había casado fui a ver a un cura
viejito que conocía cincuenta años de historia de Viedma.
Cuando vio el nombre me dijo:
-¡Ah! Es el P. Fulano! ...Pero si este cura era de esos que para el bautismo
pedía que estuviera casada la pareja. Y si no estaban casados...les improvisaba
el casamiento...
Cuando le llevé el expediente y como para confirmarme lo dicho me hizo
notar:
-¿ Ves ? El padrino del casamiento es el que era sacristán en ese momento.
El asunto es que con muchos datos chiquitos a la larga fui armando una
prueba de que realmente había sido forzada a casarse por temor reverencial.
142
Para esto ya se habían pasado los seis años que yo estuve en Viedma. Pero
para cuando me vine de nuevo para Quilmes ya tenía el trámite listo y la
anotación hecha en la Catedral de que ella podía volver a casarse.
A los cuatro o cinco meses de estar en Barrio Marítimo una tarde me llaman
por teléfono desde el barrio de Viedma.
-Orlando...Fulana de Tal, que quiere casarse-
-Sí... Sí... Ya el trámite está listo. Vayan a la Catedral. Allí está todo anotado
como para que pueda hacerlo.
-Pero es que quiere que vos salgas de padrino
-Bueno...No. Yo no puedo. Estoy comprometido acá con mucho trabajo.
-Pero quiere además que vos la cases.
-Pero que yo no puedo. No tengo plata para viajar. No tengo tiempo.
-No te hagas problema por eso. Ella nos ha convencido a todos. Estudiamos
la cosa. Hay un avión que vos podés tomar. Salís el viernes a la noche y volvés
el sábado a la tarde. Ya hicimos colecta para pagarte el boleto de ida y vuelta.
El avión sale el viernes a la noche y volvés el sábado a la tarde. O sea que
podés hacer todo, porque ella nos ha entusiasmado a todos con hacer la fiesta.
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Una mujer muy sencilla. Tenía la seguridad de una vida que ella tenía adentro
y a partir de datos muy chiquitos, muy pequeños fue construyendo su fiesta
de casamiento. Entusiasmó a todo el barrio que hasta entonces la conocía
poco. Eso sí...Con paciencia de mapuche. La Pascua fue de siete años.
Nuestro pueblo es así.
Pese a los dolores y depresiones, tiene una gran capacidad de resistencia.
Pero están esas semillas. Es importante reconocer los signos de resurrección
que ya están presentes. Porque hay una vida nueva que tiene que seguir
creciendo es como la primavera de la Patagonia , lenta.
Hay una manera de oración que a veces recomienda San Ignacio que es la de
aplicar los sentidos, que es lindo hacerla con las escenas de las apariciones de
Jesús. Uno puede por la imaginación sentir lo que está ocurriendo, acoplarse
al acontecimiento. Sentir el ruidito del pescado que se está asando. Sentir el
frío de los discípulos que vienen mojados del lago. No es meramente un
ejercicio de imaginación. Porque por el misterio de la resurrección hay una
comunicación que vence el tiempo. Podemos estar presentes por el misterio
de la comunión en los acontecimientos evangélicos. De hecho la vida de Jesús
está presente en nosotros. Con un ejercicio de imaginación pero de fe y de
144
fuerza de la resurrección podemos comunicarnos con estos hechos que son
signos del misterio.
Así como lo que hizo Máxima, esta señora, para mí fue sacramento de
resurrección, contemplar estos misterios de una manera sensible, también
puede ayudar a ser sacramento que nos anime a creer en esta renovación
cualitativa de la vida que ya está presente y que es la fuerza del amor y de la
justicia que nos hace nuevos, porque es un amor que es de Hijos de Dios.
Yo les decía del darse cuenta. Es bueno hacia el final dar una recorrida de lo
que sintieron desde que nos encontramos acá, por si hay algo que agradecerle
a Dios. Es bueno ser agradecidos. Es de las madureces, de las cosas más
hermosas de un ser humano el poder dar gracias. Pertenece a las cosas como el
perdón. El dar gracias desde adentro pertenece a los signos del Reino, al
acontecimiento de la resurrección.
En un tiempo de retiro uno puede haber recibido algo en el corazón, por el
trato con un amigo, por el trato con la oración, por el trato con el obispo, por
la Palabra algo que le dio fuerzas para vivir. Es bueno recorrer todo esto y
agradecer a Dios.
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RESURRECCIÓN.- ÚLTIMA CHARLA
Nuestro intento desde la fe, la explicitación de nuestra intención es esa
contemplación de J. resucitado.
Lo creemos presente entre nosotros, vivo, ahora. Es la fe nuestra, la fe que
predicamos, y creemos que eso nos constituye en pueblo, que esa presencia de
J. vivo convoca a todo el universo, a los hombres nos hace pueblo de hijos de
Dios, nos hace Reino y a los que por la fe tenemos acceso al sacramento del
bautismo nos hace Iglesia, que es comunidad y es institución. Eso incluso lo
reconocemos visiblemente por la presencia del Obispo entre nosotros, por la
palabra, por la eucaristía que vamos a celebrar dentro de un rato. Son los
grandes signos que a esa presencia de J. resucitado la hacen sensible y
actualizan su eficacia. Además hay un acontecimiento unido a esa presencia de
J, y a esa convocatoria, que la ratifica, que hace que esa presencia no sólo sea
compañía sino que sea vitalidad propia desde las coyunturas entre el espíritu
y el cuerpo o desde la última partícula de átomo de nuestro cuerpo, o de lo
más recóndito del espíritu. Que además modera las tensiones entre cosmos y
humanidad, o entre pueblo o entre humanidad e Iglesia, o entre tierra y cielo,

146
que es la realidad de Espíritu. Anoche, mientras hablábamos, hablábamos por
un lado y por otro había un Espíritu que haría lo que podía en la medida que
nosotros fuéramos dóciles a ese Espíritu. Nuestra fe en ese J. y nuestra
contemplación de J. nos compromete con ese otro acontecimiento que es
inmenso. Inmenso en el sentido de profundidad, de fuente de vida, de
misterio, como es la presencia del Espíritu.
Brevemente les recuerdo cómo aparece en el Libro de los Hechos
Cap. 3 y 4, el comienzo de la predicación, la curación del tullido, el
encarcelamiento de Pedro y de Juan y la oración de la comunidad, cómo oran
juntos y cómo retiembla el lugar, cómo piden coraje para seguir anunciando
la palabra e ingenio para seguir haciendo signos para que el pueblo crea.
Cap 10, Pedro en la terraza con hambre y cómo el Espíritu le va abriendo el
corazón para ir superando las barreras de las impurezas.
Cap 15 la culminación en el Sínodo de Jersualén.
Hay en esa primera Iglesia una doble tensión y una doble aceptación: aceptar
ese Espíritu que viene a penetrarlo todo, que baja y que llega y que va hasta
los confines de la humanidad, hasta los más marginados y la acpetación de
nuevas dimensiones de la humanidad.
147
Entran los paganos en la Iglesia. Y la moderación para esa aceptación: la
paciencia, el tacto, los paganos que no se circunciden pero que bueno, por
ahora no coman morcilla para tener un respeto con los judíos. Ahí hay esas
dos grandes realidades que se tienen que ir aflojando en medio de chismes, de
pasiones.
Si uno lee. ese momento anterior al sínodo donde se animan a contar los
signos, como anoche a veces hacíamos nosotros. Aportábamos signos y
decíamos que tratábamos de discernir. Eso es importante: saber que no lo
hacíamos solos. Es importante reconocer esa acción del Espíritu que hace que
no estemos solitos y que nos une a todo un gran movimiento de vida del
universo y de la historia.
Hay una última bienaventuranza que es importante que es del Apocalipsis.
Felices los que crean. El Apocalipsis hace notar esa obra del Espíritu que hace
que esos dinamismos de vida chiquititos que a veces sentimos y que no
entendemos del todo, se ubiquen en el gran contexto del dinamismo de la
historia y del cosmos. Ahí aparece cómo el espíritu no deja que se pierda una
oración, una lágrima, una gota de sangre. Nosotros no estamos solos. Estamos
acompañados por la fuerza de la verdad, de los dolores, de las lágrimas, de
las ilusiones, de la sangre de los mártires y como hay una acción del espíritu
148
que va horadando los pies de las bestias. Si no, no se entiende. Nos
planteamos pastoral de conjunto; no la podemos hacer sino tenemos en cuenta
toda esta dimensión.
Decía que por ahí nos ayudaba mirar un poco más eso de la fidelidad. No es
una bienaventuranza, pero está al final de las bienaventuranzas, en Mt 5, 13 y
ss- En el sermón del Monte se habla de: Uds son la luz del mundo y la sal de
la tierra. Quería tomar esa palabrita: Uds son sal de la tierra.
Lc 14,24-35 dice: buena es la sal, pero si pierde su sabor.
El contexto anterior, Lc 14, 28-34 o incluso desde 14, 25, tiene que ver con ser
discípulos de Cristo y con la fidelidad, con la renuncia a todo para ser
discípulo y con llevar los límites de la vida, la propia cruz. Y después, Mc,
9,50, vuelve a insistir en “Buena es la sal; pero si la sal se vuelve insípida con
qué la sazonarán,”
Tengan sal en Uds. y tengan paz unos con otros. Vieron cómo lo de la sal se va
transformando en paz unos con otros. Y antes, del vers. Anterior dice; Todos
han de ser salados con fuego. Esta es una frase del Levítico Lev.2, 13. Y ¿qué es
salar con fuego? Dice: salar con fuego es que no falte la sal de la alianza. En el
AT y en la cultura nómade, la sal estaba relacionada con los pactos, con las
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alianzas. Los nómades usaban en comidas de alianza una cantidad de sal que
era como ratificar el pacto que habían hecho.
Núm.,18-19; alianza de sal que se echa para siempre delante de Yahvé para ti
y tu descendencia. Leía esto para tomar conciencia. Como Iglesia somos sal,
como cristianos y mucho más como sacerdotes y como presbiterio junto al
obispo. Nuestra fidelidad, además de ser fidelidad nuestra a Dios o a un
pueblo, sobre todo es garantía de un pacto de fidelidad entre un Dios y el
universo, y entre un Dios y su pueblo. No es sólo fidelidad personal a un D o
fidelidad a un pueblo porque cada vez tenemos más conciencia de eso, sino es
sobre todo garantía de una fidelidad inmensa, de un pacto nupcial muy
grande entre un Dios que se declara papá y mamá, fuente de vida de un
universo y sobre todo de un pueblo. Eso parece muy serio, muy grande. Es
desproporcionado además de muy consolador. Es proporcionado si uno lo
entiende con esa presencia del espíritu y con esa solidaridad y más que
solidaridad, con esa realidad de comunión, de comunión que no es masacote
sino que es complementariedad y aportes de dimensiones vitales: construir
juntos la vida desde todo lo que significan los distintos carismas, carismas de
sinodalidad y carismas jerárquicos para hacer la expresión de la estructura
institucional, pero que quieren expresar toda la variedad de dimensiones que

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implican la construcción de la vida y que esa vida crezca y avance y se haga
plena. Estamos como en el medio. Me pareció importante recordar eso de la
fidelidad. Somos garantes. Estamos en el corazón de un acto nupcial que
abarca las ansiedades más hondas de los hombres y del universo y las
ansiedades más hondas de Dios. Él nos hace partícipes como testigos
privilegiados. No sólo testigos desde afuera. Somos garantes desde dentro: Sal.
Pero no solos, sino con la fuerza del espíritu, con la sangre de los mártires, con
lo que podamos poner de nuestras amistades, de nuestro entendimiento, de
las uniones que tengamos a nivel de nuestra fe, de reconocimiento del misterio
de la fuerza de los signos sacramentales.
Dos cositas más.
En el último seminario de teología en La Rioja yo también contaba junto con
ese acontecimiento que conté de la mujer, otra cosa que me impresionó y que
tiene que ver con esta sensación de a veces estar en el medio de un pacto
nupcial. Conversamos –entre nosotros varias veces sale patente y yo lo
experimenté en la Parroquia-ese gran sufrimiento de la juventud. La zona de
B. Marítimo es zona de muchas jóvenes. Y ahí aparece muy fuerte ese hecho
que están sin pastor. Como que están buscando algo que no saben qué es y
uno ve lo grupitos de cerveza y los grupitos de droga en las esquinas. A mí

151
siempre eso me duele mucho No tengo tiempo de levantar perdices que no
voy a poder cazar después. O sea no puedo quedarme al lado de esos grupitos.
A grupo de jóvenes le pedí:- Tenemos un salón grande. ¿Por qué no hacen
festival de rock?
-No, Padre, es un peligro eso. No se puede. La última vez que habíamos hecho
rompieron.
Hasta que de repente apareció un muchacho. Un muchacho de 28 años que
vino a alquilar el salón para festival de rock. Entonces dije-Esta es la mía. Hice
de calzador ahí porque la comisión pro templo nos ponía dificultades, le
cobraba muy caro. Yo conseguí bajar el precio a lo mínimo. Traté de intervenir
en la pelea respetando a la comisión pro templo pero traté de bajar el precio y
de quitar los miedos de la seguridad, de hacer componendas para que se
aseguraran. Porque es cierto que hay droga.
Este muchacho llenó el salón cuatro veces y fue tomando una cierta confianza
porque vio que yo lo apoyaba y porque la cosa salió adelante. El único
problema fue de los vecinos porque el salón …es terrible no se puede hablar.
Pero se llenaba de muchachos. Entra en el discernimiento. Ayer uno de los
problemas que teníamos para discernir, hasta dónde la cantidad es signo, en
qué medida es signo para nosotros.

152
Al menos veía allí que se viabilizaba una vitalidad. Algunos vecinos
protestaban por el ruido. Todavía no estaba la ley de Duhalde así que esto
llegaba hasta las cuatro de la mañana.
El muchacho éste quiso bautizar su hijita. El había dejado el catolicismo, había
ido a la India, era de Sai Baba. Tenía su vida que había vivido con todo y eso le
trajo la venganza de esa vida. En un momento se resfrió. El resfrío se le hizo
un poco más grave. Se curó pero después se convirtió en infección a los
riñones, se curó pero se le convirtió en infección a los pulmones. Fue yendo del
nuevo hospital de Berazategui al Muñiz, de allí a La Plata. El SIDA. Se había
pinchado y de repente cuando se declara. Uno puede tener Sida y no pasa
nada, y de repente cuando se desata.
Yo recuerdo la última vez que estuve con él. Era una sala muy grande. Solo él
en esa sala. Había una puerta y él estaba en el final. Yo (vestido) con todo. Más
cosas o me pudieron poner. Pedí que no me pusieran guantes, todo vestido,
con delantal, con barbijo, con todo. Él quiso todos los sacramentos. Se confesó,
recibió la unción, la comunión. La imagen que me quedó muy fuerte fue, yo
todo enfundado, después de darle los sacramentos y ahí los amigos, los que se
habían pinchado con él, los de la esquina, se asomaban todos por la puerta, y
153
él sonriente saludándolos y ellos saludándolo desde la puerta y yo estaba ahí
en el medio. Era una vida que se reafirmaba más allá de la muerte.
Me parece importante.
Justo está esto que dice acá: ¿Te impresiona mucho la muerte, hablás mucho
de la muerte? Y en este momento sí.
Tengo toda la sensación de que la vida es más fuerte que la muerte. Aquí lo
que quería hacer notar es que a mí me tocó estar solo en el medio, todo
enfundado.
El discernimiento no es un acto racional solamente. No es un acto de
discusión. Antes que nada, es un acontecimiento místico en el sentido que nos
pone en contacto con el misterio. Discernir implica en primer lugar un acto de
fe. Conciencia de esta presencia del Espíritu y conciencia de nuestra
fraternidad. Eso nos da ánimo, nos da coraje para reconocer los signos y
expresárnoslo si vamos a hacer un discernimiento en común. Discernir tiene
que ver con pasiones del corazón. Gracias a Dios que nos apasionamos. No
tenemos que asustarnos de eso. La pasión en signo de que estamos tratando
cosas que tienen que ver con la vida y con el amor. Tenemos que animarnos a
dejar que estas pasiones las reconozcamos, dejarnos moderar, que
mutuamente nos moderemos estas pasiones. Las pasiones son para que crezca
154
la vida. Pero es fundamental pasar, reconocer esas pasiones. Donde hay pasión
puede haber discernimiento. La pasión no es el discernimiento. Pero donde
hay pasión hay vida que se va mostrando y ahí podemos nosotros con amor,
con paciencia, y el Espíritu que ahí está- la pasión nos permite- poder
conectarnos con el misterio si dejamos que la pasión vaya pasando hacia
encuentros y hacia paz.
Para esto hay que tener paciencia. La paciencia es de las cosas que uno tiene
que verlas. Pero un hilito de vida auténtica que se pueda reconocer en un
discernimiento, es fuente de gran cantidad de vida. Yo estoy convencido de
que se me acabaron los festivales de rock. Pero algo va a volver. Algo va a
volver.
Finalmente a propósito de eso de hilito de vida, quiero leer este testimonio de
que hace referencia a nuestra primera época de Iglesia diocesana. Es un
sindicalista, un dirigente sindical que estuvo preso ocho años primero
desaparecido y después a disposición del PEN. Él dice:
Las familias se organizaban, hacían colectas para ayudarse. La Iglesia de
Quilmes favorecía esta organización y les brindaba el espíritu y el espacio
humano para hacerlo. Gracias a Novak las familias se mantenían con mejor
calidad de información. Novak tenía claridad de la situación y de

155
información y a la vez mantenía una paz y una profundidad espiritual. En el
ámbito de los detenidos a disposición del PEN había una división muy
tajante entre una Iglesia que estaba por la represión y una Iglesia jugada
por los pobres. Había capellanes que incitaban a los detenidos a que
declararan colaborando con las autoridades. Hubo también algunos obispos
que nos visitaron y que nos recriminaron que no tuviéramos una actitud de
más colaboración con el gobierno. Sabíamos que a Novak le negaban la
autorización para entrar a visitarnos. Recién pudo hacerlo después de cinco
años. La Iglesia de Quilmes era una bandera de orgullo para los detenidos.
Compartíamos todo y lo que llegaba de Quilmes: noticias, dinero,
solidaridad, servía de sustento para todo el pabellón de presos. Significaba
un hilo de vida.
Este hombre, después, estuvo ocho años. Construyó una familia después, tiene
hijos. Este hilo de vida valió, creció. Es una cosa chiquita. Pero desde la
perspectiva del tiempo, uno puede darse cuenta de lo que vale la pena. Que
vale la pena tratar de hacer discernimiento, juntos como Iglesia. Que vale la
pena creer que se pueden poner signos que salvaguarden la vida y que hay
hilitos de vidas que se hacen ríos. Estamos en el horario.
156
Les agradezco la confianza de la invitación y el haber compartido. No fue fácil
para mí decidirme a acompañarlos, pero para mí ha sido una gran gracia-
Aprovecho también a despedirme por un mes. Me voy a ver a mi amigo Jalics
desde el 3 de octubre hasta el 31.
157

Retiro de 1996 A Los Sacerdotes de Quilmes (Reparado) (Reparado) XX I

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RETIRO

A LOS SACERDOTES DE QUILMES

2. Vivir, convocar, anunciar

3. Felices los pobres

4. Sobre ídolos y signos

5. La mujer, signo del reino

6. Los signos como conflicto

7. Paso de la muerte a la vida

8. Resurrección. Última charla

Quedamos en que al reunirnos por primera vez, íbamos a ponernos de

la tradición: cómo se ha hecho otras veces. Y sobre la experiencia si hay algo

que se deba corregir.

mañana Laudes juntos. Y una charla a la mañana. En el fondo del retiro, la

expectativa: oportunidad de oración, de búsqueda, de encuentro.

La idea que tengo es de prestar un servicio, de ayudar a insinuar maneras de

orar o reflexiones no muy largas. Reflexiones varias para ayudar al encuentro

pueblo y refiriéndome a la Biblia.

que me dijo Eduardo y en la historia de retiro que yo he vivido aquí.

Estoy en disponibilidad dentro de lo que Uds. me conocen y me conocen casi

digo. Seguramente voy a repetir cosas viejas.

los que quieran compartir lo que tenemos en el retiro. O se avisa-miren esta

noche nos vamos a juntar.

Para mí el silencio es algo clave. Pero lo que es clave es el silencio interior, la

a hacer alusión a ese hecho. Para mí el compromiso de fondo es el compromiso

menos la delicadeza de buscarlo en el momento en que no le esté jodiendo a

él. ¿Les parece bien?

En otros retiros hay música. Creo que nosotros no tenemos elementos

cuando estemos en el comedor podamos hablar. Y nos tomamos libertad para

conversar con alguno cuando lo necesitamos.

El hecho central es la misa, la eucaristía-estamos haciendo un retiro en común-

la presencia sacramental de JC entre nosotros. Propongo que la pongamos

cuando la sintamos. Un horario central suele ser antes de cena.

Y la otra charla antes de merienda a las 16.00

9.30 Primera charla

12.30 Exposición con el Santísimo

16.00 Segunda charla

el Pre. (Preseminario) donde me pidieron una charla de oración.

Son algunos textos bíblicos relacionados con la oración. Yo puse Modos de

comunicarse con Dios y con nosotros. De esa sabiduría cristiana, la Biblia –

Antiguo y Nuevo Testamento -se expresan mucho con la palabra desierto.

En primer lugar puse:

DIOS PADRE CREADOR ORA.

derecho y una obligación de descansar o de reconocer lo que está en el

pronuncia que implica a una creatividad en Él, Él se toma el tiempito

en su Espíritu sentir lo que creó en su Palabra y en sí mismo.Es un

Recuerdo una propaganda de té la Virginia que justo cuando la cosa se pone

más dificultosa se toma un tiempito. En Viedma había un cartel inmenso, una

propaganda en una pared. Decía: Me tomo cinco minutos y puntos

Entonces (los grafiteros) dejaron eso de ME TOMO CINCO MINUTOS y en

los puntos suspensivos pusieron PIERDO y en té La Virginia: LA

Me tomo cinco minutos y pierdo la virginidad.

Tiene que ver con eso el descanso.

¿Hay un pacto de amor en mi vida? (Si perdemos la virginidad).

dinamismo del Espíritu que es un acontecimiento de amor que en definitiva lo

reconocer o sentir a quien ama y por quién se deja querer.

El tema del ritmo también parece importante. En nuestras reflexiones en la

Iglesia sobre el sacerdocio, aunque es un tema que desde el Vaticano II

una mayor sensación en que el tema de la identidad sacerdotal estaría más o

qué estilos tenemos en nuestra vida sacerdotal. Seguramente son un universo,

a alguien alguna de ellas le puede ayudar. También como no estoy dando

yo insinúo cosas, no las desarrollo. Si hay interés en algo me preguntan o si

hay interés en aportar o en corregir algo, también. Aprovechemos al menos,

ya que soy de entrecasa, la oportunidad que nos da eso de hacernos aterrizar