Si le he pedido que venga no es para hacerle nigún daño.

No al contrario, simplemente quería

conversar un poco con usted. Permítame invitarle a un café. Este lugar es más bien acogedor
¿no cree? A mi me gusta venir aquí de ves en cuando. Usualmente vengo solo, me gusta estar
solo sabe, no sé por qué. Pero de vez en cuando vengo también con amigos en general para
ver el futbol, pero ocasionalmente sin un objetivo fijo. En fin me gusta este lugar, por esto le
he citado. Verá, yo no sé por qué usted me inspira tanta confianza. Sí, yo sé, usted me dira´que
no nos conocemos, pero por alguna razón me resulta extremadamente familiar. Es así que es a
usted que quisiera pedirle consejo. Pero ya vendrá el tiempo para eso.

No quiero seguir sin mencionarle que tengo una novia, he estado viviendo con ella durante
más de 6 meses. La amo y admiro profundamente, y sé que usted también tiene alguien
importante en su vida. No tengo la más mínima intención de faltarle al respeto ni a usted ni a
su pareja, así que pierda el cuidado, esto es todo menos una salida romántica. Pierda todo
cuidado. Se preguntará cómo es que sé todo esto sobre usted, es en realidad una coincidencia
muy casual, sabe usted de Juan, sí, el mismo juan, ese que tiene el pelo largo, presisamente. Él
resulta que es un cercano amigo mio, y por casualidad su esposa es Noemí, claro, su amiga. ÉL
algún momento me comentó que habían salido a jugar bolos y usted había ido con aquel
afortunado hombre.

Justamente. Mi novia me ha dejado. Disculpe si lloro, no sé, es un defecto que conservo desde
pequeño. Pero no se sienta mal, pasa rápido. He conversado con algunas personas al respecto,
sabe, tratando de entender por qué se fue y no encuentro la respuesta. Sé que algo le
molestaba de mí. Es difícil entender, ¿ve usted algo molesto en mí hasta ahora? Muchas
gracias, es muy gentil al decir eso.

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Gracias por venir de nuevo, y por haberme llamado. Yo en realidad no pensaría que a ti te
interesaba conversar con migo, en realidad mi vida es muy aburrida como para que a ti te
interese. Pero cuéntame, ¿sigues teniendo problemas con juan? Me imaginaba. És difícil él,
claro, debería ocuparse de sí mismo, al menos si no quiere perderte claro. ¿Sigue yendo al
psicólogo? Es una lástima que lo haya dejado. Yo pensaría que debería compensar aquello con
algo más, ¿me explico? Qué se yo, que corra en las mañanas al menos, pero su situación se
está complicando cada vez más ¿no?. Claro, pero yo puedo escucharte, por su puesto, no, si
con todo lo que tú me has ayudado. No. Sabes que no he podido hacer que regrese, pero he
progresado de cierta manera. El otro día me la encontré en la calle, y quise hablar con ella pero
me evadió y se perdió en la multitud. Pero al menos supe que frecuentaba ese lugar, parece
que cambió de trabajo, era como a las 5 de la tarde. Yo me dije que quizás estaba saliendo del
trabajo y la esperé al siguiente día. No la ví. Pero al siguiente pasó por ahí, y sabes qué es lo
más increíble ¡pude hablarle! Aceptó reunirse conmigo para hablar. Pero no vino a la reunión.
Tienes razón, no debería quererle tanto, me trata más bien mal. Pero no puedo vivir sin ella. A
ver, si tú fueras ella ¿por qué harías eso?

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¿por qué lloras? A ver, es difícil entenderte por teléfono. ¿ que si te puedo recoger? ¿Sabes
qué hora es? Sí claro que puedo hacer esto por ti. Pero es inadecuado, sabes, es irrespetuoso
con él que yo te recoja y te traiga para mi casa a esta hora de la noche. Verás, yo te recojo, y te
dejo donde Noemí bueno. Pase lo que pase es mejor que él sepa que no dormiste cerca de
ningún hombre. Me parece, con lo celoso que es.

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Sí tienes razón, es más de un año que ya no la veo más. Sigo colgado de ella, claro, si, sigo,
pero es mi derecho ¿no? Y tú tienes que respetar eso, claro. Yo la sigo buscando, quiero volver
con ella, quiero que vuelva a mi casa, ella se fue por un error mío y estoy seguro que puedo
corregirlo, si tú me ayudas. ¿Por qué tú? Porque eres la persona con la que más confianza
tengo, y ya te he dicho que te pareces a ella. En todo, no te voy a comparar tampoco, pero en
muchas cosas. No te hablo de ella porque… bueno, no sé. Qué quieres saber. Tiene pelo negro,
ojos cafés, como todo el mundo, mide más o menos uno sesenta, es claro, es parecida a ti en
eso también. Estudió cine. Viste con ropa francesa, le gusta la moda, si, en eso no se parece a ti
suponte. No pero no es tu clon, cómo puedes decir eso, ella, bueno. No sé, es distinta muy
distinta a ti en varias cosas. Y por qué te estamos comparando. Ya no voy a hablar más de ella,
sí se parecen. Qué voy a hacer.

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¡La encontré! Quería contarte. ¡Cenamos anoche! Estoy super contento. Tengo que contarte,
vino, y me llevó en un mercedes convertible rojo, creo que le está yendo mejor en su trabajo.
Cenamos en un restaurante giratorio, en el último piso de un edificio. Ella nunca antes había
pagado, y ahora pagó. Quizás le hacía falta independencia ¿crees? Ahora que tiene dinero
quizás regrese.

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¿Qué haces aquí en mi casa? Ha sí, bueno pasa. Qué sorpresa. Cómo ves no esperaba visitas,
me hubieras avisado y habría tenido esto mejor arreglado. No, estas mal, claro que quería que
conocieras mi casa, claro. No sé por qué no te he traído antes. Es un lugar grande, si, a mi me
gusta. Claro que sólo con migo resulta vacío. Sus cosas, no, sabes que…. Las guardé. Como ya
no vive aquí. Sí, antes quería dejar todo intacto, claro cuando nos vimos, la semana pasada,
pero… ayer… sí ayer decidí que ya no quiero sus cosas rondando en mi casa. Claro que te
puedo mostrar mi cuarto… ahí está. ¿Tienes sueño? ¿entonces por qué te acuestas?

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La encontré anoche. Venía en un caballo y daba vueltas alrededor de mí y se iba. Sin más. No
no estoy loco, eso pasó. Hay un club de equitación aquí cerca. Debió venir de allá. No he ido a
buscarla, no quiero tampoco ser asfixiante.

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¿En serio no te he dicho su nombre? No me preguntes por qué. Yo no escojo los nombres. Se
llama igual que tú. Estas cansada, sí, no te culpo, ya mucho tiempo que hablo de lo mismo. Si
quieres no te hablo de ella más. Y si quieres podemos no vernos, claro. Desde el principio te lo
dije, si algún rato quieres te vas. Yo no quiero aburrirte. Creo que voy a seguir tu consejo, voy a
dejar de intentar encontrarla. Basta.

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Qué pena que no estés, quería decirte esto personalmente. Regresó, dice que se va a quedar.
Llámame apenas oigas este mensaje.

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¿Qué sorpresa? Ha de nuevo por aquí. No sabía que venías. Heee…. Este en este momento no
te puedo recibir, sabes, estoy apurado, mmm… no no tengo 5 minutos. No no… ¿Por qué
entraste? ¿te dije que no entres? Se fue a trabajar. Sus cosas. No. ¿por qué preguntas todo
esto? Quieres saber si es real, claro que es real. ¿Crees que voy a estar tanto tiempo buscando
una fantasía? Es difícil de explicar, ella simplemente hace estas cosas, viene en caballos, tiene
un día dinero, otro no, se va, viene. No puedo mostrarte nada suyo. No hay aquí nada suyo. Sí
ella vive conmigo, vivimos juntos. Pero no aquí. Por eso no están sus cosas. ¿Dónde? En Brasil.

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¿Quieres conocerla? Mírate en el espejo. No es broma. La cruda verdad es esta: conocí a una
chica hace bastante tiempo, en un sueño, y al siguiente día volví a soñar con ella, y la conocí.
Empezamos a salir, cada noche, construimos nuestra casa. Decidimos ir a vivir a Brasil, en la
selva, y un buen día desapareció. Yo seguí soñando, en la selva, en nuestra casa, en nuestras
cosas, y desapareció. Vi su cara en la calle, y eras tú. Te mueves como ella, hablas como ella
dices los mismos chistes que ella y finalmente conseguiste que regrese, tenías razón,
necesitaba aire. Eres como su espejo, cómo su sombra sabes todo de ella, sabes cómo se
siente, sabes qué le molesta. Todo esto tú me dijiste en nuestras conversaciones. Sí, lo siento,
te usé para estudiarla. Si quieres moléstate y vete, pero regresó. Me ayudaste eso es lo que
hacen los amigos ¿no?, y ahora soy feliz. Trabajo en el día como contador y en la noche vivo
con la mujer más hermosa del mundo en un paraíso. Te lo digo de frente, eres
formidablemente linda, me encantas así como me encanta ella.

Te encontré, te seguí, te estudié. Me hice amigo de alguien que tú conozcas para justificar
nuestro encuentro, sí, maquiavélicamente. Exacto.

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Nunca pensé que hubieras querido hablarme de nuevo. ¿no crees que soy un raro? Sí, es
evidente ¿no? Jajaja. Cuéntame, de qué quieres hablar. ¿conociste a alguien? Me imaginaba. Y
además estás enamorada, qué rápido, ¿no? Ha, lo conoces desde hace tiempo. No me habías
hablado. Yo? ¿Estás enamorada de mí? Pero yo estoy en una relación. Lo siento. No no eres tú.
Mi pareja es idéntica a ti, sí, pero no eres tú. Me pides que la traicione. No puedo hacer eso, lo
siento, yo te quiero como amiga, no pensé que íbamos a llegar a estos extremos. No puedo
aceptarte. Sí te pareces, pero yo estoy profundamente enamorado y soy feliz con la mujer de
mis sueños, es tú imagen, pero … basta. No creo que sea conveniente que nos veamos más.