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CAPITULO 2 LA HUERTA CUANDO NO LO ERA. LA CONFIGURACION HISTORICA DEL TERRITORIO DE VALENTIA' Ricardo Gonzélez Vileescusa Univers de Reime - Champagne Ardenne "Los termens de la ciutat son entré al terme de ‘Murvedre que parteix ab Pugol e entré al terme de Olocau, € de Xiva, ¢ de Bunyol, e de Turis, e entré a Montserrat, @ entro al terme de Algezira, © de Cullera, e de la riba de la mar sia e dur fo terme per cent milles dintre la mar." LA DINAMICA QUE INTRODUJO LA FUNDACION DE VALENTIA EN EL SISTEMA DE POBLAMIENTO. IBERICO ’Cuéndo comenzé a serio la Huerta? LEn qué momento el terrazgo regado por las aguas de! Guadalaviar se considerd ‘casi un sinénimo del territorio de la ciudad de Valencia? LPor qué la colonia de Valenti fue fundada en el solar de la actual ciudad de Valencia y no en otro lugar? Pretendemos dar respuesta a estas preguntas desde tuna aproximacién poco frecuentada: el andlisis de los sistemas de poblamiento tal y como ha sido defendido por el trabajo ‘olectivo de arquediogos y gedgrafos del proyecto Archaeomedes (1998) en el valle del Rédano, del que recordaremos algunos principios en las lineas siguientes. Un sistema de poblamiento es el conjunto de una serie de funciones interrelacionadas entre sf: apropiacién. explotacién, residencia, circulacién y la administracion de eee espacio, Los sistemas de poblamiento tienen cierta autonomia de las relaciones productivas o sociales que las engendraron y tienen una cierta tendencia a persistir, a perennizarse o, por el contrario, a transformarse como consecuencia de la introduccién de alteraciones, de nuevas variables. En el caso que nos ocupa, en la configuracién territorial del entomo de la ciudad de Valencia, hay dos momentos clave. De un lado la propia fundacién de Ia ciudad y la génesis de su territorio y, de otro, la conversion de une parte de ese territorio ‘en un sistema irigado. Siguiendo el vocabulario propio del andlisis de la dinémica de los sistemas de poblamiento, se trata de dos revoluciones”, dos “bifurcaciones” a partir de las cuales el sistema integraré algunos aspectos y evolucionaré hacia una configuracién claramente diferenciads, Un dia antes de la fundacién de la colonia de Valentia, el sistema de poblamiento ibérico del siglo Il a.C. podia haber ‘seguido una evolucién estable o bien su propia dinémica interna, Al siguiente, el espacio empezé a revelar las convulsiones sociales y politicas que debieron producirse como consecuencia de la ‘creacién de una colonia de Roma en la encrucijade de los teritorios 4e cuatro oppide ibéricos, de norte a sur son: Arse, que més tarde se lamaré Saguntum, Edeta, la actual Lira, el oppidum de La Carencia en Turis que recientas investigaciones identifican on la ceca y ciudad indigena de Kili/Gil (véase la evolucién de esta hipétesis en la més reciente aportacion de Albiach et al 2007) y Sucro, oppiduum que las mae recientes investigaciones sitdan en las inmediaciones de Albalat de la Ribera, en la margen lzquierda del rio Xtiquer. La investigacién se encuentra precisamente més avanzada en las ciudades més préximas a la colonia de Valentia, Edeta y Saguntum, porque son las ciudedes que han perdurado, hhan mostrado més capacidad de reslienciao de adaptacién alos “impactos” exteriores, a la nueva dinémica introducida por la nueva ciudad y a todos los acontecimientos y transformaciones {que han imprimido las diferentes sociedades que se han sucedido ten este espacio en los iltimos dos mil aos. Edeta y Saguntum serén importantes municipios de la red de ciudades romanas de €p0ca antigua que perdurarén durante la tardoantigliedad y que, con mayores © menores altibajos, se perpetUen con al-Andalus y la conquista crstiana, Tal y como nos lo dibujan los epigrafistas, @! teritorio de Valenta tiene una excrecencia precisamente hacia el suroeste y sur, hacia e! teritorio de los oppide de Kili/Gily ‘Suero, las aglomeraciones urbanas indigenas que no perdurarén, {que serén “fagocitadas” por la nueva dinémica temtoral mplanteda por Roma. Subsistiré, como veremos, un recuerdo de sus temitorios. ‘Como en el ejemplo de la tabla de los Ligures Baebiani estudiada por Paul Veyne o como en la atribucién de los oppida indigenas ala colonia de Nimes (ciudad indigena a su vez que ve recompensada su fidelidad a Roma), la realidad indigena se intuye como el sonido de un bajo continio por debajo de los acordes de la nueva organizacién introducida por Rema. El factor indigena les més importante de lo que se ha pretendido hasta ahora sin querer caer en una ingenua interpretacién de la bondad del conquistador frente al conquistado, ‘Ast, la forma y extensién del territorio de Valencia deserita en los fueros de la ciudad no difiere demasiado de los limites especiales que proponen los epigrafistas y los andlisis de las perticae que afectan al terrtorium de la ciuded 0 al de las ciudades adyacentes. En algunos aspectos, tampoco difiere demasiado de los limites de I'Horta como se configuraran mas tarde si bien, los matices que pueden identificarse y datarse son de gran importancia para entender los eriterios de las diferentes sociedades que han explotado el territorio. El terrtorio no es otra cosa que la consecuencia espacial de provesos de integracién econémica y social a lo largo de siglos y el resultado de la menera en que han sido negociados los problemas con las vesinos. El teritario de Valencia, de I Horta, tiene su partida de nacimiento, que imprimiré su huella en el ‘espacio, en la fundacién de la cludad en la encrucijada de cuatro ‘oppida ibéricos con diferente peso espectfico en la realidad territorial indigena, * Agredezco I lectray obeorvacions reaizadas por A. Ribera y J. V. Lena (SIAM, Valencia) que hon contebuido# lino incrraciones ya mejerarl txt Sin embargo, territorio y centuriacién o pertioa no son lo mismo. Pasados los primeros momentos de confusién en la Investigacion, sabemos que las centuriaciones no son solamente los maroos espaciales de asignacionas de veterans ni de colonos italicos en colonias; sabemos que importa poco el estatuto de la Ciudad: sabemos que ex'sten perticae tranterritoriales que ordenan el espacio de varios oppida indigenas; sabemos que una pertica no se circunscribe necesariamente al territorio de una cludad, que puede ser més pequefa que éste, que puede ir mas allé de los limites juridicos del territorium de una cludad o que puede confiscar tierras de una comunidad vecina para proceder a la asignacién de las mismas (el ager sumptus ex vicino territorio}; y. finalmente, también sabemos que los agrimensores romanos partian de un espacio con un peso histérico del que no ha tabula rasa sino que, fruto de ese proceso de romanizacién “negooiado”, de esas tensiones entre comunidades favorables © adversarias al avance de Roma, en funcién de sus propios intereses, producian un resultado final multicolor adaptado a cada situacién sin olvidar, por supuesto, quién era el verdadero dueto del territorio recientemente adquirido. Centuriacién y territorio no son, pues, lo mismo. Pertica es el asiento agricola y/o juridico de una parte del sistema ‘espacial en el marco de un sistema bidimensional y periédico que divide en centurias una parte del territorio. La apropiacion y la explotactén del espacio para su explotacién agricola y para generar un sistema de coordenadas que permitan al fisco localizar y fiscalizar la propiedad de la tierra, Queremos demostrar que el imbricado niimero de erticae que se desarrolan y que han sido identificades por medio del andlisis morfolégico entre Sagunto y Xativa (fig. 1) responde a una légica espacial cuya causa original se desencadena con a fundacién de Valentia y Ia consiguiente apropiacién (aunque parcial) y ordenacién de los territorios de los oppida contiguos. Por ello, trabajaremos a pequetia escala, prescindiendo de las demostraciones que se han hecho a gran escala en otros trabajos ya publicados para demostrar la existencia de tal o cual Centuriacion. Interesa apreciar el peso de las estructuras centuriadas en la definicién del territorio de la ciudad y cémo esa estructura determina aun en nuestros dias algunas particuleridades del territorio. El segundo momento mayor, la segunda “bifurcacién’, €en esa definicién de I'Horta es la creacién del sistema irrigado, reduciendo ese territorio original al terrazgo que podia ser regado por las aguas del Turia, Pero, al igual que la pertica, el terrazgo irrigado, la huerta, y el territorio de la ciudad no serén sinénimos y cuando las huestes de Jaime | describan las nuevas propiedades donde se aplique el derecho, los fuaros, al nuevo reino, deseribirén tuna imagen semejante a la que pudieron tener los antiguos del siglo ll dC, \gros et oppidum dedit, quod uocatum est Valentia” Uno de los sectores donde Ia revisién de las formas agrarias entiguas llevadas 2 cabo desde 1993 ha sido mas interesante es la ciudad de Valencia. Una de las primeras colonias fundadas fuera de Italia y una de las primeras fundadas en la peninsula Ibérica, on la que se habian formulado des hipdtesis de centuriaciones al norte y al sur de la ciudad a mediados de los afios 70, la primera. ya principios de los 80 la segunda (Cano 1974; Pingarrén 1980). La primera, localizade al norte de la ciudad formulaba la hipétesis explicta desde el titulo del articulo (“Sobre una posible centuriatio en el regadio de la acequia de Montcada") Que ha lastrado la investigacion hasta nuestros dias. Se trata de la relacién de isoclinacién existente entre centuriacién y acequia de riego que igualmente fue apreciada en el primer estudio de la centuriacién localizada al sur de la colonia. El corolario consecuente ha consistido en datar el regadio de la huerta de Valencia en época romana, La revisibn de ambas estructuras parcelarias con ocasion de un Coloquio sobre Agricultura y ragadio en al-Andalus (1985), como de otras zonas como es el caso de Elche, permitié proponer los siguientes elemantes de refexién (Gonzélez Villaescusa 1996 ay 2002); 1. Ambas centuriaciones sobrepasan les lmites prefijados por sus descubridores, extendiéndose al norte y al sur de le Colonia, si bien es cierto que la localizada al norte, renombrada Valencia B (NG-23°E y médulo de 20x20 actus equivalentes @ 706 m), tiene mayor influencia en el norte de la ciuded, mientras ue la segunda, Valencia A (NG-18°E y médulo de 20x20 actus equivalentes a 704 m), tiene una mayor presencia en tomo a la ciudad y al sur de la misma, aspectos que habian pasedo

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