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LA CONCIENCIA DE LAS CELULAS (SANACION)

.de Rolando Vargas, el jueves, 10 de febrero de 2011 a las 14:53.

Los ancestros de las diferentes culturas del Planeta sabían que el cuerpo físico no solo siente, sino
que también piensa. Por ejemplo, en las tribus australianas, cuando una persona se hiere o
enferma, el clan se reúne a su alrededor junto con el enfermo y le canta pidiéndole perdón a la
herida o parte afectada, y ésta entra automáticamente en remisión, lográndose así curaciones
milagrosas.

En el conocimiento ancestral Inka, todo es reciprocidad. Uno enferma cuando se llena de energía
pesada o “hucha”, por tener actitudes egoístas y no dejar fluir el “sami” o energía ligera. Por ello
en las curaciones se pide a la parte del cuerpo que se armonice con la Pachamama (Madre Tierra)
y permita que el bloqueo se equilibre concluyendo en la sanación del individuo.

Lo mismo ocurre en las asombrosas curaciones de los Kahunas o médicos magos hawaianos, estos
entran en oración directa con la parte afectada pidiéndole perdón, en un acto de oración donde se
involucran ellos, el paciente y todas las vidas durante las cuales ellos se han encontrado e
involucrado con esa persona, dándose curaciones que son consideradas milagrosas.

En el caso de los Lakotas en el norte, al cuerpo se le habla para informarle que una medicina va a
curarlo, y a la medicina también. Y lógicamente las personas sanan.
Como vemos, tomando algunos casos de medicina ancestral, llegamos a una interesante
conclusión: Los ancestros aceptaban a las partes de nuestro cuerpo como un ser completamente
inteligente y autónomo del cerebro, eso durante los últimos siglos se tomó como franca
superchería o superstición, pero veamos ahora los descubrimientos más recientes de la ciencia al
respecto.

La sabiduría del cuerpo es un buen punto de acceso a las dimensiones ocultas de la vida: es
totalmente invisible, pero innegable. Los investigadores médicos empezaron a aceptar este hecho
a mediados de los años ochenta.

Anteriormente se consideraba que la capacidad de la inteligencia era exclusiva del cerebro, pero
entonces se descubrieron indicios de inteligencia en el sistema inmune y luego en el sistema
digestivo.

LA INTELIGENCIA DEL SISTEMA INMUNE

La Dra. Bert descubrió (y luego lo confirmaron otros científicos), que existen tipos receptores
inteligentes no sólo en las células cerebrales, sino en las células de todas las partes del cuerpo (les
llamaron en un principio neuropéptidos). Cuando comenzaron a observar las células del sistema
inmunológico, por ejemplo, las que protegen contra el cáncer, las infecciones, etc., encontraron
receptores del mismo tipo que en el cerebro. En otras palabras, tus células inmunológicas, las que
te protegen del cáncer y de las infecciones, están literalmente vigilando cada pensamiento tuyo,
cada emoción, cada concepto que emites, cada deseo que tienes.

Cada pequeña célulaT y B del sistema inmunológico, produce las mismas sustancias químicas que
produce el cerebro cuando piensa. Esto, lo hace todo muy interesante, porque ahora podemos
decir que las células inmunológicas son pensantes. No son tan elaboradas, como lo es la célula
cerebral que puede hacerlo en inglés o en castellano; pero sí piensa, siente, se emociona y desea,
se alegra, se entristece, etc.

Y ello es la causa de enfermedades, de stress, cáncer, etc. cuando uno se deprime entran en
huelga y dejan pasar los virus que se instalan en tu cuerpo.

LA INTELIGENCIA DEL SISTEMA DIGESTIVO

Hace diez años parecía absurdo hablar de inteligencia en los intestinos. Se sabía que el
revestimiento del tracto digestivo posee miles de terminaciones nerviosas, pero se les consideraba
simples extensiones del sistema nervioso, un medio para mantener la insulsa tarea de extraer
sustancias nutritivas del alimento. Hoy sabemos que, después de todo, los intestinos no son tan
insulsos. Estas células nerviosas que se extienden por el tracto digestivo forman un fino sistema
que reacciona a sucesos externos: un comentario perturbador en el trabajo, un peligro inminente,
la muerte de un familiar.

Las reacciones del estómago son tan confiables como los pensamientos del cerebro, e igualmente
complicadas.
LA INTELIGENCIA DEL HÍGADO

Las células del colon, hígado y estómago también piensan, sólo que no con el lenguaje verbal del
cerebro. Lo que llamamos “reacción visceral” es apenas un indicio de la compleja inteligencia de
estos miles de millones de células.

En una revolución médica radical, los científicos han accedido a una dimensión oculta que nadie
sospechaba: las células nos han superado en inteligencia durante millones de años.

LA INTELIGENCIA DEL CORAZÓN

Muchos creen que la conciencia se origina únicamente en el cerebro. Recientes investigaciones


científicas sugieren de hecho que la conciencia emerge del cerebro y del cuerpo actuando juntos
(esto es conocido como Unidad Mente-Cerebro). Una creciente evidencia sugiere que el corazón
juega un papel particularmente significante en este proceso. Mucho más que una simple bomba ,
como alguna vez se creyó, el corazón es reconocido actualmente por los científicos como un
sistema altamente complejo, con su propio y funcional “cerebro”.

O sea, el corazón tiene un cerebro o una inteligencia. Según nuevas investigaciones en el campo
de la Neurocardiología, el corazón es un órgano sensorial y un sofisticado centro para recibir y
procesar información. El sistema nervioso dentro del corazón (o el “cerebro del corazón”) lo
habilita para aprender, recordar, y para realizar decisiones funcionales independientemente de la
corteza cerebral. Aparte de la extensa red de comunicación nerviosa que conecta al corazón con el
cerebro y con el resto del cuerpo, el corazón transmite información al cerebro y al cuerpo
interactuando a través de un campo eléctrico.El corazón genera el más poderoso y más extenso
campo eléctrico del cuerpo.

Comparado con el producido por el cerebro, el componente eléctrico del campo del corazón es
algo así como 60 veces más grande en amplitud, y penetra a cada célula del cuerpo. El
componente magnético es aproximadamente 5000 veces más fuerte que el campo magnético del
cerebro y puede ser detectado a varios metros de distancia del cuerpo con magnetómetros
sensibles.

RECOMENDACIONES:

Las investigaciones del Instituto Heart Math sugieren que respirando con Actitud, es una
herramienta que le ayuda a sincronizar su corazón, mente y cuerpo para darle una coherencia
psicofisiológica más poderosa. Al usar esta técnica regularmente unas cinco veces al día el
individuo desarrollará la habilidad para realizar un cambio de actitud durable.

Con Respirando con Actitud, la persona se enfoca en su corazón y en el plexo solar mientras
respira con una actitud positiva. El corazón automáticamente armonizará la energía entre el
corazón, mente y cuerpo, incrementando la conciencia y la claridad.
LA TÉCNICA DE RESPIRAR CON ACTITUD.

1. Enfóquese en su corazón mientras inhala. Mientras exhala enfóquese en el plexo solar. El plexo
solar se encuentra unos 20 centímetros debajo del corazón, justo debajo del esternón donde los
lados derecho e izquierdo de la caja torácica se juntan.

2. Practique inhalar a través del corazón y exhalar a través de la caja torácica durante 30 segundos
o más para ayudar a anclar su atención y su energía ahí.

Después escoja alguna actitud o pensamiento positivo para inhalar o exhalar durante esos 30
segundos o más. Por ejemplo, usted puede inhalar una actitud de aprecio y exhalar una de
atención.

3. Seleccione actitudes para respirar, que le ayuden a compensar las emociones negativas y de
desequilibrio de las situaciones por las que usted esta atravesando. Respire profundamente con la
intención de dirigirse hacia el sentimiento de esa actitud. Por ejemplo, usted puede inhalar una
actitud de balance y exhalar una actitud de misericordia, o puede inhalar una actitud de amor y
exhalar una actitud de compasión.

Practique diferentes combinaciones de actitudes que usted quiera desarrollar.


Puede decir en voz alta Respiro Sinceridad, Respiro Coraje, Respiro Tranquilidad, Respiro Gratitud
o cualquier actitud o sentimiento que usted quiera o necesite. Incluso si usted no siente el cambio
de actitud al principio, haciendo un esfuerzo genuino para cambiar, al menos le ayudará a alcanzar
un estado neutral. En el cual, usted tendrá más objetividad y ahorrará energía

De Marisa Blok

FUENTE:Luces del Nuevo Amancer

de Activando Tu ADN y Sanando Sistemas de Creencias

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