Solo aqu mi amor. Rubes cristalinos de paz y de cario Son tus labios tan tiernos y dulces como un nio.

Tus ojos, dos luceros, con matices dorados, El pelo de las sienes son hilos nacarados. El cuerpo musculoso, esbelto cual palmera, Se yergue omnipresente de orgullosa manera. Hermosa lava ardiente, pasin rezuma en ti; Ojos esmeraldas, mirar hasta morir. Infinita bondad, arrullo de pesares, Que me colma de dicha, aqu, en nuestros lares, Extiende el fiel refugio y cbreme de amor. Contigo cobijado y compartiendo ardor Seguro vivir, libre al fin del dolor. mandote sin mesura en terrenales mares

Jos miguel Ortiz