UNIDAD IV
El nuevo orden internacional en
el contexto de la posguerra fria
4,1 PROCESOS HISTORICOS QUE DAN FIN
ALA GUERRA FRIA
4,
.1 La desintegracién de la URSS
Un jueves 9 de noviembre de 1989, para ser preci
«05, tuvo lugar un acontecimiento crucial en la his-
toria del mundo contemporaneo: la caida del Muro
de Berlin. Hecho dotado de una doble significacion:
por un lado, representa la culminacién de un perfo-
do histérico, el fin del «socialismo real»; y por otro,
contiene la eficacia relativa para representar un pro-
eso en movimiento del cual forma parte de manera
singular, por haber derribade —literalmente— una
construccién aberrante que por veintiocho afios di-
Vidi6 a Europa en una parte Oriental y en otra Occi-
dental, en una concepcién mas politica que geogrd-
fica
Paso decisivo, pero inacabado -simbolo en sus
penso- hacia la recomposicién de Europa como to-
{alidad historica, que vivi6 dos historias parciales (una
liberal y otra estatalistal, que separaron a individuos
ya colectividades singulares que nunca se vieron a
sf mismas como diferentes; y asi lo entienden quie-
nes vivieron en Europa del Este cuando afirman: «no
hesnos abandonado el Este para unirmos a Occiden-
te sino para unimos a Europa»
(1970-1998)
De igual forma, y con cierta anterioridad, otros
dos términos se volvieron claves en las transforma-
cciones operadas en el bloque socialista: la perestroika
(reforma) y la glasnost (transparencia informativa),
impulsadas-en 1985 por el entonces secretario ge-
neral del Partido Comunista de la URS, Mijail Ser-
gueivich Gorbachov, que habrian de tener, como des-
enlace, el nacimiento de la Comunidad de Estados
Independientes (CEN), el 22 de diciembre de 1991
fecha en que la URSS dej6 de existir como ente
juridico intemnacional-, y la terminacion de setenta
aftos de poder soviético que, en su érbita de influen-
Cia, atrajo a mas de 170 pueblos (un crisol multietni-
o} sometidos por los 6rganos represivos del gobier-
no y el Partido Comunista,
Existen interpretaciones histéricas de mayor
alcance que se refieren no solo al derrumbe del im-
perio soviético que duré setenta afos, sino de la des-
integracién del imperio de atodas las Rusias, que duro
mas de tes siglos. Un verdadero «cambio tectoni-
co» que afect6 la fisonomia de la antigua poten
socialista en un sentido tan radical e inesperado, que
plamtea, hoy dia, un problema geopolitico mayor, en
a medida que el Estado soviético, bajo su anterior
naturaleza, gravitaba militar y diplomaticamente en
cl sistema internacional, donde los Estados Unidos y
Europa preferian tratar con una URSS econémica-
1439MOKD IYO ‘Anunve orden internacional en el comterio ela posauerra fra 970-1998)
mente debilitada y en vias de democratizacién, como
cabia esperar en el modelo de la «convergencias
segiin el cual las contradicciones del soctalismo se
‘fesolverian en una transicion hacia formas capitalis-
fas, pues aquel no es mas que una parte del universo
sociohistorico de és
Para entender este complejo proceso de cam.
bio y ruptura en la sociedad sovietica, y posterior
mente apreciar sus alcances al conjunto del bloqui
les necesario tenet en cuenta los fundamentos polit
o-econdmicos del primer Estado socialista del mun
do contempordneo, nacido en 1917, que definen en
esencia esto que se ha venido nombrando como «so:
Cialismo reals, y que se fue transformado en funcion
de los intereses de la gerontacracia gobernante en la
Unién Soviética,
La reiteracin de las proclamas dogmaticas de
los bolcheviques (sinternacionalismo proletariado»,
sdictadura del proletariado», «democracia socials
1a») o la neutralidad diplomatica de las Naciones
Unidas («economtas de planificacién centralizadas)
tendieron un velo semantico que apenas pudo evitat
la adjetivacisn de estos regimenes como «dictadu-
Fas comunistas» 0 cestados burocraticos». En todo
2x0, el «socialismo reals, en sus no muy variadas
acepciones, adquiere sus caracteristicas de origen
en el modelo soviético tradicional, particularmente
bajo la dirigencia de Jose Stalin
El régimen socialista soviético constituye el pri
mer modelo derivado de una revolucion nacional
anticapitalista que puso de manifiesto dos tipos de
conflicto: el de clase, que se da dentro de la socie
dad, y el intemacional, que se presenta entre Jos
paises desarrollados dominantes y los subdesarrolla-
dos dependientes; ¢s decir, se debe comprender que
se tata de dos géneros o formas de emancipacién
distintas. Una, de tipo social, y otra, de tipo nacio-
nal, y ambas derivaron en un modelo de Estado so-
cial ideologicamente diferente, basado en los prin-
Cipios doctrinarios del marsismo-leninismo.
Con el triunfo de ta revolucion socialista, el 7 de
noviembre de 1917, el dirigente de la fracci6n bol-
chevique det Partido Obrero Socialista, Vladimir lich
Lenin, encabez6 la fundacién del nuevo Estado sovieti-
al forma
do cual:
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Lo mismo ocurtié con el ideal de
gestion democratica, al adoptarse el sis-
tema de planificacién centralizada, que
‘en una primera etapa de la formacion
social de la Unién Soviética, fue el ins-
trumento para alcanzar la industrializa-
cin acelerada del pafs, sobre todo en
aquellas regiones predominantemente
campesinas. Al mismo tiempo, la planifi-
cacitn significaba la antitesis del merca-
do capitalista que, por sus imperfeccio-
nes, no lograba asignar equitativamente
los recursos productivos, generando tam.
bién disparidades en la esfera del consu-
mo, lo cual qued6 demostrado con la
profunda crisis econémica que padecie-
ron los paises capitalistas entre 1929-
1931, expresada como una quiebra finan-
ciera’y un elevado desempleo.
Figura 4.1
La planificacién centralizada limi-
16 significativamente el margen de autogestion de
{os sindicatos obreros, pese a los intentos de flexib
lizacién que intentaron introducir los economists
de la Nueva Politica Econémica. La organizacion
vertical de las unidades productivas, a través de un
régimen de gerentes y capataces, respondta a los
intereses del Estado y del partido, provocando con
ello la ineficiencia, la falta de creatividad, el ausen-
tismo y el sabotaje, deformando el aparato producti
voa nivel sectorial y regional. De hecho, la autoges-
tién en el socialismo soviético desaparecié entre 1921
y 1970.
Finalmente, el principio decimonénico de
igualdad formé parte de la doetrina social de fa
Unién Soviética, al menos hasta 1931. En efecto,
en los anos veinte, el partido y los sindicatos ad-
mitieron que era necesario mantener cierto nivel
de diferenciacién salarial, de acuerdo a la capaci
dad, intensidad y dificultad det trabajo. Si bien
estas diferencias se fueron reduciendo lentamen-
te, no sucedi6 asi con los salarios de la élite go-
bemante, cuyos privilegios materiales crecieron de
manera constante y ostensible, a partir de 1918,
pudiendo con ello tener un mayor acceso a la vi-
vienda, servicios médicos y actividades recreati
vas.
Fue Stalin quien, en 1931, se pronuncié en con-
tra del discurso igualitario, afirmando que en la tran-
sicién al socialismo era necesaria la diferenciacion
de ingresos, contribuyendo asf a mantener un mer-
Problemas de abasto en la URSS.
cado de trabajo que, aunque imperfecto (existia un
sector de trabajo forzado), se seguia rigiendo por las
fuerzas de la oferta y la demanda, que hacen del
salario un factor de movilidad laboral. Algo similar
sucedi6 con el mercado de bienes, pues si bien el
Fstado mantenfa un sistema de asignacion de pre-
ios, éste coexistia con una red de intercambios
mercantiles libres de control, incluyendo una franja
de economfa «secundaria» ilegal o mercado negro.
Las estructuras econ6micas y politicas del Es-
tado soviético se fueron prefigurando de tal modo
que, en conjuito, permiten definir con cierta clari-
dad la naturaleza del socialismo real, cuyos conte-
nnidos originales se fueron trastocando bajo la férrea
mano del régimen de Stalin. Ast, en una perspec
hist6rica, lo que hoy se suele apreciar como desvia-
clones en la formacién det sistema, fueron en real
dad limitaciones de tipo hist6rico y cambio de con-
ccepciones programaticas, como:
1. _aexistencia de sectores pre-capitalistas aferra-
dos a tradiciones y costumbres regionales, la
servidumbre y el culto a la personalidad, junto
con las condiciones impuestas por una econo-
mia semiindustrializada, que se veia motivada
a alcanzar la modernizacion, tomando como
modelo a los paises desarrollados;
2. la hostilidad internacional -que vefa en la ex-
periencia socialista un riesgo para la estabili
dad del desarrollo capitalista~ no ces6 en sus
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