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46 EL MUNDO.

MIÉRCOLES 2 DE FEBRERO DE 2011

CULTURA

Katherine Pancol
reinventa su
bestiario de oro
‘El vals lento de las tortugas’ se adentra en
el ‘thriller’ e incorpora un asesino en serie

LAURA FERNÁNDEZ / Barcelona trama (alrededor pivotan el resto de


A Joséphine la vida le sonríe. Su pri- personajes: su tiránica madre, la in-
mera novela ha sido un éxito y se ha decisa Hortense, que se ha ido a es-
mudado a un envidiable apartamen- tudiar moda a Londres, Philippe y su
to en un no menos envidiable barrio hijo, que también viven en Inglaterra
de París con su hija Zoe (aún una pero que visitan París a menudo pa-
problemática adolescente). Sí, tam- ra ver a Iris, que, por cierto, está in-
bién se ha mudado con ella su baja ternada en un psiquiátrico), pero es
autoestima (sigue creyendo que las la historia del asesino la que manda.
cosas podrían irle mejor si fuera tan Porque así lo quiso su autora. «Me
guapa como su hermana Iris, que interesaba hablar de un asesino en
siempre lo ha tenido todo pero no ha serie, de toda la psicología que hay
llegado a ningún sitio), y, lo que es detrás de la persona que mata a
peor, se ha apuntado a la mudanza otras personas, de cómo un hombre
un asesino en serie que amenaza a cualquiera, que una vez fue un niño
cualquier chica que se cruce en su simpático y bondadoso, puede con-
camino. Katherine Pancol ha vuelto vertirse en un monstruo», dice Pan-
y esta vez los cocodrilos de ojos col, siempre sonriente.
amarillos tienen más aspecto de Amante del género negro desde el
monstruo que nunca. Aunque prefie- principio de los tiempos (hizo su te-
ren pasar por tortugas. La segunda sis sobre la novela policíaca), Pancol
entrega de la serie protagonizada se confiesa fan de Ed McBain y Wi-
por Joséphine se llama El vals lento lliam Riley Burnett (autor de La jun-
de las tortugas (La Esfera de los Li- gla de asfalto, y especialista en
gángsters), aunque no sabe si algún La escritora francesa Katherine Pancol, ayer en Barcelona, donde presentó su nueva novela. / MARTA PÉREZ / EFE
día creará a un detective ficticio. «No
«Quería descubrir
elijo las historias, son ellas las que
me eligen a mí», dice la escritora. «Hay mucho de mí en Joséphine» explicarse cuál es la
clave de su éxito? «Su-
cómo alguien Una vez las tiene, sin embargo, im- pongo que una de ellas
prime en ellas un mensaje. «Es muy Que la protagonista de ella se mudó a Nueva ‘Yo primero’, pero esta es Joséphine. Todas las
se convierte en importante contar lo que cada uno la historia tenga un tre- York. «Seguro que hay es mi novela número mujeres se identifican
un ‘killer’», afirma de nosotros hace con el talento que mendo éxito con su pri- mucho de mí en Jo- 13, ya no hablo de mí to- con ella e incluso algu-
recibe al nacer», dice Pancol. «Por mera novela, un éxito séphine, pero también do el tiempo», añade. nos hombres también»,
ejemplo, Iris, la hermana de Joséphi- tan grande que le dé co- hay mucho de mí en Su sello editorial pien- dice. Víctima de la vida
ne, lo tiene todo cuando nace. Es mo para mudarse a un Marcel, y en el resto de sa rescatar esa primera que siempre se guarda
Mantiene la intriga en guapa, inteligente y muy despierta, elegantísimo barrio de mis personajes», admi- novela, dando inicio a un as en la manga, Jo-
torno a los personajes pero no hace nada con su vida. He París, tiene algo que ver te la escritora. «La pri- una labor de reedición séphine quizá no sea
de ‘Los ojos amarillos conocido a mucha gente como ella, con la peripecia perso- mera novela que escribí que quizá tenga conti- tan guapa como su her-
súper brillante, que podrían haber nal de la propia Kathe- sí que era todo yo, yo y nuidad. mana, «pero tiene más
de los cocodrilos» llegado a cualquier parte, y que sin rine Pancol, sólo que yo. Hasta se llamaba ¿Sigue la autora sin cosas que ella».
embargo no han hecho nada», dice
la escritora, que antes fue periodista
bros/Empúries) y promete repetir el (trabajó en Cosmopolitan y Elle). que estamos», dice, le dio una terce- gente, pero los lunes está vacío y de- ojos amarillos de los cocodrilos ven-
éxito de su antecesora. Con la intención de seguir «el iti- ra entrega a su serie sobre Joséphi- ben sentirse más solas y seguro que dió más de un millón de ejemplares
Eso sí, transformando la comedia nerario» de sus personajes, porque ne, a la que ha llamado Las ardillas eso las entristece», contesta la escri- en Francia, y se convirtió en un best
de enredos en un thriller de enredos, eso es lo que más le interesa, «descu- de Central Park están tristes los lu- tora, que nació en Casablanca pero seller en muchos otros países, inclui-
porque la relación entre Joséphine y brir cómo nos convertimos en lo que nes. ¿Lo están realmente? «Sí, por- creció en Francia (sus padres se mu- do España. Para entonces, Katheri-
su hermana sigue situándose en al- somos, todo el trabajo que hacemos que los domingos están muy ocupa- daron cuando ella apenas tenía cin- ne ya vivía en Nueva York y era au-
gún punto cercano al centro de la día a día para llegar al punto en el das porque el parque está lleno de co años). Su primera novela, Los tora de una decena de novelas.

que Magris llama «epígono precursor», y al- (en el tono a veces distante de Lernet-Hole- nia nos deja (a mí me ocurre al menos) con
DECADENCIAS go antes de Alexander Lernet-Holenia nia) las aventuras del teniente Wallmoden, las ganas de una biografía de este refinado y
(1897-1976), traducido en España cuando que se ve inmerso en la invasión alemana de como ajeno personaje austrohúngaro que
LUIS ANTONIO aún vivía en colecciones de signo popular, co- Polonia. Crudeza, amor, intriga y elementos empezó siendo poeta con el aplauso del pro-
DE VILLENA mo una rareza mal ubicable, y que desde ha- fantásticos si no preternaturales, nos llevan a pio Rilke y que en sus relatos posteriores pa-
ce pocos años va logrando el lugar que le co- la dura evocación de una situación de guerra rece que nunca dejó de extrañar aquella na-
rresponde. Siruela publicó El barón Bagge y, (que aquella censura juzgó poco estimulante tal Viena de las Habsburgo y de la cripta de
Lernet-Honelia, más recientemente, Minúscula –una editorial
que ironiza con su nombre– El joven Monca-
para los nazis) en medio de personajes, inclu-
yendo al autor, que son seres desolados y
los Capuchinos, por no decir (demasiado fá-
cil ahora) de la Marcha Radetzky...
austrohúngaro da y ahora Marte en Aries.
Tras luchar en la Primera Guerra Mundial,
magníficos, príncipes de algún extraño reino Un mundo perdido de pasiones refinadas,
caballeros teutones, exquisitez sensual y un
El final del Imperio Austrohúngaro, en 1919, adoptar los apellidos de su madre y hacer ho- aura de flores ultramundanas olidas como al
no sólo dejó la nostalgia de una cierta Euro- nor silente a la leyenda que le hacía hijo no azar en el descote de una dama, una noche
pa perdida, una secuela de países que no ha reconocido de un archiduque imperial, Ler- Viaja con la melancolía pasada casualmente en un castillo de Bohe-
cesado de fragmentarse, sino (y a lo que va- net-Holenia (pelo planchado, rasgos refina- del Imperio caído y mezcla mia por un aristocrático teniente que va de
mos) un espléndido grupo de escritores que dos, larga boquilla) viaja con la melancolía regreso hacia su regimiento... Además, ¿qué
fueron desde Rilke o Von Hofmannsthal has- del Imperio caído y mezcla en sus escritos
historias de guerra, amor le contaron de los sótanos de aquel palacete
ta Joseph Roth, Hermann Broch (La muerte historias de guerra, amor y un sentimiento y afición al ocultismo montuoso? ¿Quién era el caballero, amigo de
de Virgilio) o Paul Celan, hasta algunos otros aristocrático de afición al ocultismo que le lle- la dama, que se unió inesperadamente a la
que pudieron tenerse como inicialmente me- va –como si él mismo lo reencarnase– a escri- copa final? ¿Por qué no vió a nadie, al partir
nores pero que no han hecho –siendo ellos la bir una singular novela sobre El conde de perdido, que mueven su distinción y sus som- al alba con un raro mensaje, cuando todo pa-
postrimería de aquella Mitteleuropa– sino co- Saint-Germain (1948). Escrita en 1941, pero bras como en una dimensión que los demás recía desierto? Este es el clima (en una singu-
brar cada vez más importancia, hablo desde publicada sólo después de la guerra, por cau- podemos presentir, pero sólo contemplar o lar escritura) de Lernet-Holenia. Con Von
luego de Gregor von Rezzori (1914-1998) al sa de la censura nazi, Marte en Aries cuenta conocer a medias. La lectura de Lernet-Hole- Rezzori el irreal fin de un Imperio.

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