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Programación.

Evaluación

EVALUACIÓN

1. CARACTERÍSTICAS GENERALES
2. CRITERIOS DE EVALUACIÓN
3. PROCEDIMIENTOS E INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN
4. CRITERIOS DE CALIFICACIÓN
5. CRITERIOS DE ADQUISICIÓN DE CADA COMPETENCIA
BÁSICA
6. CRITERIOS DE SUPERACIÓN DE LA MATERIA
7. PLAN DE RECUPERACIÓN DE PENDIENTES
8. EVALUACIÓN DE LA PRÁCTICA DOCENTE

ORDE de 14 de desembre de 2007, de la Conselleria d'Educació, sobre avaluació en


Educació Secundària Obligatòria (DOCV 21/12/2007)
ORDE de 24 de novembre de 2008, de la Conselleria d'Educació, sobre avaluació en
batxillerat en la Comunitat Valenciana (DOCV 15/12/2008)

Programaciones Didácticas:
● Procedimientos para evaluar el proceso en aprendizaje
● Medidas de atención a la diversidad establecidas en el PEC
● Definir estrategias e instrumentos de evaluación
● Mecanismos para participación del alumno en el proceso de
Evaluación
● Mínimo: Una evaluación cada trimestre. La última sesión se realiza al finalizar
el periodo lectivo ordinario establecido por el calendario (artículo 5.1)
● El alumnado que promocione sin haber superado todas las materias seguirá un
programa de refuerzo destinado a recuperar los aprendizajes no adquiridos y
deberá superar la evaluación correspondiente a dicho programa.
● Esta medida de atención a la diversidad será tenida en cuenta a los efectos de
calificación de las materias no superadas y de promoción.
● El programa de refuerzo lo elaborará el departamento didáctico de la materia
correspondiente, de acuerdo con el Plan de Atención a la Diversidad del centro,
asesorado por el departamento de orientación
● En las programaciones didácticas se establecerán los criterios y las estrategias
para elaborar estos programas de refuerzo, así como los criterios de
evaluación para su superación.
Cada Profesor de cada Departamento, al finalizar el curso, la evaluará tomando como
referente el currículo de cada materia.
Programación. Evaluación

EVALUACIÓN Y PROMOCIÓN EN LA ESO

1. La evaluación del proceso de aprendizaje del alumnado de la educación secundaria


obligatoria será continua y diferenciada según las distintas materias del currículo.

2. Las decisiones sobre la promoción del alumnado de un curso a otro, dentro de la etapa,
serán adoptadas de forma colegiada por el conjunto de profesores del alumno respectivo,
atendiendo a la consecución de los objetivos. Las decisiones sobre la obtención del título al
final de la misma serán adoptadas de forma colegiada por el conjunto de profesores del
alumno respectivo, atendiendo a la consecución de las competencias básicas y los
objetivos de la etapa.

3. A los efectos de lo dispuesto en el apartado anterior, los alumnos promocionarán de curso


cuando hayan superado los objetivos de las materias cursadas o tengan evaluación
negativa en dos materias, como máximo y repetirán curso cuando tengan evaluación
negativa en tres o más materias. Excepcionalmente, podrá autorizarse la promoción de un
alumno con evaluación negativa en tres materias cuando el equipo docente considere que
la naturaleza de las mismas no le impide seguir con éxito el curso siguiente, se considere
que tiene expectativas favorables de recuperación y que dicha promoción beneficiará su
evolución académica. Las Administraciones educativas regularán las actuaciones del
equipo docente responsable de la evaluación.

4. Con el fin de facilitar a los alumnos la recuperación de las materias con evaluación
negativa, las Administraciones educativas regularán las condiciones para que los centros
organicen las oportunas pruebas extraordinarias en las condiciones que determinen.

5. Quienes promocionen sin haber superado todas las materias seguirán los programas de
refuerzo que establezca el equipo docente y deberán superar las evaluaciones
correspondientes a dichos programas de refuerzo. Esta circunstancia será tenida en cuenta
a los efectos de promoción y titulación previstos en los apartados anteriores.

6. El alumno podrá repetir el mismo curso una sola vez y dos veces como máximo dentro de
la etapa. Cuando esta segunda repetición deba producirse en el último curso de la etapa,
se prolongará un año el límite de edad al que se refiere el apartado 2 del artículo 4.
Excepcionalmente, un alumno podrá repetir una segunda vez en cuarto curso si no ha
repetido en los cursos anteriores de la etapa.

7. En todo caso, las repeticiones se planificarán de manera que las condiciones curriculares
se adapten a las necesidades del alumno y estén orientadas a la superación de las
dificultades detectadas.

8. Los alumnos que al finalizar el cuarto curso de educación secundaria obligatoria no hayan
obtenido la titulación establecida en el artículo 31.1 de esta Ley podrán realizar una prueba
extraordinaria de las materias que no hayan superado.

9. Los alumnos que cursen los programas de diversificación curricular a los que se refiere
el artículo 27, serán evaluados de conformidad con los objetivos de la etapa y los criterios
de evaluación fijados en cada uno de los respectivos programas.
Programación. Evaluación

EVALUACIÓN Y PROMOCIÓN EN EL BACHILLERATO

Evaluación
1. La evaluación del aprendizaje será continua y diferenciada según las distintas materias y
se llevará a cabo teniendo en cuenta los diferentes elementos del currículo.
2. El alumnado podrá realizar una prueba extraordinaria de las materias no superadas, en
las fechas que determinen las administraciones educativas.
3. El profesor de cada materia decidirá, al término del curso, si el alumno o la alumna ha
superado los objetivos de la misma, tomando como referente fundamental los criterios de
evaluación.
4. El equipo docente, constituido por los profesores de cada alumno o alumna coordinados
por el profesor tutor, valorará su evolución en el conjunto de las materias y su madurez
académica en relación con los objetivos del Bachillerato así como, al final de la etapa, sus
posibilidades de progreso en estudios posteriores.
5. Los profesores evaluarán tanto los aprendizajes del alumnado como los procesos de
enseñanza y a su propia práctica docente.

Promoción
1. Al finalizar el primer curso, y como consecuencia del proceso de evaluación, el profesorado
de cada alumno adoptará las decisiones correspondientes sobre su promoción al segundo
curso.
2. Se promocionará al segundo curso cuando se hayan superado todas las materias cursadas
o se tenga evaluación negativa en dos materias como máximo.
3. Quienes promocionen al segundo curso sin haber superado todas las materias, deberán
matricularse de las materias pendientes del curso anterior. Los centros organizarán las
consiguientes actividades de recuperación y la evaluación de las materias pendientes.
4. Los alumnos y las alumnas que no promocionen a segundo curso deberán permanecer un
año más en primero, que deberán cursar de nuevo en su totalidad si el número de materias
con evaluación negativa es superior a cuatro.
5. Quienes no promocionen a segundo curso y tengan evaluación negativa en tres o cuatro
materias podrán optar por repetir el curso en su totalidad o por matricularse de las materias
de primero con evaluación negativa y ampliar dicha matrícula con dos o tres materias de
segundo en los términos que determinen las administraciones educativas. En todo caso
estas materias de segundo no podrán requerir conocimientos incluidos en las materias de
primer curso no superadas.
6. los alumnos y las alumnas que al término del segundo curso tuvieran evaluación negativa
en algunas materias podrán matricularse de ellas sin necesidad de cursar de nuevo las
materias superadas.
Programación. Evaluación

EVALUACIÓN DEL PROCESO DE APRENDIZAJE

Los criterios de evaluación.

El currículo oficial establece unos criterios que constituyen enunciados que indican qué evaluar
para cada materia. Los centros deberán establecer la concreción y adaptación de estos criterios
en sus concreciones curriculares.

Los criterios de evaluación hacen posible la acción educadora al permitir el seguimiento de los
procesos de enseñanza-aprendizaje ajustando los itinerarios que se recorren en función de los
objetivos previstos. Aquí se halla su gran finalidad o función formativa.

Procedimientos e instrumentos de evaluación.

Si la evaluación constituye un proceso flexible los procedimientos habrán de ser variados. Para
recoger datos podemos servirnos de diferentes procedimientos de evaluación:
* La observación de comportamientos.
* Entrevistas.
* Pruebas.
* Cuestionarios orales y escritos.

Los datos se recogen en diversos instrumentos para la evaluación. Podemos clasificarlos en


oficiales, cuyo formato ha sido determinado por la administración o personales, de formato libre
seleccionados o construidos por el profesor o equipo de profesores.

Son documentos de registro oficial: los informes de evaluación individualizados, el expediente


académico del alumno, el libro de escolaridad y las actas de evaluación.

Entre los instrumentos de registro del profesor o equipo pueden ser utilizados escalas de
valoración (para contenidos de tipo actitudinal y procedimental) y listas de control (para objetivos y
contenidos vinculados al dominio conceptual).

EVALUACIÓN DEL PROCESO DE ENSEÑANZA

Las normas de evaluación en Educación Secundaria establecen que los profesores evaluarán los
procesos de enseñanza y su propia práctica docente en relación con el logro de los objetivos
educativos del currículo. Esta evaluación, tendrá también un carácter continuo y formativo e
incluirá referencias a aspectos tales como:
• La organización del aula.
• El aprovechamiento de los recursos del centro.
• La relación entre profesor y alumnos.
• La relación entre profesores.
• La convivencia entre alumnos.

• Concreción del currículo, tratamiento transversal de materias, Plan de Atención a la


Diversidad PAT
• Organización y gestión de espacios, tiempos y recursos del centro
• La acción coordinada y progresiva del equipo docente
• El funcionamiento de los órganos y personas del centro: claustro, cocope, Equipo
Directivo
Programación. Evaluación

• La regularidad y adecuación de intercambio de información con alumnos y familias

DECISIONES ACERCA DE LA EVALUACIÓN.

Según indica el currículo oficial, los criterios de evaluación establecen el tipo y el grado de
aprendizaje que se espera que los alumnos vayan alcanzando a lo largo de la Educación
Secundaria Obligatoria con respecto a las competencias básicas y a las capacidades indicadas en
los objetivos generales. El nivel de cumplimiento de estos objetivos en relación con los criterios de
evaluación fijados no ha de ser medido de forma mecánica, sino con flexibilidad, y teniendo en
cuenta la situación del alumno, el curso que se encuentra, además de sus propias características y
posibilidades. A su vez, la evaluación, cumple, fundamentalmente, una función formativa, porque
ofrece el profesorado unos indicadores de la evolución de los sucesivos niveles de aprendizaje de
sus alumnos, con la consiguiente posibilidad de aplicar mecanismos correctores de las
insuficiencias advertidas. Por otra parte, esos indicadores constituyen una fuente de información
sobre el mismo proceso de enseñanza. Por ello, los criterios de evaluación vienen a ser un
referente fundamental de todo el proceso interactivo de enseñanza y aprendizaje.

Para que los criterios de evaluación puedan realmente cumplir esta función formativa es preciso
que se utilicen desde el comienzo del proceso de aprendizaje; por tanto, es fundamental
contar con los criterios para cada curso y, en él para las unidades didácticas, ya que cuanto
antes se identifiquen posibles dificultades de aprendizaje, antes se podrá reajustar la intervención
pedagógica.

Qué evaluar
Teniendo presentes los objetivos generales de la Etapa, las competencias educativas que
se pueden alcanzar y partiendo de los objetivos generales de la asignatura, entendemos que lo
que hay que evaluar son los contenidos y su grado de consecución.
Los contenidos constituyen el objeto de la enseñanza, aquello que los alumnos han de
lograr. Señalan los resultados esperados del aprendizaje, y el trabajarlos y poseerlos genera el
desarrollo de las capacidades y la adquisición de competencias.
Con respecto a qué evaluar en los tres espacios definidos en el apartado anterior, la prueba
inicial debe atender en una proporción más alta a los contenidos de saber, mientras que la
continua y la final deben buscar un equilibrio ponderado entre los tres tipos.

Cómo evaluar
De acuerdo con Pozo (1992) consideramos fundamental la distinción en la evaluación de
hechos, por una parte y de conceptos o jerarquías conceptuales superiores, por otra. Para la
evaluación de estos últimos sugerimos diversas estrategias:
– La definición del significado.
– El reconocimiento de la definición.
– La exposición temática.
– La identificación y categorización de ejemplos y
– La aplicación a la solución de problemas.
En cuanto a la evaluación del hacer y del saber hacer, se adecua satisfactoriamente a las
propuestas de Coll y Valls (1992) según las cuales algunas dimensiones que se espera que el
alumno consiga respecto del aprendizaje de procedimientos son:
– Conocimiento del procedimiento.
– Contextualización.
– Automaticidad en la ejecución.
– Corrección en la ejecución de las operaciones, lo que supone la integración y precisión del
conjunto de la acción.
– Generalización del procedimiento y
Programación. Evaluación

– Pertinencia, entendida como frecuencia con que aparecen en las situaciones en que se
requieren.
Con respecto a la evaluación de las actitudes tres componentes básicos deben ser
considerados:
– Componente cognitivo: Cómo se hace inteligible el significado de la actitud.
– Componente afectivo: Qué atributo del sentir se asocia con el significado de la actitud y
– Componente conductual: Qué clase de acción acompaña al significado de la actitud.

Cuándo evaluar
En cada unidad didáctica en tres momentos espacio- temporales:
a) Antes de comenzar la unidad es fundamental plantear y realizar una evaluación inicial que
permita averiguar aquello que el alumnado ya sabe. Esta evaluación previa debe propender
a que se expliciten los preconceptos y los esquemas alternativos del alumnado así como su
cosmovisión en relación con los contenidos. Los resultados de dicha evaluación deberán
incorporarse al proceso de enseñanza- aprendizaje
b) A lo largo del desarrollo de la unidad. Nos referimos aquí a un tipo de evaluación continua, y
procesual, facilitadora del proceso de enseñanza - aprendizaje e integrada en él. De
carácter eminentemente formativo, sus conclusiones parciales retroalimentarán dicho
proceso, potenciando la atención a la diversidad.
c) Al finalizar cada unidad, con el fin de establecer el grado de adquisición de las competencias
propugnadas por los objetivos y los criterios de evaluación.
La evaluación de competencias
Las directivas europeas y las prescripciones curriculares establecen las competencias
básicas como un elemento orientador de todo el proceso de enseñanza aprendizaje. Si bien
la orientación metodológica del centro y del departamento son determinantes creemos
necesario puntualizar algunas condiciones que han de considerarse necesariamente a la
hora de evaluar las competencias:
a) Establecimiento de una congruencia entre los objetivos, los contenidos y los
criterios de evaluación y su inserción en un marco afín a la competencia que se
pretende desarrollar. Es decir, objetivos, contenidos y criterios de evaluación
deben presentar una coherencia interna y a su vez estar orientados para el logro
de la competencia de que se trate.
b) La evaluación de competencias debe estar centrada en la realización de tareas
encaminadas a resolver situaciones problemáticas de interés en la vida corriente
y que de alguna manera aparezcan reflejadas en el currículum propuesto.
Nuestro concepto de tarea implica un conjunto de actividades ordenadas que a
partir de un objetivo aplica en su realización contenidos de diversas tipologías
para conseguir experiencias y resultados útiles. El criterio de evaluación
(desglosado en indicadores) nos indicaría hasta que punto nuestra enseñanza
está produciendo un aprendizaje competente.
c) El diseño de esas tareas, su realización y sus resultados es fundamental que
queden plasmados en algún tipo de registro: cuaderno de clase, porfolio, registro
virtual, diario de clase, revista de aula o de centro, radiodifusión interna, etc. Este
registro (de cualquier tipología) es un elemento valiosísimo que permitirá evaluar
el grado de consecución de las competencias.
Programación. Evaluación


Programación. Evaluación


● Elementos que debe contener:
– Concreción de objetivos, contenidos y criterios de evaluación
– La selección de aquellos contenidos que se consideran básicos para un
adecuado progreso educativo del alumnado y su promoción a los
cursos sucesivos
– La organización de los contenidos que permita la atención a la
diversidad de motivaciones, intereses y capacidades del alumnado, por
ofrecer una adecuada gradación del aprendizaje, así como las medidas
educativas complementarias y de refuerzo
– Las medidas, las estrategias didácticas y los criterios de evaluación
previstos para facilitar al alumnado la superación de las
correspondientes materias y ámbitos pendientes.
– Los métodos, estrategias y recursos didácticos previstos para
transformar las intenciones educativas en una propuesta coherente de
actividades de aula, así como los procedimientos e instrumentos para
evaluar los aprendizajes del alumnado y seguir su progreso
– La integración, en la materia, ámbito o módulo correspondiente, de la
educación en valores
Programación. Evaluación

III.1 PROPUESTAS DE EVALUACIÓN


Si bien el proceso y la metodología de la evaluación corresponde establecerlos y dirigirlos al
profesorado, no es menos cierto que los materiales didácticos prefiguran el proceso y la
tipología evaluatorios.
En este sentido, sugerimos algunas pautas fundamentadas sobre el cuándo, cómo y qué
evaluar, desde la óptica del empleo de nuestros materiales.

III.1.1 CUÁNDO EVALUAR


Dependiendo de la metodología utilizada por el profesor las unidades temáticas pueden ser
agrupadas en diferentes unidades didácticas. Dichas unidades didácticas deben ser evaluadas
en tres momentos espacio- temporales:
a) Antes de comenzar la unidad es fundamental plantear y realizar una evaluación inicial que
permita averiguar aquello que el alumnado ya sabe. Esta evaluación previa debe propender
a que se expliciten los preconceptos y los esquemas alternativos del alumnado así como su
cosmovisión en relación con los contenidos. Los resultados de dicha evaluación deberán
incorporarse al proceso de enseñanza- aprendizaje
b) A lo largo del desarrollo de la unidad didáctica. Nos referimos aquí a un tipo de evaluación
continua, y procesual, facilitadora del proceso de enseñanza - aprendizaje e integrada en
él. De carácter eminentemente formativo, sus conclusiones parciales retroalimentarán
dicho proceso, potenciando la atención a la diversidad.
c) Al finalizar cada unidad, con el fin de establecer el grado de alcance de las finalidades
propugnadas por los objetivos y los criterios de evaluación.

III.1.2 QUÉ EVALUAR


Teniendo presentes los objetivos generales de la Etapa y partiendo de los objetivos
generales de la asignatura, entendemos que lo que hay que evaluar son los contenidos.
Los contenidos constituyen el objeto de la enseñanza, aquello que los alumnos han de
lograr. Señalan los resultados esperados del aprendizaje, y el trabajarlos y poseerlos genera el
desarrollo de las capacidades.
En los materiales de nuestro proyecto los contenidos conceptuales, procedimentales y
actitudinales están presentados con indicadores de actuación que permiten su evaluación.
Estos contenidos están explicitados con claridad en las parrillas correspondientes de este
proyecto (véase cap.. II).
Con respecto a qué evaluar en los tres espacios definidos en el apartado anterior, la prueba
inicial debe atender en una proporción más alta a los contenidos conceptuales, mientras que la
continua- procesual y la final deben buscar un equilibrio ponderado entre los tres tipos.

III.1.3 CÓMO EVALUAR


Como indicábamos más arriba los contenidos se presentan a los alumnos con indicadores
que implican un modus operandi evaluatorio.
Queremos añadir aquí, no obstante algunas precisiones que fundamentan nuestras
propuestas. De acuerdo con Pozo (1992) consideramos fundamental la distinción en la
evaluación de hechos por una parte y de conceptos o jerarquías conceptuales superiores,
por otra. Para la evaluación de estos últimos sugerimos diversas estrategias:
– La definición del significado.
– El reconocimiento de la definición.
– La exposición temática.
– La identificación y categorización de ejemplos y
– La aplicación a la solución de problemas.
Programación. Evaluación

En cuanto a la evaluación de los procedimientos, nuestro proyecto se adecua


satisfactoriamente a las propuestas de Coll y Valls (1992) según las cuales algunas
dimensiones que se espera que el alumno consiga respecto del aprendizaje de procedimientos
son:
– Conocimiento del procedimiento.
– Contextualización.
– Automaticidad en la ejecución.
– Corrección en la ejecución de las operaciones, lo que supone la integración y precisión del
conjunto de la acción.
– Generalización del procedimiento y
– Pertinencia, entendida como frecuencia con que aparecen en las situaciones en que se
requieren.
Con respecto a la evaluación de las actitudes tres componentes básicos deben ser
considerados (Bruyn):
– Componente cognitivo: Cómo se hace inteligible el significado de la actitud
– Componente afectivo: Qué atributo del sentir se asocia con el significado de la actitud y
– Componente conductual: Qué clase de acción acompaña al significado de la actitud.

III.2 CRITERIOS DE EVALUACIÓN


Con estos criterios se pretende conocer si se han adquirido unos niveles mínimos en el
aprendizaje de contenidos que implica un determinado desarrollo de las capacidades del
alumnado. Son una referencia obligada para el profesorado que deberá no obstante mejorarlos
y contextualizarlos.
Nuestro proyecto ha seguido los criterios de evaluación plasmados en el RD 1467/2007.
Tales criterios, formulados de una manera amplia, precisan ser concretados por el profesorado
que podrá completarlos y ampliarlos, a partir de las estimaciones prescriptivas. Estos criterios
con algunas matizaciones y especificaciones, son los siguientes:

PROMOCIÓN DE ALUMNOS Y ADQUISICIÓN DEL TÍTULO DE BACHILLER:


– Al final del primer curso de Bachillerato se promocionará al segundo cuando:
• Se hayan superado todas las materias cursadas.
• Se tenga evaluación negativa en un máximo de dos materias con la obligatoriedad de matricularse en el
segundo curso de las materias pendientes.

– Obtendrán el titulo de Bachiller quienes obtengan una evaluación positiva en todas las materias de los dos cursos
de bachillerato.

PERMANENCIA DE LOS ALUMNOS QUE NO PROMOCIONAN CURSO:

– Los alumnos con un número superior de cuatro materias con evaluación negativa en primero deberán cursar de
nuevo íntegramente las materias de dicho curso.

– Los alumnos que no promocionen a segundo curso y tengan evaluación negativa en tres o cuatro materias podrán
optar por repetir el curso en su totalidad o por matricularse en las materias de primero y ampliar dicha matrícula
con dos o tres materias de primero.

– Los alumnos que al término del segundo curso tuvieran evaluación negativa en algunas materias podrán
matricularse de ellas sin necesidad de cursar de nuevo las materias superadas.
Programación. Evaluación

EVALUACIÓN Y PROMOCIÓN EN EL BACHILLERATO

Evaluación
6. La evaluación del aprendizaje será continua y diferenciada según las distintas materias y se llevará a
cabo teniendo en cuenta los diferentes elementos del currículo.
7. El alumnado podrá realizar una prueba extraordinaria de las materias no superadas, en las fechas
que determinen las administraciones educativas.
8. El profesor de cada materia decidirá, al término del curso, si el alumno o la alumna ha superado los
objetivos de la misma, tomando como referente fundamental los criterios de evaluación.

9. El equipo docente, constituido por los profesores de cada alumno o alumna coordinados por el
profesor tutor, valorará su evolución en el conjunto de las materias y su madurez académica en
relación con los objetivos del Bachillerato así como, al final de la etapa, sus posibilidades de progreso
en estudios posteriores.
10. Los profesores evaluarán tanto los aprendizajes del alumnado como los procesos de enseñanza y a
su propia práctica docente.

Promoción
7. Al finalizar el primer curso, y como consecuencia del proceso de evaluación, el profesorado de cada
alumno adoptará las decisiones correspondientes sobre su promoción al segundo curso.

8. Se promocionará al segundo curso cuando se hayan superado todas las materias cursadas o se
tenga evaluación negativa en dos materias como máximo.

9. Quienes promocionen al segundo curso sin haber superado todas las materias, deberán matricularse
de las materias pendientes del curso anterior. Los centros organizarán las consiguientes actividades
de recuperación y la evaluación de las materias pendientes.

10. Los alumnos y las alumnas que no promocionen a segundo curso deberán permanecer un año más
en primero, que deberán cursar de nuevo en su totalidad si el número de materias con evaluación
negativa es superior a cuatro.

11. Quienes no promocionen a segundo curso y tengan evaluación negativa en tres o cuatro materias
podrán optar por repetir el curso en su totalidad o por matricularse de las materias de primero con
evaluación negativa y ampliar dicha matrícula con dos o tres materias de segundo en los términos
que determinen las administraciones educativas. En todo caso estas materias de segundo no podrán
requerir conocimientos incluidos en las materias de primer curso no superadas.

12. los alumnos y las alumnas que al término del segundo curso tuvieran evaluación negativa en algunas
materias podrán matricularse de ellas sin necesidad de cursar de nuevo las materias superadas.

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