El presente trabajo constará de dos partes, la primera, con una breve
explicación e interpretación que le di a la obra “Los partidos políticos” de Michels; la segunda, con una equiparación de lo que menciona Michels en su obra con lo que acontece en la realidad mexicana.
La forma de gobierno más representativa de la Edad Media y si no es
que la más importante, es la Monarquía. Como bien se sabe, la monarquía absoluta es el gobierno de una sola persona, es decir, la voluntad del monarca debía de ser obedecida por parte de la sociedad aún en contra de su propio interés. El fundamento ilógico de dicho poder era que el monarca tomaba el papel de representante mediato de Dios, luego entonces no existía poder humano ni jurídico que lo restringiera.
La posición que se encuentra radicalmente opuesta a la monarquía es la
democracia. Es contraria, ya que ésta es el gobierno de todos y no el de una sola persona.
La transición que se dio de la monarquía a la democracia tuvo varios
rubros, como por ejemplo: primero, existió la monarquía absoluta; después, la constitucional hasta llegar a la parlamentaria y de ahí a lo que conocemos hoy con el nombre de democracia. Ha de hacerse recalcar que cada paso de dicha transición fue una limitante al poder político de la época.
Los partidos políticos, como es de esperarse, surgen al mismo tiempo
que la democracia. Ya que, si bien la democracia trae consigo los derechos del conglomerado social, los partidos políticos serán los oidores de las quejas de las personas que viven dentro de una sociedad.
Desde sus inicios los partidos políticos han estado organizados. La
organización trae consigo tanto cosas buenas como malas; las buenas, serían que habría una mayor cantidad de miembros, jerarquía; las malas, que si la organización esta muy subdivida los miembros tendrán funciones especificas y no en un plano mayor. Esto trae como consecuencia que las demandas del conglomerado social no sean escuchados por todos los miembros del partido político y, solo se queden en los primeros escalafones jerárquicos y no en los superiores. En la actualidad los partidos políticos cuentan con una organización, como siempre la han tenido, para una rápida y eficaz toma de decisiones. Por tanto, dentro de los partidos políticos existe una jerarquización para sus miembros y, esto traerá como resultado la mejora en la toma de decisiones. Cada partido político cuenta con una ideología, aunque la mayoría de las veces sean oligárquicas y centralizadoras sus ideas.
Como en cualquier organización los partidos políticos contaran con un
dirigente, director o delegado. Éste será el de mayor jerarquía dentro del partido político y contará con un derecho moral que le servirá para determinar el cauce de dicha organización; al igual, el será el encargado de la toma de decisiones importantes.
Existen dos hipótesis acerca del delegado, éstas son: si el delegado ha
estado en ese puesto por un tiempo prolongado, será necesaria su restitución, porque él pensara que ese puesto se encuentra bajo su poder; y, si se le llegaré a negar su reelección, el con sus compañeros de trabajo irán en contra de la misma organización del partido político para que éste salga victorioso.
Michels crea una pirámide jerárquica acerca de la política. En la base se
encuentran todos los ciudadanos, después los ciudadanos que asisten a los “meetings” políticos, encima de estos los miembros del partido y por último el comité ejecutivo.
Los lideres o políticos son personas que en base a sus cualidades y
aptitudes pueden hacer cambiar el rumbo del conglomerado social. Ya que, aunque no necesarias para ser un buen líder, su principal característica es el expresarse de manera correcta y segura, por lo mismo dicen que son lideres y a la vez periodistas; al expresar sus ideas las dotan de credibilidad para que las personas a las que van dirigidas las crean; crean fanatismo, es decir, las personas o el conglomerado solo hablaran acerca del líder o del partido político en el cual se encuentra; a parte de otras virtudes.
Se ha llegado a la idea que dichos líderes son las personas que se
encuentran en mejores condiciones de llevar las riendas de un determinado país o Estado, el conglomerado sostiene que son los mejor preparados para dicha encomienda.
El problema radica, cuando los nuevos líderes intentan entrar al mundo
de la política o más en concreto en algún partido político. Ya que, las personas que han guardado una estrecha relación con el poder y el partido no dejarán de manera tan fortuita el poder, sino que desearán conservarlo. Y lo harán recurriendo a las masas, y expresar a través de discursos, orales o escritos, lo reprochable que es el nuevo líder y / o el partido político contrario. Dentro del Estado mexicano encontramos una varia gama de partidos políticos, con distintas ideologías (derecha, izquierda, centro). Sólo hay tres partidos que son de suma importancia y son: Partido Revolucionario Institucional, Partido Acción Nacional y Partido de la Revolución Democrática (PRI, PAN y PRD por sus siglas).
Es de recalcarse que los partidos políticos mexicanos o mejor dicho los
políticos en sí como dice Michels, harían cualquier cosa por conservar el poder, ya sea por tener poder ante la multitud o por la remuneración que a cambio de ser un servidor público reciben.
Es de percatarse que los integrantes de los partidos políticos buscan
escuchar los reclamos del conglomerado, para que ayudados por su voto ocupen un escanio público y sean sus representantes directos dentro de la Cámara de Diputados y así resolver los conflictos con los que vive la sociedad mexicana.
Ha de agregarse que los partidos políticos predominantes en México no
son extremistas en sus ideologías, sino que al tomar decisiones se llega a un común acuerdo para el beneficio de la sociedad mexicana, ya que ese es su objetivo o fin desde la formación de los partidos.