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La feria, especialmente en Andalucía, sigue siendo uno de los acontecimientos más esperados

en todos los pueblos y ciudades de la comunidad. En ella, todos los vecinos y trabajadores
vuelcan sus ilusiones y esperanzas para dar la mejor bienvenida a los turistas que llegan de
todos lados para conocer esta bonita tradición. Una de las más famosas es la que se celebra
todos los años en primavera en Sevilla: la Feria de Abril.

8 cosas que hay que saber sobre la


Feria de Abril en Sevilla
La Feria de Abril se celebra este año la semana del 20 al 25 en el barrio
sevillano de Los Remedios
AINHOA MURGA (ADAPTACIÓN)

La Feria de Abril de Sevilla es una de las fiestas andaluzas más populares de España.
Una semana en la que el barrio de los Remedios se engalana con luces y farolillos y llena de
casetas sus calles para dar cobijo al cante y baile, al pescado frito y al refrescante
“rebujito”, bebida típica.
Los orígenes de esta feria se remontan al siglo XIX: en 1847 la reina Isabel II
concedió permiso para que se celebrase una feria ganadera que más tarde se convertiría en
el festejo que ha llegado a nuestros días. Fue en 1973 cuando la feria se reubicó en el
barrio de Los Remedios, un espacio rectangular de poco más de un kilómetro por cuyas
calles pasean coches tirados por caballos, mujeres vestidas de flamenco y gente
cantando y bailando sevillanas.

La fecha de la feria varía en función de la Semana Santa. Si estás pensando en hacer


una escapada a Sevilla en esas fechas, estas son algunas cosas que conviene saber sobre la
Feria:

- La Portada: La portada es el monumento más representativo de la Feria. Es el punto de


partida y de reunión para el festejo. Cruzarla significa entrar en el Real de la Feria, el
entramado de calles donde se mezcla luz y color, música y baile. En 1949 la Portada se
consolidó como la gran entrada a la Feria, obligando a construirse monumentos de gran
envergadura. En los últimos años la tradición ha
marcado que la Portada haga homenaje a un edificio
representativo de la ciudad.

La Portada está basada en tres elementos: el


centenario del primer vuelo de la aviación
militar que partió de Tablada, la ciudad de
Sevilla y la Feria. Una combinación cromática de
amarillo y rojo para los lunares y caracoles que
colorean el símbolo de la ciudad.
- El alumbrado: La noche del lunes a martes de la semana de Feria se realiza el
alumbrado del Real y de la Portada, dando comienzo así la Feria de Abril. El acto consiste en
el encendido de todas las luces de la Portada (hasta 22.000 bombillas), los farolillos de las
calles del Real y las casetas. Esa noche, antes del alumbrado, se celebra la tradicional cena
del pescado, un evento privado para los socios de las casetas.

- El Real de la Feria: En el barrio de Los Remedios se asienta El Real, un recinto de un


kilómetro y medio de largo por 600 metros de ancho dónde se instalan más de 1000
casetas desde 1973. La disposición en calles de las casetas delimita una 'ciudad' de
pequeñas dimensiones regida. Los socios las conciben como una casa familiar donde
reciben a sus amigos e invitados para comer, beber y reir al ritmo de las sevillanas.

Dentro del recinto del Real, el único transporte permitido es el 'coche de caballo', con
nobles caballos y cocheros vestidos de traje corto.

- La comida y la bebida: Sin duda, Feria es una semana de culto al buen comer y al
buen beber. Las casetas y los puestos ambulantes ofrecen una amplia gama de
manjares típicos a cualquier hora del día. Tras la noche del pescado, protagonizada
por los boquerones y calamares, quedan días para disfrutar del jamón de Jabugo, los
langostinos de Sanlúcar y otros platos típicos de la región. Entre los dulces, no
faltan los buñuelos y los churros, con un buen chocolate caliente.

La bebida tradicional que riega estas fiestas es el vino fino, originario de Jerez, y la
manzanilla.

- Vestidos para la Feria: Los hombres vestidos de


corto, tradicional en el trabajo del campo; las mujeres,
vestidas de flamenca y adornando su cabello recogido
en moño con flores, además del mantón de Manila y los
collares y pendientes. Los sevillanos aprovechan la
Feria para hacer honor a estas tradiciones, pero los
visitantes pueden visitar el recinto en la ropa que
deseen y se sientan más cómodos.

- La calle del Infierno: Es el lugar preferido de los más pequeños. Atracciones, casetas
de tiro y hasta un tren de la bruja en una superficie de 64.000 metros cuadrados que
amplían el recinto de diversión de la Feria. Se diferencian las atracciones para mayores y
para pequeños, siendo ya tradicionales la noria y la montaña rusa.

- Los toros: asimismo, una vez más a las tradicionales corridas con los mejores toreros de
nuestro país.

- El cierre de la Feria: la semana de feria termina con los fuegos artificiales del
domingo junto al río Guadalquivir.

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