por las diócesis FAJARDO-HUMACAO
Monseñor Eusebio invitó a su clero “a seguir el camino ya trazado con su misión de trabajar con el plan pastoral y llevar a su gente a ese encuentro genuino con Cristo Jesús”.
JOSÉ Velázquez Caldera
Para El Visitante
En un ambiente de festividad y alegría el clero de la
Diócesis de Fajardo-Humacao celebró su fiesta navideña,
acompañados de S.E.R. Monseñor Eusebio Ramos Morales.
Entre la música navideña y los platos típicos, los sacer-
dotes fueron recibidos en la parroquia La Resurrección de
Canóvanas que pastorea el Rvdo. Padre Fabián Rodríguez.
Todos celebraban y daban gracias a Dios por las bendi-
ciones en sus comunidades.
En la actividad, Mons. Eusebio Ramos Morales invitó a
los hermanos del clero a mantener viva la esperanza y la
fe en sus comunidades exhortándolos “a seguir el camino
ya trazado con su misión de trabajar con el plan pastoral y
llevar a su gente a ese encuentro genuino con Cristo Jesús”.
Recordó que aunque este año ha sido marcado de
grandes desafíos, también fueron grandes las bendiciones.
“Hemos caminado todo un año, hicimos un plan pastoral
acorde con la misión de la Iglesia, con la misión de la Dióce-
sis del Yunque. Como nos recuerda el Documento de Apare-
cida, Discípulos y Misioneros de Jesucristo para que nuestros
pueblos en Él tengan vida “Yo soy el Camino, la Verdad y la
Vida” (Jn 16,4), este el tiempo en que debemos aferrarnos a
nuestra fe, a nuestras raíces que nos llevan a identificarnos
con el pueblo de Dios”, enfatizó.
9 al 15 de enero de 2011 ev: 23
Finalmente, pidió que al igual que la Navidad, el nuevo
año 2011 sea uno de alegría, paz, comunión, justicia y salva-
ción. Además, instó a los sacerdotes a ser portadores de esos
elementos en sus comunidades parroquiales, en la Diócesis
y en este País que languidece.
El Obispo también aseguró que superar la crisis, devol-
verles a las familias la fortaleza y seguridad que requieren,
darle a los matrimonios la estabilidad necesaria, proveerles a
los niños y a los jóvenes un futuro lleno de fe y de esperan-
za, requiere de cristianos vivos que se amen, se respeten y
se comprometan en la construcción de una nueva sociedad
centrada en Jesús.
¡Bendiciones y Paz en el Nuevo Año 2011!