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Virtudes
Según la teología católica, propensión a hacer el bien, residente en el alma de los fieles.
La fe en Dios, la esperanza (aspiración humana al fin último, la vida eterna y la
felicidad) y la caridad (amor supremo hacia el Padre y hacia todas sus criaturas), son las
denominadas virtudes teologales, en cuanto dones de Dios que Él deposita en el alma de
sus hijos. En ellas se fundamentan las demás virtudes humanas, que se agrupan en torno
a cuatro virtudes cardinales: la prudencia (fuente de discernimiento del bien y de los
medios para llevarlo a cabo), la justicia (constante fidelidad a los deberes hacia Dios y
el prójimo), la fortaleza (por medio de la cual el cristiano permanece firme en sus
principios, aunque se encuentre sometido a retos y dificultades) y la templanza (actitud
que hace posible, a través de la moderación en los placeres, un uso sabio de los bienes
materiales

Una virtud es una cualidad humana que permite a quien la posee tomar y llevar a
término las decisiones correctas en las situaciones más adversas para cambiarlas a su
favor. El virtuoso es el que está en camino de ser sabio, porque sabe cómo llegar a sus
metas sin pisar las de los otros, porque pone a los demás de su lado y los lleva a
alcanzar un objetivo común. El virtuoso es el que «sabe remar contra la corriente».Las
virtudes se consideran cualidades positivas, y se oponen a los vicios.

*Las virtudes se dividen en Virtudes Teologales, Virtudes del ser humano y


Las virtudes cardinales.

Virtudes del ser humano


Platón plantea que el ser humano dispone de tres poderosas herramientas: el intelecto, la
voluntad y la emoción. Para cada una de estas existe una virtud: la sabiduría, el valor y
el autocontrol. La sabiduría permite identificar las acciones correctas, saber cuándo
realizarlas y cómo realizarlas. El valor permite tomar estas acciones a pesar de las
amenazas, y defender los ideales propios. El autocontrol permite interactuar con las
demás personas y ante las situaciones más adversas cuando se está realizando lo que se
debe hacer para lograr los fines propios.

A estas tres virtudes se añade una cuarta, la justicia, que permite respetar las ideas de
los demás, sin abandonar las nuestras, para compartir los frutos de nuestras acciones y
ayudar a los otros a realizar las suyas.

Las cuatro virtudes clásicas en Occidente


Las cuatro virtudes clásicas son:

• Templanza
• Prudencia
• Fortaleza
• Justicia
Estas virtudes eventualmente fueron incorporadas a distintas religiones

Virtudes Teologales
Las tres virtudes teologales son infusas por Dios en nuestra alma: FE, ESPERANZA y
CARIDAD.Las Virtudes teologales informan y vivifican todas las virtudes morales.
Para comprender las virtudes teologales, primero lea lo que es Virtud

FE:
Etim: del latín: fides, creer.

"El acto de fe" es el asentimiento de la mente a lo que Dios ha revelado. Un acto de fe


sobrenatural requiere gracia divina. Se da bajo la influencia de la voluntad la cual
requiere la ayuda de la gracia. Si el acto de fe se hace en estado de gracia, es meritorio
ante Dios. Actos explícitos de fe son necesarios, por ejemplo, cuando la virtud de la fe
está siendo probada por la tentación o cuando nuestra fe es retada o cuando estamos
ante actitudes mundanas contrarias a la fe. Estas situaciones debilitarían nuestra fe si no
recurrimos a un acto de fe. Un ejemplo de acto de fe: "Dios mío, yo creo en Tí y todo lo
que nos enseñas en Tu Iglesia, porque Tu los has dicho y tu palabra es veraz". El acto
de fe no siempre se vocaliza. En muchas situaciones lo hacemos y está siempre latente
en nuestro corazón.

ESPERANZA
Etim: Del latín: spes.
virtud teologal que lleva al individuo a poner absoluta confianza en Dios y en su proyecto de
salvación de la humanidad. La de quien tiene y alimenta su esperanza no es una actitud
estática, pues la virtud le lleva a colaborar de una forma activa en ese plan de redención. De
ahí surge el compromiso con la paz, con la justicia y con toda iniciativa humana destinada a
alcanzar el reino anunciado por Jesús.

En la práctica es difícil separar la fe y la esperanza, aunque de acuerdo con la tradición


cristiana, la primera actúa más de acuerdo con la inteligencia y la segunda con la voluntad.
Además, como pide san Pedro en la primera de sus epístolas (Pe. 3,15), estamos obligados a
dar razón de nuestra esperanza ante los demás.

CARIDAD
Etim: Del latín charitas.
virtud teologal, es decir, que se refiere de modo directo a Dios, lo mismo que ocurre respecto a
la fe y la esperanza. "La caridad es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las
cosas por Él mismo, y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios", como se
define en el Catecismo de la Iglesia Católica. Esa referencia a Dios es el factor fundamental
que la diferencia de la filantropía.

Fue Jesús quien proclamó que el amor, sinónimo de la caridad, es el mandamiento nuevo que
distingue a sus discípulos. La forma de amar también queda clara en el Evangelio según san
Juan: "Amaos los unos a los otros como yo os he amado", precepto que llega al extremo en
que incluso se ha de dar la vida por aquellos a quienes se ama. No sólo se trata de la señal
distintiva del cristiano hacia los demás, sino de la prueba del verdadero amor a Dios. "Quien
dice que ama a Dios, a quien no ve, y no ama a su prójimo, a quien ve, ese tal es un
mentiroso" (1 Jn. 14,20).
Las virtudes cardinales
Las virtudes cardinales son:

• La Prudencia
• La Justicia
• La Templanza
• La Fortaleza.

Las virtudes cardinales en la antigüedad


En La República, Platón describe las cuatro virtudes cardinales como:1

• Prudencia Fortaleza
• Templanza
• Justicia

Platón define cómo un individuo puede lograr estas virtudes: la prudencia viene del
ejercicio de razón, la fortaleza de ejercer las emociones o el espíritu, la templanza de
dejar que la razón anule los deseos, y desde estas la justicia viene, un estado en que cada
elemento de la mente está de acuerdo con los otros.2

Platón describe la justicia como la virtud fundante y preservante porque sólo cuando
alguien comprenda la justicia puede conseguir las otras tres virtudes, y cuando alguien
posee todas las cuatro virtudes es la justicia que mantiene todos juntos.

Virtudes cardinales infusas


En teología católica las virtudes cardinales infusas son hábitos que disponen al
entendimiento y a la voluntad para obrar según el juicio de la razón iluminada por la fe
para que ésta escoja los medios más adecuados al fin sobrenatural del hombre.3

Se diferencian de las virtudes teologales en que no tienen por objeto a Dios mismo sino
el bien honesto. Dado que ordenan los actos en orden al fin sobrenatural, se distinguen
también de sus correspondientes virtudes adquiridas.

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